Partida Rol por web

Me mantengo en silencio al oir el dinero que nos ofrecen y no comento nada. Aquella decisión era solamente de mis compañeros y de nadie mas, sacudo la cabeza como unica reacción

Neyezh escucha las respuestas de la pueblerina y tras ver la explosión de Naim se acerca a su compañero, colocando una mano en su hombro le responde.

- Acaso esperabas que el pueblo pudiera ofrecerte una mayor recompensa. Si es cierto lo que decían, aun tenemos suerte de que entre todos hayan decidido reunir sus mayores posesiones o sus mayores tesoros. Eso debería decirte el nivel de desesperación de la gente del lugar para con el Oso “Risitas”. – tras comentarle eso a su amigo, se gira a la pueblerina y le responde. – Creo que hablo por mi y mis compañeros y estaremos encantados de intentar ayudaros. Pero antes necesitamos saber más sobre el Oso y hablar con algunos de los que lo hayan visto de primera mano. No sirven ahora los rumores, se necesitan hechos fehacientes para saber a que nos enfrentamos y prepararnos. ¿De acuerdo?

Mientras que observo todo lo que nos rodea, esbozo una sonrisa al escuchar la incorfomidad de Naim ante la escasa cantidad de oro que recibirá si el trabajo es llevado a cabo, al igual que mis compañeros mis acciones se mueven más por la buena acción que por la recompensa (incluso en el interior de Naim esta esa parte buena).

Veo que Neyezh intenta conseguir más información por parte de las gentes de la aldea, pero ya que la pueblerina nos ha indicado la ubicación eberiamos investigar nosotros mismos. Me dirijo al grupo y digo: ¿Y si vamos mejor al viejo molino para ver a "Risitas"? No creo que puedan sernos de mucha más ayuda.

Y  busco con la mirada la colina donde esta el viejo molino.

Las palabras de Naim entristecen a la mujer al recordarle que todas las riquezas de la comunidad no sirve ni para un festejo suyo, Neyezh logra sacarle media sonrisa de agradecimiento pero no quita que los medianos a vuestro alrededor han perdido cierta ilusión en vosotros.

Menos los mas jóvenes que deben creer que sois ricachones.

-Desconocemos el motivo de su regreso.-

-Atacó dos veces la granja ... la primera vez fue hace 3 días y se llevó a un chico algo precoz llamado Shoals, ayer se llevó a Punkin Rockhucker ... en ambos casos el oso se dio a la fuga antes que pudiéramos enfrentarnos a el.-

Señala en una dirección.

-El viejo molino está a unas dos millas al sur oeste de aquí, encima de una colina cubierta de hierba.-

Tras sus palabras la mayoría de medianos se retiraron de su alrededor, al menos habían servido para algo, pues sus compañeros, como esperaba, estaba dispuestos a ayudar a la aldea de todas maneras.

Joder, he de hacer nuevos amigos. Y si son guerreras con curvas mejor.

Gruñó levemente ante la reprimenda de Neyezh - Pues que quieres que te diga. - le respondió. - 100 monedas de oro no me parece ningún tesoro. Seguro que por aquí hay más de algún ricachón. Los medianos tienen fama de saber acumular dinero y ser bastante tacaños. - seguía con los brazos cruzados con pose chulesca. - Lo que quieren estos es que hagamos el trabajo casi de gratis.

Ni se molesto en mirar la reacción de los medianos, no le importaba lo más mínimo. Tenían suerte de que estuvieran allí y que sus amigos estuviesen tan dispuestos a ayudar, como de costumbre.

Como veo que ya habéis tomado una decisión, aunque errónea... - remarcó lo de errónea - ...no perdamos más tiempo y vayamos a ese molino, cuando antes nos quitemos este trabajito de encima, mejor.

Luego se giro hacia la pueblerina. - Espero que a nuestra vuelta al menos tengáis un buen banquete preparado, y si podéis conseguir algunas bellas bailarinas de mi estatura, hasta me olvidaría de las 100 monedas.

