Partida Rol por web

Umberto ya se había preparado para partir lo más pronto posible. Este tenía muchas dudas tras los resultados obtenidos de su interrogatorio, por supuesto decidió permanecer en silencio ya que la acusación a Lord William podría ser fácilmente una vil mentira. Pero sin dudas no podría olvidarlo.

Ya habías calculado la demora del viaje, tardarías quizás menos de 1 día para llegar a tu fragua así que llegarías para el 06 de Febrero. Desde allí hasta las tierras de Pramia, probablemente demorarías unos 3 días o tal vez 4, por lo que podrías llegar para el 11 de Febrero recién.

Además de que tenías órdenes de reclutar gente para armar una buena hueste antes de marchar.

Antes de lograr dejar el palacio real, allí estaba el rey para despedirte antes de vuestro viaje.

Muy bien Barón Umberto. Contamos con su ayuda, recuerde hacer uso de vuestro nuevo título que le he otorgado, para así conseguir un buen número de gente a su disposición. Intente reclutar mínimo unos 100 hombres antes de dirigirse a Pramia.

Vaya por cada feudo, hable con los campesinos o los ancianos de las aldeas, para ver si hay pueblerinos deseosos de unirse a su comando. Recuerde tener alimento y provisiones para sustentar a sus seguidores, además de armas para que tampoco vayan a pelear con simples cuchillos de cocina.

Mi mayor deseo para usted entonces, Umberto.

Al ver que el Rey me daba su bendición para irme, lo saludo respetuosa y afablemente, diciendole que no iría a Pramia sin lo que me había pedido...
Antes de salir del castillo vuelvo al salón donde estaban los mapas y hago un pequeño croquis algo basto para tener una idea mejor de donde iba...
AL salir del castillo veo que mi caballo estaba preparado y arremolinados habian varios ciudadanos... al acercarme la gente me dan las gracias por ayudar en los sepelios de sus familiares y con mucho gusto me aprovisionan de pertrechos para mi viaje, doy las gracias y meto en las alforjas la comida... con las respectivas bendicones de todos ellos me voy dirigiendo hacia la puerta con el mapa en la mano pensando que ciudad podria visitar primero...
Voy pensando que si el Rey había pedido a mas de uno hacer el recorrido para reclutar a mas gente, podría ir haciendo un pequeño rodeo... algo asi como... Mienize, Vitolli, Castillo Olfdran, Bernam, Castillo Torreblanca, Varmaland, Castillo Pramia...
Haría mi primera parada en Mienize...

Me dirijo hacia Mienize...
 

Umberto tomaba su caballo y junto a dos hombres suyos, emprendían un viaje hacia el pueblo de Mienize. Este seguro estaba muy ansioso de llegar a su hogar, y ver como estaba toda la situación allí, y además dar las nuevas noticias a sus más allegados.

El viaje no le tomo más de medio día, ya que estaba muy cerca de la capital.

Adentrándose finalmente a la fragua, observó a Mike que discutía con unos clientes. Eso parecía muy acalorado, y podría llegar a los golpes en cualquier momento.

El camino hacia la primera parada en mi viaje me pareció algo corta... todo el camino estaba pensando mas en como saber de lo implicado que estaba el lord que en reclutar mas o menos hombres para el Rey... comentando con mis hombres, llegamos a una conclusión...
Señores... no podemos alterar al Rey sin pruebas... tenemos que tenerlas y creo que tengo un plan... si en esta primera parada encuentro hombres de confianza... ustedes dos van a seguir los pasos del Lord William, no quiero que se separen de el en ningún momento y si ven algo fuera de lo normal, ya saben las ciudadelas que voy a seguir... uno de ustedes me ira informando... vean lo que vean no lo alteren... solo informenme... después veremos como lo contaremos al Rey y los demás Lores...
Al llegar a Mienize, veo que en la fragua había una discusión alocada, refiriéndome a mis hombres... señores... sepárenlos que al final se matan... al ver que se hacia lo que había ordenado... A ver, Mike, ¿que pasa aqui?...  
 

