Partida Rol por web

Renunciar a lo terrenal

6. El templo de la Ascensión

Cargando editor
17/11/2021, 15:51
Nepthis

Nepthis le dedicó una mirada severa a Lurzca. La confianza a veces le hacía olvidar los tres círculos que Nepthis tenía tatuados en la frente, y que la situaban en la casta superior de la sociedad de Mulhorand. Otra persona con menos paciencia que Nepthis le habría arrancado la piel a tiras a la mestiza en vez de dedicarle una mirada aniquiladora.

Lurzca querida… —le dijo con una suavidad engañosa—, es de mala educación responder por una y dejarle con la palabra en la boca, ¿no crees? Aguarda un momento, estamos hablando de cosas importantes.

Frunció los labios en un gesto de disgusto y escudriñó el rostro de su hermana.

Hermana, te veo muy tranquila ante el hecho de que hayan enviado en tu nombre a un ladrón extranjero para robar una reliquia de Isis, la Rosa del Profeta —dijo, mirando un momento a Nebakay para confirmárselo—, en un día sagrado para la Señora de los Ríos. ¿Eres consciente del escándalo que hubiera supuesto? No solo habría rodado tu cabeza, ¡se habría puesto en entredicho la integridad y la reputación de la Iglesia de Hathor!

»Esto es cosa de las maquinaciones de Set. En una de mis visiones una serpiente atacaba a una vaca. El presagio no puede ser más claro, y ¿quién, sino tu prometido, con toda su aparente inocencia, podría haber orquestado todo esto? ¿Por qué han sido sustituidos los antiguos esclavos que sabían hacer su trabajo en la Casa de Hathor por otros nuevos que no lo saben? —inquirió Nepthis, sin darle tregua—. ¿Por qué hay un hombre que no conoce nuestras tradiciones e idiosincrasia a cargo del templo cuando hay otras personas más informadas y capacitadas que podrían hacer mejor este trabajo? ¿No debería alguien como tu prometido quedarse en un discreto segundo plano, viendo, escuchando y aprendiendo sin hacer o decir nada?

»¿No crees haber pecado de ingenua? ¿No crees que ese hombre, un desconocido, te ha engatusado para llevarte allí donde él desea?

Cargando editor
17/11/2021, 15:51
Jotnar

Cocotilio se quitó un sombrero imaginario cuando lo mencionaron mientras que Cebollito se irguió gallardamente.

Pues tiene gracia que se consideren los cactus más peligrosos que las flores, porque fue justo una flor la que se puso a atacar a todo el mundo cuando el ladrón intentó llevarse la Rosa. Y no veáis la mala leche que tenía. De hecho tampoco era un ladrón cualquiera, pertenecía a los Buscalíos de las Tumbas... ¿Rimbombantes... ? —el hipopótamo soltó un pequeño bramido asomado desde la mochila de Jotnar—. ¡Eso! Buscadores de las Criptas Radiantes.

Hizo una pausa y se volvió a mirar al animal.

¿Cómo sabías tú eso?

El hipopótamo se lo quedó mirando.

Jotnar se encogió de hombros.

Bueno, eso, lo que ha dicho—carraspeó—. Digo, lo que yo he dicho. Y lo que ha dicho Nepthis también; las palabras exactas del chorizo fueron que Ahmoud Ta-Wi-Al-Mudhai fue quien le pidió la reliquia, en nombre de la Iglesia y en nombre de su prometida, Salihah. Solo que ahora parece que ninguna de las dos sabía nada.

Se cruzó de brazos ociosamente y se meció sobre los talones. Aquello era como una novela de juglar luskanita y él se había dejado la bolsita de frutos secos en Gheldaneth. Decidió que tendría que empezar a llevar una de emergencia encima para aquel tipo de situaciones.

Sí, "novela de juglar luskanita" es la versión Faeruniana de "telenovela venezolana".

Y sí, lo he mirado, el sonido que emiten los hipopótamos es la brama.

Cargando editor
17/11/2021, 15:52
Salihah

Se produjo un pesado silencio tras las declaraciones de Nepthis y Jotnar, roto únicamente cuando Nebakay carraspeó cono incomidad. Amessis se había puesto a mirar un jeroglífico con sumo interés.

