Partida Rol por web

Echasteis a andar tranquilamente hacia las Tres Escobas. No teníais ninguna prisa. Asistir a esta fiesta no era lo que más os apetecía hacer, aunque ambos habíais coincidido en la necesidad de salir de casa y reencontraros con vuestros amigos u otra gente de vuestra edad.

Avanzabais disfrutando del silencio del pueblo y del pausado y desenfadado intercambio de frases que había entre vosotros. Hacía mucho tiempo que no os podíais permitir un momento como ese. Por desgracia, iba a acabar pronto.

A apenas cien metros de distancia vuestra calle entra en una intersección. De la vía situada en la derecha aparecieron Clarissa y Kate, agarradas del brazo de la misma manera que vosotros dos. Los cuatros os dirigíais hacia el mismo lugar.

La visión que vio delante de ella la dejó casi perpleja. Liam y Ariana agarrados del brazo como una parejita feliz. Lo cierto es que había dejado de sentir hasta atracción por él. Ya no solo porque estuviera manco, algo que para una persona superficial como Kate era algo importante quisiera o no aceptarlo, sino también por su actitud. No había olvidado lo hipócrita que se comportó con la pobre Ari en el hospital.

Y la de cosas que me habría dicho a mí que también eran mentira y me creí.

Si algo odiaba Kate, algo que todo el mundo que la conocía sabía, era la falta de sinceridad. Y Liam había terminado por convencerla de que no era tan buen partido como había creído en un momento. ¡Qué arrepentida estaba de las decisiones del pasado! ¡Cómo pudo dejar escapar a Lucas cuando se le confesó por segunda vez! ¡Y solo por intentar ser fiel a unos sentimientos estúpidos!

No se pararía. Ni le miraría. Estaba deseando llegar a las tres escobas y ponerse a beber.

- Me da que hoy me voy a coger una de las grandes.- comentó.

No dejaba de andar, sin importarle alcanzarles para así poder adelantarles con rapidez. Lo último que quería era pararse a hablar con aquellos dos. Ari no tenía culpa realmente de nada, pero al otro es que ya ni le soportaba. Y es que era cierta la frase de que del amor al odio hay solo un paso.

Cuando mencionaste el cuarto bajo las escaleras Isaac abrió los ojos de manera cómica mientras te mostraba su habitual sonrisa. - ¿Tienes un cuarto oculto bajo la escalera? ¿Cómo es que no estamos ya allí? - Hubiese seguido puliendo su proposición indecente si no hubiese sido porque continuaste hablando.

- Cierto, cierto... - resultaba de lo más extraño verle mover la mano de esa manera, como si intentase espantar moscas - El protocolo... la tradición.... ¿cómo se me había olvidado? Nosotros, gente de alta cuna, no podemos tolerar este tipo de cosas.

Había ignorado tus últimos comentarios. Isaac podía ser mucho más ácido que tú, pero nunca alentaba esa faceta cuando aparecía en ti.

- Me alegra que des por hecho que voy a emborracharte y a besarte, eso me ahorra mucho los preliminares - como muchas otras veces, no acababas de tener claro si hablaba en serio o no. - Aunque si no te importa... no me hagas esperar a devolverte a casa para hacerlo... me obligarás a estar en una tensión innecesaria. - Se acercó ligeramente a ti. Con una sonrisa pícara. - Todo planificado al detalle, como buen ravenclaw.

Entonces, de repente, volvió a quedarse serio. Demasiado serio.

- Todo irá bien esta noche, Vinny. Iremos al baile, te relajarás con un par de copas y conseguirás divertirte. Por poco que sea - Quizá con ese matiz su previsión se acercara a la realidad. Se dio la vuelta para colocarse a la par que tú, elevando un brazo para que te agarrarás a él. - ¿Lista?

- Estoy seguro de que sí - contestó Ian al instante, mirando a las tartas - Tendrán que alimentarnos en algún momento para que sigamos bebiendo, ¿no crees? Y ya sabes como sienta el dulce mezclado con la cerveza de mantequilla... o el whisky de fuego.

Te imaginabas como sentaba aunque tu primo parecía tenerlo más que experimentado.

- Me parece que eta noche yo iré a piñón fijo... aunque cuento con que me guardes el secreto - continuó, dándote un suave codazó en el costado y echándose un buen trago de la jarra - Seguro que la conoces. Rouvin - frunció el entrecejo pensativo - Supongo que te habrá dado clase, ¿no?

