Partida Rol por web

# Oh... dice Quintos con un chasquido de estática. # Por supuesto que no hay orden. Solo me refería a que no percibo señales de materia fecal en abundancia... y su presencia no sería totalmente concordante con los datos estadísticos #

El tono, o falta de él, les hace dudar si su comentario es serio o simplemente una broma.

estos hablaban sin saber, menos mal que Quintos siempre estaba hay para dar datos a todos estos sabelotodos de los mundos que nunca habian pisado y que por su bien no lo deberian hacer. asi que sin ser muy cruda con la realidad dijo..

-hundido en la miseria? pues yo he salido de alli, y no se que decirte, pq alli arriba en la alta sociedad tambien hay mierda de la buena, en fin, tendriais que bajar abajo del todo, eso si que seria como volver a casa, tiroteos a diario, muertes a cada esquina,en fin, la loteria de la vida.

-¡Oh! ¿Enserio? Realmente parece un lugar terrible... -Dice sin demasiado interés y sin importarle demasiado el timbre de enfado en la voz de su compañera barrio bajera. Se veia a la legua que su comentario le habia ofendido y Bloodhands ni se disculparia ni se rebajaria a su nivel. -En tal caso procuremos no ir faltos de cargadores incluso aqui y vayamos a reunirnos con nuestro informador. -Añade esto ultimo en un tono bajo para su grupo.

hago caso omiso al comentario y sigo adelante.

Tras algunos desacuerdos con la terminología y otros temas de poca o mucha importancia según el planeta natal de cada cual, los acólitos continúan su misión hacia el "Santo Ladrador". Les sorprende bastante que lo que en principio eran una callejuelas se convierte en una hora de viaje aproximadamente, por lo que al final los acólitos no tienen mas remedio que ir preguntando para asegurarse que no se han perdido, las miradas se la gente son un poema sobre se les pregunta sobre el antro, dando a entender que su reputación es bastante pésima hasta para esa parte de la colmena.

Pero finalmente llegan, y no les cuesta demasiado el por que del nombre. La entrada a la misma esta situada dentro de la boca de una enorme cabeza de perro que debió de pertenecer a a una estatua gigantesca. La cabeza descansa en un torcido angulo sobre los hombros de la forma tumbada de una figura mas grande tallada con los reconocibles símbolos de la Eclesiarquía. Cuando se acercan, pueden observar a un chico joven sentado en un taburete frente a la puerta.

El chico examina a los acólitos mientras se acercan, tomando notas en un cuaderno viejo y estropeado. Sin levantar la vista de sus apuntes os habla.

-Bienvenidos el Santo Ladrador se rige por la ley del primer desenvainado y están prohibidos los estilos no vestidos. Así se os advierte.

Su voz suena marcada por la fuerza de la costumbre, de quien se ha aprendido de memoria lo que decir y lo repite una y otra vez, los dientes de la estatua del sabueso os flanquea la entrada al lugar, el olor a obscura, amasec y otras sustancias similares comienza a llegaros desde el interior.

Para alguien que se ha criado en Infernis, esas palabras no tienen mayor misterio. De hecho el simple hecho de que lo adviertan ya es indicativo que muy probablemente el peor tipo de aquí no seria mas que una de las zorras de algún líder pandillero de tu colmena natal.

Lo que el chico quiere decir en esencia es lo siguiente: Que si alguien inicia una pelea el arma que escoja fijará lo lejos que llegará la pelea. "Prohibir los estilos no vestidos" significa que solo pueden elegir un tipo de arma que su rival lleve claramente a la encima. Por ejemplo si uno de vosotros llevase a la vista un cuchillo y una pistola bolter, alguien podría atacar al acólito en cuestión con un cuchillo y este tendría derecho a defenderse con su cuchillo o desarmado, pero no podría utilizar la pistola.