El rostro de Salihah pasó por varios estados, más era tan diestra en poner cara agria como lo era Nepthis, por lo que resultó difícil saber lo que estaba pensando. Pero las palabras de la sacerdotisa hicieron hervir la sangre de la dirigente de la Iglesia de Hathor por la energía que desprendía a su alrededor. Nebakay se alejó un paso en previsión de la onda expansiva que podría llegar si se quedaba cerca de Salihah.

La clérigo miró a Nepthis con frialdad, en su cuello palpitaba una vena de pura rabia.

-He sido sustuituda por Ahmoud. Mi futuro como cabeza de la Iglesia ya no es posible, casarme con él era el único modo de continuar con la labor para la que me he estado preparando toda la vida. Era eso, o apartarme definitivamente. No sé qué os habrá contado él, ni si os ha contado algo. Pero las órdenes llegaron desde la capital. Él me propuso la boda y yo le dije que sí.

Pronunció las palabras como si estuviese masticando arena.

-Me habló de la Rosa del Profeta como regalo de bodas. Por supuesto que no tenía ni idea de eso que habéis dicho, y la verdad, me da igual que hayan usado mi nombre. Me da igual todo. No sé quiénes son esos tipos que mencionáis de las Criptas Radiantes. Me da igual la Iglesia porque solo me importa Hathor. He perdido el sendero en medio de tanta política, hermana. Por eso estaba aquí, en este templo.

Reflexionó internamente durante unos segundos.

-Tú tienes visiones, Nepthis. Yo nunca he sido bendecida con esos dones, he sido un instrumento toda la vida, he dudado muchas veces de mi fe en Hathor y estoy cansada. Quiero ayudar a la gente. Quiero hacer lo que tú haces. ¿Qué pruebas tenéis de que Ahmoud es un seguidor de Set? Porque eso es lo que estáis insinuando, ¿no? Que la serpiente ha entrado en nuestra casa.

Cargando editor
17/11/2021, 15:52
Lurzca

Creo que  no tenemos pruebas. - Miró a Jotnar y a Nepthis de forma alternativa. Ellos eran quienes sabían unir las piezas del puzle. A ella se le daba peor todo lo que se basaba en el raciocinio y la inteligencia. Sin embargo, todo apuntaba en una dirección e incluso para ella era obvio. - Pero piénsalo, Salihah. Como se suele decir... Cuando suena el río, agua lleva... - Se mantuvo pensativa unos momentos. - ¿Es así, no?

Salihah iba desvelando poco a poco que sabía más de lo que había manifestado en un principio. Lurzca estaba convencida de que no creía capaz a su futuro marido de estar al frente de la iglesia de Set, aunque ella tampoco sabía si era realmente así o Ahmoud no era más que otro peón más engañado por la mente que había ideado todo aquel retorcido plan. No obstante, también era bastante evidente que aquella joven, la hermana de su amiga, estaba bastante perdida en el mundo y necesitaba ayuda. Quizás ellos pudieran ayudarle a que encontrara su lugar en aquel caluroso lugar de Mulhorand.

Fuera como fuera, sin duda que sus compañeros podrían responder mucho mejor de lo que lo había hecho ella a las dudas de Salihah acerca de la implicación de su futuro marido en aquel complot para derrocar a Hathor.

Cargando editor
17/11/2021, 15:53
Nepthis

Nepthis abrió la boca para contestar, y de nuevo Lurzca respondió por ella.

Lurzca querida… ¿por qué no te adelantas y vas explorando qué hay a continuación?

Ni siquiera le indicó en qué dirección quería que explorase, lo único que quería era tenerla entretenida y que no le volviera a interrumpir.

No tengo pruebas contra él —admitió Nepthis—. Es solo que su llegada, en este momento es demasiado oportuna. Todo lo que ha estado haciendo, en tu nombre y en el de Hathor, parece estar dirigido a socavar la reputación de nuestra santa iglesia. ¿Y qué persiguen todos esos cambios drásticos que me dijo que vosotros dos queríais hacer sino dividir a la congregación y provocar un cisma? Sabes que siempre he sido crítica con la politización del clero, pero siempre desde el respeto y el agradecimiento a las instituciones que hacen de Mulhorand un gran país. Las revoluciones… no son buenas. Tú siempre has sido la experta en política. ¿No has visto venir nada de esto?

»¿Y cuál crees que es la motivación de tu prometido en todo este contexto para hacer un Cónclave sobre mi persona?

