Partida Rol por web

Renunciar a lo terrenal

6. El templo de la Ascensión

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17/11/2021, 16:20
Amessis

La nigromante puso una mano sobre el hombro de Nepthis y la miró directamente a la cara.

-¿Qué es lo que has visto?

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17/11/2021, 16:21
Lurzca

- Debemos darnos prisa. - Observó la mestiza. - El complejo podría venirse abajo en cualquier moment. - Remarcó lo evidente. 

Miró entonces a sus alternativas. Podían regresar hacia el sur, lo que les llevaría donde ya habían estado o por contra, podían seguir avanzando hacia el este.  

¿Seguimos por ahí? - Dijo señalando al este. - Creo que está por ahí... - Dijo sin saber muy bien que era lo que buscaban, pero fuera lo que fuera, creía que estaba en la dirección que acababa de señalar.

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17/11/2021, 16:21
Nepthis

Hathor ha vuelto a mostrarme como el campeón de Anubis —explicó la Madre Reverenda—. Se encerró aquí junto con una Manifestación de Bastet para guardar este sitio, para evitar el ascenso de Set. Su alabarda es importante y el símbolo del sol que tenía en el pecho, también. Creo que si las encontramos podrían ser vitales para destruir a nuestros enemigos. Suponiendo que el campeón de Anubis y el de Bastet sean polvo.

Nepthis miró al techo con desconfianza, al ver caer pequeños guijarros y volutas de polvo. Temía que se desplomara sobre sus cabezas de un momento a otro, y todo hubiera sido en vano.

Sí, será mejor que continuemos —dijo, y señaló en dirección a la habitación que estaba enfrente de donde habían destruido la estatuilla de Set—. Por allí, es la habitación que he visto en mi visión. Allí estaba el campeón de Anubis.

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17/11/2021, 16:21
Jotnar

Gatos y chacales contra serpientes y cocodrilos. Esto mejora por momentos—comentó Jotnar quien subrayó mentalmente aquello de llevar una bolsita de frutos secos encima para situaciones como aquella. Luego se encogió de hombros—. El que se ha escapado seguramente haya ido a avisar a alguien «O igual se pierde por todos estos malditos pasillos, eso sí que tendría gracia» así que coincido en cualquier cosa que esté en contra de Set que nos podamos encontrar es bienvenida. Busquemos esa alabarda y ese sol.

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17/11/2021, 16:22
Narrador

Para regresar a la habitación tuvieron que atravesar de nuevo la oscuridad, pero por fortuna no encontraron ningún hombre serpiente allí, agazapado en alguna esquina. Cuanto más se aproximaban a la habitación, más se agitaba el suelo y más temblaban las paredes, y más y más arena se acumulaba en los bordes. Pero si Hathor le había mostrado a Nepthis aquella estancia, debía ser revisada a conciencia, porque algo importante debía contener. O eso esperaba la sacerdotisa.

Descendieron otra vez por aquellas escaleras hasta llegar al final, dónde un muro cortaba el camino. Nepthis, con su visión premonitoria, había visto cómo el campeón de Anubis entraba por allí, de modo que tras toquetear todos los jeroglíficos, convencida de que existía un mecanismo para levantar aquella puerta de piedra, logró encontrar una piedra que empujó hacia dentro. El muro comenzó a estremecerse y ascendió entre las paredes, revelando una nueva habitación en su interior. El suelo estaba cubierto de arena, y la superficie formaba pequeñas ondas cada vez que el templo se sacudía con esos temblores que parecían terremotos. Estaba oscuro, pero los aventureros traían luz de varias fuentes y penetraron en la oscuridad.

Amessis dio un grito y se cubrió la boca cuando todos la miraron. No era para menos, se había llevado un susto de muerte al encontrar, justo en mitad de la habitación, un trono tallado en piedra de color arena. Sobre él había un gigante, su esqueleto, el de una criatura que debía medir tres metros de alto. Sus ropas se habían disecado, quedaba sobre su cuerpo una armadura sucia de bronce y en su mano, una enorme lanza de batalla.

