Partida Rol por web

- "No se dónde es el laboratorio. Si tu tienes acceso que eres su aprendiz cógelas por mi. Voy a subir a descansar un poco más a mi habitación."

Escuchas como alguien intenta abrir tu puerta.

Parece querer aprovecharse de la situación y hacer algo más que "ayudarte". Tiene ansias de poder.

Me tapo con la almohada para que me dejen descansar.

Intentas abrir la puerta pero no puedes. Deduces que la misma magia de la taberna te impide acceder a una habitación ya ocupada, es como un sistema antirrobo.

Entras a tu habitación, pero antes echas un vistazo a Sadir. Te fijas en que sigue leyendo el tomo mientras come una pera.

Voy a mi habitación a tumbarme, leo un poco de "Devociones de Valion..."

Lo buscas pero no lo encuentras.

Uhmn. ¿Dónde estará?

Descanso unas horas. Hasta despertar, o hasta que otro personaje me despierte.

Te curas seis de daño.

Ambos salís de las habitaciones. Habeis dormido durante horas, os encontrais al salir. En la mesa de la taberna se encuentra Sadir, que parece absorto en la lectura de su tomo.

- "Babroth, antes decidí dejarte descansar,... ¿Qué pasó en la montaña?" Digo visiblemente apurado.

Tras unos momentos en los que doy un gran bostezo y me alisto, abro la puerta con mi mochila ya lista para emprender el viaje.

Salgo y me encuentro a Merebor de pie, esperando a que le reciba. Sin embargo no entiendo su apuro; estamos a salvo.

Me abro paso y cierro la puerta tras de mí. Ignoro ligeramente a Merebor haciendo un gesto de que espere.

Miro a mi alrededor por si veo a alguien más y me dirijo a la mesa donde debería de haber comida y bebida a placer.

Una vez sentado y en proceso de llenar mi estómago, trago lo que estaba masticando con un poco de bebida y suspiro.

"Debido a tu condición, no creo que recuerdes prácticamente nada...pero te aclararé un poco las cosas..." - comento sosegadamente mientras decido qué comer a continuación...me decanto por ambas cosas y engullo con frugalidad. Trago - "...cómo no, decidiste actuar por tu cuenta en vez de seguir unas sencillas instrucciones o hacer lo más sencillo, pero a estas alturas ya no me sorprendes, Merebor..."

Suspiro, recordando el pico de fuego y sus áridos aunque espectaculares paisajes...en condiciones muy distintas hasta podía haber sido una buena aventura el explorar ese sitio, pienso - "Estuve buscando minerales, como bien sabes...no tardé demasiado en adentrarme por los túneles externos para pasar a otras zonas más peligrosas...entonces empecé a escuchar sonidos que hacían eco por las grutas..."

Hago una pausa, sin dejar de disfrutar de los manjares que ahí se encuentran y, ahora que todo ha pasado, recordando la experiencia como otra historia más que contar - "Recordaba bien lo que Nundro nos había dicho que se ocultaba ahí... hasta vi a uno...intenté no luchar contra ellos, además que sin duda serian superiores en número...fue cuando al adentrarme por dichos túneles, te vi encarcelado..."

Río un poco al recordar la situación, ahora sin peligro - "pensé 'otra vez no...' y me las arreglé para sacarte de ese sitio con vida...pero estabas muy deshidratado ya que era yo quien llevaba el barrilete con agua..."

Empiezo a recordar la mala cara que tenía Merebor cuando le arrastraba montaña abajo - "No hacías más que tropezarte y tener cara de loco...pero antes de darte de beber era más importante largarse de ahí. No parabas de trastabillar; recuerdo que en un momento vi un libro y más cosas tuyas caer a la lava y quemarse..." - hago una pausa - "...espero que no me culpes de que no metiese la mano en la lava para rescatarlas..." - comento algo molesto por la posibilidad de una futura agresión por no haber salvado sus objetos.