Cargando editor
17/11/2021, 15:53
Jotnar

Un momento, un momento, ¿como que te "da igual" que hayan usado tu nombre?—dijo Jotnar que estaba tan patidifuso que no podía ni indignarse—. El imbécil que tu prometido envió a robar la Rosa del Profeta dejó hecho un desastre el oasis de Muldoon y causó un montón de heridos. ¡Podría haber muerto alguien! Si dices que quieres ayudar a la gente no pueden darte igual esas cosas, ni lo que suponga para la Iglesia de Hathor el cabreo que se pueda agarrar la de Isis como la relacionen con el robo.

Alzó ambos brazos en un explícito gesto de sorpresa, aunque enseguida manoteó el aire como quien aparta algo a un lado aparatosamente. No tenía ningún sentido liarse con aquello ahora.

—Sí, vale. Ya está, ya me callo—refunfuñó—. Esto da igual ahora. Hablad vosotras dos.

Se agarró las manos a la espalda y se puso simplemente a caminar en círculos por tener algo que hacer. Estaba enfadado y estaba triste al mismo tiempo, si es que tal cosa tenía sentido. Cada vez que recordaba el hermoso oasis medio patas arriba, el rostro preocupado de su amigo Reseph ante sus invitados lastimados, y todos aquellos jardines, aquel esfuerzo, marchitados por culpa de que el estúpido Almoud quería que las estúpidas flores de su estúpido templo creciesen solas, sentía una impotencia abrumadora. Y unas ganas de retorcerle el pescuezo como quien escurre una toalla mojada todavía más abrumadoras.

Cargando editor
17/11/2021, 15:54
Salihah

Salihah inspiró hondo tras procesar todas las preguntas de Nepthis y las reflexiones de Jotnar. Se la veía realmente cansada cuando se frotó la sien y comenzó con la explicación.

-Nuestra Iglesia había caído en la corrupción. Los cargos destituidos habían robado y malversado fondos para sus propios intereses. Desde la capital lo averiguaron y encargaron a Ahmoud la investigación. Habían robado en mis propias narices, de modo que fui destituida. Seducirle hasta casarme con él me pareció la mejor idea para proseguir con mi labor política, pero ya no quedaba nada real de Hathor en nuestra institución. Estábamos metidos de lleno le la burocracia y mientras tanto la gente sufría. Nuestra misión, la de ayudar a los necesitados, se había diluido. Los pobres cada vez más pobres y la corrupción cada vez más descarada.

Se encogió de hombros, ¿qué más podía decir?

-El cónclave pretendía hallar las respuestas perdidas. Tú, en tu comunicación con Hathor, podrías ofrecernos la iluminación. Me retiré antes de tu llegada para prepararme, con los resultados que ya hemos visto.

Miró a Jotnar detenidamente.

-Ahmoud no pretendía robar la Rosa del Profeta. Como ves, la Iglesia de Isis no está en contra de la de Hathor -señaló a Nebakay con la cabeza-. Si como decís Ahmoud está detrás de todo esto, va a tener que dar muchas explicaciones. ¿Acaso Hathor te ha revelado que sea él el culpable?

Cargando editor
17/11/2021, 15:54
Lurzca

Esa nueva visión de los hechos era cuanto menos inesperada para Lurzca. Al parecer la hermana de Nepthis no era más que una interesada y en cierta medida, una fracasada. No podía reprochárselo, pues cada uno en ese mundo luchaba por sus propios intereses, pero desde luego que aquella revelación cambiaba mucho las cosas. Era posible que Ahmoud no estuviera detrás de todo aquello al fin y al cabo. No lo sabían y no lo podían saber. No de momento.

Lurzca fue a decir algo, pero entonces recordó algo. Ella no estaba allí para pensar. Nepthis se lo había recordado cada vez que abría la boca. Ella era quien hablaba y Lurzca solo servía de escudo y de hacha cuando las cosas se ponían feas. La mestiza se apoyó contra la pared cruzándose de brazos y esperando que la conversación fluyera a la espera de que le dijeran cual iba a ser el próximo paso. Ciertamente estaba ansiosa por descubrirlo y saber hacia donde iba a conducirles todo aquello.

Cargando editor
17/11/2021, 15:55
Jotnar

Hathor no, el mamarracho que envió a por la reliquia—refunfuñó Jotnar—. Para no pretender robarla, fue justo lo que pasó. Y es posible que el Buscador incluso la hubiera destruido si no lo llegamos a atrapar.