Por la habitación había estantes repletos de libros polvorientos y desgajados, que se convertían en arena con tan solo posar la mirada en ellos. Los muebles una vez fueron espléndidos, ahora solo eran restos de tiempos pasados. Sobre una mesa, recostado sobre un libro, descansaba el ídolo de un gato. Algunas vasijas se apilaban en las esquinas, la mayor parte estaban intactas y cubiertas de polvo, otras estaban rotas y agrietadas y su interior estaba cubierto de arena.

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17/11/2021, 16:22
Nepthis

Nepthis se sintió sobrecogida al entrar en aquel sanctasanctórum, y triste al ver que la manifestación de Anubis había muerto aguardando en aquella sala, cumpliendo su deber de guardar la tumba. El estado deplorable de la habitación, llena de arena y polvo, era muy distinta a lo que ella había visto en su visión. Era extraño sentir melancolía por algo que había vivido solo a través de los ojos de otra persona.

Revélate —dijo la Madre Reverenda agitando un dedo en el aire.

Las auras mágicas se volvieron visibles para ella por la gracia de Hathor. Aquel lugar estaba, como sospechaba, lleno de objetos mágicos. Si no se equivocaba, serían de gran ayuda para la ardua pelea que les esperaba al final del complejo.

Jotnar, las gafas —llamó al enano—. Utilízalas para identificar la lanza, el disco solar del pecho de Anubis y el símbolo de gato. Son las tres cosas que más importancia parecían tener en mi visión.

Nepthis señaló las vasijas.

Hay objetos mágicos ahí dentro, ¿serías tan amable de comprobar de qué se trata Lurzca querida? —le pidió a la mestiza antes de hacerle un gesto con la mano a Amessis—. Amessis, ¿me puedes ayudar a descifrar los pergaminos de la estantería?

Nepthis detecta magia en la lanza, el disco solar que tiene Anubis en el pecho, la armadura, el ídolo de gato. Hay magia también en las vasijas y en los estantes hay pergaminos.

Identifica los pergaminos de: invocar plaga, resurrección, cambio de plano y aura sagrada (todos divinos, así que se los guarda ella). Pasa los 3 que no identifica a Amessis a ver si ella pasa la tirada.

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17/11/2021, 16:22
Jotnar

Jotnar no podía sobrecogerse en el sentido entero de la palabra porque no había visto lo mismo que Nepthis en su visión, pero el inesperado chillido de Amessis sí que lo hizo pegar un brinco y formar un remolino de pies y manos en el aire.

Ah, ¡muy bonito!—protestó poniéndose en jarras—. Así que esqueletos de osos lechuza gigantes animados que deambulan por ahí y pegan piñas no te asustan. Pero un esqueleto gigante inanimado que lleva a saber cuanto sin moverse, sí.

Carraspeó y metió la mano en la mochila para ponerse las gafas cuando Nepthis se lo pidió. Luego se acercó a los restos del campeón de Anubis.

Con permiso, jefe—dijo haciendo una pequeña y respetuosa inclinación de cabeza antes de examinar detalladamente tanto la lanza como el disco. Cuando hizo lo primero arqueó las cejas, cuando hizo lo segundo se le tensaron hasta las cejas—. Por amor de todos los dioses de todos los panteones...

Dio media vuelta y se acercó al gato para examinarlo también. Tras hacerlo se quedó unos instantes pensativo, como si tratara de encajar en su cabeza un modo de compartir lo que había desentrañado.

Veamos... primero lo "sencillo"—suspiró señalando la figura—. El gatito es una bendición caprichosa de Bastet pero está maldito: Cualquiera que lo use mejorará su suerte durante unos instantes, pero al mismo tiempo, la de cualquiera en la habitación que esté con él, empeorará. Se hace a voluntad, no necesita recitar nada raro, y dura como un minuto.

»La lanza es absorbente, es decir, es más certera y mortífera contra yuan-tis y cada vez que mate a uno, se vuelve más poderosa. A más yuan-tis muertos, más mortífera. Y el disco... el disco es harina de otro costal.

Cogió mucho aire y lo soltó de golpe. Aquello se salía de la escala.