Te miró durante unos segundos antes de echarse a reír por tu expresión.

- No me mires así - continuó, dándole otro trago a la bebida. Todavía no había alcanzado a Scott, pero si seguía a ese ritmo no tendría problema. - Yo la conozco desde hace mucho antes que tú - añadió, encogiéndose de hombros - No en vano fuimos compañeros de curso. Una pena que no pudiese pedirle una cita para el vaile de séptimo... quizá las cosas hubiesen sido bien diferentes ahora.

Esbozó una sonrisa torcida cuando se hizo eco de la frase que ella misma había soltado junto a todas aquellas tonterías del guión.

- Lo tendré en cuenta, ya sabes que soy muy considerada.

Se preguntó con curiosidad si iría en serio, pues como acostumbraba sus frases tenían un matiz difícil de determinar que la hacían dudar de si seguía bromeando. En otro tiempo había encontrado todo aquel juego de aproximación y retroceso como algo novedoso e incluso excitante pero ahora, aún encontrándolo divertido y algo más que no pensaba poner en palabras, la llenaba de inquietud. Por eso le fastidiaba darse cuenta de que la mayoría de veces era ella misma con su actitud la que alentaba esos momentos.

Por suerte o por desgracia Isaac decidió hablar en serio, sin ser consciente de los pensamientos que pasaban por su cabeza y de los que la había liberado.

- Espero que cumplas esta promesa - masculló, aún sabiendo que él no podría hacer nada para evitar que sucediera algo malo. Seguía pensando que una reunión de gente en un pequeño lugar era un blanco perfecto. Aunque, por el lado bueno, quizás encontrarían a Rebecca. Ella, desde luego, estaba preparada -. Vamos allá - suspiró al decir la frase y tomarlo del brazo, pareciendo que en lugar de a una fiesta se dirigía a asistir a algún lugar indeseado -. Sin desparticiones, por favor.

- Pues eso hay que solucionarlo.- comenta pensativa ante la negativa de Liam acerca de su mano.- Encontraremos la forma.- dice convencida, antes de responder a la pregunta sobre lo suyo.- Pues, me están dando diversos tratamientos pero no me da la sensación de estar llegando a ninguna parte. No sé...¿recuerdas las historias sobre un antiguo profesor de Hogwarts que llevaba una especie de ojo postizo? Ojoloco creo que lo llamaban.- pregunta, esperando a que Liam se haga una imagen mental de lo que le explica.- Bueno, pues he decidido que tengo que conseguir algún objeto parecido. No sé...un monóculo mágico que me devuelva la visión que he perdido. Tiene que existir algo así, ¿no?- pregunta esperanzada, como si el chico tuviera la respuesta a todas sus preguntas. 

Ríe ante el comentario del cepillo, agradeciendo que haya pasado por alto su sonrojo (que seguro que ha percibido) y recordando como ella misma había estado luchando con el peine aquella misma mañana. Se preguntaba cuál sería la reacción de Ryan al saber que había usado su segundo regalo. Tampoco sabía por qué lo había hecho. Quizás como una especie de memorandum al hecho de que se suponía que ahora eran aliados. 

Tras unos dubitativos segundos, Arianna termina por aferrarse al brazo que le ofrece Liam. Lo cierto era que, aunque nunca lo admitiría, le venía bien ese apoyo extra. - Sí. A mi tampoco me apetece estar aquí.- confiesa. Aunque ella se refiere a la totalidad de Hogsmeade. ¿Por qué se hacía ahí la fiesta?, vuelve a preguntarse por enésima vez. 

¿Quién irá con quién? Buena pregunta.- Pues quizás Ryan y Vinny vayan juntos.- Cuando salieron de la habitación del hospital le había dado la sensación de que lo habían hecho para estar solos. Quizás se habían reconciliado. En cuanto a Kate...se le había pasado por la cabeza que quizás iría con Lucas. Pero, si todo iba como tenía que ir, Lucas no debería aparecer por esa fiesta. Al igual que Sarah.- Kate...¿quizás con Matthew?- hipotetiza para luego mirar con gesto algo preocupado a su compañero. Puede que estuviera metiendo el dedo en la llaga sin haberlo querido.- No sé...¿tú que crees?

