Partida Rol por web

La reacción de Josh parece divertir a Isabella, que levanta el mentón orgullosa tras defender sin problemas el débil confundus de Josh. Sin perder tiempo, continúa con el duelo.

- ¡¡Desmaius!! - Sus hechizos siguen siendo más débiles de lo normal, pero parece que poco a poco empieza a centrarse. Más les vale, pues están a punto de perder contra ravenclaw.

El hechizo de Bella me dejó atontado, muy atontado. Apreté los dientes con fuerza, enfadado por dejar que las emociones me dominasen en ese momento. Mierda...

Enfadado, apunté directamente al cuerpo de mi ex novia y finalmente grité con rabia. -¡Expelliarmus!

La defensa de Isabella es perfecta. Al ver el estado en que se encuentra Josh no pierde ni un segundo y lanza su ataque. Por desgracia la ansia le ha jugado una mala pasada y su Sectusempra sale mucho más débil de lo que esperaba. Una lástima, parece pensar. Aun así, la sonrisa no se borra de su cara. Quizá no le haga daño a Josh, pero acaba de dejarle clara cual es, en estos momentos, su postura hacia él.

Cuando escuché aquella maldición salir de su boca abrí los ojos como platos, completamente anonadado por su falta de interés en que yo sobreviviera. ¿Pero cómo es posible? Y pensar que hace nada me "querías"... A alguien a quien quieres no le lanzas una maldición así.

Justo en aquel momento supe que mi relación de amistad con Bella no tenía futuro. Que me atacara de aquella manera, con ese desprecio...era algo que nunca le perdonaría. 

Y pagué mi turbación pues, pese a que paré lo suficiente su hechizo, noté cómo mis piernas se doblaban, demasiado débil para seguir luchando. Estaba enfadado, muy enfadado pero no dije nada. Me quedé callado, en un completo y absoluto silencio interrumpido sólo por mi respiración agitada. 

Estaba presenciando el combate y note como todo mi cuerpo estaba tenso y mi mano casi destroza la de Isaac. Mi varita en la otra mano no paraba de moverse con suavidad por la mesa, por ahora todo iba bien, estaba siendo "honrados" peor en el momento que escuche esas palabras del ultimo hechizo no pude quedarme quieta.

Me levante de golpe en mi asiento y moviendo mi varita dije en un tono mas que claro - ¡Vulnera Sanetum! - Señalando a Josh y mirando a Isabella con claro odio mientras notaba mi respiración agitarse y mire a Blair.

- Black, ten cuidado con a quien dañas, podrias terminar en la boca del lobo - Estaba cansada de que la niña con cara de rata anorexica siempre se saliera con la suya.

El duelo termina con un Josh demasiado debilitado y una Isabella que no deja de mirarle ni un instante. En su cara no hay ninguna señal de la felicidad u orgullo que pueda sentir por haber ganado. Tan solo hay desprecio. Sin decir nada se vuelve hacia el profesor Blair y le hace un escueto movimiento de cabeza para indicar que, por su parte, está todo hecho. Sin decir más, echa a andar hacia su sitio, deteniendo su mirada un segundo en su compañero Ryan.

- Un enfrentamiento muy interesante - comienza a decir Blair, llamando la atención de los presentes. - Por desgracia, no tan bueno como el anterior. Por ello, Ravenclaw consigue 30 puntos y Slytherin pierde 40. - Está a punto de añadir algo más cuando se gira hacia Josh, como si acabase de notar su presencia. - ¿Puedes volver a tu sitio o necesitas ayuda? - A pesar del aparente interés de su pregunta, hay una ligera guasa en sus palabras.

Las palabras de Samantha sacan una divertida e inquietante sonrisa en los labios del profesor Blair, aunque no hace ninguna mención ante su reacción y su hechizo. Un hechizo que cura casi por completo las heridas del Malfoy. Aun así, todavía quedan algo abiertas las de su brazo derecho y una situada en el lateral izquierdo de su cuello. Al parecer deberá ir a la enfermería de todos modos.

Por su parte, Isabella no deja de mirar el 'espectáculo' con su habitual y pedante sonrisa. Cuando Josh llega a su sitio ella se inclina hacia Jay en dirección a donde se encuentra sentada Samantha. - Quien sabe, puede que decida tentar a la suerte... Sin decir nada más, se recoloca en su asiento.

