Partida Rol por web

RegenZy

Capítulo IV - Contraataque

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17/05/2013, 02:23
Sir Jonathan Markington

Demasiados años siendo un snob. Demasiados latigazos a sus hombres, demasiadas correrías en el Nuevo Mundo, demasiadas fiestas de la alta sociedad, demasiada soberbia. Su vida había sido un exceso, seguro tras la inmunidad de su condición social, de la fortuna de su familia. Ahora, en un ejercicio de justicia kármica, el patrimonio de los Markington se convertía en polvo y sombras. Skylands Manor ya solo era una ceniza humeante, y su rango de coronel del 84 no le ofrecía un escudo contra los horrores del Apocalipsis. Hombres como él solo utilizaban la palabra honor como un cliché. Como un instrumento para perseguir sus propios intereses. Nunca había sido un héroe, ni quería comenzar a serlo. Era mucho más inteligente que cualquier desgraciado con ansias de honor que empuñara una bandera entre fuego de fusilería y disparos de cañón. Así que se envaró más, como si sacara pecho, y escupió estas palabras.

-En Londres, en la campiña o perseguido como un perro, usted ya ha dictado sentencia, general. Desde la muerte de mi hermano soy como usted, un lord del peerage del Reino Unido. Y como tal, solo aceptaría el juicio del rey, o el dictamen de los Horse Guards. Se que no me va a dar ese privilegio, así que haga lo que le venga en gana. Tiene mi desprecio, y mi odio más profundo.

Miró a Strafford, como si hiciera extensiva aquella maldición. En ese momento el teniente-coronel Berdan entró en la sala con dos soldados, mirando la escena con interés.

-De lo único que me lamento es que mi regimiento termine en manos de dos psicópatas como ustedes. El general carnicero y el lunático de Waterloo. Que les aproveche. Ya han ascendido todos a mi costa.

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17/05/2013, 02:32
Sir Banastre Tarleton

El general sonrió un poco, sin poder evitar el visaje. A veces le daban el trabajo hecho. Así que zanjando la cuestión, ordenó al guardia presente sin girar el rostro.

-Usted lo ha querido, coronel. Sargento, escolte al coronel al patio de armas. Lean allí pública sentencia -dijo, entregando el documento que tenía preparado- Y fusilenle sin más trámite. Si sir Patrick se niega a cumplir mis órdenes en lo concerniente a marchar hacia Londres, que corra la misma suerte. En Fort Britannia no hay lugar para los traidores.

En un momento, sacaron de allí al coronel, que comenzó a insultarles mientras recorría el pasillo. Su voz se fue escuchando más lejana, y el general se encerró en sus pensamientos un momento, revisando unos documentos.

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17/05/2013, 02:38
Robert Edrington

El comodoro, que se había mantenido callado durante aquel intercambio de palabras, miró un momento a los presentes, y luego habló cuando tuvo la sensación de que ya estaban en petit comité. No parecía un noble, si no más bien uno de esos oficiales navales de carrera, que no se andaban con ambajes.

-Mediante la armada podemos comunicarnos con cualquier punto del país, siempre que no esté situado muy hacia el interior. Como ha dicho el general, es el momento de actuar. Pero a no ser que conozcan una cura contra la enfermedad, o una manera de luchar contra ella, que no implique tener que reventar los sesos de sus seres queridos con un rodillo de cocina, la situación se nos puede ir de las manos.

Quizá Strafford tenía algo que comentar sobre eso. Había visto los efectos de la quinina sobre lady Marion. Se hacía tarde, y echaba terriblemente de menos a Connor.

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17/05/2013, 02:43
Mr.Templeton

Templeton escuchó la idea del fuerte. Podía funcionar. Cuando Georgina le preguntó, sabía lo que había detrás de sus palabras. Sabía que, realmente, no quería seguir atado a las hermanas Butler, pero que aquella era una opción mejor que recorrer todo el sur de Inglaterra a caballo hasta llegar a Dover.

-Creo que tiene sentido. Si conseguimos embarcar, podremos traer la quinina. El transporte marítimo es mucho más seguro que ir por tierra, dadas las circunstancias. Y los soldados pueden hacer el trabajo sucio dispersando esta información. Con su ayuda podremos hacer más cosas por esta región, y este país, que cabalgando solos entre una marea de... creo que en las Indias Occidentales tienen un nombre para algo así: zombies. Si, yo voto por ir al fuerte. Pero antes, creo que...

