Partida Rol por web

París, 8:30 AM

El teléfono de los agentes zumbaba encima de la mesilla de la habitación del hotel que BEAR¹ había dispuesto para ellos en su R&R². Habitualmente, los periodos de descanso del personal duraban al menos una semana pero esta vez había pasado poco más de un día y el teléfono ya estaba sonando.

—Agente —dijo el comandante de la unidad al otro lado del teléfono—. La unidad de Praga necesita ayuda urgente en Berlín. ¿Adivinás qué? Sí, sois el equipo disponible más cercano. Te quiero en marcha en una hora. Te mando el informe a tú terminal.

Sin tiempo a réplica, el comandante colgó el teléfono dejando a cada uno de los agentes, en sus respectivas habitaciones del hotel, con la extraña sensación de haber perdido sus merecidas vacaciones.

Pocos segundos después, la aplicación de BEARNET³ emitió una notificación: el expediente de la misión estaba abierto.

Praga envía a su mejor agente de campo, Milena Nováková, a dirigir la operación. Os estará esperando allí cuando aterrice vuestro avión. Estaréis bajo su mando directo durante toda la misión.

Un billete de avión París-Berlín iba adjunto al informe, con salida en una hora.

Carolyn despertó con un repullo al escuchar el teléfono, había estado tomado unas copas hasta tarde y para nada esperaba que la llamaran en su R&R....¿y el primer día? Escuchó al comandante y confirmó que pasaba a estado activo ¡Adiós R&R!

Se levantó de la cama y fue al cuarto de baño para abrir la ducha, mientras el agua se iba calentando llamó a Uber y solicitó un transporte para cinco al aeropuerto en 15 minutos. Tras colgar mandó un mensaje a través de BEARNET a los demás.

> En el vestíbulo en 15 minutos, ya he pedido transporte.

Saltó el móvil, abrió la pequeña maleta y cogió una muda limpia...no había tenido tiempo ni de colocarla en el armario. Se duchó rápido, se secó el pelo lo suficiente para no llevarlo chorreando y bajó por las escaleras hasta el bufé libre para pillar un café cargado y un croissant.

Un minuto antes de tiempo estaba en la puerta del hotel, buscando información en BEARNET sobre Milena Nováková, el equipo de Praga y la misión que se les había encargado.

Mei estaba tirada en la cama, aburrida y fastidiada. No se había unido a BEAR para perder el tiempo con R&R y tonterías de esas. Y en Francia ni siquiera había campos de tiro decentes. Malditas leyes europeas de control de armas. Se da una vuelta violentamente en la cama y de repente sonríe.

Se levanta, se ducha, se viste con ropa comida, y hace la maleta y justo cuando acaba descuelga el teléfono con una sonrisa.

- Ya estoy lista jefe - contesta mientras camina hacia la puerta.

Nada más salir del hotel para un taxi. Como siempre es la primera en hacerlo, levanta la mano justo antes de que el taxi se haga visible, pasando por delante de toda la cola. Le encanta esa pequeña competición y lamenta mucho que se este perdiendo la costumbre. Seguro que la Bruja ha llamado a un Uber o pedido transporte por internet....

Alexei sacó la cabeza de debajo de la almohada al darse cuenta que el teléfono no iba a dejar de sonar por mucho que lo ignorara. No tenía sentido pues era el primer día de descanso de la semana que tenían, no podía ser otra misión.

-Я не могу в это поверить ¹-

Fue lo que dijo cuando escuchó el mensaje del comandante.

- Ни одного дня, ни одного проклятого дня. ²-

Se quejaba mientras se dirigía a la ducha para tratar de despejarse y quitarse el dolor de cabeza. Demasiado Whisky la noche anterior. O poco si hubiese tenido su R&R completo.

Cuando salió del baño vio el mensaje de Carolyn. Como le gustaba mandar, ni que fuese la lider de unidad. Aun así, y pese a que estuvo refunfuñando todo el rato, mientras se vestía y se preparaba, estuvo en el vestibulo con la suficiente antelación como para poder tomar un café triple y engullir medio bocadillo de algo salado.

-¿Alguien mas piensa que nos han hecho una putada? Espero que la misión sea importante. Como nos hayan anulado las RR por ir a escoltar a un VIP a una conferencia me voy a mosquear.-

El teléfono le despertó. Su primera reacción fue buscar su pistola bajo la almohada, pero en seguida reconoció el sonido y recordó donde se encontraba, lo cual hizo que aquel sonido estuviera aún más fuera de lugar. Joder, pero si acababan de empezar su bien merecido R&R, y además en Paris, la ciudad del amor. Se sentó en el borde de la cama, miró al otro lado de esta e hizo unos gestos claros con la cabeza a la figura que había compartido lecho con él.