Cuando el duelo entre Isabella y Malfoy comienza aún me ronda la cabeza la derrota de Vinny. No se lo había merecido, y en mi fuero interno estaba intentando buscar ya una forma de animarla después.

Sin embargo, mi atención pronto se centra en la ex-parejita del año. En condiciones normales habría deseado que los dos hubieran acabado inconscientes y en el suelo pero, después de lo de esta mañana, no puedo evitar desear que sea Isabella la que gane el duelo. Tengo ganas de ver a Malfoy humillado y, qué cojones, Isabella también se merece una venganza.

Observo el duelo en silencio solo que, en esta ocasión, tengo mi varita entre mis manos, y jugueteo con ella, pasando mis dedos por sus aristas, como si estuviera calentándome para lo que está por venir. No es que esté nervioso: lo que estoy es ansioso por salir, deseando darle a Ryan lo que se merece.

En un instante, mi mirada se cruza con la de Regina. Sé perfectamente por qué me está mirando. Y sé que es inevitable que se preocupe por el resultado de nuestro enfrentamiento. Sin embargo, en esta ocasión lo único que puedo dedicarle es una mirada que sencillamente quiere decir Lo siento. No, no voy a tener compasión ni mesura con él.

Vuelvo a mirar hacia los dos duelistas, justo en el momento en el que Isabella lanza el Sectumsempra a Malfoy. La de Malfoy no es la única cara de sorpresa de la sala, sin embargo, en mi caso no me sorprende el hecho de que lance el conjuro. Lo que me sorprende es que se lo lance a uno de los suyos. Pues sí que está resentida.

Y cuando veo cómo a Malfoy le fallan las piernas, se escapa de mis labios una muda carcajada.

Jódete, gallito. ¿Qué te ha pasado ahora?

No puedo evitar sentirme satisfecho al verlo derrotado y humillado por su ex. Si hasta Andelin parece estar de acuerdo con eso. Lo único que no espero es la "actuación" salvadora de Sam que, lejos de ayudar, en mi opinión sólo consigue dejar aún más en ridículo a Malfoy.

Sam, deja al menos que mantenga su escasa dignidad y termine las cosas solo.

Niego, aún con la sonrisa en los labios. No ha estado mal la señorita Black.

Negué secamente ante la pregunta del profesor. -No necesito ayuda. -sentencié con voz dura caminando con dificultad hacia mi pupitre. Gracias al hechizo de Sam las heridas apenas son importantes, pero la peor de todas está en mi orgullo. Me jodía haber perdido, me jodía que me ganara precisamente Bella y me jodía que lo hiciera delante de todo el mundo. 

Las palabras de Sam en otro momento me hubieran hecho sonreír pero que actuara así, precisamente ahora, sólo conseguía humillarme aún más. Me senté con dificultad y conjuré una venda al rededor de mi brazo para no manchar nada con mi sangre. Conjuré otra en mi mano para ponerla al rededor de mi cuello, evitando que la sangre manchase mi túnica. 

Las cosas se habían salido de madre y que ella actuase así me dejaba claro que ahora mismo estaba solo. Ni Ryan ni Regina parecían interesados por mi y Sam estaba demasiado implicada. Me sentí solo y derrotado, más sólo y humillado de lo que me había sentido en la vida. Pero mi rostro sólo reflejaba rabia, mucha rabia.

Sigo  centrado en los duelos, evitando intercambiar palabras con nadie. La verdad que este duelo ha merecido la pena, acaban de confirmarme lo que sospechaba, no debo meterme con Isabella nunca jamás y bajo ningún concepto. No sé muy bien como sentirme sobre Josh, la escena que ha montado en el comedor y su habitual actitud de superioridad hacen que no sienta mucha simpatía por el, pero tampoco es que le desea tal humillación... Casi ni ha tocado a Isabella. Bueno, como Vinny en el anterior duelo en realidad. Está claro que los emparejamientos no han sido acorde al nivel de los contendientes.

Y por fin toca el último y más interesante de los duelos. Liam contra Ryan. En otras condiciones le daría palabras de ánimo al primero, pero en ese momento no me siento con ánimos de hacerlo así que simplemente espero sentado, mirando a Andelin, que no tardará en anunciar el siguiente duelo. Aún así deseo que gane él, un enfado momentáneo no va a cambiar la amistad que tengo con él ni mucho menos la enemistad que tengo con el Slytherin.

