Partida Rol por web

Vamos, chicos, todos dentro, venga, id sentándonos, ¡no os despidáis tanto, vamos, que son solo diez días!, eh, eh, ¿qué hemos dicho de los móviles? ¡Nada de móviles en el campamento! Venís a convivir en un entorno rural, no a subir fotitos en el instagram... ¿Estáis? Venga, según estéis colocados iré pasando lista... 

Bruno Grande era, sin duda, el más preparado de todos los monitores de aquel grupo Scout. El más preparado. El más monitor. Y el más Scout.

Para algunos era un verdadero ejemplo a seguir, un héroe de la supervivencia y la naturaleza. Un tío apuesto, atlético y que sabía motivar a niños y a adultos. 

Para otros era un pesado que se pensaba que por hacer desfilar a un grupo de adolescentes frente a las tiendas de campaña ya era un líder militar y no un desadaptado que pasaba sus vacaciones junto a monitoras jovencitas a las que seguramente se tiraba con los condones que la mañana anterior había utilizado como ejemplo de "cantimplora instantánea en casos de emergencia". 

- No, no, en el autobús estoy yo solo. Adela irá en coche por si necesitamos un vehículo de apoyo. No, no les deis a los chicos dinero. ¡No vamos a comprar la naturaleza!- decía a los padres. 

Mentira. Bruno odiaba tener coches de apoyo. Seguro que había tenido movida con la monitora en prácticas a la que ya se estaría zumbando. 

¿Qué si puedo hacerme yo solo con ellos? ¿Bromeáis? Hasta podría conducir yo mismo el autocar. 

Sonreía a las madres y a los padres que iban dejando que los chicos poco a poco se fueran colocando en los asientos. 

https://www.youtube.com/watch?v=xL43QIiKX2E

Susana fue de las primeras en llegar. Su padre la había querido dejar cuanto antes para irse a echar la partidita de cartas al bar con sus amigos. Al ver que todavía no había llegado mucha gente y que Bruno estaba en plena euforia creciéndose delante de los padres y monitoras, se metió en el chino de la esquina a comprarse unas chuches. "Ni de coña subo la primera...", pensó.

Oye, recordad poneros en vuestra pañoleta la cinta del premio de la última acampada, que así quien no os conozca de alguien ya sabe de qué vamos cada uno

El monitor se señaló su propia cinta: "Como el de la tele pero sin ayuda del cámara" 

Claro. Para él era fácil teniendo un premio que le dejaba bien pero no todos tenían esa suerte. 

Margari entra tímida, mirando al suelo, en el autobús tras darle un beso a su abuela. 

Según sube las escaleras, se quita el sombrero y lo sujeta con las manos. Levanta la cabeza animada dispuesta a saludar pero ve que todavía nadie se ha montado. 

Jo, la primera....  ¿qué hago? ¿Me siento al final? ¿Al principio? Qué asientos más aburridos... ¿podían ser más grises? - piensa mientras se queda paralizada en medio del pasillo. 

-Si... vale mama. Si bueno... vale ya déjame, que me voy. ¡MAMA! Ale adiós. -Benito tenia problemas en quitarse de encima a su madre, para poder subir al bus. Por suerte el resto de su familia se había olvidado que hoy se marchaba de acampada y no estaban allí. -¡Y dile a ese gordo que este mas tiempo en casa! que el sábado no dio la cara. -Se giro para hablar a su madre sobre su padre. Después de todo no quería pensar que su madre estaría sola hasta su regreso. Porque ¿Quien puede confiar en una hermana mayor?

-Enas Bruno. Vámonos ya tío, hace calor. -Saludo al monitor cuando entraba en el bus y buscaba un asiento.

-Ya veo que no soy el único con prisa para irse, Hola...-Alzo la mano para saludar a quien había entrado antes que él y buscar asiento.

Margari seguía absorta en sus pensamientos sobre la tapicería del autobús cuando escuchó una voz detrás suyo. Se giró y vio a un chico bastante guapo saludándole.