Es un símbolo de protección contra cambios de plano, continuado y en un círculo. Es una reliquia que, junto con el resto de las que son iguales a ella, permite a un mortal ascender a manifestación divina. Que se convierte en dios, vamos. Tiene que usarse en un altar, un pedestal, o algo por el estilo... ¿Te suena algo al respecto, Nepthis? Oh, y la plegaria necesaria para activarlo está escrita en el propio disco pero hace falta un ritual.

En lenguaje "mecánico", lo que ha dicho Jotnar es lo siguiente:

Gato: Cualquiera que lo use obtiene un bonificador de +5 a una tirada, pero al mismo tiempo, cualquiera en la habitación (PNJ, PJ, amigo, enemigo), recibe un -5. Es a voluntad, no más de una vez por asalto, y dura 1 minuto (1 minuto/hasta que se descargue)

Lanza: A.K.A. la Q de Nasus. Hace 1d8 de daño, tiene un +2 al ataque y daño contra yuan-tis, y cada vez que se mate a un yuanti (-10 PG, no vale dejarlo K.O.) se le añade 1d6 extra al daño.

Disco: Lo de la protección contra los cambios de plano es como el conjuro Avoid Planar Effects, continuado y en un círculo de 20' de radio. El resto pues literalmente lo dicho.

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17/11/2021, 16:23
Lurzca

Son objetos muy valiosos. - Dijo la mestiza. - Sobre todo el disco, ¿verdad?

Preguntó realmente interesada en obtener una respuesta. Estaba convencida de que aquel disco, como bien había dicho su amigo jardinero, era "harina de otro costal", pero sólo si Nepthis o Amessis se lo confirmaban podría creer que realmente aquel artilugio servía para elevar a alguien hasta el panteón de los dioses. Sin más dilación se encaminó hacia las vasijas. Nepthis le había dicho que comprobara que guardaban en su interior y aunque no se fiaba demasiado, haría caso a lo que le habían ordenado. Habiendo un ser allí momificado, podía ser que aquellas vasijas contuvieran sus... entrañas.

Allá voy... - Dijo finalmente. Con sumo cuidado se dirigió a abrir aquellos contenedores y descubrir así que podían albergar en su interior.

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17/11/2021, 16:23
Amessis

Amessis se dio por aludida e hizo un mohín.

-No veo en la oscuridad y no me esperaba esto tan grande -protestó-. Es inmenso, ¿es el campeón de Anubis, Nepthis?

Se acercó a la criatura, que medía casi dos veces la altura de la nigromante, y examinó sus restos como el que examina un cuerpo en una escena del crimen. 

-Mirad su cráneo -comentó, fascinada. Tenía el hocico alargado, probablemente debía ser un gnoll o una criatura hiena-. No era humano, obviamente, pero es impresionante. No puedo deciros exactamente cuantos años hace que murió, pero desde luego si solo quedan sus huesos es más tiempo del que podemos contar.

Sacó uno de los ónices negros que guardaba en sus bolsas, lo miró, miró a Nepthis, y de nuevo al fallecido. 

-¿Nos lo llevamos? ¿Y si lo resucitamos? De aquí a unos meses podría animarlo y convertirlo en mi guardaespaldas.

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17/11/2021, 16:24
Narrador

Lurzca registró las vasijas y los restos que quedaban de ellas. En algún momento sirvió para guardar, probablemente, comida, pero también otras cosas como telas, pequeñas cajas, sacos y otros utensilios desgastados y resecos. Enterrado en arena dentro de las vasijas, que tenían casi todas la altura y anchura de Jotnar, encontró intactos algunos objetos, probablemente toda la magia que había detectado Nepthis.

Encontró un bonito vestido de color azul y plata, envuelto en lino. Una caja con forma de estrella cuyo interior estaba repleto de exóticas especias, probablemente de Maztica, en perfecto estado. Una bolsa para el cinto donde guardar monedas con el el rostro de un pájaro bordado. También dio con una khopesh que por más que la sacudiera estaba llena de arena, y desprendía arena si la agitaba en el aire. Un extraño objeto que debía ser un peine y lo más llamativo fue una capucha para la cabeza con forma de serpiente. Nepthis insistió en que aún sentía magia sobre los restos de vasijas, así que Lurzca rebuscó entre la arena hasta encontrar una bolsa de cuero en cuyo interior había dos aguacates.