Miró al sacerdote.

-Padre Jackson, se que esta petición es inusual. Puede acompañarnos luego si lo desea, pero creo que antes de partir, desearíamos solicitar que tenga la bondad de iluminar estos días tan oscuros con un poco de alegría. Tiene aquí a tres parejas que han decidido contraer matrimonio.

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17/05/2013, 02:51
Director

La boda más extraña del mundo. En medio de aquella desolación, y antes de emprender un último y azaroso viaje, se detuvieron en una antigua ermita en la linde entre el bosque y la campiña. Era un lugar que las hermanas conocían bien en sus paseos, en cuyas inmediaciones habían jugado desde pequeñas.

Ahora estaban allí, a puerta cerrada, con Kapoor vigilando el coche de caballos con un mosquete cargado, y todo preparado y empacado para el viaje. Los criados de Butler Manor como testigos, y una emocionada señora Spooner, mirando a las parejas que se habían vestido un poco más elegantes, lo que las prisas les habían permitido (Connor debía volver al fuerte al anochecer). El reverendo Jackson y el pequeño Fletcher como monaguillo, impartiendo el rito. No hubo música de organillo, sino una dulce canción que salió de los propios labios de Katherine.

¿Como habían llegado a aquella situación? Extrañamente, habían hallado la esperanza en mitad de la deblace. Triple matrimonio, por amor, y por salvar sus nombres, sus herencias, el mundo que conocían. Y, al mismo tiempo, para fabricar un nuevo mundo, quizá algo más justo, donde todo era más simple, transparente quizá.

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17/05/2013, 02:59
Reverendo Jackson

El reverendo comenzó sin querer en orden de convencimiento, por así decirlo. Con la pareja que lo tenía más claro. Allí estaban Connor y Katherine, algo nerviosos como dos colegiales. Su hermana Evangeline sostenía un ramo de flores que había recogido hacía un momento de la cercana campiña. Era la hora de los votos.

-John Connor. ¿Aceptas como tu esposa a Katherine Butler, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?

Le miró, interrogante.

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17/05/2013, 09:50
John Connor

La ermita era sencilla pero hermosa. Notaba la emoción del momento en sus manos, un tanto temblorosas. Una boda precipitada y a la que no han podido asistir todas las personas deseadas para los presentes. Pro aún así, quizá era la única boda que pudiera estar celebrándose en el mundo en esos momentos. Y ello les hacía ser muy especiales.

Tras las palabras del religioso, Connor respondió con  seguridad - Sí, hasta el final de mis días - Y miró a aquella mujer que días atrás tan sólo era una hermosa desconocida que le sonrió desde aquel ventanal durante el desfile. Aquellos días vividos habían sido duros y trájicos, pero también habían permitido potenciar  unos sentimientos que en circunstancias normales habrían tardado mucho más tiempo en producirse, o quién sabe si quizá no se hubieran dado. Connor sonrió a Katherine tras pronunciar sus palabras, esperando a que el padre Jackson hiciera la misma pregunta a Kate.

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18/05/2013, 01:28
Narcisus Strafford

En la cabeza de Narcisus aún se oían las campanas de Markington maldiciendo su suerte. Casi sonreía por dentro, aunque francamente, la victoria le había sabido amarga. La situación era crítica en todo el reino, y parecía extenderse a los países vecinos al otro lado del charco. Ningún ejército podría contenerla si conseguía abarcar demasiado. Su victoria en el fuerte se veía eclipsada, aunque ciertamente las medidas de control para la inmigración ayudarían a mantener la situación a salvo tras las fronteras. Era más que mucho asumiendo que aquellas bestias no nadasen.

Habló sin más, con voz sencilla y ligeramente queda, sin artificios ni redobles.

- El director del Servicio de Higiene y Salud Pública de Leeds, Sir Barnabas Morgan, sabe más sobre la infección- declaró Narcisus haciendo inventario de el recuerdo en los establos-. Le conocí en Skyfall Manor, en pleno asalto por parte de los infectados- explicó para reforzar su vínculo con él y con el resto-. Cuando nos refugiamos en Butler Manor antes de llegar al fuerte estoy seguro de haber visto a una mujer que fue atacada por los infectados. Sin embargo, tras las fiebres, pareció mejorar. Yo ya ponía la mano en el fuego por tener que darle el golpe de gracia en minutos.