- ¡Hola hola! - Margari levantó la mano dejándola quieta paralela a su cara como si fuese un maniquí - Tenía ganas por conocer a los otros chicos pero se ve que he tenido demasiada prisa... Soy Margari. ¿Tú? - Ay...

Mientras buscaba la postura cómodo en un asiento centran, alguien le asalto presentándose.

-Hola Margari, Benito, puedes llamarme Ben.-Le sonrió aun buscando la postura con el culo.

Era de nuevo verano, y sabía que a sus padres no les temblaría el pulso en volverla a apuntar a un campamento para pasar sus vacaciones tranquilos. No le importaba demasiado, a Ana le gustaba la compañía de otros niños, a los que ella llamaba sus admiradores.

-Ziao, papaito'- dijo despidiendóse de sus padres antes de entrar en el autobús.

Le llamó la atención el chico "mono" y la chica que a pesar de no conjuntar sus ropas parecía simpática al menos. Ana era un poco pija pero no llegaba a lo que algunos llamaban "zorras", interesadas en hundir moralmente a aquellos que consideraban de clases inferiors. Ana se conformaba con no acercarse demasiado a los friquis granudos pero sintentando no ofender a nadie.

-Hola, chico', yo me llamo Ana Chiclana- dijo, como si aquel nombre les dijera algo a aquellos desconocidos- pero llamarme solo Ana. O zea, por que aquí hay confianza, ¿no?

Benito entrecerró un ojo algo dudoso, esa chica era muy parecida a su hermana y eso podría suponer un problema, pero por el momento no haría como su padre, sacando conclusiones precipitadas.

-Si claro, Yo soy Ben para los amigos o amigas.

¡Un campamento de verano! Y todo por culpa de haber faltado a un examen por ir a una fiesta clandestina. Pero era la fiesta del año, un evento tan after que empezaba a las 10 de la mañana, y con DC Mac pinchando nada menos...

- Yoh, gente. - dijo quitándose la capucha al acercarse al grupo de chicos hablando - Dj Font on da house. ¿Alguno sabe de qué va esto? Porque si no va a haber móviles ni música en este viaje no entiendo qué va a tener de divertido.

Margari, hazle zoom a esa foto o ponte otra donde se vea un primer plano de la cara mejor, para que esté en consonancia con las otras. Y para que veamos la linda cara de Blossom con sombrero ;)

Natalia se acercó al autocar. Iba sola, ya se había encargado de dejarle claro a sus padres que no quería despedidas dramáticas. Aunque para ella, el estar apuntada a un campamento ya era suficiente drama. "Que no hija, que esto es muy bueno para ti" le había dicho su madre "así conoces a gente nueva, que te hace falta". 

Lo primero que se encontró fue un tío grande (¿el monitor?) dando voces a los padres y a los chicos. Perfecto. Entró despacio por la puerta. La estampa era de lo mejorcito: una chica con un sombreraco, un guaperas, un chicle de fresa y el chaval con más flow de toda la ciudad. -Hola -saludó a nadie en particular, levantando levemente una mano.   

Un puto campamento. Lo único que me faltaba.

Claro, papá tenía planeado ese viaje a Bahamas con su nueva "novia" desde hacía meses, y mamá quería poder dedicarse a sus fiestas de sociedad. Maldita sea mi suerte. Podría estar jugando League of Legends, escuchando Limp Bizkit y llenándome de Coca Cola, pero no, que no me puedo quedar solo, que necesito hacer amigos y toda esa sarta de excusas pseudopedagógicas que la Dra. Suarez le metía en la cabeza a mamá a cambio de aliviarla del peso de su cuenta bancaria. No, no servía de nada haber aprobado todas las materias y tener un promedio de 8.50, también había que socializar. 

En el fondo sabía que mamá temía que se pudiera repetir lo del campamento de hace unos años. No sé por qué habían hecho tanto escándalo porque desaparecí unas cuantas horas. Necesitaba soledad. Aquellos compañeros que me habían tocado no paraban de hablar y no los toleraba mas. Tenía la esperanza de que siendo unos años mas grandes ahora la tortura no fuera tanta.