– Au revour, muñeca, o como coño se diga. –Había olvidado su nombre o quizás ni siquiera se lo había preguntado. Eso no importaba ahora–. Rápido guapa, que es para hoy.

Cogió el teléfono y se fue a una esquina alejada de la mujer, para que esta no pudiera escuchar la conversación. Mientras atendía a lo que el comandante tenía que decirles, lanzó un beso a la francesita, sin perder de vista como esta se vestía para irse con mirada airada.

– Entendido. –No hacía falta decir más.

Cerró la puerta de la habitación, que su visita no se había molestado en cerrar, y fue a darse una ducha rápida. Lo único bueno de haberles sacado de su R&R cuando apenas lo habían comenzado, era que las maletas aún no habían sido desechas, por lo que a Jeff aún le quedaron unos minutos antes de bajar al vestíbulo. Se asomó a la ventana y observó los tejados parisinos. Era una ciudad con un encanto especial, normal que tuviera aquella fama de romántica.

No llegó tarde a su reunión con sus compañeros, pero tampoco fue el primero. Eran profesionales y Jeff se sentía a gusto con ellos, seguro. Como ellos también podían estarlo teniendo al tirador en su equipo. De eso no cabía duda.

– Bien, jefa. –dijo dirigiéndose a Carolyin con una abierta y segura sonrisa–. El trabajo nos llama. Pero que conste que los días de vacaciones no se pierden, ¿eh?

Takeshi ya llevaba levantado más de dos horas. Cuando el teléfono sonó estaba en medio de su meditación, recuperando su alma de los acontecimientos de la pasada misión. Atendió a la llamada sin aspavientos, aceptando que debían de volverse a poner en camino. 

Miró el reloj, todavía tenía una hora, una larga y relajante hora para limpiar su espíritu y prepararse ante de una nueva oleada de violencia, sangre y justicia. 

Permaneció media hora meditando, dedicando la segunda media hora para hacer estiramientos y preparar su equipo. Esperó finalmente a que diera la hora y bajó. Tan puntual como a él le gustaba; es decir, dos minutos tarde. Lo justo para que todos lo estuvieran esperando.

- En marcha - Dijo al llegar junto al resto crujiendo su cuello hacia un lado.

Y aquí iban de nuevo...

Bruja consultó los datos de la agente Nováková en BEARNET. Era una agente al servicio de BEAR durante los últimos 14 años. El expediente era intachable y había participado en más de cien misiones. Sin embargo, no pudo obtener datos acerca de sus últimas misiones: nivel de acceso insuficiente.

Eso era habitual en BEAR. Los agentes solo podían acceder a los informes de las misiones a las que estaban asignados salvo líderes de unidad o agentes con privilegios elevados.

Llegaron al aeropuerto en poco tiempo y localizaron su vuelo a Berlín en pocos instantes. Era un vuelo privado que despegó tan pronto como los agentes hubieron embarcado.

En poco más de una hora y media los agentes llegaron a Berlín. La agente Nováková, sin embargo, llegó treinta minutos tarde. La comitiva la conformaban dos SUV dentro de los cuales se encontraba la agente Nováková y un pequeño grupo de cuatro agentes bien armados, todos con el logo de Fianna International¹.

—Bienvenidos agentes. Pueden montar en el coche, iremos a un sitio más seguro para hablar —dijo tras bajar la ventanilla de su coche e invitando al grupo a subir al otro coche.

Utilizó el vuelo para dar una cabezada, se había acostumbrado a aprovechar esos descansos para pequeñas siestas. Salió de la terminal directa al punto de recogida junto con sus compañeros, pero Nováková no estaba...empezaba bien la misión. La agente que sería su líder en esta misión era un ejemplo a seguir pero Bruja no tenía nivel de acceso suficiente para ver los detalles de sus misiones; en ningún momento piratear la propia BEARNet fue una opción, pero se quedó con las ganas de saber más de ella.

Cuando aparecieron los dos SUVs se sintió tentada a leerles la mente para ver de qué iba todo aquello, sin embargo no quería forzar la situación...aunque se fijó en ellos por si percibía algo extraño.

Mei necesitó usar todo su entrenamiento para permanecer tranquila durante el vuelo y no dejar traslucir su excitación, pero ni siquiera todos los años de estudio puedieron evitar que se notara su contrariedad cuando Milena llegó tarde.

