Partida Rol por web

Nunca te habrías pensado que el hombre al que estaban persiguiendo era aquel hombre, el apostador, y menos aún que pudiera aclarar nada acerca de tí o de Jason. Pero el hombre tiene un aspecto algo más serio y formal que en la noche de los combates ilegales. Ibas a abrir la boca pero entonces te ves interrumpida por la llegada de la Bruja Escarlata, que parece algo impaciente.

-Siento interrumpir vuestra "reunión". Sólo quería deciros que unos amigos míos han encontrado a Jason en un bar de moteros y está a salvo en Nueva York- ante esto último mira a Kaylee, ya que habían estado unidos.
-Así que cuando quieras podem...

La cara de la muchacha se contrae por la sorpresiva noticia. Parece que se siente ofendida ante el abandono del muchacho. Se cruza de brazos y hace un mohín.

-El hombre albino de ojos rojos. Ése nos lo dijo- responde bruscamente, interrumpiendo a la pelirroja. No se había apabullado ante tí pero la "traición" de Jason le ha dolido como si le hubieran clavado un puñal en el pecho -Que todos estais defectuosos y que nec...

Tucker pone cara de sorpresa esta vez, paralizado ante la descripción.

-Quien??- brota de los labios del hombre y de la misma Bruja Escarlata a la vez, reaccionado a las palabras de Kaylee, sobresaltándola y cortándole lo que iba a decir.

Haruka te mira a ti y a su madre, consecutivamente, como no sabiendo qué hacer o decir. La Flor de Tokyo observa en silencio lo que está desarrollando con el semblante serio y los labios muy apretados, en claro disgusto con la escena.

ODIO no entender lo que está pasando o lo que se está diciendo a mi alrededor. No me gusta no enterarme, es como... Bueno, no como si fuera tonta, pero algo así. Y no me gusta esa sensación.

Kaylee pasa de mi y ¡¿cómo que defectuosos? ¿Qué somos; algún tipo de cacharro defectuoso que está al setenta por ciento por la tara? 
La miro con algo de perspicacia cuando dice esa palabra pero no llego a hacer mas porque siguen hablando, así que me limito a ladear la cabeza.

Miro a Haruka y a su madre antes de volver al resto y alzar las manos.

- Dejad de... ¡Joder! - exclamo - ¿Qué tal si habla alguien que pueda explicarlo todo a la vez? - propongo y señalo al tipo negro, el que se ha quedado con cara de perro al escuchar "el hombre albino de ojos rojos" (que por cierto, no tengo ni idea de quién es) - Has dicho que puedes explicarlo todo, ¿no? Pues di qué pasa con eso de que estamos "defectuosos" y quién es ese que lo ha dicho.

No quería pero me sale serio y autoritario, entre esta gente... Trago saliva y miro alrededor, dándome unos toques con los dedos en mis piernas, nerviosa.

- ¿Y cómo que Jason se ha ido? - pregunto, ¡cuando pensaba que me había calmado!

-Bueno, me has salvado dos veces la vida muchacho, supongo que te debo eso, o al menos que te cuente la verdad de lo que sé al respecto- empieza el hombre afroamericano -Mi verdadero nombre es Jeremiah Stranton y soy científico, más concretamente genetista. Trabajaba para un hombre "complicado", dejémoslo en que necesitaba financiación para mi proyecto de encontrar una cura para el cáncer y las Industrias Fisk me ofrecieron un laboratorio y un presupuesto amplio, muy amplio- empieza éste a explicarse con calma, ante la mirada atenta de la Bruja Escarlata, que enarca una ceja, sorprendida, al oír el nombre de Fisk.

-Kingpin. Eres un desertor de Kingpin?!- gruñe la pelirroja -La madre que...- empieza a renegar y que acaba con un montón de palabras que ninguno entendéis pero que está claro que no es inglés.

-Eh, son tiempos difíciles, cuesta mucho encontrar financiación con esta crisis! Entendedlo!- protesta éste ante la reacción de la mujer de don misterioso.