No era la primera vez que el asunto del dinero traía de cabeza a Naim, para él nunca era suficiente lo que nos ofrecían las pobres gentes que pedían nuestra ayuda, y siempre buscaba el calor en alguna falda tras finalizar la aventura. Para motivarle un poco más le propuse: ¡Naim! ¿Qué te parece, que si matas tú al Oso con tus shurikens la parte que me corresponde a mi te la doy? pero si por el contrario el grupo se encarga del Oso dejaras de quejarte siempre del dinero. Je, je, je.

Al formular la pregunta sabía que ninguno de nosotros por buenos que fuésemos estábamos a la altura de librar una batalla en campo abierto contra un oponente como ese.

Finalmente dirijo la mirada al lugar señalado por la pueblerina y propongo a mis compañeros: Partamos con cuidado no sabemos que nos espera.

Antes de que den varios pasos  mas los cojo a ambos por la camisa.

--- ¡Sooooooo, chicos! - digo mientras hago amago de tiro- Yo no iriá todavia a por el Oso, primero deberiamos ir a ver quien nos ha contratado, si es el pueblo entero deberia ser el alcalde, me niego a ir a un lugar sin haberme informado devidamente

Tras el agarron de Astaroth y sus palabras de prudencia le rectifico. Tranquilo compi, mi intención no era matar al Oso, sino observar a que nos enfrentarnos, pero si vamos primero a hablar con el alcalde, no tengo ninguna objeción.

Guiño el ojo a Naim en señal de que ya llegará el momento de la caza.

Habláis con la cabeza de familia del caserío y la información que os proporciona no es distinta a la que os ha dado la mujer (que es su hija).

Durante la conversación, os da la sensación que a los medianos no les gusta la idea de tener que matar al oso. Son amantes de la naturaleza y eso los entristece, aunque por supuesto entienden que si esa es la solución para mantener la seguridad de su casa, pues que así sea.

Os ofrecen algo de comida y bebida para que podáis reponer fuerzas y podéis descansar tranquilamente un rato antes de partir en dirección al molino.

Una sensación extraña invade mi cuerpo, desde pequeño siempre me he esforzado en el manejo del arco y he de decir que no se me da nada mal, pero, ¿Un Oso? nunca había cazado una presa tan grande, ¿Estaría preparado?. La compañía de mis amigos me daba la confianza necesaria para que la misión saliera adelante. estoy ansioso de ver que nos espera en el viejo molino. Mientras escucho al mediano observo por la ventana intentando ver algo interesante fuera.

Neyezh toma la comida y la bebida que tan amigablemente se les ofrece para reponer fuerzas. Parece que los pequeños no desean que se de muerte al oso “Risitas” pero el no sabe al final que harán. La idea de investigar un poco y ver de que hay que ocuparse no es mala. Cuando estén allí podrán evaluar las opciones a tener en cuenta. Si es un gran peligro tal vez eliminarlo seria una opción muy clara, pero si existiera la opción de alejar los problemas de la villa sin tener que matar al oso, los habitantes de la villa se verían más contentos.

Comió algo, un par de bocados, pues no tenía apetito. Todavía estaba malhumorado por habérselas visto en un trabajito tan mal remunerado y sin escapatoria posible. Podría dejar allí tirados a sus amigos, y lo hubiese hecho si no los conociera desde hace tiempo. En el fondo, escondido, les tenía aprecio, aunque se lo negase a si mismo cada día.

Dio un vistazo exhaustivo al caserío, fijándose en los muebles y las pertenencias de la familia. Calculaba mentalmente su valor, para ver si era verdad que 100 monedas era lo único que podían reunir. Se encogió de hombros, no había mucho que rascar por allí.

