Partida Rol por web

-Kurosawa, ayúdeme con ésta.- Señaló a la Wesker. -Regístrela y asegúrese que no pueda soltarse. Si ve que intenta despertar, vuelva a dormirla. No sabemos si también se haya inyectado alguna cosa.- Por su parte ella se acercó a Parker. -Suba al coche y no intente nada, o hará el viaje dormida también. Puede aprovechar el viaje para contarnos todo lo que sepa de este lugar. Arriba.-

Si la mujer obedecía, ordenaría a Tankian que la revisara también. -Doctor, apresúrese. Nos vamos ya.- Lanzó una última mirada a Mercer. Lo más triste de todo era que Riahnna entendía que entre Wesker y Mercer, el segundo era menos monstruo que la primera. Pero había que tomarse una decisión.

Un simple disparo y Mercer había caído, al fin algo salía como lo planeado. Todos cumplieron su parte y estábamos dispuestos a salir del lugar.

- Sargento, no sé el nivel de regeneración que tendrá esta cepa, así que aconsejaría dejar explosivos en el cadáver para que revienten cuando estemos en una distancia segura.- comento sin más mientras no dejo de vigilar los alrededores para evitar más sorpresas tan cerca del final.

La sargento escuchó las palabras de Tankian y asintió. -Buena idea. Me encargaré de ello.-

Akira asintió mientras se dirigía hacia Wesker. Cuidadosamente, palpó todos los bolsillos disponibles a primera vista para después ir retirando capas en busca de cualquier lugar escondido que tuviera alguna pista o algo de interés. Una vez registrada, el japonés se aseguró de que estaba bien amordazada y se quedó a su lado, pendiente de que no despertara.

- Me parece una idea muy acertada - dijo refiriéndose a Sasha.

Karen Parker no se resiste al arresto y lo único que Sasha le encuentra de interés encima es un pendrive con el logo de Gentek. Tras dejar el paquete explosivo en el cadáver decapitado de Mercer el equipo de la B.S.A.A. sube al todoterreno y escapan a toda prisa hacia Dryfield, cruzando el portón hacia la noche del desierto de Nevada. Kyle apura la potencia potencia del motor manteniendo el coche a la velocidad justa para no volcar mientras recorre a toda prisa los kilómetros que los separan del pueblo.

Tal y como dijera Mercer un escuadrón completo de la B.S.A.A. dirigido por la agente Jessica Sherawat se ha encartado de limpiar Dryfield y rescatar tanto a Gary Douglas como a Flint.

Bienvenidos, equipo - saluda Jessica - ¡Hombre, pero si es Alex Wesker! ¿Qué tal, zorra? Tenemos una preciosa celda esper...

La descarga del láser orbital convierte la noche en día y golpea el complejo minero haciendo temblar el pueblo de Dryfield.

¿Qué cojones está pasando? - exige saber Sherawat.

Las sucesivas descargas levantan una densa nube de polvo que se acerca a toda velocidad al pueblo...

Akira se tomó unos segundos para respirar y estirar el cuello. Parecía que el final había llegado y dentro de lo que cabe, la misión había tenido éxito. A los lejos, los compañeros de la BSAA esperaban la llegada.

- Nos alegra ver caras conocidas - dijo Akira saludando a Sherawat -. ¡Flint! - dijo acercándose amistosamente al perro -. ¿Cómo se encuentra, señor Douglas?

Aquel momento de tranquilidad a penas duró unos minutos, cuando unas descargas comenzaron a barrer toda la zona cayendo aleatoriamente.

- Mierda... tenemos que irnos de aquí a toda hostia.

Estaban fuera y justo a tiempo. Ver al equipo de refuerzos le supuso un momento de alivio a la sargento, que tenía ganas de poder dejar todo eso atrás y brindar una cerveza a su equipo. Sin embargo era muy pronto para cantar victoria. Luego de lo que habían vivido dentro del complejo, y habiendo visto mínimamente la magnitud de las instalaciones, tenía muy claro que todo el pueblo se destruiría bajo la fuerza de aquel rayo masivo.