- Buenos días señor - contestó cuando por fin se presentó la agente, mientras lanzaba una última bola de papel a la papelera más cercana.

Sin demora subió al coche que le indicaban.

Al menos en el vuelo se podía dormir, pese al café que pidió nada más despegar. Llevaba solo dos y eso no le quitaba ni la siesta si se ponía a ello.
Bruja había buscado información sombre la que iba a ser la Comandante de la Operación pero a Alexei no le importaba. Estaba claro que si les habían mandado a ellos no era simplemente porque estuvieran cerca. Es porque eran los mejores para el trabajo. Cosa de la cual no tenía duda alguna, al menos en la parte que le tocaba. Y el resto del equipo también sabía manejarselas. Eran profesionales, y en las misiones en las que participaban eso era lo que te permitía salir de ellas con vida.

Tampoco le importó esperar. Aunque admitía que era extraño que después de tanta prisa les tuvieran allí media hora, el ver a Mei ponerse nerviosa con las ganas de empeza era divertido. Aunque claro, después de diez minutos pinchandola la cosa ya dejaba de serlo. Sobretodo cuando te amenazaba con volarte la cabeza, si seguías molestando, una persona que era capaz de volarle las alas a una mosca a 20 metros de distancia.
De todas formas no pudo dejar de hacerlo una vez más cuando la jefa llegó por fín.

- Buenos días señor.- Dijo con exactamente el mismo tono de voz, entonación y acento que Ojos de Serpiente.

Cogió su mochila y se acercó a uno de los SUVs, pero miró a Bruja ya que se había quedado un poco quieta.

Jeff se subió al avión privado de BEAR y tomo asiento junto a Takeshi. El vuelo fue corto, pero con la escasa conversación que le dio Ariete, se le hizo eterno.

– ¿Qué crees? ¿Será una misión de reconocimiento? ¿O de protección? ¿En el mismo Berlín o alguna ciudad pequeña de la periferia? Espero que sea Berlín. Es una ciudad llena de posibilidades para pasárselo bien. Veras, te va a gustar…

Pero Takeshi parecía un muro. Las palabras y preguntas de Jeff rebotaban contra él como si el hombre fuera de piedra. Debía de estar conectando con su chi o como se llamará eso. Así que el tirador dedicó el resto del vuelo a mirar por la ventanilla.

Una vez llegaron al aeropuerto de destino, les hicieron esperar una buena media hora hasta que, de repente, dos enormes SUVs aparecieron y aparcaron a su lado. Los invitaron a subir, debían de ir a algún lugar donde pudieran hablar con más seguridad. Jeff simplemente se encogió de hombros y siguió las ordenes, después de ver que Bruja hacía lo propio.

No tardarían en saber de qué iba todo aquello.

Takeshi, al igual aprovechó el vuelo para comer algo y beber. Aquellos vuelos no se privaban de nada; y no sabían cuando comenzaría la misión o cuando podrían disfrutar de una buena comida. Era mejor empezar el día con el estómago lleno. Una vez satisfechas las necesidades alimenticias se sentó y pudo escuchar las preguntas de Ruiz. Las analizó con calma, dejando tiempo por si tenía alguna otra que formular; aunque más que iniciar una conversación formal parecía querer quitarse los nervios que realmente fomentar una mejora en su relación. Casi a la llegada decidió que quizá si que era una conversación interesante, aunque ya habían llegado. Igualmente decidió responder antes de bajar.

- Prefiero no suponer de que irá la misión, una idea preconcebida puede dar como resultado un análisis precipitado que aumenta las probabilidades de fracaso. - Lo miró y sonrío - Espero que me guste, si - 

A la llegada le supo especialmente mal el retraso de Nováková. ¿Que se había creído para hacerles esperar? Cuando finalmente apareció saludo con una ligera reverencia y se montó en el SUV que su nueva jefa les había ofrecido...

Bruja se esforzó por estar atenta y empleó todos sus sentidos pero ese sexto sentido que en ocasiones le avisaba de esos detalles importantes a los que había que estar atento, en esta ocasión no se disparó. Eso le hizo estar un poco más tranquila antes de subir al coche.

Durante el trayecto, los agentes de Fianna y la propia Nováková permanecieron en silencio, sin contestar a ninguna pregunta de los agentes y sin dirigirles ni una sola vez la palabra. Pronto llegaron a un edificio cercano al distrito financiero y los coches se pararon en la puerta. El equipo bajó y subió hasta un pequeño apartamento situado en el quinto piso que hacía las veces de piso franco.

