Partida Rol por web

Tras ver a mi compañera abatir a uno de los presidiarios alzé mi arma contra los dos objetivos que todavía seguían en pie. Los disparos se sucedían pero parece que no afectaban a aquellas cosas que seguían hacia adelante tambaleándose hacia nosotras.

Mientras permanecía distraída disparando hacia uno de ellos, el otro me agarró por un costado y clavó sus amarillos dientes en mi brazo seccionando algún tendón lo que me hizo perder fuerza en la mano y soltar la pistola.

¡Ahhhh!, ¡Sueltame maldito bastardo!-Grité al notar el lacerante dolor que atravesaba mi brazo. Entonces di  un paso atrás y resbalé con la sangre del primero de aquellos seres en ser abatido y caí de espaldas sobre el arrastrando conmigo a aquel qué intentaba devorar mi brazo.

Haciendo un esfuerzo considerable para no caer inconsciente por el dolor,intenté levantar los brazos para cubrirme de la presa mortal de aquella cosa pero tenía el nervio seccionado y mi brazo derecho no se levantó. Entonces aquella cosa arremetió con más fuerza.Podía oler su aliento a osario y notaba el contacto de su piel blanda y putrefacta contra la mía.

Escuché dos disparos más y trozos de sangre coagulada saltaron de aquella cosa, pero no fueron suficientes para frenar el avance de sus dientes hacia mi cuello. Aquella cosa hundió sus dientes en mi carne y desgarro la arteria haciendo que un chorro de sangre le salpicase la cara mientras sus lechosos ojos sin vida se clavaban en los míos. Entonces todo se fundió a negro...

De repente os despertasteis con una extraña sensación en el cuerpo. Sentíais como si en algún momento hubierais sufrido algún daño sin embargo todo estaba en su sitio.

Mirasteis a vuestro alrededor y comprobasteis rápidamente donde estabais situadas: era el taller repleto de telarañas.

A vuestro lado estaba la máquina de escribir con el mensaje que previamente habíais dejado escrito.

Sabíais que teníais aún una misión que cumplir pero, ¿qué había pasado?¿Por qué tenéis esa sensación de desorientación? Era como si hubieseis despertado de una pesadilla horrible.

-Esto es insólito -dije, mirando confundida a mis dos compañeras-. Juraría haber imaginado que había tres de esos reclusos en una sala y que nos atacan... Yo mataba a uno, pero otros comenzará a devorar a O'Hare, y luego... Habrán sido solo imaginaciones mías, pero parecía tan real...

Me sentía completamente descansada y con mis energías recuperadas. Sin embargo, al echar una mirada a mi Beretta, di un ligero suspiro.

-Creo que tendríamos que hacer inventario de lo que tenemos -dije, con gesto amargo-. Me quedan cinco balas y creo que con esto no nos da ni para enfrentarnos a más de esos seres. ¿Cuántas balas tenéis vosotras?

Yo..,yo recuerdo...,morir...-dije a mis comoañeras mientras me palpaba el cuello en busca de heridas.

Quizas el neurotoxico de esa maldita araña nos a afectado al sistema nervioso y hemos sufrido una alucinación colectiva.Pero...era tan real...

Decidí no hacer suposiciónes y al oir las palabras de Shepard saqué el cargador de mi Beretta y comprobé la munición.

11 balas y un cargador lleno, creo que no seran suficientes....¿Vosotras?

Fue extraño... no podía creer que después de que tres zombies se lanzaran a por nosotros... siguieramos vivas. Era practicamente imposible, sin embargo aquí estabamos. De nuevo en la habitación de la araña sanas y salvas. - ¿Pero que diablos ha pasado? - susurré incredula.

Lo que Terri mencionaba coincidía con mis pensamientos y Susan dió una teoria que igual... era valida - Igual deberiamos volver para ver si siguen ahí... - Pero debiamos hacer inventario. Con un asentimiento comprobé mis balas - 9 balas... El lugar es muy grande, y necesitamos encontrar el cuarto de los agentes o la enfermeria cuanto antes. Seguro que podremos reponernos.

Creo que es el momento de volver al comedor y continuar explorando esa zona- 

Me ajusté la coleta y chasqueé los dedos para libearme del entumecimiento,entoncés apartandome uno de los mechones del rostro y colocandomelo trás la oreja

-Todavia no tenemos ni idea de lo que signidica el el dibujo de un Sol en la cerradura, quizas allí obtengamos alguna pista.