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17/11/2021, 16:24
Lurzca

¿Qué son estas frutas? - Preguntó Lurzca. - Nunca las había visto antes... - Frunció el ceño extrañada. - Parecen... - Pero no siguió con la frase. 

Entonces surgió la idea de Amessis de resucitar a aquella cosa y convertirla en su guardaespaldas personal. Lurzca pensaba que esa era en parte su función, aunque tras valorarlo unos pocos segundos, si Amessis creía que podía controlar a aquella mole enorme con rostro canino, podía llegar a ser una opción interesante, pues viendo como eran todas sus exploraciones y misiones, nunca sobraban manos amigas en el combate.

Si crees que puedes hacerlo, por mi bien. - Respondió de forma escueta la mestiza. - Aunque... - Ladeó la cabeza. - No sé como lo llevaremos a ningún sitio. Debe pesar mucho pese a estar en los huesos.

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17/11/2021, 16:24
Jotnar

No soy un experto en deidades, querida Amessis... ¿pero lo de que pretendas "quedarte" a un antiguo campeón de Anubis para que sea tu guardaespaldas personal no sería un poco irrespetuoso?—preguntó Jotnar rascándose la barba—. Yo al menos me cabrearía bastante si fuese él.

Miró el enorme esqueleto.

Aunque si lo resucitáis de forma normal con uno de esos pergaminos que habéis encontrado, ¿no nos ayudaría? Quiero decir, por lo que he podido entender de todo ese rollo de dioses pegándose de palos es que Anubis estaba en contra de Set—manoteó el aire—. Bueno, no sé si es de las típicas cosas que son más fáciles de decir que hacer. Es sólo una pregunta.

Miró a Nepthis para saber su opinión al respecto ya que era la que tenía los pergaminos (y el conocimiento sobre el tema) y luego fue a echar un vistazo a los demás objetos mágicos que habían sido encontrados. Desgraciadamente las gafas no tenían más cargas por aquel día así que saber lo que hacían tendría que esperar. Las guardó en la mochila de nuevo.

Sin duda las especias mazticanas eran un hallazgo de gran valor para el jardinero, pero quiso examinar primero los aguacates pues le habían llamado la atención; las especias por sí solas eran capaces de mantener sus propiedades durante años, cuanto más si se encontraban en una caja mágica. ¿Pero los aguacates? Eran frutas. La fruta no aguantaba tanto, y sin embargo parecían llevar el suficiente tiempo allá adentro como para que al pobre campeón de Anubis le hubiera dado tiempo a morirse y quedarse en los huesos.

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17/11/2021, 16:25
Nepthis

Nepthis suspiró hondamente.

Está bien. Dejad entonces las cosas donde nos las encontremos. No queremos que el Campeón de Anubis nos confunda con unos vulgares ladrones de tumbas.

La Madre Reverenda tomó el poderoso pergamino entre las manos, fingiendo más tranquilidad que la que sentía realmente. La resurrección era una magia poderosa, fuera de su alcance. Aunque la antigua vitela contuviera toda la magia necesaria para desencadenar el hechizo, seguía siendo más de lo que ella podía manejar. Existía el riesgo de que no funcionara, y aún peor, que algo saliera realmente mal.

Pero como habían sido sus compañeros, tener de su lado a aquel titánico ser podría ser justo lo que necesitaban para detener las maquinaciones de los cultistas de Sebek y los yuan-ti de Set.

Nepthis desenrolló el pergamino frente a si y recitó con voz cargada de poder las palabras contenidas en él. Cuando terminó la recitación del pasaje sagrado, la vitela se deshizo en arena y la sacerdotisa de Hathor aguardó el resultado del hechizo.

Tirada de nivel de lanzador: 19, éxito.