Una vez dentro, la agente Nováková solicitó los teléfonos de los agentes y se apresuró a pegar un pequeño objeto circular en el anverso de cada uno.

—Disculpadme por todo este secretismo, pero creemos que la unidad Praga está comprometido y se ha infiltrado en ella un topo. No arriesgaré toda la operación por un exceso de confianza.

»Vuestro objetivo son las oficinas de un bufete de abogados, Schmidt, Muller y Roth. Son la tapadera de un centro de datos de los Olímpicos que almacena información procedente de cientos de fuentes repartidas por toda Europa. Los datos más sensibles se extraen a discos externos y se envían a otra instalación secreta por vía aérea. La información que buscamos se enviará mañana a mediodía, por lo que tenéis unas veinticuatro horas para conseguir ese disco duro y traérmelo.

»A partir de este momento debemos mantener un completo silencio de comunicaciones. Vuestros teléfonos han sido desconectados de la red de satélites así que solo podréis comunicaros entre vosotros. El disco duro debería estar ya embalado y preparado para el envío. Todo lo que tenéis que hacer es encontrarlo, pues está etiquetado con la clave "Centinela". NO se lleven nada más, no accedan a los ordenadores ni intenten leer el disco, pues es probable que los datos estén muy bien cifrados e incluyan trampas cazabobos. Un solo error y perderemos los datos.

Bruja notó que la agente Nováková parecía algo distraída durante la reunión. Lo ocultaba bien pero Bruja se dio cuenta de ello. Quizá algo no iba del todo bien.

En un principio Alexei trataba de ser amable e iniciar conversación banal, hablando del tiempo en Berlin y esas cosas. Pero el mutismo de "la jefa" y la actitud del equipo local hizo que cada vez estuviese más mosqueado. Les habían sacado de su tiempo de descanso para algo importante, supuestamente, y tan solo veía malas caras.
Claro que cuando Nováková les explicó qué pasaba podía entender la situación. Un topo en un equipo Bear podía ser algo muy peligroso.

-Mmmm. No quisiera parecer impertinente, pero. ¿Cómo sabemos que no hay más topos infiltrado en su equipo? ¿O que es su equipo el que está comprometido? Al sacarnos de la Bearnet no tenemos acceso a nada y sólo podemos fiarnos de que usted es quien dice ser porque lo dice usted. -

Alexei no sabía si alguno de los demás pensaba como él, pero tampoco le importaba. Tenía sus dudas y prefería exponerlas. La misión en sí no la veía dificil, y menos para alguien con sus habilidades. Tan solo tenían que "conseguir" a alguien que pudiera entrar en el edificio y él le suplantaría. Luego era entrar, coger el "paquete" y salir. Pan comido.
Lo que le preocupaba era darselo a la persona correcta.

- ¿Como haremos para encontrarle y darle el disco duro?, ¿si ocurre alguna emergencia, como contactaremos con BEAR? -preguntó Mai en cuanto Milena respondió a las preguntas de Alexei, la joven parecía más preocupada por las cuestiones operativas que asustada por una posible traición.

En cuanto subieron al piso franco y Nováková empezó a explicarles los motivos de su silencio durante el viaje, Jeff se acercó a un lado de la ventana que daba a la calle principal, aquella por la que acababan de llegar y, sin correr las cortinas, comprobó si veía algún movimiento extraño, alguien que hubiera podido seguirlos hasta allí, o que estuviera apostado vigilando el edificio.

Cuando sus compañeros empezaron a mostrar abiertamente sus dudas y a hacer las preguntas oportunas, el tirador se unió a ellos.

– Bien, señora Nováková. Nos hace venir hasta aquí para decirnos que no puede confiar en los suyos y, sin embargo, es a nosotros a quienes pone usted en duda, negándonos nuestro acceso al exterior.

Decididamente no era la mejor manera de empezar una misión común.

– ¿De donde ha sacado usted la información acerca de los Olímpicos y como podemos saber que no es una trampa? Usted misma nos esta diciendo que hay un topo entre los suyos. ¿Y si le han pasado esta información únicamente para emboscar a un equipo de BEAR? ¿No lo ha pensado?

Jeff no las tenía todas tan claras. La misión parecía demasiado sencilla, pero eran esas las que precisamente solían complicarse al confiarse el equipo demasiado.