"...tras eso, fue cosa de poner el símbolo, traerte aquí y hacer lo que podía con tus heridas...pero esa mano" - la miro un poco - "lamentablemente está por encima de mis conocimientos...no soy mago. Una vez me aseguré de que estabas reposando te dí agua y me aseguré de que sobrevivieras. Sabiendo que era cuestión de tiempo y descanso que te recuperaras, me fui a darle a Okri su encargo...lo poco que pude encontrar." - comento con bastante remordimiento. 

Así que el forzudo misterioso fué el que me salvó. No puedo negarme que la desconfianza por la aventura en la ciudad se disuelve ante el compromiso mostrado este viaje.

- "Jo Babroth, me salvaste la vida... Te estaré eternamente agradecido."

Me sirvo algo de desayuno...

- "Bueno, mi libro de devociones... no pasa nada... Pero..., ¿Cómo convenciste a los dracos? ¡Por Valion! ¿Y la piedra, espero que no la tomaran o se cayera a la lava?"

"No es necesario agradecer; la misión exige que sobrevivas para ayudar a la causa..." - comento sin darle importancia.

"Además, no fue cosa mía, yo te habría sacado de ahí corriendo, pero gracias a Melzir, que me había dado algo para ayudar en esta misión por si nos encontrábamos algún peligro con el que no pudiéramos enfrentarnos directamente, se pudo solucionar la situación."

Mientras como recuerdo cómo la imagen de Melzir aparecía delante de mi - "él habló con ellos en su idioma...y debido a eso no hizo falta cogerte y correr...te pude llevar sin mucho peligro, pero aun así preferí salir de ahí antes de que más kobols se presentaran o sucediera alguna tragedia más" - bebo un buen trago y sigo comiendo.

"Yo que tú revisaría las cosas que te faltan...solo por si acaso necesitas cosas y resulta que están en la lava" - le miro de arriba a abajo - "bueno, al menos tienes las flechas y el arco...pero dudo que con esa mano puedas golpear bien..." 

Me quedo pensativo durante un rato y comento - "La otra vez Melzir usó en mí un elixir para curar alguna herida que me hizo el hombre bestia cuando tuvisteis la amabilidad de dejarme a solas con él..." - comento con voz que deja claro que aún no he perdonado esa traición.

Hago un gesto a Merebor con la cabeza, señalando a Sadir.

Susurrando - "El muchacho quiere entrar en el laboratorio del sabio, pero no se si es prudente entrar en las dependencias de un mago como Melzir sin permiso. Además no se cómo hacer aparecer la puerta de ese sitio."

Medito un rato y asiento - "Entiendo...Okri me dijo que Melzir estaría en asuntos importantes...así que no veo prudente molestarle...lo cual me recuerda que si no tenemos nada que hacer actualmente, iré hacia arriba y me pondré a trabajar..."

Me levanto y añado - "...estoy aprendiendo un truquillo o dos sobre herrería, ¿sabes...?" - comento, orgulloso.

Me acerco al ayudante de Melzir - "Buenos días...¿tenemos un itinerario hoy o tenemos rato de descanso...? ...y en ese caso, ¿cuánto tiempo...?" 

- "Buenos días Sadir"

Me sirvo fruta y te con leche de desayuno.

- "¿dónde está egelvild por cierto?"

Sadir te contesta sin apartar la mirada del tomo, parece muy interesante para él.

"El barco sale en dos días, contando hoy. Aprovechad para hacer lo que queráis, ir a un burdel o emborracharos, cuando vayais a la isla brumosa no hay vuelta atrás."

"Zarpará al atardecer del segundo día."

El aprendiz mira a Merebor de reojo y vuelve fijar su mirada en el tomo.

"Melzir le ha encargado una tarea especial. No sé cuando volverá."

Asiento, sin gustarme mucho lo que piensa el muchacho de nosotros - "Entiendo, ¿en el camino hay algún puerto...? Me gustaría vender algunas cosas para que nos ayude en el viaje..."