Cuando están ya cerca de las Tres Escobas vislumbran dos figuras a lo lejos. Dos chicas. Al acercarse más, Arianna distingue en ellas a Kate y a Clarissa. Clarissa... Llevaba mucho tiempo sin verla pero su padre le había asegurado que estaba bien. Dudaba que se lo hubiera ocultado, de ser lo contrario. Aún así le alegró verla, hecho que le transmitió con una sincera sonrisa cuando ambas se percataron de su llegada. 

- Parece queme equivoqué. ¿Qué te debo?- le susurra a Liam, que camina a su lado, antes de llegar hasta las dos chicas. 

- Hola. ¿Cómo estáis?- su tono es alegre. Después de tantos meses de tensiones y acontecimientos que era preferible olvidar o almacenar en un rincón oscuro de la memoria, lo único que le apetece a Arianna en esos momentos es pasar un rato divertido, o al menos entretenido, con gente de su edad. 

Es por estos pequeños gestos donde se presupone que soy un ser sin alma, cruel y despiadado. No solo sabía que cuanto ser humano -que se pudiera llamar así- consideraba un error lo que acababa de hacer, sino que además, era uno de los peores errores que un alguien podía cometer en su vida.

Darle a Isabella una varita. Su varita.

Pero por desgracia para el resto de los seres humanos en su vasto conjunto, su opinión sobre error y el mío diferían en exceso y en sentido opuesto. Seguí con la vista puesta en ella, sin apartar la mirada, sin apartar la vista. Era consciente de lo difícil que era sorprender o emocionar a Isabella, y aquella reacción inicial hizo que las comisuras de mis labios se curvaran ligeramente hacia arriba, en una mueca de sonrisa satisfecha y orgullosa.

No me moví ni un centímetro, con la vista clavada en ella, esperando el momento en el que levantara la vista y esta se cruzara con la mía. El intercambio de miradas fue breve, mucho más de lo que habría esperado, ya que se lanzó sin previo aviso.

Un beso que no fue casto, ni corto, ni poco intenso. Uno de esos besos que al separar los labios, sientes que te arrancan parte de ti, y que aun deseas más. Uno de esos besos que deberían servir como ejemplo para definir un beso apasionado. Porque sus labios...

...sus labios siempre tenían un sabor diferente y pasional.

Mi brazo derecho rodeó su cintura, acercándola hasta mi en un gesto de dominio, acariciándole la espalda con la mano abierta mientras aquel beso llegaba a su final, y me separaba lo gusto para abrir los ojos, y mirarla fijamente en silencio.

Mi mano izquierda recorrió su cuello en una larga y sensual caricia que comenzaba entre el cuello y el hombro, para acabar muriendo detrás de su oreja. Y tras aquel gesto, la mano acabó reposando en su nuca. Mis labios se acercaron a su oído, para dejarle un susurro, solo una frase que decía mucho más de lo que por palabras parecía. - Cuando termine la fiesta, podrás disfrutar de lo que te pertenece, Isabella. - Acabé por aflojar la presa sobre ella, mirándola con una media sonrisa, de lado, antes de soltarla.

Por desgracia, ella había decidido ir a aquella fiesta cuando a estas alturas, se me ocurrían al menos entre cuatro a seis sitios alternativos donde ir, con mejor gusto, más privados, más tranquilos y por supuesto, más elegantes. Y a mí me apetecía estar con ella, nadie más.

Por que la había recuperado, y ahora nadie más volvería a arrebatármela jamás.

Aún agarradas del brazo caminando por la zona de resbaladizo hielo, terminaron por encontrarse con Ari y Liam. Kate, tapadísima con el abrigo gris hasta las rodillas y una gorda bufanda alrededor del cuello, pero bastante maquillada y con el pelo suelto y arreglado - algo que no era realmente una novedad en la chica- sonrió a la pareja, centrando su vista en Arianna. Parecía de bastante buen humor, cosa de la que se alegró.

- ¡Hola!- saludó con efusividad, dedicándole una amplia sonrisa.- ¿Qué tal estás? Pasando frío de camino a la fiesta. ¿Qué tal tu ojo y tu oído? ¿Mejor?- le dio dos besos casi sin pararse. Estaba deseando llegar a la fiesta, tal y como le había dicho a Clarissa momentos antes. Entonces miró a Liam aunque se había dicho que no lo haría; no obstante, Kate era una persona educada y le extendió la mano para estrechársela mostrando una cara relajada y afable.- ¿Qué tal tu padre?