– Saben la hora en la que parte el mensajero con el paquete. Saben que transporta los discos a algún tipo de aeropuerto secreto -aunque no parece muy secreto si saben tanto- ¿Por qué no tender una emboscada al transporte mientras esta de camino? En las oficinas de ese bufete hemos de contar con algún tipo de resistencia por parte de los Olímpicos. De camino será posiblemente más sencillo. –terminó de explicar en alto sus divagaciones.

Takeshi era de los que mantenía la boca cerrada si no tenía nada que decir. No era dado a las conversaciones y prefería la acción a las palabras. En cualquier caso sabía que si su equipo tenía aquel tipo de dudas no estaban infundadas. El japonés recogió su teléfono móvil y lo observó, aprovechando el momento para encender el micrófono y grabar toda la conversación y preguntas. Si era una trampa y caían como bobos tendrían pruebas contra aquella mujer. 

No es que Ariete sospechara, pero si lo hacían sus compañeros era algo que no podía dejar pasar. 

- Entiendo que si es tan importante recuperar ese disco duro tenemos permiso para usar toda la fuerza disponible a nuestro alcance. Y que BEAR se encargará de solucionar los posibles problemas y conflictos que pudiéramos llegar a crear - 

Su mente estaba comenzando a calentarse, enviaba señales a su cuerpo de ir activándose. Un ligero espasmo en el brazo derecho avisó de ello. Takeshi se estaba preparando, y no tardaría mucho en estar a plena potencia...

Bruja se quedó mirando a Nováková unos segundos antes de responder: Mis compañeros ya han expuesto las dudas que presenta esta misión y no me hace falta leerle la mente para saber que hay algo más - no era una amenaza, solo un recordatorio de que podía hacerlo. Ayer iniciamos nuestro R&R y nos han sacado para ayudaros, así que creo que dado que vamos a arriesgar nuestro cuello por vuestro equipo nos merecemos tener toda la información.

Esperó la respuesta de su "jefa".

Nováková miró fijamente Alexei.

—¿Tengo que creerme que no han investigado sobre mi antes de venir? —dijo con cierta sorna—. Son ustedes unos profesionales... seguro que ya han hecho su trabajo.

Forzó una sonrisa un dirigió la mirada a Mei, que acababa de preguntar.

—Me encontraréis en el hangar del aeropuerto donde nos encontramos. Si tenéis algún problema, tendréis que arreglaros. Esta vez estáis solos. Comprended que tiene que ser así.

El gesto se enrudeció después de las palabras de C1FR4.

—¿Es que no habéis entendido nada? Nadie está hablando de que se os ponga en duda. La restricción de comunicaciones es únicamente por su seguridad y por la seguridad de la misión. Si alguien interceptara vuestras comunicaciones, y tenemos motivos para pensar que alguien lo hará, podríais pasarlo muy mal y no conviene arriesgar más de lo necesario. Tengo plena confianza en vosotros. El comandante Terekhov¹ me ha dado excelentes referencias de vosotros y, por supuesto, tengo plena confianza en mi equipo —dijo en referencia al comentario de Voronov—. Toda la información se extrae del equipo de inteligencia de BEAR, por supuesto. Venimos monitorizando los movimientos de SMR² desde hace tiempo. La información es fiable, creedme.

»La información se extrae a medio día —dijo más tranquila—. A las 15:30. El problema es que no siempre se extrae la información del mismo modo. A veces lo hacen en furgones blindados, otras veces un mensajero a pie, otras por el helipuerto. Es difícil cubrir todas las opciones pero, naturalmente, tenéis completa libertad de acción. Pero como siempre, tengan cuidado con dejar víctimas civiles.

Las miradas de Bruja y Novákova se cruzaron unos segundos que parecieron varios minutos. La mirada de aquella mujer era penetrante y llena de dudas y Bruja pudo notarlo de inmediato.

—No hay nada más, os lo aseguro. Es simplemente que esta operación me está volviendo paranóica. Si quieres leerme la mente, adelante, hazlo³.

- Entendido - 

Dijo llanamente Takeshi. Órdenes son órdenes. No hay más que discutir allí. En cualquier caso sería una misión corta. 24 horas. Si todo iba como era de esperar mañana podíamos estar cenando en el hotel de nuevo.

- Si sabemos que se extrae a las 15:30 tenemos hasta esa hora para cubrir la salida por aire y por coche. Todo lo demás podemos improvisarlo o hablarlo sobre la marcha. - 

Miró a Milena.

- ¿Podría facilitarnos un helicóptero y un vehículo rápido para mañana por la mañana? -