-No descubrí hasta que fue demasiado tarde el precio a pagar así que me llevé unas muestras, destruí el resto y salí huyendo de Nueva York. Pero en mi viaje bajo sota mano unos niñatos en Atlanta me asaltaron y me robaron el maletín con los tubos de ensayo que me llevé de los laboratorios Fisk. Mi ex-jefe no ha parado de enviar mercenarios para matarme y recuperar las muestras, así que cuando las perdí, no pude ir detrás de los ladrones, apenas conseguí salir con vida de la ciudad. Conseguí cambiar de identidad, de aspecto y contratar a unos guardaespaldas e intenté ocultarme aquí, en Las Vegas. Pero siempre consiguen encontrarme, por lo visto. Como anoche, con aquella mujer pelirroja de la cara pintada. María Tifoidea es una de sus principales agentes, no sé como pudiste tener el valor de enfrentarte a esa mujer, está completamente loca- finaliza su relato el hombre.

Escucha alucinada el relato y saca de nuevo su móvil de entre sus ropas.

-Tengo que avisar al Capi, Doctor Stranton, no se preocupe, le protegeremos, ni se le ocurra salir por patas de nuevo- le mira con cara de "como salgas corriendo te convierto en un cerdito vietnamita" -Y lo mismo te digo a tí, muñeca y a ti- esta vez se dirige a ti y a Kaylee, que parece estar a punto de escurrir el bulto, físicamente hablando, aprovechando vuestra conversación -Si todo eso es cierto, corréis un gran peligro, esa mujer, junto con Creed, tienen algo en común y es que nunca se detienen por nada, no olvidan y nunca perdonan.

Empieza a teclear de nuevo para hacer una llamada.
-Ah sí, Jason está con mis amigos, se fue a un bar motero y se metió en una pelea muy fea, pero unos amigos míos estaban también allí, estaban esperando para el punto de encuentro con Thor y conmigo, pero claro, nunca llegamos a ir, supongo- dice algo cínicamente.

Kaylee parece estar a punto de protestar pero se calla, como pensándoselo mejor.

-No lo sé, vale, no sé porque dijo que erais defectuosos, sólo que pasarían cosas malas si no os llevábamos con él. Yo no quise, por eso huí con Jason, pero mi hermana no piensa del mismo modo. Es ella quien me dio la información, sólo sé que ella le llama Mister Siniestro. No sé nada más, lo juro!- suelta finalmente, ya cansada de tanto embrollo, de huir y de protestar y oponerse a lo que le parece cada vez más inevitable, quedar atrapada entre desconocidos.

Estoy bastante perdida con toda esta conversación, pero no lo suficiente como para no sonreír ligeramente divertida cuando el tipo afro me llama "muchacho"; ¿cuántas veces en mi corta vida me habrá pasado ya que me confundan con un chico? Demasiadas como para que me moleste.

Me encojo de hombros cuando dice que no sabe cómo tuve el valor de enfrentarme a la loca aquella del gimnasio, ¿qué iba a hacer si no; dejar que me tratara como te trató? Ni hablar, eso no voy a consentirlo...aunque ahora sé de todo lo que es capaz, y con el miedo añadido de que también sé a dónde pueden llegar mis poderes.
Pero no importa, jamás me amilano.

Sonrío de nuevo cuando Wanda me llama "muñeca", aunque es solo un momento antes de intentar despejar mi cabeza y reunir información para no seguir tan perdida como me hallo. Al final, solo sé que corremos peligro y que aquel tipo es un doctor... Ah, y también que Jason había pensado en largarse y dejarnos aquí tirados; tampoco me extraña mucho viniendo de él. ¡Lo que me recuerda algo!

- ¿Y en esa escuela de la que me hablaste antes estaremos a salvo? - le pregunto a Wanda - Porque imagino que el plan sigue siendo llevarnos allí, ¿no? - luego me giro para mirar a Haruka y a su madre - Antes ha hablado conmigo y me ha dicho que hay una escuela donde enseñan a niños como nosotros a manejar nuestros poderes - le explico a mi amiga - Me ha ofrecido ir con ella, e imagino que Kaylee y Jason también recibirán tal invitación. Tú también vienes, ¿no? - le pregunto a Haru y luego miro con ojos de disculpa a su madre, que tan buena ha sido conmigo, para seguir hablando con mi amiga - Eres igual que nosotros y no estarás segura después de todo este embrollo... Vente conmigo - le pido, apretando su mano que tengo sujeta, porque si ella no acepta... Bueno, yo les debo mucho, muchísimo, y casi me sentiría obligada a quedarme para defenderles si todos esos peligros que no hacen mas que mencionar se presentaran.