Lo cierto es que se esperaba que Ahmoud, que sería capaz de vender jorobas a un camello, les saliera con que "no sabía" que los Buscadores de las Criptas Radiantes tenían aquellos métodos o alguna estupidez así si le pedían explicaciones, pero al enano no le iba a caer mejor por ello. No le gustaba la gente que actuaba a ciegas pudiendo no hacerlo. Y estaba harto de demagogos y política clerical.

Lo que sí resultaba cuanto menos, deprimente, era lo que la Salihah contaba de la situación de la Iglesia de Hathor, suponiendo que fuera cierto y no lo estuviese contando a su peculiar manera. ¡Ahora resultaba que todo aquel cisma se debía a una malversación de fondos! Y nadie había dicho nada. Mulhorand y las cosas que pasaban en Mulhorand eran simplemente delirantes.

No creía que Salihah fuera una mala persona, ni le caía mal, pero parecía estar más perdida que un pulpo en el desierto a la hora de gestionar el esfuerzo que invertía en según qué cosas. O en el valor que les daba a la hora de tenerles fijación.

Mira, yo solo soy un no-humano de esos cuya opinión importa una mierda—suspiró encogiéndose de hombros—. Pero si algo he aprendido de Nepthis, es que para ser "como ella", lo que menos te debería importar son precisamente cosas como tu labor política o el ser la cabeza de ninguna Iglesia. No vas a ser menos por ello. Centra sus energías en ayudar a la gente, no en desde donde.

Agitó una mano en el aire como quien aparta una nube de humo imaginaria, dirigiéndose a las dos en general.

Supongo que todo esto se tendrá que solucionar más tarde. Si no tenéis ningún sórdido asunto más que desvelaros, creo que deberíamos ir a desmomificar a quien falte; no tiene pinta de ser divertido estar así.

Observó a Nepthis a la espera de confirmación. Era ella a fin de cuentas quien sabía de los entresijos de las iglesias, y los clérigos, y lo que fuera de gravedad que tuviese toda aquella jerigonza como para que se le ocurriera indagar algún detalle más. Él no era un erudito de dioses Muhoraldinos, pero de estar con ella conocía el dogma de Hathor, y se le hacía penoso que hubiera gente tan corrupta y desgraciada llevando su símbolo. ¡Para una diosa que se molestaba por tratar por igual a todo el mundo en aquel país de clasistas!

Cargando editor
17/11/2021, 15:57
Nepthis

No —admitió Nepthis—. Hathor no me ha revelado que Ahmoud sea el culpable. Mis visiones no han sido, hasta ahora, tan específicas. Pero el robo de la Rosa del Profeta y la traición de la Guardia Áurea…

Frunció los labios.

Jotnar tiene razón. Sigamos investigando este lugar. Quizá encontremos las pruebas que necesitemos, o nuevas evidencias que señalen en otra dirección.

Cargando editor
17/11/2021, 15:58
Salihah

Salihah no encajó bien el consejo de Jotnar por simple orgullo. No tenían por qué decirle como tenía que hacer las cosas, ni siquier Nepthis tenía que decírselo, de modo que decidió callar cualquier explicación o razonamiento para justificar lo que había hecho y por qué se sentía como se sentía. A nadie le importaba. Ni siquiera a su familia. Con cara de pocos amigos, la sacerdotisa de Hathor se dirigió hacia donde estaba Amessis mirando muy interesada los jeroglíficos.

-Eres una sierva de Osiris, pero una vez lo fuiste de Set. ¿Qué interés tiene Set en ti para hacerte su encarnación?

Cargando editor
17/11/2021, 15:58
Amessis

La nigromante se colocó la guadaña sobre el hombro y levantó la cabeza, luego la giró para dejar los círculos quemados al descubierto, ocultos siempre bajo el cabello lacio.

-Mi maestro me preparó para ser una encarnación de Set, por lo visto. Esto me lo reveló el mismo Set, o una de sus manifestaciones, no lo sé. La cuestión es que Safhotep fue quién me enseñó los cultos de Set, la muerte, el tránsito a la otra vida, el juicio de Osiris. Pero decidí que no valía la pena la deprimente perspectiva que me esperaba y renuncié a él en todos los aspectos. Lo maté para librarme de él y de Set, pero parece que su maldición nos persigue allá dónde voy. A lo mejor debería afrontar esto yo sola y no meterme en estos líos, no es que me agrade la idea de ir colapsando Iglesias de forma indirecta por mi relación con Nepthis o el oasis.