Ante el tonteo de Isaac conmigo pongo los ojos en blanco y niego con la cabeza, si bien no dejo de sonreír pues imagino, en cierto modo, que está bromeando como siempre. Me siento y concentro en el siguiente duelo. Realmente me da igual quién de las dos gane aunque Vinny es parte de mi familia, por lo que tiendo ligeramente a querer que ella gane. No obstante, la Premio Anual no está dando la talla que siempre da.

Demasiado desconcentrada. Ese Blair la tiene donde quiere.

- Venga, Vinny... venga...

No obstante, el duelo termina más pronto de lo que esperábamos. No he perdido detalle de todo el entorno y escucho cómo Liam da su apoyo a Vinny al tiempo que Sam comenta con Isaac que la próxima vez le defenderá de mí. Tiene su gracia ya que mi rival era mucho más duro de lo que Vinny ha podido demostrar, pero, elegante de mí, no hago ningún comentario hacia ella, sino hacia Vinny.

- Sí, la próxima vez lo harás genial.

Siguiente duelo, Malfoy contra Isabella. Después de los recientes acontecimientos no puedo evitar inclinarme hacia Isabella, aunque realmente del duelo me importa más la técnica que pueda aprender que quién gane o pierda. Resulta un duelo de lo más intenso emocionalmente y de hechizos. Y finalmente gana Isabella.

- Wow. No ha estado nada pero nada mal...- comento a los que tengo alrededor.

Entonces Sam aparece en escena y francamente lo único que hace es humillar más el orgullo del chico que ya de por sí estaba super dañado. Si algo tenemos en común la serpiente y yo es que perder en público y quedar, de alguna forma, ridiculizados, nos daña muchísimo psicológicamente. Casi llego a compadecerle. Casi.

Y ahora, por fin, el duelo de Liam y Ryan. Me pongo muy tensa en estos momentos. Estoy nerviosa pues, aunque Liam es muy poderoso, Ryan lo es también y se le suma que es una víbora. Me inclino hacia delante y le susurro en la oreja:

- Vamos. Sabes que puedes. Demuéstrale cómo vence un león a la serpiente.

Vuelvo a mi sitio, atenta a todo.

Estaba claro que conocía la situación de Vinny, que sería incapaz de centrarse en una clase de duelo, y menos tras los últimos minutos. Aun así, para presenciar el duelo, me puse en pie, en contra de mis compañeros que seguían sentados. Carecía de sentido, pues no eran de mi casa, y aun así, serio, como si fuera un profesor o un supervisor, quede levantado, cruzándome de brazos lentamente.

Mi semblante no cambio en el transcurso de todo el duelo. Lo extraño es que ni siquiera mire a Sam, centrado en las acciones de Vinny... y las de su hermano. El combate me habría parecido algo, si hubiera estado atento a él. Estaba más atento a la rubia y las reacciones de su hermano. Cuando finalmente, Vinny cayó, no pude evitar cerrar los ojos, unos segundos, cogiendo aire y expulsándolo por la nariz. Suponía lo que pasaba por su cabeza, y mire entonces a su hermano. Eres un cabrón  pensé, al ver que no movía dedo alguno por ella. Yo, tampoco moví un dedo, porque después de todo, quien debía deshacer el ultimo hechizo era su contrincante, y yo, aun me debía al respeto de lo que era un duelo, por soso o insustancial que hubiera sido.

Cuando la rubia se puso en pie, y paso la mirada por la sala, hasta que detuvo la mirada en mi dirección. La mirada lo decía todo, y simplemente asentí con un gesto apenas visible, y cerrando los ojos durante un par de segundos, como toda respuesta. Lo sé. No estabas centrada, no te preocupes.

El siguiente duelo. Después del de Liam y el mío, era el que más me interesaba. Desde mi punto de vista, no existía mejor manera de resolver una disputa que con un duelo. Isabella se merecía su venganza, y Josh dejar claro porque era el premio anual. Josh era mi mejor amigo, a pesar de las diferencias que había tenido con él, lo era, y aun esperaba que se bajara de la escoba, y se disculpara por lo sucedido en el comedor el día anterior. Quizás que Isabella le diera un toque de atención, era todo lo que necesitaba. Aun así, no me senté, tampoco con este duelo. Estaba tan interesado en el cómo lo estaba en sus dos adversarios. Seguí con la mirada primero a Isabella, y luego a Josh.