¡Este sujeto vino a la tienda hace unos días y me pidió que hiciera refuerzos de su peto! ¡Estaba muy golpeado y yo hice un buen trabajo, siendo humilde!

Ahora dice que lo hemos arruinado y no quiere pagarlo. ¿A ti te parece?

Este se observaba bastante enojado, pero se contenía tras la presencia de Umberto.

El otro sujeto se demostraba bastante borracho, y apenas parecía capaz de mantenerse a pie.

Este soltaba algunos cuantos insultos que tenían poca coherencia.

Al ver que no se calmaba el sujeto en cuestión, señalo un taburete a mis espaldas... Sentad al bocazas en ese taburete... me giro para ver a Mike... a ver... Mike enseñame la armadura... Mike me la muestra y al ver que estaba correcta me dirijo seriamente al hombre que continuaba con sus improperios... disculpe... discul... antes de intentar de volver a decirle la palabra al completo me escupe a la cara... veo a mis hombres desenfundar las espadas... tranquilos, tranquilos... refiriendome otra vez al hobre... ¿sabe usted con quien esta hablando?... las palabras parecieran que no resultaban en la cabeza del hombre que cada vez que abria la boca, solo salian de ella improperios sin ningún sentido... pasadme ese cubo con agua... a ver si se despeja de una vez... uno de mis hombres coge el cubo, lo rellena de agua de donde se escalcian las espadas y se lo tiran a la cara... justo después de tirarsela me pongo a la misma altura de el a una distancia la cual no volviera a escupirme... ¿mejor?... si se le ocurre otra vez escupirme estos hombres le rebanarán el cuello, ¿entendido?... la armadura está perfecta, si usted no esta deacuerdo en quedarse con ella, ya esta saliendo de aqui...

El borracho había accedido de mala gana a darle el dinero correspondiente a Mike. Este se limitó a observarlo, con una expresión muy indignada.

Cuando el sujeto se fue ya con su armadura, miró a Umberto y comenzó a sonreír.

¿Y bien? ¿Cómo en las viejas épocas, a que no? Esos pelmazos creen que te puedes ausentar y ya no tienen que pagar sus deudas.

De repente su rostro se tornaba más serio.

Me he enterado del ataque a la capital. ¿Qué ha pasado, hermano? Temí por tu vida, pero me quedé aquí para vigilar la fragua, no sea que la saquearan en medio de todo ese lio. 

Como lo sabes... jajaja... me pongo a buscar por la habiatción... a ver... estará aquí... dentro de un cajón la encuentro... exacto mi botella... déjame que me aclare la boca... le doy un trago largo a la botella... parece que va bien la herrería en mi ausencia... me siento en el taburete antes mencionado...
Bueno a lo que voy que hay bastante prisa... hubo un follón de la leche en el torneo que fui hace unos dias... le doy otro trago a la botella casi dejandola casi vacía... casi matan al Rey... esos Pulkrianos nos han puesto a prueba... necesito a hombres, hombres de confianza... señalando a los dos hombres que me acompañaban... menos estos dos que nos escoltaron al Rey y a mi dentro del castillo, los otros tres que me acompañaban dieron la vida por el Rey... mirando otra vez a Mike y terminando la botella... necesito a mas hombres... ¿a quien podriamos llamar?... sacando de una de las solapas que tenía mi poncho, saco un papel en el cual aparecía un sello del Rey con mi nuevo título... tengo esto por si alguno se echa atras, pero no quiero obligar a nadie, solo quiero gente de confianza...

Mike comenzaba a beber de su botella de cerveza, este se sentía muy satisfecho y complacido de que Umberto haya salido con vida.

Sí me imagino, es un milagro que sigas aquí cabron. Eres duro como el roble.

Deberíamos buscar gente por los alrededor, ¿pero para qué necesitas gente?

Este había tomado el papel que Umberto había sacado, y cuando lo leyó se había atragantado con su bebida. Había entendido que ahora su hermano era un noble.

¡Increíble! – Se inclinó inmediatamente – juro mi lealtad a tu persona, Barón Umberto. Un honor servirle ahora.