Esperó unos segundos, mirando a los presentes por si no le entendían aún.

- Había médicos allí. Estoy seguro de que si alguien tiene la cura, pudieran ser ellos. Es una posibilidad remota, un clavo ardiendo, pero no tenemos nada mejor. Considero que merecería la pena intentarlo. No sería tanta pérdida no encontrar nada allí, a fin de cuentas- añadió para intentar convencerles, sin dejar que aquella intención dominase su habla.

Tras ello calló, a la espera de ver qué acogida tenía su declaración. Miró de soslayo a la puerta por la que se había ido Markington, pensando aún en qué decisión tomaría Sir Patrick al respecto de todo. Si seguiría los pasos de su padre o se aferraría a un clavo en llamas.

Él echaba de menos a Connor, era cierto. Era un monstruo, pero era uno humano, y el hombre hacía que se sintiese querido. Algo muy inusual más allá de ser un buen Capitán. Pero ciertamente luchar contra aquella plaga y aportar algo de luz a su país en aquellos momentos de necesidad era algo que le pesaba mucho más. Necesitaba saber que estaba haciendo todo lo posible, aunque fuese arriesgarse a morder la tierra. De seguro Barnabás podría ilustrarles más sobre el estado de la situación a nivel "clínico", eso cuanto menos. Si es que seguía en Bulter Manor, claro.

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19/05/2013, 17:31
Reverendo Jackson

El padre sonrió al Connor, y con un leve asentimiento se giró hacia Katherine, que aguardaba. La señora Spooner ya se sonaba en un pañuelo.

-Katherine Butler. ¿Aceptas como esposo a John Connor, para amarlo y respetaro, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?

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20/05/2013, 00:41
Katherine Connor

Katherine estaba radiante, a lo mejor no era el momento tal y como lo había soñado pero el sentimiento si que lo era, porque lo que sentía por Connor era inigualable. Se sentía tan emocionada que no podía ocultarlo y sus ojos brillaban con mucha más fuerza que nunca. Se había hecho acompañar de su hermana todo el tiempo, estaba feliz por ella también, de alguna manera las cosas se iban acomodando e incluso Georgina se veía feliz. Cuando llegó el momento, miró a Connor y no pudo contener las lágrimas. -Si, acepto... Con todo mi corazón. Las lágrimas caían copiosamente pero eran de felicidad, de no poder contener el sentimiento que la embargaba por dentro. Sólo esperaba el momento en que el padre los declarase y poder arroparse entre los brazos y los labios de su capitán.

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20/05/2013, 01:16
Reverendo Jackson

Solidarizándose con sus lágrimas, el sacerdote sonrió y aguardó un momento a que terminaran su abrazo. Entonces levantó la mano y dijo.

-Por el poder que me confiere la iglesia de Inglaterra, yo os declaro marido y mujer. Felicidades.

El páter no era de esos que solían decir "puede besar a la novia". Estaba un poco chapado a la antigua, y le parecía que eso era un poco improcedente frente al santísimo sacramento del altar. Se giró luego a la segunda pareja que aguardaba, la del señor Templeton y Georgina, y haciendo extensiva el resto de la misa nupcial, les hizo la pregunta.

-Patrick Templeton. ¿Aceptas como tu esposa a Georgina Sedley, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?

Notas de juego

Cuando os caséis perdéis el apellido al ser mujeres, adquiriendo el del hombre. A no ser que hayáis decidido que tendréis un apellido compuesto.

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20/05/2013, 01:22
Mr.Templeton

Templeton miró a la que iba a ser su esposa, con seguridad y ternura. Sostenía el anillo de ella, y ella el de él. Los anillos de sus padres. Había conservado el del difunto señor Sedley. Esperó a que el sacerdote diera la señal para ponerlo en su mano diciendo las palabras. Luego, respondió a la pregunta.

-Si, acepto. Nada me place más.

Habían convenido que conservaría su apellido compuesto con el suyo. El nombre "Sedley" debía perdurar en el tiempo. La continuidad de la compañía lo exigía. Le sonrió de forma cómplice, mirándola a los ojos.

