Partida Rol por web

mmm no me parece muy buena idea, no sabemos que tan grande pueden ser estas cavernas ni cuantas criaturas pueden haber dentro, pero no planea dejar que sus compañeros se arrieguen sin su ayuda asi que los sigue!!! muy callado no quire desalentar a nadie!!! estuvo muy callado desde el ultimo combate!!!

Mientras los demás entraban en la entrada a la cueva, Nieve se deleitó con la visión de algunos traseros de sus compañeros mientras estes se inclinaban  para acceder al interior. Cuando el ultimo de ellos entró. Nieve dió un rápido vistazo a su alrededor por si acaso alguien o algo los observaba. No le apetecia nada ser atacada por sorpresa,por lo menos no en una cueva angosta y estrecha.

Al asegurarse que nada ni nadie le iba a atacar por la espalda, recogió su arco y reptó sinuosamente por la abertura por la cual habian ido el resto de sus compañeros.

Uno a uno os metéis por los túneles subterráneos, siguiendo a la impulsiva deva en busca de su compañero animal. Los túneles son estrechos y os veis obligados a avanzar en fila. Adara abre la marcha, portando un cetro luminoso que arroja luz en las oscuras profundidades. Zannan y Thoradin van detrás de la invocadora, seguidos por Nieve y Haggar. El caballero se queda rezagado, a la espera de que pase la exploradora felina, para cubrir la retaguardia. 

Thoradin, en una demostración de la unión que los enanos pueden llegar a tener con la tierra y la piedra, va guiando los pasos del grupo y dando indicaciones a Adara. En una intersección de túneles, consigue evitar que el grupo tome la dirección por donde el túnel no es demasiado estable y se les podría haber venido el techo encima (de la misma forma que durante el combate, Zannan y Haggar casi son engullidos por la tierra).

Seguís avanzando por la dirección sugerida por Thoradin, sin saber la mayoría de vosotros exáctamente hacia dónde os dirigís, pues bajo tierra y sin ningún punto de referencia todo os parece igual. Es en ese momento cuando el suelo bajo vuestros pies empieza a temblar y a resquebrajarse, abriéndose en cuestión de segundos e iniciando todos una caída hacia lo desconocido...

Entrar por esos conductos con la armadura que llevaba no era buena idea, pero la preocupacion por su compañera la hacia avanzar agarrando firmemente el foco de luz que tenian.

el guerrero entro al final con el animo de cuidar la retaguardia pero el félido trasero de nieve se contoneaba frente a el, por lo menos un lindo recuerdo me quedara de estas cuevas pensó con una sonrisa, cuando escucho el quiebre solo alcanzo a alzar la mirada y tratar de mascullar una maldición pero era tarde, todo era tierra, oscuridad, caída y sus manos sin hallar un asidero.

La compañera invocadora entra en la cueva, cual grácil felino se adentra sin ningún tipo de problema en el pequeño y estrecho pasadizo por el que el minino de ésta desapareció. Seguidos de ella, entramos los dos enanos, no tan grácilmente, pero conseguimos entrar entre suspiros y graznidos por aquella estrecha entrada - Maldita sea.... entre la armadura y el martillo.... ¡¡maldita sea!! se me ha enganchado el escudo en ese saliente... mmmppfffffff... ¡¡ya joder!! por fin se ha soltado el chisme este... -

Finalmente todos habíamos entrado en el estrecho pasadizo y Thoradin en un alarde de sabiduría nos iba guiando por aquellas estrecheces, las cuales gracias a la pericia del hermano enano, se fueron ensanchando hasta que se pudo caminar más o menos holguero.

La cuadrilla avanzaba lo más rápido posible, pero con el mayor cuidado que se pudiera, pues ya tuvimos Haggard y yo un pequeño aviso - Cuidado chicos, esto puede tener más trampas que una feria ambulante.... - comenté entre susurros para que mi grave voz no turbara la tranquilidad de las rocas.

La deva avanzaba con decisión, y al rato de ir adentrándonos en la cueva, algo comenzó a ir mal... - ¿que está pasando? - comenté con los brazos abiertos intentando agarrarme a alguna roca saliente o raiz que pudiera haber en algún sitio, pero sin ninguna fortuna. El suelo comenzaba a ceder bajo nuestros pies y en cuestión de segundos comenzamos a caer hacia vete tu a saber que agujero más profundo. El temor de hacia donde llegaríamos o contra que llegaríamos a parar empezó ha hacer mella en mí, pero en un alarde de serenidad, me sobrepuse a la situación y comencé a utilizar el martillo para ir dirigiendo la caida y colocar el escudo de tal forma que pudiera amortiguar el golpe al que nos enfrentamos....

Estaba mas que claro que la cambiante no estaba agusto reptando entre piedras y salientes. Cada vez que avanzaba alguna piedra o algún saliente rozaba con su piel, agijoneándosela y dejando una marca rojiza. Nieve conseguía a marchas forzadas seguir el paso de sus compañeros,cosa que le costaba debido a la estrechez del improvisado pasillo. De vez en cuando sonreía cuando descubria que los ojos del caballero de la luna sobre sus curvas, lo cual conseguía de cierta manera, hacerle el camino mas agradable.

De repente, se vió arrastrada hacia abajo, justo cuando la tierra a sus pies se resquebró y desapareció en minúsculas particulas de polvo. Nieve maulló maldiciendo los lugares cerrados y a los toscos pasajes de las cuevas, auqne por suerte nadie llego a entenderla mientras caía.

Conforme el suelo se abre bajo vuestros pies, iniciáis una caída hacia el vacío y la oscuridad que se os antoja eterna. Aunque realmente la caída solo dura un par de segundos hasta que chocáis con una pared más o menos inclinada que frena la caída. El descenso es doloroso, no solo debido al golpe, sino también a la forma irregular de la pared con piedras afiladas que se clavan por todo vuestro cuerpo y producen cortes y arañazos.