Ambos tenían mi atención por igual, mirándolos de forma intercalada, con el rostro serio. El duelo comienza, y veo que Isabella, al igual que Vinny, comienza a flaquear, sin demasiado éxito. Y nos mira, sonriendo. Dibujo una media sonrisa, asintiendo con la cabeza, como si le estuviera dando permiso, o mi aprobación Adelante, Bella. Es tu decisión. Y el duelo comienza a cambiar, convirtiéndose en algo un poco más interesante. No por el cambio de dirección del duelo, si no por los hechizos que se estaban propinando. Potentes, contundentes, al estilo que más me gusta. El ultimo conjuro de Isabella no me sorprende, sabía que haría algo así. Una forma de desatar su violencia y deseos de hacer daño. Qué propio de ti No puedo evitar pensar, sin emitir sonrisa ninguna.

Vi como Josh flaqueaba. No disfruté viéndolo flaquear, a pesar de pensar que se lo merecía. Con lo que si disfrute es con Sam saltando como una libre. Predecible, demasiado y todo. Déjale un poco de dignidad, y que se recupere solo. Ni él, ahora, se merece esta humillación por parte de Sam. Y si, de Sam, por tener que ayudarlo delante de todo el mundo.

Isabella se para delante mío, dedicándome una mirada. Sabía todo lo que quería decirme, y mi única respuesta, es asentir, dándole mi apoyo y visto bueno, sin intercambiar palabras con ella, y dejándola pasar de largo. La respuesta de Isabella me arranco una media sonrisa. Ignoro las palabras de Andelin, no me interesan, por que ha llegado el momento.

Salgo de mi sitio, y me quito la túnica de clase, quedando con pantalón y camisa, y acto seguido, me quito la corbata. No era por comodidad, era por simbolismo. Estaba claro el mensaje que le estaba enviando a Liam, y hasta un mono cursando en Hufflepuff lo habría captado. Aquello era personal. No importaba la casa, ni los puntos. Solo hacernos daño de forma gratuita. Desabroche los botones de los puños de la camisa, y los primeros dos botones de la camisa. Esto si era por comodidad. Recojo la varita sobre la mesa, y no puedo evitar dedicar una sonrisa de lo mas sádica cuando miro a Liam, mientras caminaba hacia la zona de duelo.

No necesito que Andelin nos de paso para saber que ha llegado nuestro momento. En cuanto Josh e Isabella salen del área de duelo me pongo en pie. No lo hago con prisas, más bien todo lo contrario. Estoy serio, concentrado. Sé lo que va a suceder ahora y, al igual que Ryan, tengo un solo objetivo: morir matando. Hacer el máximo daño posible. Hacerle a él, a Ryan, todo el daño que pueda.

Justo antes de levantarme, escucho el susurro de Kate en mi oído y no puedo evitar cerrar los ojos un sólo instante. Como si fuera ese soplo de energía que necesito justo en este momento. Y es entonces, cuando abro los ojos de nuevo, cuando mi mirada se posa en Ryan, y sólo en Ryan. El resto ha dejado de existir, ahora sólo quedamos él y yo. El duelo eterno, la rivalidad eterna, el odio entre nosotros dos. Hace algún tiempo, aquello no era así. Recuerdo cuando éramos más pequeños, en nuestros primeros años en Hogwarts. Entonces soliamos gastar novatadas a los nuevos juntos, solíamos dejar las rivalidades entre casas a un lado para compartir unas risas y algunos buenos momentos. Sin embargo, ahora, ya no quedaba nada de eso. Había muerto, hace mucho tiempo. El mismo día en el que la amistad entre Ryan y yo se rompió definitivamente.

Sigo con la mirada fija en él, cuando lo veo quitarse la túnica. Esbozo una media sonrisa. Claro que sé qué quiere decir. Y yo mismo dejo mi varita sobre el pupitre y, a continuación, me quito la túnica y la corbata, quedando también en mangas de camisa. La tiendo las dos cosas a Ari, serio -Guárdame esto, por favor. - mi voz suena carente de emoción, como si fuera un autómata incapaz de apartar la vista de su objetivo.

Yo también me desabrocho un par de botones, y doblo las mangas de mi camisa, casi hasta el codo. Necesito movilidad y agilidad, y margen de maniobra. En cuanto estoy listo, cojo mi varita y dedico una media sonrisa a Ryan.

Claro que es personal, Ryan. Préparate.