La mujer de cabellos cobrizos asiente con la cabeza.
-No voy a decirte que es un sitio perfecto, pero sí, estaréis bien allí. Los profesores y alumnos son todos como nosotros, están más preparados para ayudaros a entender y controlar vuestras habilidades y sobretodo estaréis mucho más protegidos del mundo y de las personas que odian lo que no entienden, a nosotros- contesta finalmente. Sabe que no es la respuesta mejor del mundo, podría haberla azucarado pero no es su estilo, no fue dulce su camino y no cree que deba suavizar la realidad, porque ya se encargará otro de hacer que se estrellen. No, Wanda no es de ese tipo de personas, le recuerdas demasiado a sí misma, yendo a trompicones y de un lado para otro, como para mentirte al respecto.

Haruka ante tu petición duda, aunque sostiene tu mirada y tus manos por un momento. Te ha cogido cariño pero su familia está aquí y ella ante todo ha nacido en el circo, cree en la comunidad y en su capacidad para aceptarla, es su hogar y le estás pidiendo que lo abandone sin motivo alguno. Mira a su madre buscando respuestas, apoyo, algo que la ayude a dar una respuesta.

-Deberías ir, Haru. Sé que quieres quedarte aquí, somos tu familia y siempre tendrás un sitio aquí, al igual que tu Niobe, sois mis niñas, a las que despierto y mato a disciplina porque os quiero, pero debéis ir a ese sitio- responde finalmente, muy seria, muy en su línea de cuando os da órdenes, que son muchas veces al día desde que llegaste a la compañía.

-No te equivoques, Lisbeth o como te llames en realidad, no me gustas, no me gustan los engaños y menos que te hicieras pasar por uno de nosotros. Aún me gusta menos que pretendas llevarte a dos de nosotros, arrancarlos de los brazos de su familia, para llevártelos con un montón de giris desconocidos- su mirada es congelante y agradeces que no esté dirigida a tí, nunca la habías visto así, y menos mal porque da miedo.

-Pero- ataja antes de que la otra mujer, la Bruja Escarlata vaya decir nada para paliar el enfado -Pero considero que tiene razón, nosotros no podemos ayudaros con esos dones de la naturaleza que tenéis, los espíritus o el propio Buda os han debido enviar esas habilidades especiales para que hagáis algo con ellas, algo importante, y aquí, por mucho que os queramos, no podemos ayudaros con ellos, nos supera por completo- Sayuri reconoce su impotencia, sobretodo cuando recuerda algunos momentos con Haruka, unos meses antes de que Niobe apareciera, momentos que fueron dramáticos y que su marido, Fred, y ella habían intentando encarar como buenamente podían pero les costaba, les era imposible entender y ayudar a su pequeña con su "problema" magnético, hasta el punto de prohibirle que lo usara en ninguna ocasión. Pero entonces vino el desastre de la noria, sabía, vio, que su hija intentó ayudar, frenar la caída pero no pudo y fue todo porque no fueron capaces de enseñarle a usar su poder. Sayuri no puede dejar de pensar que el desastre habría sido menor si su hija hubiera podido detener la noria. Y de eso sólo tenían la culpa ellos dos, sus padres. Lo pasado había sido toda una revelación para ella. Fred tenía razón y aunque le daba mucha rabia, se tendría que tragar su orgullo, que era mucho, como buena japonesa de pura cepa que es.

-Así que me obedeceréis una última vez e iréis con esta giri y haréis lo que os pida y aprenderéis hasta donde podéis llegar hasta alcanzar la perfección y más. Y volveréis las dos a casa un día, con la frente bien alta.

-Y comeremos mochis de fresa y nata- finaliza la niña, afirmando con la cabeza, decidida a cumplir con la última orden dada por su madre, acompañar a Niobe hasta las últimas consecuencias. Eso es lo que realmente le estaba pidiendo y la niña lo sabía, sabía como leer entre líneas perfectamente, era algo que Arturo y su madre le habían enseñado desde que era un bebé.