La esperanza no me duró nada. Viendo a la mayoría de los presentes me dí cuenta que acababa de comenzar un tormento imposible. Maldije para mis adentros no haber podido traer mi ipod. Ya encontraría algo para hacer.

Subí al autobús y saludé con la cabeza mientras iba pasando y me acomodaba al fondo. Me hice el dormido para que mamá se fuera pronto y para que nadie me hable.

Algunos más se presentaron y la pija gaditana les saludó con la mano tontamente a la vez que les dirigía una sonrisa. Sin embargo fue a Alfonso al que se dirigió.

-Po zí, menudo rollo. Pero bueno, no hay que preocuparze, que igual podemo' cantar entre todo' y pazarlo igua' de zuperguay. Que yo zoy también cantante.

Con cantante quería decir que había ensayado con su padre a cantar chirigotas para el carnaval, no había hecho nada profesional y estaba por ver el que lo hiciera algún día como ella pensaba. Aún así, tampoco se podía decir que cantara mal, sobre todo si le preguntaban a ella.

Una joven algo moleta con volver a ir de campamento. Ahí vería a algún que otro "conocido", aunque en realidad no conocía a nadie, tenía costumbre de aislarse un poco, tal vez por su timidez, pero en esta ocasión le habían dicho que irían a un lugar con historia y misterio, y si había algo por lo que algunos la conocían, era por su curiosidad.

Se mantuvo distante del autocar, cruzada de brazos, esperando un momento en el que el tutor estuviera distraído y no le hiciera vaciar media mochila. Para ella era una excursión de investigación, y llevaba móvil, ordenador portátil, varias bolsas de ganchitos, cámara de fotos con te objetivo, libretas y bolígrafos de 8 colores para poder tomar notas rápidas.

Si los fantasmas existían, ella daría con la respuesta. Y en un momento de presumida apariencia, por fin la niña se lanzó, como una sombra que intentaba pasar desapercibida. Pero el maldito ojos en la nuca, la frenó en seco.

Vio requisado en un instante todo su material tecnológico, y cabizbaja fue caminando al final del autobús, comiendo una bolsa de ganchitos que salvó gracias al lema "la comida no debe desperdiciarse".

Para acabarlo de fastidiar, le obligó a ponerse esa patética cinta en la que ponía "señorita de media mochila", título que el instructor aseguraba que quedaba mejor que "señorita requisada" o algo por el estilo.

Mientras los demás compañeros pasaban por el pasillo del autobús, Margari levantaba la mano saludando a todos con voz cada vez más baja. 

- Hola

- Ey

- Holi....

- _hola....

Bien empiezas Marga. Solo te ha hablado uno y ni siquiera se ha sentado cerca de ti. Te veo hablando con las ardillas estos quince días...

​¡Venga, buenos días, buenos días, id entrando! No, Adela irá directa allí, sí, venga, vamos! 

¿Por qué dejáis asientos entremedias? Es verdad que estáis las unidades medianas y mayores mezclados, y que para el campa se apunta siempre gente nueva, pero muchos ya os conocéis ¿no? (1) 

Y oye, lo de la cinta no es opcional. ¡Con lo divertidas que son esas frases y lo mucho que dicen de vosotros! (2)

Juanjo, Ana, no os tiréis en el asiento por favor, sacad la cabeza (3) 

Juanjo sabía que sus padres tenían buenas intenciones, pero preferiría que lo dejaran en paz, al menos durante el verano. Se fue acercando al autobús lentamente, esto era debido a que era cojo. Se subió al bus y se sentó en la segunda fina, intentando pasar desapercibido. Había visto a alguno de los chicos de campamentos anteriores pero no tenía ganas todavía de hablar con nadie.

Saco un libro de su mochila y lo retomo donde lo había dejado, solo interrumpido por las palabras del jefe Bruno

-¿Que pasa, che? ¿No arranca y necesitas que baje a empujar?- pregunta maliciosamente con su acento argentino.

En el fondo creía que si se reía de su problema, no le dolerían tanto las burlas de los demás...aunque sabía que no era tan facil