Partida Rol por web

Quizás el cofre de cuatro patas puede servirles- dice uno de los gigantes.

Puede ser- dice la jefa, mirando con ojos suspicaces a Arrow- nosotros no pudimos abrirla, quizás ellos tengan mas suerte. Siempre y cuando previo pago- dice, sopesa sus opciones- las cosas bonitas del cofre mas 100 monedas de oro- añade, triunfante, mirando sobretodo al constructo. Y es que estos gigantes si usaban las monedas de oro... 

Eché un rapido vistazo a mis compañeros y luego miré a la giganta sin parpadear.

- ¿Y si no hay nada en el cofre? ¿Nos devolveréis las monedas de oro? ¿Y si hay cosas, pero no son bonitas? - quería ver las intenciones de la giganta. - En cualquiera de los casos abrimos el cofre y después de repartirnos su contenido nos marcharemos en paz, ¿de acuerdo? -

Nosotros mirar cofre, sino haber cosas bonitas conformarnos con las monedas- dice- si vosotros no encontráis nada útil mala suerte. Pero nosotros seguimos quedándonos con esas monedas. ¿Hay trato?

quiza lo que haya dentro del cofre nos sea necesario para nuestra investigacion - digo adelantandome un paso - si queremos zanjar esto sin que haya mas heridos, lo mejor seria bajar las armas y mirar que oculta el cofre, no venimos a robar, pero puede haber cosas importantes. Todo lo que no necesitemos podreis quedaroslo y nos iremos pacificamente, como era nuestra intencion desde el principio

La giganta te mira sin comprender...- quizás no explicarme bien. Vosotros pagar 100 de oro por mirar cofre. Si haber cosas bonitas en él, nosotros quedar. El resto es vuestro.

- A lo mejor necesitamos mirar alguna de esas cosas bonitas... - comenté a la gigante intentando finalizar la discusión con un acuerdo. - Si alguna de esas cosas bonitas nos puede servir de pista... ¿os importa darnos un tiempo para que la examinemos y luego os la dejamos a vosotros? -

Lo único que quería era que nos guiaran hasta el cofre de una vez... Luego ya me las apañaría para que los gigantes ni siquiera vieran las cosas importantes que hubiera en el cofre...

Bueno, trato hecho. ahora decidnos donde esta el cofre ese y por que no lo habeis abierto ya vosotros

Bien, pero nos la quedaremos nosotros- dice extendiendo la mano- pagad primero

¿por que no habeis abierto aun el cofre? - insisto mientras rebusco en mis bolsas el dinero pero sin llegar a darselo

Mientras Tolmir seguía insistiendo en por qué los gigantes no habían abierto aún el cofre, saqué las cien piezas de oro de uno de mis innumerables bolsillos.

- Tomad - dije entregándole el dinero a la jefa del grupo de gigantes. - Responded a mi amigo por favor. -

No pudimos abrirlo- responde la giganta, que hace un gesto a uno de los suyos para que traiga el "cofre"- lo intentamos de muchas maneras, pero no hubo forma posible.

Al cabo de un rato, el gigante vuelve con un bello escritorio de tapa corredera. Las patas correderas de este mueble están talladas para asemejarse a las extremidades de un dragón, mientras que la cabeza de la criatura ha sido labrada con gran pericia en la parte más alta del escritorio. Esta completamente cerrado y no tiene cajones exteriores.

- ¿Probásteis a romperlo? - pregunté mientras hacía gestos a mis compañeros para que se alejaran. Me daba igual que los gigantes estuvieran cerca, si activaba alguna trampa era mejor si les afectaba a ellos también.

Dicho eso examiné el cofre dando un par de vueltas alrededor primero, y luego más cerca y algo más meticulosamente.

Si- responde el gigante- y no hubo manera

En la cabeza del dragón te das cuenta que en su boca existe un pequeño orificio en el cual puedes introducir una pequeña llave. Por otro lado, tu análisis no detecta trampa alguna.

Saqué la llave de plata que había encontrado en la habitación anterior y con cuidado la deposité en el suelo junto al cofre. Me retiré un par de pasos.

- Apartaos - indiqué a los gigantes. Luego pregunté a mis compañeros: - ¿Alguno podéis detectar magia por favor? Quiero saber si el cofre o la llave son mágicos. -

En función de la respuesta me pondría a intentar abrir el cofre o tomaría otras medidas.

Ya habiendo vuelto a mi forma normal, me mantenía a un lado en las negociaciones, pues saben como las hago.

-Yo podria ver...- Digo al picaro, y pareciendo seguir un rastro busco magia sobre el "cofre"...

El "cofre" comienza a brillar con una intensidad muy fuerte... desde luego, ahora uno podía entender la incapacidad de los gigantes para abrir el escritorio. Fuertes encantamientos lo protegían de ello. 
A la par que eso brillaba, la maza que llevaba la gigante comienza también a mostrar un brillo, signo evidente que era mágica. El resto de gigantes se sorprende y hace amagos de coger sus armas, mas un rápido gesto con la mano de su jefa les detiene. Por lo que parecía, la giganta entendía de aquellas cosas y no estaba preocupada por los hechizos.

Marcus, andate con cuidado, fuertes protecciones mágicas protegen el escritorio - advierto a mi compañero antes de que se acerque a inspeccionar mas de cerca. - Deberiamos alejarnos todos ante lo que pueda pasar.

comienzo a alejarme un par de pasos del escritorio para dar credito a mis palabras

Me acerqué con cuidado al cofre una vez todos se hubieron alejado a una distancia prudencial, y con extrema delicadeza traté de introducir la llave de plata en el hueco de la cerradura rezando mentalmente a Tymora porque la llave fuera correcta.

Mientras hacía el procedimiento me concentré y preparé para lo peor... si estallaba una trampa mágica quería intentar evitarla en la medida de lo posible.

La mayoría de los presentes se alejó prudentemente del valiente pícaro, solo por si algo iba mal. Marcus mete la llave, la cual encaja a la perfección... y tras girarla oye un extraño click. 

Mierda... -es lo único que puede pensar cuando la trampa mágica que no había detectado salta y de pronto Marcus nota una electricidad que el envuelve el cuerpo.