Acto seguido, salgo de mi pupitre y avanzo, con la varita en mi mano izquierda, extendida hacia abajo, colocándome frente a Ryan, sin quitarle ojo de encima. Y a la única que dedico una última mirada es a Kate, en respuesta a sus ánimos. Sin embargo, esta vez, no hay ninguna sonrisa.

Vamos, Andelin, que empiece esto ya. Vamos a poner las cosas en su sitio.

Haciendo caso omiso a vuestros comentarios y conversaciones Andelin se acerca hacia el centro de la clase, poniéndose entre Ryan y Liam. Ninguno de los dos le miran y él, más que divertido, guarda silencio para alargar la tensión. Parece que no necesita que nadie le hable de la rivalidad entre los siguientes contrincantes, es más que palpable.

- Llegamos al cuarto enfrentamiento. Nathiel, Jackson, todo vuestro. Espero superéis el listón puesto por vuestros compañeros.

Sin decir nada más se aleja de nuevo dejando a la pareja Liam-Ryan como protagonista.

La sonrisa, cargada de odio y deseos de hacer daño apareció en mi rostro cuando Liam salió al centro de la clase. Era incapaz de mirar a Andelin, como el lobo es incapaz de apartar la vista del cordero. Deseaba que sufriera, y si mi actitud, mi pose, y mi sonrisa no era suficiente, se lo iba a dejar claro.

Vamos ¡Vamos! Se podía ver la emoción de la caza en mis ojos, en mi gesto. Me puse en guardia, colocándome de lado y estirando hacia el la mano libre, y el brazo que sujeta la varita, en ángulo de noventa grados, hacia atrás, con la varita apuntando hacia Liam*. ¡Sin Protego! ¡Sin mesura! ¡Sin miedo! ¡Tú y yo! Destrúyete conmigo... Era tal el odio, ahora liberado, que no podía pensar siquiera en su bienestar.

Sigo a Ryan con la mirada, y mi gesto, ahora mismo, es el de un depredador al acecho. Entorno la mirada con expresión concentrada y una media sonrisa sádica en el rostro, que contrasta mucho con mi expresión cotidiana, amigable. No, con Ryan no había ningún tipo de amabilidad. No había empatía. Solo quería que hubiera una cosa: dolor.

Cuando me increpa, mi sonrisa se afila, e inmediatamente adopto la misma pose que él, la que adoptan los duelistas de verdad cuando van a batirse.

-Será un placer, Ryan. ¡Vamos, ataca! Sin defensa, a sangre. ¡Vamos! -grito, con una expresión de ira en el rostro. Le estoy diciendo, básicamente, que acepto, aunque eso suponga salir igual o peor parado que él. No me importa caer, no me importa el daño, el dolor, si él cae conmigo. Estoy cegado por el odio, y en lo único que pienso ahora mismo es en ver su sangre, mezclada con la mía, empapando el suelo que pisamos.

El deseo de dolor era mutuo. No habia trampa, un duelo a sangre, como se esperaba de nosotros. Todos lo querian, nosotros, lo deseabamos. Cuando Liam dijo su ultima palabra, espere solo un segundo, uno de cortesia. Era lo maximo que iba a entregarle, y no por amistad o compañerismo. Por cortesia de duelista, por que era lo que se esperaba del buen duelista. Y sabia que el esperaria tambien ese solo segundo.

El brazo que maneja la varita, el izquierdo, señala al techo, y recojo el brazo con el que lo señalaba hasta mi pecho, retrocediendo un paso, girando sobre mi mismo. Estaba tomando impulso, ya que baje el brazo trazando un amplio arco, y cuando volvi a subirlo, en el momento que señale a Liam.

La imagen de Liam y yo corriendo por un pasillo cuatro años atras acudio a mi cabeza. Corriamos detras de alguien, riendonos. Llevabamos las varitas fuera, y corriamos como si nos fuera la vida. La risa del ahora mi peor enemigo aun resonaba en mi cabeza, cuando volvi a la realidad.

¡DEPULSO! Grite, contundente y en alto, claro como el agua. Gire la muñeca, señalando con esta hacia arriba, tras señalar a Liam, y recuperando la pose de duelista acabado el giro y el conjuro.

Observa el enfrentamiento de Vinny y Sam con atención. Le sorprende ver que Sam anima a Vinny durante el combate. Después del incidente durante la cena de ayer no esperaba verla mostrar apoyo alguno. Vinny por su parte está muy distraída. No parece la misma de siempre y Arianna se huele que su actitud está directamente relacionada con la presencia de su hermano ahí, nada menos que como profesor. El final del combate es bastante predecible.