Cargando editor
17/11/2021, 15:59
Narrador

Sin más temas sobre los que debatir, el grupo se dirigió hacia el pasillo norte. Nuevos corredores se abrieron a derecha e izquierda, y unas cuantas habitaciones les dieron la bienvenida. En la primera encontraron un cráneo gigante de... ¿dragón? ¿serpiente cornuda? No tenía demasiado sentido, los huesos estaban apilados y todo estaba repleto de arena, polvo y cenizas.

Otra de las habitaciones estaba simplemente desordenada y cubierta de telarañas, más arena, más polvo, sangre seca, huesos. Una gran mesa estaba cubierta de pergaminos a medio transcribir, platos y vasijas que en algún momento estuvieron llenos de comida y bebida y ahora estaban llenos de mugre. Arañas y otros insectos correteaban por allí junto a un montón de fragmentos de vasijas rotas.

La última habitación contenía tres sarcófagos de piedra, completamente cerrados, aunque si alguien quería abrir las cubiertas, podría ver lo que había dentro. Las paredes estaban cubiertas de jeroglíficos, un camino nuevo llevaba al norte, junto con el otro pasillo que habían descartado, y otros días hacia el este.

Cargando editor
17/11/2021, 15:59
Nebakay

-¿Has dicho Safhotep? -preguntó Nebakay por sorpresa y miró a Amessis con mucha intensidad. Luego miró a Salihah, que no sabía qué mosca le había picado al clérigo de Isis. Nebakay inspiro de forma temblorosa y se frotó la frente, como si le costase recordar-. Uno de los guardias auréos lo mencionó de pasada, creí que hablaba de otro prisionero por la manera en que lo dijeron, los escuché mientras me cubrían de lino. Ah, todo lo sucedido es una niebla muy confusa -murmuró, tambaleándose hacia un lado. Se apoyó sobre Lurzca, que era quién estaba más cerca-. Oí una voz tenebrosa, pensé que era Set intentando convencerme de que me uniera a sus filas, pero no estoy seguro... Estaba muy débil, tenía fiebre, ni siquiera recuerdo lo que me dijo, solo sé que ese sonido, el de su voz, me apretó el corazón hasta que me dejó de latir.

Se tocó el pecho, como si quisiera comprobar que tenía pulso, y después se tranquilizó al constatar que seguía vivo.

-Uf, todo esto es muy fuerte. Por Isis que cuando salgamos de aquí, me tomaré unas vacaciones en el oasis del Muldoon, a la sombra de un cocotero, bebiendo té verde...

Cargando editor
17/11/2021, 15:59
Nepthis

Tranquilo, mi buen Nebakay —dijo depositando lánguidamente una mano en su fornido hombro—. Si Safhotep está aquí, Lurzca y Jotnar lo harán babagannuj1 antes de que puedas terminar una plegaria a la diosa de todo el amor.

La Madre Reverenda se dirigió entonces a sus compañeros.

Deberíamos revisar esos sarcófagos, por si hubiera más prisioneros como mi hermana o Nebakay.

1: puré de berenjena típico egipcio.

Cargando editor
17/11/2021, 16:00
Lurzca

- Nunca te dejaré sola. - Le dijo Lurzca a Amessis. - Tenlo por seguro. 

No le gustaba cuando su amiga se ponía dramática. Habían pasado ya muchas cosas juntas y por el momento habían salido victoriosas siempre. Si en algo confiaba la mestiza era en el poder de aquel grupo. Mientras se mantuvieran unidos podían afrontar cualquier cosa. 

Los sarcófagos, si... - Comentó Lurzca cuando ya se aproximaba a uno de ellos para abrir su tapa. 

Antes de que Nepthis interviniera ya había decidido comprobar que en el interior de aquellas tumbas no había nadie dentro. Nadie vivo al menos. Se acercó al sarcófago más cercano y trató de levantar la lápida.

Cargando editor
17/11/2021, 16:00
Jotnar

Claro, Amessis. Vamos a mandarte por ahí con viento fresco tú sola tras años de trabajar juntos sólo porque a Set le pica la nalga izquierda—resopló Jotnar haciendo girar los ojos en redondo—. No digas tonterías, muchacha.