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17/11/2021, 16:26
Bac'cai

El pergamino se deshizo en una ligera nube de arena y se formó un remolino a los pies de la sacerdotisa, haciendo ondear su túnica con un viento que no procedia de ninguna parte. La magia divina inundó la habitación y todo se iluminó con un brillo anaranjado cuando la arenisca creció en volumen y comenzó a cubrir los huesos del campeón de anubis. La arena cubrió cada centímetro del cadáver, formando una especie de coraza, dándole forma y volumen a lo que antes solo eran huesos resecos. El brillo se volvió dorado, solidificando carne y dando brillo a la piel, hasta que la luz fue tan intensa que todos tuvieron que cerrar los ojos para no quedar completamente cegados. El ruido ensordecedor de una tormenta de arena hizo temblar los cimientos del templo y la estabilidad de todos, que acabaron en el suelo cuando perdieron el equilibrio.

Hasta que el ruido no cesó y el brillo no se atenuó, ninguno se atrevió a abrir los ojos para contemplar el milagro. El cuerpo estaba completamente restaurado, donde antes solo habían huesos y vestigios, ahora reposaba un guerrero gigante con rostro canino y armadura dorada. La criatura despertó de su letargo un poco confuso y miró alrededor, descubriendo a los miembros de la Compañía de la Barba Insondable tirados por el suelo. Echó mano de su lanza y advirtió el símbolo de Hathor de Netphis.

-¿Quiénes sois vosotros y qué hacéis en el Templo de la Ascensión?

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17/11/2021, 16:26
Nepthis

Nepthis perdió la respiración cuando aterrizó de espaldas en el suelo, empujada por la onda expansiva del poderoso hechizo. Sentía oleadas de un dolor paralizante recorrer desde la lumbar al pie izquierdo. Gimió y rechazó la mano de Nebakai cuando la vio a través de un velo de arena y polvo.

No, me vas a hacer daño. Deja que lo haga Lurzca, ella sabe cómo cogerme.

No era la primera vez que Nepthis se caía al suelo y un miembro de la compañía tenía que ayudarle a levantarse. Ella ya les había instruido en como hacerlo para que su columna sufriera lo menos posible. De lo contrario prefería incorporarse ella sola, sin ayuda, aunque fuera más despacio.

Cojeó en dirección al resucitado, con lágrimas de dolor en los ojos.

Soy Nepthis, Oráculo de Hathor —dijo.

Prefería no marear al Campeón de Anubis con los detalles de su variopinta compañía.

La Bailarina de la Fortuna me ha enviado visiones que me han guiado hasta aquí. Nos hemos abierto camino a través de cultistas de Sebek y de yuan-ti de Set. Han invadido el Templo, y pensamos que podrían estar intentado realizar el ritual de Ascensión. Necesitamos tu ayuda, oh Campeón de Anubis, para expulsar el mal de este lugar sagrado.

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17/11/2021, 16:27
Lurzca

La mestiza ayudó a Nepthis a ponerse en pie sin dejar de mirar a aquella majestuosa criatura cánida. Sin duda era un ser increíble, digno de ser el avatar en la tierra de un dios. Lurzca mentiría de decir que el miedo no recorría su cuerpo, aunque nunca lo admitiría y mucho menos se dejaría achantar ante aquella criatura. Morir no era más que el principio de una nueva aventura. No obstante algo le decía que si moría, no iba a ser atravesada por la lanza del regresado de la muerte, pues confiaba en Nepthis y en su poder de convicción. Por eso mismo no diría nada, si el oráculo de Hathor no convencía a aquel gigantesco guerrero de dorada armadura, de que ellos no eran el enemigo, sus parcas palabras tampoco lo harían y solo el filo de su hacha podría ayudarles a escapar de la muerte.

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17/11/2021, 16:27
Jotnar

Jotnar se sacudió la arena de la barba, luego se sacudió la barba de la cara; se le había enrollado alrededor.

¡¿Le has hecho caso a una teoría mía?!—exclamó mirando a Nepthis con los ojos como platos en un gesto mezcla de espanto y perplejidad. Tres segundos después se fijó en que la resurrección había funcionado y el campeón de Anubis estaba vivo y hasta hablando—. Oh. Quiero decir: le has hecho caso a una teoría mía. Claramente. Sabía yo que iba a funcionar.

