Partida Rol por web

En cuanto la puerta se abrió ante ti apareció una habitación no demasiado amplia pero con una iluminación bastante escasa. Lo que primero te llamó a la atención es que todo estaba recubierto de telarañas: el suelo, las paredes, el mobiliario. De hecho, dicho mobiliario fue fácilmente reconocible para ti; era una especie de taller, seguramente allí los presos dedicaban horas para canalizar su represión en forma de chapuzas metálicas que quizás podrían servirle a alguien. El lugar a simple vista no tenía nada de especial, pero requeriría un examen más exhaustivo para intentar encontrar alguna pista o detalle de interés.

Para ti era todo un enigma el saber qué había pasado allí más que nada porque si fuese el descuido el detonante de aquel panorama se debería haber repetido también en el resto de salas. Con un rápido vistazo detectaste algo que resultaba curioso, se trataba de una máquina de escribir también recubierta de telarañas que tenía aún un folio puesto tras el rodillo, tenía algo escrito pero desde tu posición y con aquella pegajosa hebra por doquier era bastante complicado tener una idea clara.

-No se si vendría bien gastar una hierba en una herida, pero si lo ves necesario... la aceptaré - mencioné mientras Terri se acercaba a la puerta, la cual al parecer seguía cerrada. - ¿Y bien? No se abre, entonces igual deberiamos reunirnos con Susan.

¿Vamos? - Pregunté mientras me incorporaba poco a poco esperando la respuesta de Terri

-De acuerdo, reservaremos la hierba para más adelante -añadí, con una sonrisa, asombrada por la entereza que estaba mostrando mi compañera.

Era posible que, más adelante, aquella planta nos resultase mucho más necesaria. Era poco probable que solo hubiera dos presidiarios putrefactos en la prisión.

-Vamos -asentí, sacando de nuevo la Beretta y comenzando a avanzar junto a Chambers-. No me parece una buena opción separarnos después de lo que hemos visto. Espero que Susan no esté en problemas.

Observe durante un rato la habitacion en busca de pruebas pero no vi nada salvo un monton de herramientas viejas y telarañas... nada importante salvo una vieja maquina de escribir que parecia estar fuera de lugar completamente .
Cuando me acerque a la misma vi que habia una hoja en ella con algo escrito...

Guarde mi arma y me disponia a leer el mensaje cuando entraron mis compañeras.

-Aqui en la maquina de escribir parece que hay algo chicas. -Entonces tome aire y me dispuse a leer el mensaje...

-¿Una máquina de escribir? -inquirí, observando el objeto, un tanto extrañada-. No parece que sea muy nueva y, a juzgar por las telarañas, da la sensación de que no la utilizan desde hace un tiempo. Quizá alguien haya escrito un mensaje sobre lo que aquí sucedió.

Decido aproximarme a O'Hare para leer el mensaje escrito en la máquina.

Al llegar Susan estaba con una maquina de escribir, diciendonos que había algo escrito, gracias a Terri me acerqué con ella - ¿Qué pone en esa hoja? - Mientras esperaba que dictara lo que decía la nota, miré la habitación - ¿No hay nada util por ahí? - Pregunté también. Al fin estabamos las tres juntas después de ese mini caos.

Ahora faltaba que no hubiera otro más grande

En cuanto el equipo observó el lugar pudieron ver horrorizadas como una gigantesca araña yacía escondida entre las telarañas. La criatura no dudó en desprenderse del techo para palpar con sus ocho patas el sueño. Aquella monstruosidad podía pesar más de 80 kilos perfectamente y la mostraba como culpable del estado de dicha habitación.

Aquella situación demostraba que no era normal lo que se estaba viviendo en aquel centro penitenciario ¿cual era la verdad que encerraba todo esto?¿cómo podía existir una criatura así?¿sería la culpable de la llamada de auxilio?

¡Ahhhh!
No pude evitar lanzar un alarido al ver semejante engendro...
¡Matad a esa cosa!¡Dios mio disparadle!
Entonces volvi a sacar rapidamente mi arma que casi quedo atascada en su funda, fueron segundos de tension pero finalmente apunte con el cañon de mi Beretta hacia los ojos brillantes de la araña y abri fuego.

-¿Que? - Me sorprendí cuando aquel bicho que estaba entre las telarañas, nos vió a nosotras. El susto fue grande para todas pues no la esperabamos. - primero hombres que parecen monstruos, ahora arañas gigantes del aberno. - ¿Qué diablos está pasando aquí?

Susan tomó la iniciativa, y nos dió la orden de que atacaramos, cosa que no tardé en hacer pese a mis heridas, y ya llevaba el arma en la mano, así que solo apunté empecé a disparar

Al divisar a aquella araña gigantesca, dejé escapar una sonora maldición. O'Hare y Chambers fueron las primeras en disparar, pero aquella horrenda criatura gigante cubierta de pelo aún seguía en pie.

-¿Qué mierdas ha sucedido en este sitio? -exclamé, horrorizada, pese a que sabía que mis compañeras no tenían ninguna posible respuesta que darme.

Viendo que la araña no moría por los disparos de mis compañeras, tomé mi Beretta y decidí abrir fuego sobre el monstruo, decidida a coserlo a tiros.

-¡Muere, hija de puta! -grité, presa del pánico.