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20/05/2013, 01:29
Reverendo Jackson

El padre Jackson asintió, despacio. Apenas conocía a aquel hombre, pero si a Georgina. Aunque no pasara mucho por la iglesia durante sus visitas a Colchestershire. Por eso la miró con rostro sereno, y a la vez algo preocupado. Le había preguntado varias veces si estaba segura de lo que estaba haciendo. Le hizo una señal para que pusiera el anillo en el dedo de su futuro esposo.

-Georgina Sedley. ¿Aceptas como esposo a Patrick Templeton, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?

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20/05/2013, 02:20
Georgina Templeton-Sedley

Que la ceremonia fuera sencilla, sin invitados ni boato era algo que no le importaba, más bien le agradaba, sin embargo estaba un poco molesta por varias cosas. Para empezar tuvo que volver a disfrazarse de señorita inglesa, no es que no quisiera estar guapa para su novio si no que estando aún bajo la amenaza de los infectados... esa ropa se le antojaba poco practica en caso de huida.  Seguidamente por las repetidas preguntas del reverendo cuestionando su decisión ¿Acaso la consideraba una tonta incapaz de elegir bien? ¿Creía que tenía un corazón de piedra incapaz de amar? ¿O es que encontraba algo inadecuado en Patrick? Suponía que el recelo provenía de la diferencia de edad y el desconocimiento de la persona de Templeton, temiendo que pudiera ser un cazafortunas, pero principalmente y sobre todo, lo que mas le desagradaba era tener que compartir ese importante momento de sus vidas con las Butler, ni siquiera ese recuerdo le iban a dejar libre de la extensa sombra de dicho apellido y lo que para ella representaba.

Habría mentido si hubiera negado que estaba nerviosa, sonreía mientras el irlandés sostenía su mano temblorosa y parpadeaba sonrojada. Templeton le puso la alianza de su madre, gesto que observó con suma dulzura mientras él respondía, estaba muy emocionada. El reverendo hizo la misma pregunta a Georgina provocandole un fuerte palpito, pensó en sus padres a quienes hubiera gustado tener junto a ella bendiciendo la unión y le costó contener las lágrimas, hubo un breve silencio en el que los labios le temblaron, alzó la vista para fijarla profundamente en su novio, respiró hondo buscando que su voz sonara alta y clara llena de la decisión de su espíritu

-Sí, acepto. Todos los días de esta vida y las que estén por venir hasta el fin de los tiempos.

Dijo en clara alusión a sus eclécticas creencias impregnadas de cultura hindú. Le puso la alianza y de inmediato entrelazó los dedos con los suyos. Sonrió con mucho encanto, de un modo en que nadie la había visto sonreír hacía mucho, con candor.
Esperó la confirmación del sacerdote, amplió entonces enormemente su sonrisa y tiró de la mano de su ya esposo para ceder el lugar a la siguiente pareja. Se quedó abrazada a él y mientras la ceremonia continuaba propinó un cariñoso beso a Patrick.

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20/05/2013, 17:04
Reverendo Jackson

Tras el beso, por el que él sonrió, sentenció.

-Por el poder que me confiere la iglesia de Inglaterra, yo os declaro marido y mujer. Señor y señora Templeton-Sedley, según sus deseos. Y con mis mayores deseos de felicidad.

Se giró luego hacia la última pareja. No tenía muy claro que fueran a darle el si quiero, pero habían dicho que era lo que deseaban. Y allí estaban. En las presentes circunstancias, no se sentía con derecho de cuestionar los motivos de cada cual para hacer lo que hacía. Hizo una seña para que Augustus pusiera el anillo en el dedo de su prometida.

-Augustus Frederick Morgan. ¿Aceptas como tu esposa a Evangeline Butler, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?

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20/05/2013, 17:16
Tte.Cor. Berdan

Ante las declaraciones de Strafford, decidió tomar la iniciativa. Miró al ahora mayor y le dirigió estas palabras.

-¿Está usted hablando de una posible cura para los recién infectados? Si es así, Inglaterra entera podría beneficiarse de ella.

Miró al general.

-Con su venia, señor...

Este asintió, despacio.

