Partida Rol por web

Me giro, enfadado de que el jattar se metiese en la arena y miro alrededor, al ver al otro le ataco en la cabeza hacia abajo con toda la fuerza que soy capaz. 

Al sentirme desestabilizado y cerca del bicho, en vez del arco saco la espada y arremeto contra su cabeza lo más salvajemente que puedo

Lanzando juramentos al aire sigo los pasos de Gulog para atacar al otro jattar, pero esta vez con la intención de aplastarle alguna rodilla con la maza.

Bael y Yador arremeten contra el cuello de la criatura, asestando terribles daños. A su vez pueden escuchar las débiles oraciones de Merebor y ver un ligero y fugaz brillo que sale de la boca del monstruo. Una vez el brillo desaparece, Merebor intenta apuñalar el ojo de la bestia, pero solo consigue clavar su cuchillo en el hocico de esta, haciendo que apriete aún más sus dientes contra su cara. Veis como el cuerpo de Merebor deja de moverse.

Glorfindel no se queda parado, pues desenvaina su espada corta y se dirige a la cabeza de la bestia. Con un rápido ataque, consigue hincar su esperada de forma que corta parte de su ojo izquierdo. El monstruo se derrumba en el suelo por ese oportuno golpe, dando la oportunidad a Gulog y a Dothur de llegar y liberando finalmente el cuerpo inmovil de Merebor. Sin dejar a la bestia respirar, Glorfindel empuja su espada con todas sus fuerzas haciendo que penetre más en la criatura y finalmente acabando con ella.

El enano que no vió que esto sucedia arremete contra una de las patas traseras pero el golpe ya no es importante, el Jattar B ha muerto. Pero no le prestáis atención al ataque de Dothur porque Gulog se aproxima rápidamente y gritando mientras coloca su maza en posición vertical. Glorfindel saca su espada apurado y se aleja de la cabeza. Gulog deja caer su maza con la fuerza de 20 hombres sobre la cabeza del Jattar B, deformando su cráneo.

Todo parece tranquilo por unos segundos hasta que de repente escucháis como algo emerge a vuestra espalda. Sin que os podáis girar mucho para ver que sucede, varias espinas se dirigen rápidamente a Yador y se incrustan en su pecho. Yador cae derribado, veis como parece debilitado. Dothur también empieza a encontrarse mal; le falta el aire.

Vrurx usa su honda para golpear la punta de la cola, pero falla. La cola que os lanzó las espinas vuelve a esconderse.

Te empiezas a encontrar mareado, sin aire.

4 de daño.

Te empiezas a encontrar mareado, sin aire.

3 de daño.

Inconsciente.

Me arranco las espinas que me han vuelto a clavar.

-Joder, es como si tuviera una puta diana. Chicos, cubridme. Me estoy empezando a marear. No creo que sea muy útil en combate ahora, voy a ver como está el mestizo. 

El cuerpo de Merebor está inmovil en las arenas que adoptan un color rojizo debido a las sangre que está emanando de él. Está lleno de saliva viscosa y su casco ha sido totalmente destruido, dejando ver además una horrible cicatriz que tiene en la mejilla, que llega hasta la boca y que permite ver su dentadura y lengua. No es reciente, parece que se curó lo mejor posible, pero sigue siendo repulsiva.

Me guardo con disimulo un par de púas. Quizás el veneno me sea útil más tarde (si no me mata).

Tus compañeros están más atentos a la bestia restante que a lo que tu les dices. Te da una ventana para disimuladamente guardar dos espinas en un bolsillo de tu atuendo.

No me sorprende, sigo atacando cual trol del infierno a la cabeza del jattar como si fuera un juego de feria.

“¡Dejadme hueco vamos!” Comento rápidamente mientras saco mi cantimplora rellena de poción curativa.

“Estad atentos al próximo Jattar, voy a intentar curar a Merebor por lo que estaremos indefensos, intentad alejad al Jattar de aquí” -dicho esto abro la boca de Merebor como puedo y vierto con cuidado la poción, dando tiempo a que esta baje por la garganta con cuidado de no ahogarle.

Al ver que Bael va hacia Merebor con una poción y que más que ayudar estorbaría, me echo a un lado y aprovecho para tratar de ponerme detrás de Bael, por si vuelan más proyectiles.

-No puedo... respirar bien... -mascullo intentando no caer de rodillas- de seguir así no creo que aguante mucho. -Acto seguido me acerco a Bael y Merebor, y adopto una posición defensiva, atento a mi alrededor, para protegerlos con el escudo.

-Esta bien, quedaros ahí y haced el mínimo ruido posible, intentaré distraerlo. Gulog? Venir conmigo a matar más bichos? Mucha sangre para Gulog!
Empiezo a corretear por la arena, dando gritos. Me mantengo a una distancia prudencial del grupo, la suficiente 0ara correr rápido en su ayuda si la bestia aparece por allí. Intento que Gulog haga lo mismo que yo.

Estáis en alerta, pero el Jattar A no vuelve a aparecer. No detectáis a la criatura. Gulog sigue reventando el cuerpo del Jattar B con su maza, disfrutando con cada sonido de sus huesos rompiéndose.

Aunque Glorfindel se separa peligrosamente del grupo, no ocurre nada. Vrurx se acerca a vosotros con cuidado.

"Se ha ido... creo."

Bael le suministra una poción que guardaba en su cantimplora a Merebor. Sigue inconsciente, y con la cabeza sangrando abundantemente.

Yador y Dothur empiezan a toser y a intentar coger aire desesperadamente. Cada vez les cuesta más respirar.

4 de daño.

3 de daño.

“Mierda,mierda,mierda” agarro mi mochila rápidamente y saco el ungüento anti-veneno.

Se lo lanzo a Dothur “ Toma, úsalo en ti y en Yador, ¿Alguno tenéis nociones básicas de primero auxilios? Esta herida se ve bastante fea y no quiero empeorarlo más” les digo intentando mantener la calma.