-¡No hay tiempo para explicaciones! Hay que poner kilómetros de distancia, ¡ya!- Ordenó Riahnna González. Luego de todo lo que habían pasado, sería una gran putada no llegar al final de aquella historia.

Por suerte en el recorrido final no hay ninguna sorpresa o encontronazo más. Ante el otro equipo no digo nada mientras me mantengo vigilante. Sin embargo no puedo evitar enarcar una ceja ante la pregunta cortada de Sherawat.- ¿Acaso algún laboratorio de estos sobrevivía al pánico de sus miembros cuando los descubrían y el botón de autodestrucción empezaba a brillar como una escapatoria preferible?

Sea como sea la orden estaba dada y yo no tenía mucho más que hacer, así que mantengo la situación y contemplo la destrucción mientras nos alejábamos.

El equipo de la B.S.A.A. llega con sus dos prisioneras al Stallion en mitad de una ventisca de polvo y arena. Cada pulsación del láser orbital hace retemblar el aparato como si fuera a volcar. Kyle se dirige a los mandos seguido de cerca por Even, que se pone inmediatamente con la radio (1). 

El interior del helicóptero resulta mucho más espacioso con la ausencia del HUMVEE, lo que permite a Kyle maniobrar con más ligereza para alejarse de la destrucción (2)...

Maldición - masculla Even mientras manipula la radio - Demasiadas emisiones electromagnéticas. No consigo contactar con el cuartel general ¿Qué tal tú?

Los indicadores del aparato se sacuden como locos con cada disparo del láser, y sólo la pericia del piloto le permite prescindir de ellos y pilotar a la vieja usanza sin estrellarse. Sin embargo la cosa cambia súbitamente cuando una luz roja se enciende en el cuadro de mandos junto a una indicación que dice: "Rampa trasera abierta"...

Por un momento el japonés se relajó en uno de los bancos de cuero laterales del Stallion. Inclinó hacia los lados la cabeza, haciendo crujir el cuello mientras suspiraba. Después, se asomó por una de las ventanillas, siguiendo con la mirada los rayos que van golpeando el suelo.

- Oye, Sasha - dijo Akira inclinándose mientras clavaba sus codos en las rodillas -. ¿Crees que habrá algo de interés en el pen que has encontrado? ¿Qué me dice, sargento?

El Stallion se sacude a merced del viento, mantenido en el aire sólo por la presencia de Kyle. Karen Parker se aferra a su arnés con gesto tenso, mientras que Alex Wesker no deja de mirar las esposas que le sujetan las manos.

De repente el interruptor de la rampa trasera se activa sin que nadie lo toque. Conforme la rampa empieza a bajar la bodega es invadida por fuertes corrientes de aire que arrastran consigo una espesa polvareda. Un pequeño objeto metálico traquetea por la rampa: las esposas de Wesker.

Ups - dice la mujer mostrando sus muñecas libres...

El láser gigante a nuestras espaldas no me hace ninguna gracia así que acelero todo lo que puedo, dejando por una vez que hablen los demás con Jess y me encargo de lo mío que es... Evitar que el equipo se haga puré. Suelto un suspiro de alivio al estar de nuevo a los mandos del Stallion, al que no parecen haberle hecho nada esos asquerosos zombies. 

- Muy bien, y ya que no has hecho nada de pum-chimpum ahora nos vas a llevar a casita. ¿A qué sí, Stally de mi corazón? ¿Quién es un helicóptero bueno? ¡Sí, tú lo eres...!

Me callo en el momento en el que Even se pone de copiloto y pongo mi cara más seria, luchando por contener la risa, mientras arranco el Stallion. Eso sí, está claro que eso del láser gigante no nos va a sentar nada bien al viaje. Voy cambiando a los controles manuales, volviendo a acostumbrarme a ellos como si nunca me hubiera olvidado de ellos. 

