Partida Rol por web

No han pasado muchas semanas desde el rescate del Pathfinder Cestis cuando Maedros Toldre, que se encontraba todavía en Cassomir, recibió noticias de sus informadores. Hestia Themis le iba a requerir para otra misión y ésta vez no iría sólo.

Le acompañaría una tal Mirella Andergen, una Pathfinder afín a Cheliax que le traería instrucciones adicionales.

Así que ésta historia empieza con Maedros contemplando un barco de línea que se aproxima a Taldor. En él viaja Mirella y el Chelaxiano tiene un carruaje con cochero preparado, ya que deben acudir a toda prisa a la Logia de la capital. 

Por su parte Mirella ha recibido instrucciones de ponerse al servicio de Hestia Themis en Cassomir. Y tiene una carta cerrada de la Paracondesa para abrir junto con Maedros en cuanto empiecen la misión.

Maedros esperaba las novedades que debía recibir de su tierra con una sonrisa algo triste. Echaba de menos su palacio, y sobre todo, la nueva esclava que debía estar allí, ya debidamente instruida. Había sido cuanto menos divertido ver sus ojos cuando supo cual iba a ser su destino. Ya la había mandado hacia varias semanas, y seguro que la paracondesa, tal como le indicó en su primera carta, ya la había domado por completo.

- Primero el deber, luego el placer - se dijo para si con sentimiento.

La verdad es que, de pie frente al muelle, la apariencia de Maedros era profundamente turbadora. Era un hombre apuesto, bien vestido elegantemente con ropas de la última moda de Cheliax. Tenía una sonrisa ladeada, de truhán seguro de gustar. Y había esa otra cosa. Ese aviso de peligro, y también de placer, que ocultaban sus ojos. Todo en él decía que era un aristócrata

El barco de línea ya había tomado puerto, y pacientemente esperó

No han pasado muchas semanas desde que rescatasteis al pathfinder Cestis, y te han hecho saber que te esperan en la logia. Al parecer la Sociedad va a tomar alguna acción contra los secuestros que siguen plagando la ciudad de Cassomir.

¿Se habrá ablandado la sociedad y estará cambiando para el bien? ¿Vuestros esfuerzos estarán dando fruto? ¿O habrá algún objeto místico que recuperar? 

Todo ésto te preguntas mientras avanzas por las calles de Cassomir a pleno día, pensando en secuestradores detrás de cada esquina.

Y ensimismado llegas delante del edificio de la Logia. Tienes una cita en el despacho de Hestia en unos minutos.

Después de tus exitosos trabajos anteriores pensaste que tendrías un tiempo para descansar. Nada más lejos de la realidad, tu eficiencia sólo ha conseguido que te reclamen para asuntos más complicados y peligrosos.

Hace poco que has llegado a Cassomir, la segunda ciudad más grande de Taldor, enviado por el barón Jacquo Dalsine, el disoluto líder de tu facción, que quería alguien de confianza para un nuevo equipo de Pathfinders que está creando la Capitana Themis en la Logia de la ciudad.

Y ésto es debido a ciertos sucesos acaecidos recientemente en los Astilleros de la ciudad... sucesos y secuestros de los que no tienes toda la información, pero sí más de la que suelen dar en casi cualquier otra organización.

Te encuentras a las puertas de la Logia y te preguntas qué te deparará el destino ésta vez.

No han pasado muchas semanas desde el rescate del Pathfinder Cestis y ya os han llamado para otra misión. Como sabéis que compartís facción y objetivos os habéis citado en la taberna que se encuentra frente a la logia antes de acudir a la reunión con Hestia Themis, la capitana de la Logia.

Poco tiempo os queda para poner algo en común antes de tener que afrontar otra peligrosa misión... y sabéis que en breve se os entregarán ciertas... "instrucciones adicionales".

Estoy en la barra, expectante tras pedir al gentil posadero que me dé una de sus mejores cervezas. Una pinta, por supuesto. Menos sería grosero con un enano de buena cepa. ¿Mi barriga? No es incipiente, y no es por la cerveza. Me gusta sí, pero es que soy un enano y los enanos somos recios.

La cojo con ambas manos, con mirada anhelante ante la perspectiva de relamerme los bigotes llenos de espuma. Me giro sobre los talones y mi cara se torna en un susto tremendo cuando tropiezo con alguien.

¡Por las barbas afeitadas de Torag! ¡¿Quién coño...?!

Miro hacia arriba, al larguirucho, y veo la cara sonriente de Klatet-Is. Mi gesto cambia totalmente a uno sonriente, mostrando perfectos dientes blancos enmarcados en mi espesa barba rojiza.

¡Ups! Perdón compañero, no sabía que eras tú jeje Ya iba a pegarte un pisotón tremendo. Casi se me derrama la cerveza, y la primera del día sería imperdonable, ¿no crees? Anda coge una y vente conmigo a una mesa. Tengo una reunión en la logia con la capitada en un rato. ¿Y tú, qué haces por aqui? Has venido de visita?

Es lo que tiene ser el mejor en tú trabajo. Que te mandan siempre a las misiones más jodidas. Y encima con poca información.

Por lo menos William estaba en zona amiga. Lo cual era un cosuelo. Si algo pasase no tendría problemas en desaparecer. Lo cual era divertido, porque parecia que de lo que se trataba era de encontrar a algunos petimetres que se habían perdido.