A él tampoco le gustaba cuando se ponía dramática; no era la primera vez que el dios serpiente mostraba actitud de ex-pareja tóxica de esas que son incapaces de entender el significado de "no" y le respondían mostrándole el dedo medio. Ponérselo más fácil para conseguir sus caprichitos no era ninguna mejora.

Exacto, me encantan las reuniones "familiares"—apuntó al comentario de Nepthis—. Especialmente esas en las que uno de los miembros lleva un cartel enorme encima que dice "Párteme la cara, soy un imbécil". Y por lo que me han contado del cara de sapo, o Sapo-teph o como se llame, parece ser una de esas personas.

Como Lurzca ya se había puesto a abrir los sarcófagos, simplemente esperó por allí cerca por si había que sacudirle en la cabeza con el hacha a alguna momia espontánea con malas intenciones. Después de que los muebles cobrasen vida no sería lo más extraño que se podía esperar.

Cargando editor
17/11/2021, 16:00
Narrador

Lurzca abrió el primero de los sarcófagos. Un montón de polvo la hizo toser, cuando retiró la cubierta, en su interior solo encontró un esqueleto cubierto por una armadura de bronce, similar a la que habían encontrado en una de las momias en las primeras habitaciones. En las manos portaba una espada corta, también de bronce, y un par de pergaminos estaban junto al cuerpo. En cuanto tocaron el papiro, se deshizo como arena.

El segundo sarcófago traía consigo una sorpresa, un escorpión de tiempos inmemoriales saltó del interior y se abalanzó sobre la mestiza, clavándole el aguijón en la muñeca. Lurzca lo agarró para quitárselo de encima y lo espachurró con el puño, pero no había podido evitar el pinchazo y el veneno fluía ya por su sistema. El interior del sarcófago contenía también un esqueleto con armadura de bronce y unos cuantos escorpiones fosilizados.

Cuando abrieron el tercer y último sarcófago, en su interior había una momia, pero no estaba viva. En las manos tenía un par de pergaminos, mezclados con el lino que lo envolvía.

Lurzca recibe el ataque de un escoropión tiny, 2 de daño. Fortaleza CD 12 o quedará envenenada.

Cargando editor
17/11/2021, 16:01
Nepthis

¿Estás bien? —le preguntó Nepthis a Lurzca, pero había dado a su afirmación la forma de una pregunta.

Por supuesto que estaba bien. ¿Qué era una picadura de un escorpión tan chiquitito? Poca cosa. Si además era un escorpión de tiempos inmemoriales… bueno, tenía que tener el veneno más seco que la vagina de una momia. Nepthis se acercó al último de los sarcófagos y ojeó los pergaminos. Estos no eran mágicos, sino unos jeroglíficos en antiguo mulhorandiano garabateados a toda prisa. Bufó y se los pasó a su hermana para que los leyera por sí misma.

Debe de ser una especie de broma de mal gusto —dijo, y miró a Jotnar. Era el tipo de chorradas absurdas que le encantaban al enano. Se armó de paciencia y explicó lo que había leído —. Es un montón de plegarias, entre ellas una a Anubis, el único capaz de acabar con la maldición de Sebek. Hasta ahí bien. Pero al final el escritor pide al lector que le rescate, que está encerrado en el muro que tiene este dibujo.

Resopló y se lo mostró a Jotnar.

Si eso fuera verdad, ¿cómo ha llegado el papel hasta ese sarcófago?

Cargando editor
17/11/2021, 16:01
Lurzca

Estoy bien. - Dijo chupándose la herida para "curarla". - Una simple picadura. - Confirmó.

Entonces, tras revelar lo que contenía el último sarcófago y tras las explicaciones de Nepthis llegó una pregunta por su parte. Lurzca no era a mejor en compresión de texto, pero aunque no sabía cómo había llegado aquel pergamino al sarcófago ni porqué, tampoco lo veía raro.

No creo que él - dijo refiriéndose a la momia - sea el que ha escrito en el pergamino. - Razonó. - Puede que el que lo ha escrito fuera un sacerdote... - lo cierto era que estaba diciendo cosas al azar, lo primero que se le pasaba por a cabeza - puede que el que está en el sarcófago fuera algo así como un custodio del pergamino. Puede que tratara durante mucho tiempo de ayudar al que lo escribió sin éxito y quería llevarse el pergamino a la otra vida para seguir intentándolo. - Se encogió de hombros. - Pueden ser muchas cosas... - Se acercó al pergamino para observar mejor el dibujo.