Y esta regla se aplica a todos los que se unan posteriormente a la pelea: La primera arma que se desenfunde determina su tono, desde desenfadas peleas de taberna, hasta tiroteos. Pero en realidad la parte mas importante es la de "Así se os advierte". Lo que quiere decir es que cualquiera que tenga la torpeza de romper la regla de primer desenvainado, el resto del local puede intentar matarle, y no hay restricciones en lo que se puede usar contra los que rompen las reglas.

- Muchas gracias por decirnos las normas, las tendremos en cuenta dice al joven, mientras se hecha la gabardina por los lados y deja ver las dos pistolas que lleva en las caderas. luego empieza a andar hacia la entrada y dice a sus compañeros, habeis entendido lo que ha dicho? si no es asi, decirmelo, pues os podriais jugar la vida si no seguis las sencillas normas que acaba de decir.. diceientras mira a Keira.

La mujer se encoje de hombros, no comprendía aquella burda jerga barriobajera ni tampoco le importaba demasiado aprenderla.

-Si gustáis ilustrarme no estaría mal para poderos seguir el juego... "Allá donde fueres haz lo que vieres". -Responde a su compañera, dándose cuenta de su atrevida mirada triunfal, retando a dar su brazo a torcer. En otras lugar habría supuesto un agujero en la cabeza, pero a fin de cuentas todos servían al Emperador de un modo u otro. No habia necesidad de mancharse las manos... por ahora.

Erick miraba a cada lado de entre todas las gentes de las callejuelas, su misión era proteger al "paquete". Y eso es lo que iba a hacer. Dió un paso adelante cuando entraban en el local. Si alguien pensaba ponerse violento, se lo haría pensar dos veces a base de ostias, pues Raven tenía mas oportunidades ahora para volver a su vida, la acción y la diversión. Tiene ganas de repartir por el Dios Emperador, y por si mismo también.

viendo que no tiene ni idea y que si es tan altiva, seguramente se meteria en un buen lio, y los demas con ella, pues decido ilustrar a todos de lo que nos espera dentro del garito.

- Bueno, pues es sencillo, basicamente me a confirmado al advertirme que el mas cabronazo de los que encontremos hay dentro es una hermanita de la caridad donde yo naci, y nos ha dicho las normas que rigen este sitio, que son las siguiente: Que si alguien inicia una pelea el arma que escoja fijará lo lejos que llegará la pelea, que si alguien ataca a otro, solo podra hacerlo con el mismo tipo de arma que tenga el atacado y este a la vez, solo podra responder con el mismo arma o desarmado, aunque tuviera otra arma. Por ejemplo si uno de nosotros llevase a la vista un cuchillo y una pistola bolter, alguien podría atacar al acólito en cuestión con un cuchillo y este tendría derecho a defenderse con su cuchillo o desarmado, pero no podría utilizar la pistola.

se detiene y pregunta a todos: Habeis entendido hasta ahora?, bien, pues la cosa sigue, todo esto que os he comentado se aplica a todos los que se metan en la pelea, por lo que el primero que desenfunde y ataque sera el que determine que tipo de pelea se producira. Y por ultimo nos ha advertido, que si por lo que sea alguien es tan torpe de equivocarse de arma, el resto del local pùede intentar matarle y no habria ninguna restriccion para usar cualquier arma en ese intento, para el resto la restriccion seguiria normal.

Keira escuchaba atentamente las normas, pero no podía evitar pensar lo estúpidas que eran, hechas simple y llanamente para buscar camorra.

-Así que era eso... Me teníais preocupada, empezaba a creer que seria algo importante. -Dice con sonrisa torva.

La mujer entra en el local, pero a diferencia de su compañera, Keira prefería perforar su capa y pillar por sorpresa a su posible atacante.

Cuando Devi comenzó con las explicaciones, Silas alzó una ceja sin levantar la vista del cuaderno de anotaciones, era un gesto que lo decía todo, casi se podía leer entre lineas sus pensamientos.