Habrán estado jugando a cabalas en las alcantarillas de la ciudad y se los habrá comido un rata. Fijo que sí.

Resignado llamó a la puerta.

Allá vamos otra vez.

El semielfo se siente bastante sorprendido por la exhuberante bienvenida del enano. Lo cierto es que a pesar de que destaca entre la clientela, hasta que no estuvo cerca, las nieblas de Nethys le impidieron verlo.

Con cuidado se sentó a su lado y pidió una cerveza fresca.

El Eterno me ha susurrado que seré necesario pronto... Por eso he mantenido mi estancia en esta ciudad. Si no me equivoco nos han asignado una nueva encomienda.

Tras beber de trago media jarra, me paso la lengua por los labios y el bigote en un gesto un tanto tosco, pero me da lo mismo, pues estoy disfrutando la cerveza muchísimo.

¡Coño! Pues entonces igual vamos a asistir a la misma reunión. Fíjate, que igual nos asignan al mismo equipo... me alegro compartir misión con un compatriota, a veces la soledad no es buena compañía... ¿Qué será? Me pica la curiosidad...

Solo espero que lo que nos asignen sirva para engrandecer al Faraón y al de las dos caras.

Cuando el enano ha dicho lo de la curiosidad, el semielfo se medio sonríe, está claro que sabe mucho más de lo que dice pues suyo es el poder del conocimiento...

Tras un rato despues de que el barco este amarrado salgo por fin a la cubierta, vestida con un bonito vestido de color verde oscuro que hace una buena combinacion con los ojos, de cuerpo ceñido y larga y amplia falda, muy a la moda, y destacando entre las joyas que lleva, un labrado pentagrama, cayendo justo en el escote

Cuando el capitan se acerca para asegurarse de que uno de los marineros se esta encargando de llevar el baul al carruaje

Capitan, ha sido un viaje encantador, y ha sido muy amable al cederme su camarote, espero poder hacer el viaje de vuelta tambien en tan agradable compañia

Tras un comentario en voz baja del capitan rio levemente

Como sois respondo despidiendome por fin y bajado del barco, localizando con la mirada al hombre que me espera, la descripcion habia sido acertada, y acercandome lentamente, dejando que se tenga que acercar al encuentro y que se presente, extendiendo languidamente la mano con el dorso por delante esperando que la bese cuando lo hace

Al ver el gesto de Mirella Maedros rió con suavidad, y tomó, en efecto, la mano de Mirella, dando un suave beso en el dorso de la mano

- Veo que la ayuda que me ha remitido la paracondesa es aun más hermosa de lo que hablaban las misivas recibidas. Es un placer recibiros, dama Mirella Andergen. Espero que vuestro viaje haya sido tan agradable como daban a entender vuestras palabras y las miradas que os prodigaba el capitán

Si si, por el Faraón. ¡Y por nuestra barriga! jajajajaja

Me toco la barriga, que se está llenando. Sin misiones no hay aventuras, sin aventuras no hay recompensas, y sin ellas no hay cerveza que meter al buche.

No puedo decir que haya sido un viaje incomodo

Respondo ensanchando ligeramente la sonrisa

Aunque he de decir que venia con una cierta curiosidad por que encontraria aqui añado un poco ambigua

- Vaya - dice Maedros enarcando una ceja mientras ayuda a su compañera en la sociedad a bajar del barco- Espero que no haya sido vuestra curiosidad desalentada o molestada con mi presencia

Me apoyo suavemente en mi acompañante, dejando que me ayude caballerosamente a bajar

Por ahora ha sido alimentada

Respondo y comienzo a andar con un levisimo contoneo

Pero los misterios que se resuelven demasiado pronto pierden mucho encanto, asi que por ahora podria contarme lo que paso en la anterior asgnación de la sociedad, y ya volvere al la curiosidad que me parece mas interesante un poco despues

Bien...

Klatet termina su bebida y dice al enano.

¿Nos vamos?

Vamos, ¡estoy impaciente!

Klatet y Hothar se dirigen al edificio de la Logia, entrando en él justo después de ver como accede otro humano. Desde el recibidor les guían a una antesala decorada con vitrinas de antiguos pergaminos mostrando genealogías de hace más de mil años. 

Entre las vitrinas hay sofás y sillones y un aparador con unas cuantas botellas.

Un hombre vestido con una cota de mallas y con una ballesta de gran calidad al hombro les espera allí, Hothar le reconoce como Hendrick, y justo antes que ellos acaba de entrar en la sala un taldorano de pelo rubio.

Lo que ven Hendrick y William es a un enano con un ugrosh y a un semielfo de ascendencia garundi ¿ciego? entrando en la sala. (En la que ellos acaban de entrar también).

Al parecer los rumores de que se iba a formar un equipo para algo eran ciertos...

William saluda al hombre que estaba en la sala al llegar, y luego hace lo propio con el enano y el semielfo que entran despues. Aunque no puede evitar mirar a los ojos al semielfo un instante.

Buenas. Mi nombre es William. Un placer.

Despues se acerca al aparador de las botellas y las examina por si hay algo interesante. Al no ver nada se quita la mochila y se sienta en uno de los sofas.