Partida Rol por web

- ¿En qué te basas figlio? Yo estaba planteándome mantener mi voto. Berlus no ha abierto la boca ni para defenderse y la cara que ha puesto Hogan al preguntar por nuestras razones ha sido un paripé. Anoche cuando hablé con el en privado no puso la mano en el fuego por él y ya había recibido explicación del voto en grupo. Pero si has visto algo en Vic que yo no... te apoyaré. Al fin y al cabo, tus ojos funcionan mucho mejor que los míos.

- No tengo ningún motivo en concreto,
Son suposiciones. Berlus no me parece culpable, y eso que me votó a mí, pero creo que simplemente está desconectado. Si Hogan pone la mano en el fuego por el, ¿por qué no creerle? Es otro de los que no me parece culpable.
Pero ya te digo que sólo son suposiciones. Me baso en sus comentarios y en las votaciones.

- Mmm... ¿no has visto nada en el que te de mala espina y aún así le vas a votar?. No es mucho para convencerme... creo que voy a mantener mi voto a Berlus. Sin saber en quién desconfiar, mejor no hacerlo con demasiadas personas. Voy a pensármelo bien...

- Dices 'sin saber en quién desconfiar' mi razonamiento es totalmente contrario, 'sin saber en quién confiar'. Repito, Hogan es de los pocos que me parece de fiar, y defiende a Berlus, buscaré otro objetivo por el que nadie pondría la mano en el fuego. Sin embargo tu razonamiento es simplemente por no cambiar. Podemos valorar otros votos también. - Me voy a lanzar en una misión suicida en el restaurante a ver si saco algo de información.

- Puedes no creerme, pero Hogan no confía en Berlus. No lo hace en privado al menos - la Nonna se santiguó - Ten cuidado en la reunión figlio. 

- Te había entendido lo contrario... Eso cambia las cosas... Qué zoquete soy mamma

- De todas formas, creo que él me votó para quitarse a un rival al puesto de Don ya que ambos nos postulamos y si fuera un infiltrado eso le daría lo mismo. Piénsalo, yo le daré otra vuelta también

-Me parece lógico votar por otro que no sea Berlus, ese tipo de seguir así, él mismo se esta haciendo la cama y pronto encontrará la tumba como no espabile. En consonancia a mi Buscemi, no me gusta. Pero aún no tngo un claro objetivo a señalar y las cosas no parecen moverse demasiado. Mucho callado, ocupado en sus propios pensamientos, eso no es bueno.

-Hum... Segun mis propias palabras solo queda "VIC" en esta ocasión para votarle. Vere si los otros dos hablan a lo largo que quede tiempo.

-Vaya, que casualidad que Berlus halla abierto la boca para culpar a los mismos que tu Federico.

- Este Berlus no se de qué va, tal vez la edad este haciendo mella en su psique. El Buscesmi ese tampoco me cae bien, como siga así será mi próximo objetivo.

-Mmmm... Tres en mi contra y todo promovido por ti Federico, dime la razón de esa jugada contra tu propia familia, porque empiezo a pensar que te importamos menos que una mierda danesa.

-Bien, ya veo como funciona esta familia, se pide colaboración, unión, pero en cuanto pueden te meten el cuchillo por la espalda. -Cerradura estaba obviamente furioso con Federico. -Lo siento por ti Donna, pero a partir de ahora, como no me de una respuesta satisfactoria sobre porque dudan de mi. Estaré por libre, no puedo confiar en una familia que a primeras de cambio prefiere apuñalar a los suyos.

Se toco la nariz, molesto no sabia donde poner las manos. -Lo diré solo una vez. No soy un puto soplón o un poli. Y que uno de mi familia quiera ponerme el san benito de esa manera, no me hace mas que sospechar de él. No me importa de quien sea padre o que quien sea rival. Quien me tira a los tiburones, sin ninguna puta prueba siendo ambos Morosini, no merece siquiera mi desprecio. Hemos acabado Federico. -Termino gesticulando con el pulgar.

Federico arrugó las cejas, achinó los párpados y apretó los labios. Miró a Cerradura con los ojos inyectados en sangre.

- Cuidado con tus amenazas. Mírate, pareces tan sospechoso como el que más. No me pillas en un buen momento así que te recomiendo que cuides tus palabras. Si tienes forma de demostrar tu inocencia es el momento.

-Calla la boca viejo. Esas palabras fácilmente pueden ser las mías contra las tuyas. Que tienes tu para demostrar que eres de los nuestros. No solo me traicionas a mi, sino que también a la familia echándome a los perros. No eres mas que una hiena sin dentadura. Te aseguro que si pudieras caer en prisión, te pudrirás allí para siempre. -Cerradura no se dejaba amenazar por nadie y menos por un traidor como ese.

- ¡HAYA PAZ! - gritó la Nonna - Han quedado claras vuestras posturas. Actuad en consecuencia, pero en casa Morosini ¡SED CIVILIZADOS!

Nonna temía que esa fuese su última noche y le sabía fatal llevarse esa imagen de la familia a la tumba. 

El gesto de Federico se relajó, y una sonrisa de medio lado dejo asomar a su colmillo derecho. Empezó a oír violines en su cabeza y todos supistéis que se estaba imaginando a Cerradura despedazado trocito a trocito. 

- Tienes razón mamma. Todo acabará cayendo por su propio peso. Iremos viendo qué pasa.

- Bonny. 

Federico miró al suelo, parecía que revisaba los cordones de sus zapatos pero en realidad iba a hacer algo que no se le daba muy bien.

- Bonny, puede que me haya equivocado contigo. La noche está siendo muy larga, Nonna acusada. Quiero dejar claro que no te tengo miedo, me da igual que confíes o no en mi o que empieces una campaña en mi contra, me defenderé con pruebas, pero puede que me haya equivocado contigo y tengo que rectificar. Retiro mi visor de tu frente, aquí en privado y lo haré también en público.

- Familia, necesito hablar con el ejecutor. O transmitirle un mensaje. Por favor si alguien le conoce o está en contacto con él avisadme. Algo había pasado esa noche con Federico. El morado de sus ojeras llegaba hasta media mejilla. Tenía los ojos hinchados y no dejaba de mirar su móvil. Sé movía con dificultad. La noche estaba siendo larga para él. Su empujón del día anterior había dado fruto. Tenía que disculparse con Cerradura, hecho, y con Tonny, lo haría mañana. Lo de Vic estaba por ver.

- Antes de acabar la noche os contaré alguna cosa pero necesito saber si estáis manteniendo conversaciones privadas y con quién para poder contaros. Hay que ser cautelosos. Están circulando tres nombres, uno es seguro y de los otros dos uno de ellos también lo es. 

Se dio cuenta de que estaba de pie y decidió buscar dos sillas y poner una enfrente de la otra, una para su trastero y otra para los pies.

Federico no dejaba de mirar por la ventana con la esperanza de que apareciera alguno de sus mensajeros con noticias jugosas.