- Oh, yo de momento voy bien. Esto es más emocionante que los vuelos controlados, tengo que pedirles que me dejen salir más de misiones. - digo emocionado por la situación - ¿Lo del láser suele ser normal? Y... - mientras pregunto, me fijo en una de las lucecitas que no debería estar encendida y se me escapa una risa nerviosa, mientras cojo la radio.

La radio se enciende y se escucha la voz de Kyle.

- Jejeje... Ejem, Doble-K al habla, no hay tiempo para chistes pero rogaría a nuestros tripulantes que comprueben que no van a salir volando de inmediato. A lo mejor es una tontería de nada, pero Stally me dice que vuestra rampa de atrás está abierta. Me pasaría a saludaros y comprobar eso, pero tengo un láser gigante detrás y algo me dice que es más importante que repartiros patatas fritas. 

Akira se levantó del asiento y desenfundó los dos subfusiles automáticamente al ver como la compuerta se abría. ¿Qué coño estaba pasando?

- No te muevas, Wesker... - le dijo mientras le apuntaba - No te muevas si no quieres que te cosa a tiros, cosa que podría haber hecho antes...

- No lo sé, eso ya es cosa de a quién le toque escribir el informe.- digo sin siquiera hacer un amago de sacarlo. Pues a no ser que recibiera una orden directa no le veía mucha lógica a ello ahora mismo, sin embargo otros problemas ocuparon rápidamente mi mente.

Por supuesto que esto no podía acabar con facilidad, desenfundo rápidamente la pistola y a diferencia de mi compañero disparo contra la rodilla de la mujer sin ningún miramiento. Aun sí le doy seguiré apuntándola dispuesta a volarle la cabeza, por si acaso estaba infectada con alguna cepa estúpida que se había guardado.

La repentina apertura de la rampa del helicóptero junto con la caída de las esposas hicieron que Riahnna maldijera de inmediato. Luego de lo que Even había contado sobre los niños con habilidades, y lo que había leído en el diario, ¿no habría sido lógico que aquella mujer, al igual que Mercer, buscara tener esas capacidades? Kurosawa amenazó a la prisionera, pero Tankian actuó sin preguntar, y la sargento hizo lo mismo seguidamente, saltando hacia Wesker para intentar retenerla contra el asiento y evitar que intentara saltar del helicóptero, agarrándose con fuerza a los cinturones procurando que la mujer no se soltara ni ella saliera despedida. Con un movimiento rápido buscó que la cabeza de la mujer impactara contra algo duro, para intentar dejarla inconsciente de nuevo.

-Kyle... Dime que esta cosa tiene controles informáticos... Algo a lo que poder conectarme...-Le digo, mientras busco en la cabina equipo de la BSAA. Un ordenador, o cualquier tipo de terminal y herramientas.-No me gusta nada eso de que no nos respondan... Tiene que estar pasando algo ahí detrás. 

El disparo de Sasha abre un agujero de lado a lado en la rodilla de Wesker haciéndole caer sobre su asiento incluso antes de que Riahnna se siente sobre ella para inmovilizarla y le estrelle la cabeza contra la pared. En vez de quedar aturdida la mujer lanza una carcajada maníaca mientras su cuerpo se transforma rápidamente: La piel se vuelve de color morado, recubierta por una mucosidad acuosa brillante. Varios tentáculos surgen de diversas partes de su cuerpo, que aumenta de tamaño descabalgando a Riahnna sin necesidad de que Wesker se mueva. En su pecho surge una tumoración palpitante de brillante color naranja justo por encima del corazón. Los ojos, dos orbes de color rojo, refulgen cuando hace un gesto con la mano invocando una oleada de fuerza electromagnética con la que intenta arrancar las armas de las manos de los soldados para arrojarlas por la rampa abierta.

Pálida de terror, Karen Parker se suelta el arnés...

Los sistemas electrónicos del aparato parpadean, se apagan y vuelven a parpadear súbitamente. Tanto Kyle como Even reconocen los efectos de un pulso electromagnético, pero en este momento no ha caído ningún disparo del láser que haya provocado el pulso...