-Strafford, tome un pelotón de dragones* y cabalgue rápidamente hasta ese lugar. Traiga a esos médicos aquí, y a los civiles si lo considera oportuno, con la mayor celeridad posible.

Notas de juego

* 20 jinetes.

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20/05/2013, 17:29
Narcisus Strafford

- Como ordene, señor- concedió Strafford con un sencillo cabeceo vertical-. Con su permiso me pondré a ello de inmediato.

Narcisus era sencillo para esas cosas. Ante el escueto apremio de Berdan y la reacción de todos no podía sino aplicarse a si mismo el cuento. Para él "la mayor celeridad posible" era esa, y no una más poética y pausada. No tenía reparos en coger al pelotón y poner rumbo a la mansión de los Bulter.

Agradeció sobremanera a los jinetes, pues ir con tropas de a pie hubiese sido algo excesivamente lento, e ir solo algo bastante peligroso dado el estado actual de la nación, por muy controlado que estuviese o pareciese estar el tramo entre ambos puntos.

Quería ver a Connor. Pero ciertamente no tenía demasiado reparo en llevarse a todos el fuerte. No sólo sería más seguro, sino que tendría a todos bajo su techo. Algo que le tranquilizaría sobremanera, la verdad.

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21/05/2013, 10:55
Augustus Frederick

Si alguien le hubiera dicho hacía una semana que se estaría casando en medio de un apocalipsis probablemente habría recetado un calmante y diagnosticado un cuadro de psicosis. Pero estaba pasando y, peor aún, él mismo lo había decidido. Y le parecía lo correcto, todo fuera dicho.

Miró a Evangeline, la mujer a la que había jurado proteger, y se reafirmó en su decisión. No sólo se trataba de un acto relativamente filántropico, sino que aquella muchacha había arriesgado su vida buscando un remedio, algo que no creía que volvería a encontrar en la campiña inglesa. A pesar de que no eran almas gemelas salidas de una novela, creía haber encontrado a una buena compañera de viaje.

- Sí, acepto. Con alegría y la mente clara. - dijo con una gentil sonrisa.

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21/05/2013, 16:46
Reverendo Jackson

Miró a Evangeline. Quedaba su "si quiero", y de las hermanas Butler era la que había tratado más. Le daba cierta lástima entregarla a un hombre del que no conocía nada, pero cada cual tenía su deber. Y el suyo era preguntar. Le hizo un gesto para que le pusiera el anillo a su futuro esposo.

-Evangeline Butler. ¿Aceptas como esposo a Augustus Frederick Morgan, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?

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21/05/2013, 16:52
Director

Strafford preparó sus propias alforjas con precisión y de forma algo mecánica. Cargó una pistola más y decidió llevar una carabina en la funda de la silla de montar al estilo dragón, preparando algunos cartuchos de papel para acelerar la recarga del arma. Luego, mientras las puertas del fuerte se abrían momentáneamente para dejar salir a los 50 jinetes de la yeomanry con sir Patrick a la cabeza, se dirigió al ala de las caballerizas donde los dragones estaban de guardia. Sus rostros eran una mezcla de cansancio y alivio por estar refugiados en el fuerte. Así que cuando le vieron aparecer con las riendas de su caballo en la mano le miraron con cierta suspicacia. Uno de ellos, que estaba sentado fumando una tagarnina y tenía rango de sargento, carraspeó antes de hablar.

-¿Podemos ayudarle en algo, capitán? -dijo, guiándose por las insignias que todavía lucía en su uniforme sin actualizar.

Notas de juego

Los dragones eran un cuerpo de caballería pesada en el ejército británico. Aunque a diferencia de los franceses no llevaban corazas, aunque si un casco metálico con remates dorados y un penacho negro. Iban armados con un sable 1796 de caballería ligera o un sable de caballería pesada (no es el caso de este regimiento), alguna pistola en el caso de los oficiales y como arma principal una carabina, a mitad de camino entre un fusil y una pistola, para poder ser desplegados como infantería con rapidez. Como infantería se les solían encargar operaciones de defensa de puentes, vados o edificios estratégicos precediendo al grueso de las tropas para mantener ocupado al enemigo. Como caballería se les ordenaba usualmente cargar en formación compacta arrollando al enemigo con sus grandes caballos (como en la famosa carga de los Scots Greys de Waterloo).