Después continuaron caminando con paso rápido. En ese momento se resbaló con el hielo a causa de los finos tacones y casi se va al suelo tirando de Clarissa, haciendo un baile extraño por mantener el equilibrio. Cuando regresaron a mantenerlo, a Kate no le quedó otra que reir muy divertida. Lo cierto es que estaba de muy buen humor.

- ¡Por los pelos!

Se alegra de que la respuesta de Kate también sea de alegría. La última vez que había estado en la misma habitación con ella y Liam habían acabado discutiendo y recriminándose cosas el uno al otro. La mención al frío le hace arrebujarse en su abrigo negro, al igual que su sencillo vestido, y comienza ha arrepentirse de haber optado por el vestido en pleno invierno. Quizás debería haberme puesto unos vaqueros sin más. 

- Bueno. El oído sigue igual y el ojo...según me dicen va mejorando- cosa que ella no notaba.- pero al mismo tiempo me obligan a llevar esto.- prosigue señalando el parche que le cubre el ojo izquierdo y que ella misma se ha encargado de encantar para que parezca un complemento más, a juego con la ropa que lleva. 

Arianna suelta el brazo de Liam en el momento en que ambas chicas resbalan en el hielo, perdiendo el equilibrio. Extiende las manos hacia adelante en una intención clara de prevenir su caída, pero sus dedos no llegan en ningún momento a tocar a ninguna de las chicas. Una sombra cruza su rostro- Otra vez se la había jugado su vista- pero termina por disimularla con una preocupación por el estado del suelo. - Sí. Hay que tener cuidado con estas placas que se forman.

Aún divertida por la situación que acababa de presentarse, Kate asintió por el comentario de Arianna:

- Ya lo creo. Menos mal que íbamos agarradas.- y volvió a reir. No le pasó desapercibido que, aunque hubiera llegado tarde, Ari no había dudado ni un momento en soltarse de Liam para ayudarlas, detalle que Kate agradeció en grado sumo. Arianna siempre había sido una chica amable y se notaba que quería ayudar a las personas. Un recuerdo llegó a la mente de la chica en esos momentos, mientras continuaba arrugando la nota en su puño cerrado. Le gustaría hablar con ella, pero no se atrevía a hacerlo. Y además, quizás el tema no fuera muy agradable en aquellos momentos de tranquilidad y diversión.- Seguro que terminas mejorando del todo, ya lo verás.- comentó optimista, apartando todo pensamiento repentino de la su cabeza.- Me pregunto quién más irá a la fiesta.

Espero que ningún conocido más...

Esboce una media sonrisa ante el comentario de Ari. "Encontraremos la forma", habia dicho, cuando le hable de mi mano, dejando clara con aquella primera persona del plural que consideraba aquel problema tambien como suyo. Y escuché su explicacion, en silencio, sopesando lo que decia sobra su ojo. - Si, lo recuerdo... Si que debe haber algo. Somos magos, ¿no? Supongo que solo será cuestion de buscar... - dije, caminando con ella cogida a mi brazo. - No te preocupes, encontraremos la forma, seguro. - repeti las mismas tres palabras, dedicandole un guiño y una media sonrisa que dejaban claro que podia contar conmigo. En eso, y en cualquier cosa.

Entonces comenzamos a especular sobre quién iría a la fiesta, y con quién. Me alegré sobremanera de alejarme de aquella plaza, y dirigirme hacia Las Tres Escobas. No es que Hogsmeade fuera el sitio en el que mas me apetecia estar en aquel momento, pero al menos tenia un buen recuerdo de Las Tres Escobas. O mejor al menos que del resto de lugares.

Miré a Ari con una media sonrisa, negando- Ryan no irá con Vinny. Los conozco lo suficiente para saber que no.  Aunque lo de Kate y Matthew... es posible... - dije, sopesando la idea, frunciendo ligeramente el ceño. No parecia molesto con la idea de que Kate fuera con otro chico a la fiesta. Aquel dia, en el hospital, con aquel intento de poner a Ari en mi contra, habia muerto cualquier cosa que pudiera sentir por ella. Habia conseguido hacerme tanto daño, que aquel amor que habia estado torturandome desde hacia meses, murio en el preciso instante en el que vi lo que intentaba hacer.