Abriremos fuego contra ellos en cuanto tengamos un blanco claro...,disparadles a la cabeza Mientras con el dedo indice me señalaba el entrecejo...

-Sí, creo que lo mejor será regresar al comedor -afirmé, realizando un gesto de asentimiento-. Con un poco de suerte, esta vez sí que podremos cargarnos a sus cabrones.

Una terrible sensación de Déjà vu asoló vuestra mente en el instante que entrasteis en el comedor y dos de aquellas monstruosas criaturas intentaron atraparos bajo sus pútridas manos.

-Ya hemos pasado esto por una vez, no volveremos a caer dos veces. A la cabeza has dicho ¿No? Pues hagamoslo rápido - Sentencié al cruzar la puerta del comedor y ver aquellos dos zombies, ahora eran menos y yo estaba preparada para apuntar a la cabeza con mi beretta

Saqué mi cuchillo al ver que no quedaba más que una de esas cosas y decidí atacarle con él para ahorrar algo de munición. Con un torpe movimiento lance un tajo a la criatura pero ella fue más rápida y desvío mi ataque con una mano mientras con la otra me agarró el brazo tironeando con fuerza para llevárselo a la boca. Fue en ese momento cuándo clavo los dientes en mi antebrazo y desgarro la carne con sus dientes podridos.

Maldito seas engendro del infierno - Mascullé entre dientes mientras intentaba zafarme del mordisco la de la criatura intentando asestarle otra puñalada.¡Muerete de una vez!

Chambers volvía a disparar a aquellos presidiarios putrefactos, abatiendo a uno de ellos, mientras que O'Hare, en un intento por ahorrar balas, se atrevía a acercarse al restante utilizando su cuchillo. Intuyendo que mi compañera podía resultar herida, decidí intervenir, abriendo fuego sobre el último de los reos usando mi Beretta.

Los amarillos dientes del recluso secciónaron un tendón y el cuchillo se soltó de mi mano y cayó al suelo con un sonido metálico. En ese momento lance mi mano izquierda hacia adelante con intención de apresarle el cuello retirando así su cabeza hacia atrás para evitar que siguiése mordiendo. Un error de cálculo hizo que mi mano impactase en su barbilla y mis dedos cubriesen su rostro. El ser atacó de nuevo y con una fuerza monstruosa sección o mis dedos índice,corazón y anular.

¡Ahhhh!, ¡Mis dedos!.¡Me ha arrancado los dedos!

La sangre brotaba de los muñones y caía sobre mi cara. Eché la cabeza hacia atrás en un último intento de liberar me de su abrazo mortal y la lance hacia delante dándole un cabezazo en la frente. Pero aquello no surtió efecto el ser ya estaba muerto y pareció no afectarle el golpe. El golpe del impacto hizo que quedara tumbada en el suelo mareada durante unos momentos, frente a mis ojos bailaban estrellas. Él ser aprovecho ese momento y se lanzó avido de sangre hacia mi cuello y de un bocado arranco tendones y carne seccionando así la arteria carótida.

El frío estremeció mi cuerpo en un último halito de vida,pues ya había perdido mucha sangre.

Después la nada...

Cuando vi a O'Hare siendo devorada de nuevo por aquel presidiario putrefacto de instintos caníbales, sentí una especie de deja vú, como si esa situación ya la hubiera vivido con anterioridad. Sabiendo que ya nada podía hacer para salvar a mi compañera, me acerqué por la espalda al zombi y le abatí de un disparo en la nuca mientras aún estaba distraído devorando a O'Hare.

-No tenías que haber utilizado el cuchillo... -mascullé, con tristeza, observando el cuerpo sin vida de mi amiga-. Te necesitábamos con vida. -se advirtió cierto temblor en mi voz-. ¿Qué vamos a hacer ahora sin ti? -Me giré hacia Chambers, que aún no había reaccionado a la muerte de nuestra compañera-. Tenemos que seguir con esto, hasta el final. O'Hare lo habría querido así.

Recordando que O'Hare decía tener aún suficiente munición, decido registrar sus bolsillos para tomar todos los objetos que llevase encima, desde el cuchillo hasta la munición y sus armas de fuego. A ella ya no le servirían de nada, pero a nosotras podían salvarnos la vida.