Con esto debería ser sencillo conseguir gente  a nuestra orden. Tendremos que juntar muchos campesinos soldados, deberán aprender a luchar en el camino, y lo poco que podremos enseñarles.

Deberíamos empezar en la aldea de Vitolli. 

Agarro a Mike de la solapa de su camisola levantandolo... Mike, es solo un título, tu sigues siendo mi hermano y un titulo no cambiará nada... miro a mis dos hombres... ustedes dos, ya saben que tienen que hacer... me quedo con el respaldo de Mike... localicen al objetivo e informenme con culaquier cosa... volviendo la vista a Mike... Mike no te preocupes te ire informando durante el viaje, lo importante es que estos dos hombres salgan ya y vayan recogiendo datos, recuerden... uno de ustedes se quedarán con el sujeto, mientras el otro me ira informando de cualquier cosa acontecida... monten, suerte e intenten pasar lo máximo posible desapercibidos... es todo...
Mike no hay tiempo que perder, hay que recorrer el mayor número de ciudadelas para reclutar al máximo de hombres.

Los hombres habían acatado las órdenes de Umberto sin problemas, y apenas fueron despedidos por este, se dirigieron rápidamente a buscar información sobre una posible traición de parte de William.

Mientras tanto, Mike se había levantado con una gran sonrisa y asintió tras palabras de este.

Ambos tomaron sus caballos y partieron rápidamente para el pueblo.

Cuando llegaron, se adentraron por la aldea y se dirigieron al centro de la misma. Allí estaba el anciano de la aldea que se encontraba bebiendo un poco de agua.

¡Os saludo, jóvenes! ¿Buscaban algunas provisiones para comprar?

Conforme nos acercabamos a la aldea, le voy contando con mas detalle el follón que pasó en el castillo y la supuesta traición de William...
Al llegar llegar a la segunda aldea veo a un anciano que nos inviataba a comprar sus productos, desmontamos de los caballos... Hola... mi nombre es Umberto... al ver que Mike me daba en la chaqueta donde tenía el papel... no me acostumbro... Mike... el anciano se queda mirandome... perdoneme, anciano... soy el Barón Umberto, si... por supuesto necesitamos provisiones para nuestro viaje, pero lo que mas nos apremia son hombres, no importa si han combatido o no... ¿sabe si aqui hay hombres de confianza?... necesitamos el mayor numero de hombres que pueda... miro a Mike... me recuerdo aqui que hacian un brebaje bastante sabroso... miro al anciano... señor... disculpe... ¿no tendrá por casualidad aguamiel?...

Ah muy bien, comprendo. Bueno, aquí no hay demasiados hombres que digamos, el trabajo es demasiado duro así que la aldea necesita tantos sean posibles

El anciano recibía el título del mismo y lo leía con atención.

Así que… Barón Umberto, ¿eh? Aquí está la firma de nuestra majestad, el rey Harlock, sí. Pues es un honor conocerle, nunca había oído de usted.

Sin embargo – este se sobaba la barba lentamente – sí he oído de un tal Umberto, un reconocido herrero del reino que, supuestamente, tiene los mejores trabajos más impecables en su fragua.

Supongo que usted es la misma persona, ¿o me equivoco?

Mientras el anciano hablaba calmadamente, y afirmado en un bastón donde posaba ambas manos, la gente del pueblo observaba tímidamente a los recién llegados. Habían varias granjas alrededor de la casa comunal donde se encontraba el anciano, y todos estaban trabajando cuando llegaste.