Cuando hayáis terminado de llenar vuestras barrigas, podemos ponernos en marcha. Deberíais cuidar lo que coméis, si os ponéis fondenes, nunca las féminas se nos acercaran por su propia voluntad. - habló el que iba de juerga en juerga, de borrachera en borrachera.

Devoro todo lo que me pongan delante con cierta satisfación sin hacer mucho caso a lo que me dicen, aunque mi mente ya habia comenzado a trazar un plan de acción contra el famoso Oso "risitas".

---Nog,teg fonghas agi,Naim- digo con la boca llena de comida- Estog en egad de creger, apagte de que nignuna chigca se acergcagia a un ger comgo yog...

Con la panza un poco mas llena y menos paciencia que antes, abandonáis el caserío y ponéis rumbo hacia el viejo molino. Como os informaron, este se encuentra a unas 2 millas.

Cuando llegáis encontráis el molino en la parte mas alta de la colina, el edificio está viejo y empieza a mostrar marcas de pasar a mejor vida. Debajo de los jirones que antes eran las aspas, hay una puerta de madera abierta y enfrente unas pequeñas figuras amarillentas de orejas puntiagudas.

Goblins!

Se lanzan piedras entre ellos como si jugaran a algún tipo de juego algo bestia, sin percatarse de vuestra presencia en la lejanía.

¡Goblins! Escondamonos. - susurro a sus compañeros.

Ya empezaban los problemas, por supuesto el trabajo no iba a ser tan fácil como llegar, encontrar al oso y matarlo. Siempre había que hacer muchas más faena. Y todo por 100 monedas de oro. Se encabronaba cada vez que recordaba el premio.

Se movió con sigilo hacia unos arbustos y se escondió. Desde su posición intento observar a las criaturas. Le intrigaba que se estaban tirando piedras entre ellos. Menudos bestias.

Avanzo con suma torpeza dispuesto a esconderme en algun lugar despues de haber visto a los goblins, la verdad es que sentia curiosidad por estos seres pero al parecer no iba a tener ocasión de estudiarlos.

Estaba ansioso de llegar al molino, y según iba avanzando por el camino notaba que el lugar no estaba deshabitado. En la distancia reconocí las puntiagudas orejas de los apestosos Goblins. Veo que mis compañeros también se han dado cuenta.

Astaroth debido a sus ropajes no era el más delicado en el arte del silencio. Y tras esconderme para no delatar mi presencia a los goblins,le digo a Astaroth:¿podrías hacer más ruido? ¿Quieres que nos descubran?.

Seguidamente cargo mi arco y los apunto. Cualquier movimiento hacia nuestra posición y son presa de mis flechas. 

Neyezh observa el descubrimiento junto a sus compañeros. Unos Goblins en la zona donde habían comentado los del pueblo de la presencia de “Risitas”, era muy extraño. Tal vez este oso fuera una mascota de una tribu de Goblins o tal vez ahora mismo no estaba por aquellos Lares.

A pesar de que sus pasos no eran tan ligeros como los de los otros, y decidido a no descubrirlos por su incompetencia, se mantuvo a una distancia prudencial mientras miraba a sus compañeros y susurraba para estos.

- ¿Qué hacemos ahora? Con esto no contábamos y no sabemos que hacen en este lugar si es el refugio de “Risitas”.

Avanzáis todos sin ser vistos hasta que estáis bastante cerca de la posición de los goblins que aún siguen enfrascados lanzándose piedras.

Menos mal que no nos ha oído. Tal como te mueves Astaroth, deben estar sordos. - dijo negando con la cabeza.

Si querían echar un vistazo al molino parece que no tendrían más remedio que enfrentarse con aquellas criaturas. No le hacía mucha gracia tenerse que acercar a unas criaturas tan malolientes.

Si el oso estuviera en el molino, esos goblins no estarían tan tranquilos ahí delante. Voto por volver por donde hemos venido. - No tenía muchas esperanzas de que sus amigos le hiciesen caso, pero por intentarlo que no fuese.