-Por cierto... Les he traido un regalo a Vinny y a Ryan. Con todo el follon al final ni siquiera les felicite por su cumpleaños... Ni pude celebrar el mio... - le dije, con una media sonrisa, esperando que ella me dijera que le parecia aquel gesto. Más vale tarde que nunca, fue lo que se me ocurrio, la semana anterior, mientras pensaba en aquello en mi casa.

E iba a añadir algo mas cuando, de repente, nuestra conversacion se vio interrumpida por la ultima imagen que esperaria aquel dia: Kate acompañada de Clarissa, camino del punto de encuentro. Entorne ligeramente la mirada, sorprendido: Coño... Esto si que no me lo esperaba... Me parece que los dos perdemos... dije en un susurro a Ari, antes de acabar por sonreir a las dos chicas.

Yo tambien me habia arreglado.   Y parecia de un buen humor inmejorable. Cuando las dos acercamos, sonrei a ambas, aun con Ari cogida de mi brazo. -¿Que tal? Me alegro de veros -dije, incluyendolas a ambas en mi saludo. Habia madurado lo suficiente como para darme cuenta de que la educacion no estaba reñida con el distanciamiento. Di dos besos a Clarissa y estaba dispuesto a hacer lo propio co Kate cuando vi que, en lugar de eso me tendia la mano, como si fueramos dos desconocidos. Un gesto que no entendi. Aún así, extendi mi mano hacia ella, con intencion de estrecharla. Solo que, por la posicion en la que estabamos, fue mi mano derecha y no la izquierda la que le tendi. Una mano artificial, de plata, carente de vida, pero que al menos resultaba más elegante y discreta que aquel espacio vacio que habia mostrado en el hospital- Esta mejor, gracias. Poco a poco, como todos. - conteste a su pregunta sobre mi padre, viendo como seguian avanzando hacia la fiesta, sin opcion a mucho mas.

Mi gesto tambien fue instintivo cuando las vi a punto de caerse. Solte a Ari al tiempo que ella me soltaba a mi, alargando mis brazos tambien para intentar que no se cayeran. Apenas llegue a rozar el abrigo de Clarissa con la punta de mis dedos, que se cerraron en torno a el aunque, afortunadamente, no fue necesario aquel agarron- Uy... - dije entonces, esbozando una media sonrisa.

No habia rastro del Liam del dia del hospital. Parecia mucho mas calmado, más relajado. Más adulto. Menos tenso que aquel dia en el que, una vez mas, todo se habia vuelto a agolpar, como de costumbre, haciendome perder los estribos. 

-Supongo que los de siempre... ¿Sabeis de quien fue la idea de montar la fiesta? - pregunte entonces, intentando entablar una conversacion amable con ellas.

No se podía decir que no estuviera guapo, pero era simplemente eso, tal y como ya había pensado antes. Le sorprendió encontrarse con una fría mano de plata pero tampoco dio muestras de gran intriga por ello. Simplemente estaba demasiado feliz como para pensar en nada más. Feliz y congelada.

- No lo sé.- contestó a Liam mientras continuaba caminando y sin mirarle desde que se dieran la mano.- Tampoco es que importe mucho, la verdad... habrá música, un lugar cálido y alcohol.- ¿Kate diciendo que habría alcohol en una fiesta? ¿Valorando que una fiesta sería buena por la presencia de alcohol? Lo cierto es que se le había escapado, pues aquella última característica positiva para ella acerca de la fiesta iba a pensarla pero no decirla.- Seguro que Clarissa triunfa esta noche. Si es que no me la quedo para mí, claro.- bromeó, exhibiendo su perfecta sonrisa.

Antes de que las dos parejas terminaran de juntarse Clarissa se soltó del brazo de Kate y echó a correr hacia Arianna, al ritmo que sus tacones le permitían. Le rodeó con fuerza, quedándose en esa posición unos segundos.

- Siento tanto tanto tanto lo que te ha pasado... - Antes de separarse posó un sonoro beso en la mejilla de la Gryffindor. - Me alegra ver que estás bien. También tú, Liam - añadió, mirando a su acompañante con una sonrisa algo más forzada, aunque correspondió a sus dos besos sin oponer ninguna resistencia. - ¿¿¡¡Tienes una mano de plata!!?? - la cara de Clarissa era un poema. Aun así, no hizo ningún comentario más. Se limitó a dejar algo más de espacio entre vosotros, permitiendo que pudieseis seguir andando hacia la fiesta.