Cuando Liam le comenta en voz baja que ha sido injusto, Arianna asiente con la cabeza, pero no puede dejar de preguntarse si se refería al hechizo de Sam o al comportamiento de Andelin. Está a punto de añadir algo más cuando Sam reta a Blai. Arianna se queda estupefacta. Definitivamente se ha vuelto loca.

El tercer duelo empieza. Promete ser interesante puesto que esta vez el enfrentamiento tendrá lugar entre dos Slytherin. Por lo ocurrido esa misma mañana, Arianna siente que debería ponerse de lado de Isabella: que alquien te deje y al día siguiente se comprometa con otra persona es un golpe duro. Sin embargo, el odio que siente hacia ella es mayor que cualquier sentimiento de pena. No le importaría lo más mínimo que Josh le diese una buena paliza. Conforme se desarrolla el combate, los ataques se van haciendo más potentes y cuando Isabella lanza su maldición, Arianna hace una mueca de desprecio. A alguien que hasta hace poco era su novio. ¡Qué pocos escrúpulos! Además, lanzarla justo cuando se veía que Josh estaba al límite de sus fuerzas ha sido todavía más cruel, pero  claro, cruel es lo único que se puede esperar de ella.

Pasa por alto la intervención de Sam y se centra en Liam. Recoge lo que este le pasa y lo coloca de manera ordenada en su pupitre. Antes de que este se marche para enfrentarse a su archienemigo, le da una palmada de ánimo en la espalda.

- Buena suerte. No tengas piedad. Él no la va a tener.

Tengo claro lo que va a suceder, incluso antes de que Ryan se gire. Lo único que no tengo claro es quién será el primero en herir al otro. Y parece que, en esta ocasión, como en muchas otras ocasiones, Ryan vuelve a ser quien ataca primero.

El rayo que sale de su varita golpea mi pecho y me eleva, en el aire, al mismo tiempo que mueve su muñeca. No sé si me duele más el impacto del rayo, el golpe contra el techo, o el que me doy al chocar de nuevo contra el suelo. Lo único que sé es que, cuando lo veo atacarme, a mi mente acude un recuerdo de hace tiempo, mucho tiempo.

Pero en mi recuerdo no corremos. En mi mente se dibuja una imagen, con trazas de blanco y negro, en la que estamos uno frente a otro, con apenas once o doce años, retándonos, como lo harían dos compañeros más. Sin odio, sin acritud, sin deseos de dañar al otro. Ryan me golpea, igual que ahora pero, en aquella ocasión, se acerca a mí, tendiéndome su mano, para ayudarme a levantarme antes de seguir. Incluso me sonríe.

Ahora no hay ninguna mano tendida hacia mí. No hay ninguna sonrisa. Estoy yo, solo, en el suelo, con el cuerpo dolorido por el golpe y unas ganas enfermizas de devolver el daño que me acaba de hacer. De hecho, ni siquiera espero a levantarme. Desde el suelo aún, mientras hago el gesto de incorporarme, lo apunto con mi varita, rasgando el aire con una voz cargada de odio - ¡Everte Statum!- exclamo, y el rayo sale, sin ninguna dilación, hacia Ryan, justo cuando termino de  ponerme de pie, varita en mano, preparado para su próximo ataque. El codo derecho me duele horrores ahora mismo, pero no parece importarme demasiado.

No, mientras Ryan esté en pie.

Mire a Isabella deseando que hiciera algo, que me diera la oportunidad de ponerla en su sitio que tantos de los aquí presentes teniamos, pero no se limito a un simple comentario...

Mire a Josh y suspire, sabia que mi intervencion podia molestarle porque era un orgulloso, peor si pensaba que dejaria que se desangrara por que no se dañara su orgullo es que no me conocia lo mas minimo, por no decir que a mi personalmente lo que opinaran el resto me importaba entre poco y nada. Si queria enfadarse conmigo que lo hiciera.

Quedaba el ultimo conbate y no pude morderme la lengua - Teatrero... - Murmure poniendo los ojos en blanco ante la actuacion de Ryan, pues sin duda ahora estaba en su salsa, le permitían hacer "daño" a alguien que no le gustaba y encima era el centro de atención.

Pagaria por ver como Liam te hace morder el polvo... Engreido...