Zannan es el único que consigue controlar la caída.

Cuando llegáis al fondo, la oscuridad es total. Adara, por suerte, se aferra a su cetro solar como a un clavo ardiente y os proporciona algo de luz. Os encontráis en una enorme caverna subterránea. El aire esta viciado y un olor rancio y nauseabundo a carne en descomposición impera en el ambiente. Con la poca luz que tenéis, observáis que en el lugar hay cadáveres de todo tipo, tanto animales como humanoides. Proveniente del fondo de la caverna podéis escuchar el sonido desagradable de carne siendo rasgada y huesos quebrados, acompañado de pasos que se arrastran, gemidos agonizantes y, finalmente, chasquidos y siseos...

Haggard sintió el sabor de la bilis en su garganta ante al nauseabundo olor, pero mantuvo la compostura y logra contener las arcadas, la putrefacción del lugar presagiaba que había acertado en algo a la suposición y pronto encontrarían algo mas de lo que buscaban.

se incorpora con las dos manos del piso repleto de restos una sensación viscosa envuelve sus dedos cuando estos se hunden ligeramente en las asquerosas profundidades de un lodo, o lo que el prefería creer que era lodo, mientras se ponía de pie,¿están todos bien? susurra buscando la cara de sus aliados, entonces lo sonidos de la cueva se hacen mas siniestros, no estamos solos, pero algo me dice que no es el enemigo que se supondría encontraría aquí. piensa clavando sus ojos en la recamara.

sus manos acostumbradas a la batalla, deja libre el acero de su espada y la cobertura de su escudo, da un pequeño paso adelante y se protege tras el escudo esperando lo peor.

El golpe fue tremendo y aunque estaba aturdida su preocupación era mas la de baghuera. Empezó a iluminar de un sitio a otro mientras la buscaba, rezando que no fuera uno de esos cadáveres. Susurro, ya que los sonidos que escuchaba le hacia pensar que no estaban solos. Baguera? Donde estas pequeña?

Cuando Adara ilumina las inmediaciones de la caverna, podéis observar como a lo lejos aparecen cuatro siluetas que se acercan tambaleándose hacia vosotros, gimiendo de forma agónica. A primera vista parecerían personas, si no fuera por que les faltan trozos de carne, alguna extremidad o incluso los ojos, su aspecto es pútrido y uno de ellos hasta lleva las entrañas colgando de su vientre abierto...

No obstante algo más llama vuestra atención. Tras un pilar formado por estalactitas y estalagmitas cercano podéis ver un enorme cuerpo acorazado degustando su festín. Entre sus pinzas sostiene a su presa, algún tipo de animal de pelaje oscuro, y sus fauces parten el cuerpo inerte por la mitad rompiendo huesos, tejido y tendones por igual. La criatura suelta a la sanguinolenta masa sin vida cuando detecta la luz del cetro y comienza a emitir unos siseos bastante molestos, a la par que va irguiéndose sobre sus patas traseras. Os veis obligados a levantar la mirada para contemplar el tamaño de su envergadura. Finalmente, la criatura emite unos chasquidos sordos que resuenan por toda la caverna. Se trata del kruthik más grande que habéis visto en vuestra vida...

Me LLeva.... arrhhh donde estamos? 

me encuentro un poco dolorido y desorientado, me reicorporo y trato de tirar un hechizo para saber un poco mas de donde estamos y que nos rodea???

Los breves instantes que dura la caída, el tiempo parece haberse parado. El par de segundos que estamos cayendo, parecen horas.... el duro suelo no llega nunca, hasta que, por fortuna, una pared inclinada comienza a parar nuestra caída. Por el rabillo de los ojos, me percato de que los compañeros están teniendo serios problemas para llegar al suelo intactos - mira la gata arreando culetazos por toda esta pequeña pared inclinada.... ¿no debería caer sobre sus pies? ¿y los demás...? déjate de chorradas Zannan, usa tu escudo para ir dirigiendo la caída y no lastimarte... - pensé mientras iba esquivando las rocas salientes de la pared que cortaban como una espada recién forjada.

Tras el pequeño varapalo que ha ocasionado al grupo la pequeña caida, llegamos a tomar tierra por llamarlo de alguna forma. Todo está oscuro, el hedor que se respira en el ambiente es insoportable - ¿a que leches huele aquí? el caso es que el hedor me es familiar..... ¡¡Por Bahamut!! es olor a carne putrefacta... ¿donde hemos ido a par.....? - no había terminado mis pensamientos, cuando Adara ilumina la estancia ayudada por su cetro y nos desvela lo que nos espera.

Los sonidos del fondo de la cueva se convierten en una visión tétrica, un bicho bastante más grande que los escarabajos a los que nos enfrentamos en el exterior, se deja ver justo en el instante que partía un cuerpo por la mitad con sus garras. Tuve que levantar la mirada más de la cuenta para poder observar al escarabajo en todo su esplendor, pero no solamente había un tremendo escarabajo, junto a él, se encuentran unas criaturas con forma humana, pero con mala cara... - esos seres tienen pinta de ser zombies... -

Thoradin, desconcertado tras la caída, mira en derredor tratando de ubicarse. La caverna es grande y gracias a la luz del cetro de Adara puede ver todo cuando los rodea, descartando enemigos ocultos. No obstante el enano se da cuenta de varios agujeros en las paredes; uno al sur de la caverna y otros dos al oeste.

A Zannan no le cabe duda de que los cuerpos que se arrastran tambaleantes son zombis, cadáveres reanimados mediante magia corrupta que no se dedican a otra cosa más que a matar y consumir seres vivos.