"Si les tiene que explicar eso es que no son de aquí y si no son de aquí se van a meter en líos."

Pero la sorpresa fue cuando Devi empleo la palabra "acólito" en ese momento, el joven si que no pudo evitar dar un respingo en la silla y miraros directamente, como si fuese esa la primera vez que os viese. Aunque rápidamente trato de disimular y bajo de nuevo la mirada apuntando de nuevo en el cuaderno.

Las palabras de Devi, llenas de conocimiento -fuera su fuente la que fuera- llenaron de alegría el corazón de Quintos. O en realidad, tal vez, hicieron cosquillas en sus generadores. El corazón solo es un órgano secundario que bombea el líquido que aún requiere para llevar primitiva energía química a sus partes orgánicas.

Con la cara completamente cubierta, tapando sus extensos implantes faciales, Quintos siguió al grupo al interior. 

al ver su sobresalto, me gire y me dirigi hacia el mientras me abro la gabardina: me puse en frente de el y puse mi preciosos ojos a la altura de los suyos a no mas de 10 cm. momento en el que le digo: - Le pasa algo? no se preocupe, no pasara nada si mantiene esa boca tan preciosa cerrada, ya que sino me parece a mi que todos nos meteremos en problemas, incluido tu. cuando acabo de decirselo, le planto un beso y me levanto de la misma momento en el que mis pechos pasan rozando su cara, luego ando hacia mis compañeros y me giro por ultima vez giñandole el ojo y entro en el garito con la esperanza de que no diga nada junto a Quintos

El chico se queda con los ojos como platos, totalmente embelesado ante los gestos y la labia de Devi, se nota que se esfuerza por articular algo, pero simplemente las palabras no le salen con la mujer tan cerca, pero su mano se mueve como poseída, tachando y retachando lo ultimo que había escrito.

Cuando Devi se adelanta, el muchacho se levanta del taburete para no perderla de vista mientras se adentra por la enorme cabeza de perro.

-Me.. Me llamo Silas, por cierto.... Estoy aquí todos los días... Por si... Por si eso...

Sengwall por su parte, se encogió de hombros sin entender demasiado bien lo que acababa de ocurrir y se dirigió tras sus compañeros hacia el interior.

Los acólitos entran en el Santo, el interior esta formado por el mismo material que el de afuera: mampostería arruinada. Oscuras alcobas de diversas formas se han excavado de forma tosca o se han montado a partir de fragmentos inconexos de mármol. No hay mesas, sólo grandes trozos de varias clases de piedra que realizan su función. La "barra" central es un largo pedazo de granito apoyado sobre los extremos de dos columnas acanaladas. La barra está abarrotada con un heterogéneo grupo de habitantes de la colmena y el ruidoso tamborileo de las conversaciones. Detrás de ella, un hombre corpulento y empapado de sudor está sirviendo bebidas.

El empalagoso rastro dulzón del humo de la obscura flota desde algunas de las de las alcobas acortinadas mas oscuras situadas a lo largo de las paredes. El bar esta repleto de auténticos borrachos, la mayor parte parecen pertenecer a algún tipo de gremio o a la construcción. En un rincón, hay un grupo de tipos de aspecto duro jugando a las cartas. Varias chicas trabajan en la sala "animando" a lo clientes, y muchos desaparecen tras las cortinas acompañados por estas chicas.

Devi sonrie y dice: - Ya me empiezo a encontrar como en casa, aunque es un ambiente demasiado tranquilo para mi gusto, dice recordando "Infernis"., venga vamos a tomarnos una copa y a ver que sucede o de que podemos enterarnos. termina diciendo mientras anima a Quintos a abrir camino. con ella al lado como siempre, la verdad esk ese Tecnosacerdote le caia realmente bien, nunca la habia menospreciado por ser de Infernis, ni era altivo a pesar de todo el conocimiento que poseia, en realidad con el se encontraba como con su banda en Infernis, osea como en casa.