Claro que si señor... soy ese Umberto que usted menciona... ahora mismo no tengo ninguna para enseñarsela... están de camino hacia mi destino... si me pernite quisiera hablar con esta buena gente...
Me giro hacia la gente que se había concentrado al rededor de nosotros... Buena gente de Vitolli... ^(**) soy el Baron Umberto Ottoli, vengo del palacio del rey Harlock... espero que muy estimado por ustedes... quisiera hacer una reunión en el centro de esta hermosa aldea para poder hablar de un atentado hacia nuestro Rey...
Al poco rato de descansar con el anciano y hablar un poco de política, nos acercamos al centro de la aldea, en la cual habia una plaza con un número indeterminado de personas, me habian preparado una especie de escenario rústico, que pareciera mas un patíbulo que un palco... subiendo al mismo pareciera que arriba me estuviera esperando el verdugo... me pongo en la parte delantera y empiezo ha decir... Buena gente de Vitolli... continuo con el mismo discurso de antes...^(**)
Mi pretensión es reclutar el mayor número de hombres para que se unan en nuestras filas para combatir a los Pulkrianos, los cuales han atentado contra el rey... no necesitamos solo soldados, gente que pueda empuñar un arma... con eso nos vale... también os digo que no voy a obligar a nadie ya que tienen que cuidar sus tierras y lo entiendo... pero estoy seguro que nuestro rey estará muy complacido en ayudarles cuando vuelvan a su aldea... Gracias...
 

Las personas observaban a este mientras daba su discurso. Varios hablaban entre sí y comentaban que no conocían a Umberto, pero tras anunciarse con su título nobiliario, varios se quedaron perplejos y se silenciaron por respeto.

Probablemente, dada las pintas de Umberto, muchos desconfiaban de que fuera real que este sea un noble.

Todos se quedaron en silencio, se veían poco entusiasmados por el asunto.

De repente el anciano se hacía de pie y se aclaraba la garganta lentamente.

Yo conozco la fama del Barón Umberto. Él es un gran herrero del reino de Illiandor; tengo entendido que hace los mejores trabajos de herrería que muchos pudieron tener el honor de portar. Siempre ha tenido la aprobación de nuestra majestad, y tras los acontecimientos ocurridos, estoy muy seguro de que haya sido otorgado con este título, para portar con el honor de defender ahora a su patria.

Todos hemos sido víctimas del ataque al torneo, y no podemos dejarlo pasar. Pronto la guerra se avecinara y necesitamos hombres duros y valientes que puedan hacerle frente a lo que se viene. Pararlos en la frontera, o de lo contrario, dejarlos llegar hasta vuestras casas.

Espero que algunos recapaciten y se unan a este. Levanten sus manos pues.

Estos se miraron entre sí, más motivados tras las palabras de confianza del anciano. Finalmente, unos 15 hombres terminaron levantando sus manos para dar apoyo a Umberto.

Estos tenían un aspecto regular, no parecían muy fuertes pero podrían llegar a serte útiles con el tiempo, mientras que les entrenes.

Esto es muy bueno, no creí que nadie querría unirse – comenzó a reírse de forma muy leve, para que nadie se diese cuenta.

Debemos aceptarles; les entrenaremos en el camino. Ten en cuenta que dado el oro que tenemos, podremos aceptar hasta unos 50 hombres. Antes de iniciar, al menos, alguna actividad económica para tener también algún sustento.

No podemos ignorar que tener hombres también sugiere darles un pago por su servicio, de forma semanal, y además debemos alimentarlos.

Al ver la reacción de Mike le guiño el ojo con una leve sonrisa en la cara y me vuelvo hacia los presentes... Señores, señoras y niños aquí presentes, quiero darles las gracias a todos por colaborar, no me esperaba menos, se nota que son un pueblo solidario y considerado con el presente problema... quiero decirles que estas personas que se han apuntado para ayudar al rey en su cruzada contra los Pulkrianos, me voy a hacer responsable personalmente en traerlos sanos y salvos... pero necesito un último favor de estas personas aquí presentes... para poder llegar con fuerzas a nuestro destino... necesitamos víveres... no para todo el camino porque tendrémos que hacer mas paradas en nuestro viaje, pero si para comenzarlo... gracias... es todo...
Al terminar mis palabras, pido a las personas que se habían presentado voluntarios que se separasen de la multitud que se había concentrado...bajo del palco y me pongo a la misma altura de los presentes... bien... quiero hacerles unas preguntas muy simples para ir ordenando un poco esto... son ustedes... uno... dos... cuento hasta quince... quience personas... quiero saber varias cosas antes de irnos... ¿edades?... ¿quien ha recibido algún tipo de instrucción con alterioridad y quien ha empuñado un arma?... ¿alguno ha trabajado con metales?... ¿quien sabe guiarse por todo el reino?...