Se puso de pie sacudiéndose la arena del resto del cuerpo y cuando se fijó en que la oráculo se lo había quedado mirando se encogió de hombros.

¿Qué?

Carraspeó haciéndose el loco para dirigirse a la enorme criatura.

Ejem, hola. Estamos con ella, es decir, somos sus compañeros—se las apañó para señalar a todo el mundo rápidamente a despecho de sólo tener dos manos—. Te agradeceríamos mucho lo que ha dicho mi amiga. Y por cierto, ¿cómo quieres que te llamemos?

La momia de la pirámide les había dado su nombre, cosa que había agradecido para no tener que estar "momia" esto o "momia" aquello y la verdad es que lo agradecía, al igual que agradecería no tener que estar "campeón de Anubis" esto, "campeón de Anubis" aquello. Algún nombre tendrían que tener los campeones de Anubis también, ¿no?

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17/11/2021, 16:27
Bac'cai

La enorme criatura se arrodilló frente a Nepthis y quedó a la altura de la sacerdotisa, echó un vistazo a los demas, prestó algo de atención al coco y a la cebollita, y finalmente volvió a dirigirse a la oráculo de Hathor.

-¿Cuánto tiempo he estado dormido? ¿En qué años estamos?

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17/11/2021, 16:28
Amessis

-Pues depende, ¿en qué año crees que estamos? -comentó Amessis, rodeándolo por detrás una y otra vez para contemplar el resultado de la resurrección con ojo crítico. Le tocó un musculoso brazo llena de curiosidad, comprobando que había carne y músculos. Al campeón de Anubis no pareció importarle que la nigromante hiciera aquello-. Estamos en el año 1368, estamos a mediados de Mirtul. Y siento tener que decírtelo, no estabas dormido, habías fallecido. Nepthis te ha devuelto a la vida.

El campeón miró a Amessis un momento, intentando encajarla en todo el asunto, como si ella le resultara más extraña que un enano rodeado de verduras con extremidades, ojos y sentimientos, o una semiorco junto a dos clérigos con aspecto de haber sido resucitados también.

-Hola, soy Amessis -le dijo al notar su escrutinio-. Sé lo que estás pensando, no soy una seguidora de Set, a pesar de que todo lo que hay en mí te recuerda a él. Consagré mi vida a Osiris hace mucho tiempo, fui tentada por el Padre de los Chacales y rechacé su ofrecimiento inmortal, y por ello fui maldita. Trato con la muerte, pero no como lo hace él. Mi misión es dirigir las almas de los difuntos al juicio de Osiris.

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17/11/2021, 16:28
Bac'cai

-Uhm...

El campeón de Anubis no pareció del todo convencido por la explicación de Amessis, pero regresó la atención a Nepthis y le puso una mano sobre el hombro, enterrando la mitad del torso de la sacerdotisa bajo ella.

-Gracias, señora de Hathor, por devolverme la vida. Lo que dices es muy preocupante, hace siglos que Set invadió este lugar y profanó sus sagrados muros, enterré el templo bajo la arena del desierto y me ocupé de su protección. Creí que el tiempo borraría de la memoria este lugar, como los mortales borran de sus almas a los dioses como mi señor Anubis. Ya veo que la ambición del Hermano de las Serpientes persiste en sus negros corazones. Estoy en deuda contigo -dijo de forma solemne.

Se puso en pie, era mucho más alto que Lurzca y el doble de ancho.

-Podéis llamarme Bac'cai, señor enano -dijo a Jotnar-. Veo que tenéis los regalos de Isis y Bastet -señaló lo que llevaba en las manos-. Seguramente encontraréis más ofrendas de los demás dioses, este lugar era un templo en el que todos los fieles traían regalos para las deidades, era costumbre entregar cosas valiosas cuando el elegido en cuestión debía Ascender. Supongo que todo eso habrá cambiado en los últimos quinientos años, ¿verdad?