-Y comeremos mochis- sonríe la mujer asiática, acompañándolo con gestos afirmativos de cabeza. Ves que está tratando de no llorar, de retener las lágrimas, pero parece decidida a que os marchéis a afrontar un nuevo futuro lejos de sus brazos y atenta mirada -Haced que nos sintamos orgullosos de vosotras, entendido?

Tras una nueva llamada de la Bruja Escarlata, un aerojet con una V gigante en un costado, aterriza en el solar arrasado y os recoge a todos. Thor, el hombre rubio y musculoso, simplemente hace girar su martillo y se pierde en el cielo, tras soltar un "yo no viajo en ataúdes de metal". Es un Dios, por favor, sería indigno y poco apropiado, desde luego.

El viaje durará un par de horas. Haruka y Kaylee están muy nerviosas, en cambio el doctor parece muy tranquilo, más que nunca. La Bruja Escarlata os presenta a Ojo de Halcón, que es quien os ha venido a recoger con el vehiculo volador, y os ofrece unos refrigerios para que os sea más fácil descansar tras tanto ajetreo y penalidades pasadas.

-No tardaremos en llegar, es lo bueno de tener una línea privada de vuelo- bromea la mujer, aunque va lanzando miradas hacia la cabina del piloto, donde Ojo de Halcón, un hombre vestido de cuero negro muy flexible y armado con un arco con poleas y un carcaj, está ocupado pilotando el micro-avión.

Trago saliva escuchando a Sayuri, porque de repente me pican un poquito los ojos, ¡un poquito, no voy a echarme a llorar ni nada por el estilo! Pero si solo pudiera despedirme de ella con un abrazo... Y no puedo.

Pero sí capto todo lo que me dice, porque si vamos y aprendemos a manejar esto, si resuelven ese problema que tenemos con eso de tocar...no mutantes; entonces podré darle un buen abrazo de reencuentro. Haruka y yo. Las dos. Podremos volver y no causar estragos como pasó con la noria, y vaya si se sentirá orgullosa. Puede que no sea mi madre, pero es lo mas parecido que he tenido...si aparto a Alice de mi memoria, pero ella también me abandonó y Sayuri no lo está haciendo si no que está animándonos para que avancemos con esto que nos ha tocado para después volver. Y me está pidiendo algo que ahora mismo va a convertirse en lo mas importante: madurar y volver.
Y pienso cumplirlo.

- Cuidaré de Haruka, Sayuri; te lo prometo - le digo a pesar de que nos meten prisa para subirnos en aquel enorme aparato volador, ¡yo nunca he volado! Aprieto la mano de Haru de nuevo, sin soltarla - Volveremos y te sentirás muy orgullosa de nosotras - le sonrío - Gracias por todo, esta experiencia ha sido... Genial - trago saliva de nuevo. Joder. Suelto la mano de Haru y la paso por sus hombros, suspirando hondo para controlar lo que ahora mismo estoy sintiendo - Resérvanos un buen abrazo - le pido sin dejar de sonreírle antes de, junto a Haru, girarnos para entrar y volar hasta nuestro destino.

Saludo a todos los que Wanda nos presenta, dedicándole un momento dado también a Kaylee un guiño de ojos porque puedo notar su nerviosismo.

- Irá bien - susurro para ella y para Haruka, terminando de saludar al resto y tomando asiento.

Otra persona no se habría dado cuenta pero no todo el mundo es una cerebrito como tú, que además le encanta la geología y la geografía, su prima-hermana pobre. Y, aunque al principio no pareces percatarte del tema al mirar por la ventanilla que hay al lado de tu asiento, no tardas mucho en ver que estáis yendo hacia la otra punta del país, en dirección hacia la costa este. Hasta ahí tampoco es que haya nada raro, pero entonces oyes como la Bruja Escarlata discute algo con Ojo de Halcón respecto al punto de destino.

-Tenemos que dejar a las niñas en la Escuela de Xavier, ese no es el camino, Clint- le reprende la mujer.