Partida Rol por web

Keira baja detrás de Devi y arruga un poco la nariz al ser golpeada por el olor del ambiente, una expresión que daba a entender cuanto le asqueaba el lugar. A pesar de lo desagradable y poco acogedor algunos de sus compañeros parecían adorar este tipo de lugar. Era de aquellos lugares que si no salias con los pies por delante podías hacerlo con una sonrisa...

Los implantes oculares de Quintos brillan levemente en la oscuridad ante el comentario de Devi y su gesto de que avance. Este lugar le es tan extraño... no podría realmente siquiera tomar una copa, y la muchacha lo sabe. Acaso se burla de tí? Cree que porque puede manejar a todos los hombres con su belleza, tú tienes que ser su sirviente?

El joven Tecnosacerdote hace un esfuerzo por apartar esos pensamientos. Algo extraño le sucede, como cada vez que se encuentra con ella, o piensa en ella... una sensación como si su procesador lógico no esté enviando los datos por el bus correcto; como una Interrupción de Servicio que falla en informar sobre su periférico asociado. Rápidamente corre un chequeo interno para intentar detectar el error. 

..-# TODOS LOS SISTEMAS EN LINEA - SIN ERRORES - NIVEL DE RESERVA 97% ESTABLE #-..

# Brrmmph... # barrunta Quintos en su Vox. Señala una mesa apartada, caminando hacia allí. Una vez en el lugar, se mantiene parado junto a la pared, observando todo con sus manos ocultas tras la túnica con la cara oculta por la capucha.

Tras llegar y colocaros por donde podéis, es cierto que se os encomendó no llamar la atención. Pero también tenéis un caso que resolver para el Inquisidor Vloss y sabéis que el contacto de Laurent esta en algún lugar de ese tugurio y sabéis que se hace llamar Orday. Pero sin hacer algunas preguntas parece difícil pues tanta chusma se os antojan todos prácticamente iguales.

Algunos os habíais percatado, otros no pero una mujer os llevaba observando desde que entrasteis, era una de las chicas que trabajaban en el lugar y al rato de veros quietos se os acerca con una sonrisa en los labios.

-¿Estáis buscando a alguien?

-Bueno, y tu como lo sabes?, en fin da igual, si, se llama Onell, no era Bras?, jo, no me acuerdo,no, espera, creo que era Orday, dice Devi con tranquilidad como si tal cosa.

Raven, sonrió al entrar en el garito, parece que la empatía iba volviendo a pasos forzados, pero en este ambiente daba la impresión que se era un chute de vida para el. Buscó con la mirada algo interesante para poder hacer, le importaba bien poco la amabilidad en esos tuburios. Sabía que eran vigilados con miradas discretas, aún así, él seguía sonriendo, esperando algo de acción.

Ante la pregunta de Devi sobre como lo sabia la sonrisa de la chica se ensancho considerablemente.

-Es mi trabajo querida... -dijo simplemente.- El viejo lobo está en la parte de atrás, tercera cortina por allí.

Al medida que hablaba os indico la cortina exacta con un disimulado gesto de cabeza, como si se arreglase el pelo, estaba claro que sabia ser discreta.

-Gracias, muy eficiente, lo tendre en cuenta para proximos encuentros, tardaremos unos minutos en ir, no es conveniente que vayamos ahora, primero tomaremos algo, traeme algo suavecillo por ahora, y mirando a los demas, vosotros quereis algo??, por ultimo mirando a la mujer otra vez y la dice, mientras señala a Quintos, a mi amigo no le traigas nada, ya que lo que teneis en el menu no es de su agrado.

Todo el ambiente es bastante confuso, estas acostumbrado a este tipo de lugares y sabes que en estas circunstancias cada bar es un mundo, ves gente jugando a las cartas pero no sabes a que juego.. Hay muchos consumiendo y traficando, pero no sabes que sustancias.

Es lo normal en estos bares, todos iguales y a la vez distintos. Necesitarías mas tiempo para poder sacar algo en claro.

La chica os toma nota a todos los que pedís y al rato os trae las bebidas, los vasos no tienen un aspecto demasiado apetecible, pero el olor de la bebida es mas agradable de lo que cabria esperar.

Keira toma una postura relajada en la mesa, cruzando las piernas y recostándose en su asiento. Una de las manos estaba apoyada sobre la mesa, relajada y cerca del baso, el cual cogía de tarde en tarde para dar pequeños sorbos. La otra mano, oculta bajo la capa, tenia a su alcance el arma. Era quizás este contacto con el mango de la pistola láser lo que la hacia que el resto de su cuerpo pudiera descansar o tal vez fuera el efecto placebo de la bebida... Sea como fuere, había que esperar pacientemente a entrevistarse con aquel hombre ya los fisgones abundaban en aquel lugar y debían ser discretos.

El tiempo va pasando, gente sale y entra del tugurio. Aunque el ambiente siempre esta a tope, de los privados tapados por las cortinas también se puede apreciar como se van cambiando las personas que los ocupan, pero el que presuntamente se encuentra vuestro contacto permanece igual, nadie se ha acercado.

La gente ya parece haberse olvidado de vosotros, cada cual sigue a su aire bebiendo y jugando (y cosas aun peores) con tal de olvidar sus penas.

cojo mi copa y me levanto diciendo, cuando querais, podeis ir viniendo, y me dirijo hacia el hombre y al llegar a su lado le miro de arriba abajo y le digo: - Me puedo sentar? quizas tengamos cosas de las que tratar mientras le sonrio y me voy sentando con la espalda en la pared, ( si puede ser).

mientras espero al resto del grupo o a que mi nuevo acompañante de tugurio me diga algo....