Iba a añadir algo a las preguntas de Kate cuando su amiga casi hace que las dos se caigan de bruces al suelo. - ¡¡¡Kaaaaateee... cuidado!!! - con esfuerzo consiguió mantenerse en pie. Todavía estaba retocándose el vestido cuando su amiga hizo aquel comentario tan poco oportuno. Su rostro se ruborizó por completo.

- Según tengo entendido... la fiesta la han organizado gente mayor. De la quinta de los hermanos de Lucas y Vinny - indicó, haciendo lo posible por cambiar de conversación.

Pudiste notar el primitivo escalofrío que recorrió el cuerpo de Isabella cuando te separaste de ella. Tal y como si lo hubieses sentido en tu piel. Se hubiese lanzado de nuevo hacia ti si tu mano no hubiese acariciado tu cuello de esa forma. Eso la mantuvo quieta, como tigre sin terminar de amansar. Hasta que escuchó tus palabras. Sonrió de forma extraña. Esa visión hizo que algo se removiera en tu interior. Había algo que realmente interesaba a Isabella de esa fiesta. Pero no te dio tiempo a preguntar. Lo único que pudiste fue registrar las once palabras que pronunció justo antes de que os desaparecierais.

- Esperaré ese momento. Ahora hay alguien a quien debemos buscar.

No podía creerme aquello, mi primo y mi profesora. Vale, tenían la misma edad. Vale, los dos eran muy atractivos. Pero... ¿Mi primo y mi profesora? Era de lo más inverosímil. Cuando se me pasó la sorpresa sonreí. Debí haberme imaginado algo así al verte por Hogwarts. Comenté, divertido. No está nada mal, todo hay que decirlo. Dije, sonriendo. Bueno, siempre puedes pedirle un baile hoy.

Terminé la jarra. Pues yo todo lo contrario. Voy a ver como se planeta la noche. Si me encuentro con alguien que me llame la atención no me voy a quedar mirando. También puedes ayudarme, que a ti se te dan mejor las chicas que a mí. Dejé caer. Pero para eso... Otra ronda, por favor. Pedí. Necesitaba estar desinhibido para eso, aunque no demasiado. No quería repetir lo de la anterior vez y ni siquiera acordarme...

- Oye, oye, que yo a Hogwarts fue por trabajo - conforme hablaba reforzaba sus palabras moviendo la palma de su mano de arriba abajo - Aunque no te negaré que aproveché para echar unas cuantas miraditas. Que le vamos a hacer, las de tu edad se me hacen demasiado jóvenes. Debería reconfortarte eso - añadió, echándose a reír.

- Si me das via libre me aseguraré de que hoy triunfes, primito - la palmada que te dio en la espalda fue tan fuerte que hizo que te inclinaras hacia delante. La petición de cervezas no ayudó, porque en el momento en el que la hiciste Ian volvió a darte un meneo en el asiento. - Ese es un buen comienzo. Bébete todas las que quieras, yo te invito esta noche.

Matthew ya se había metido entre pecho y espalda unas dos jarras de cerveza de mantequilla cuando el local empezó a llenarse. Estaba sentado en la barra junto a su primo Ian, quien parecía sacarle ventaja con respecto a la bebida. Parecía que todos os habíais puesto de acuerdo para llegar. En el momento en el que Arianna, Liam, Kate y Clarissa entraban por la puerta, Ryan y Vinny hacían su aparición en el lugar, con Isabella e Isaac respectivamente. Cada pareja apareció en una punta del local, aunque ninguno tuvo problemas para darse cuenta de la presencia de los otros.

Analizasteis el lugar a golpe de vista. Por los amplios huecos que había entre los grupos, dabais por hecho que todavía faltaba mucha gente por llegar. O al menos eso esperabais. Por el momento lo que más había eran alumnos de uno o dos años menos que vosotros, algo que os sorprendió. Sobretodo el espectáculo que ya estaba dando Jason Stark en una de las esquinas del local. Visiblemente bebido, no se separaba de la chica que tenía incrustada entre su cuerpo y la pared.

También había unos cuantos grupos de algún curso superior. De vuestra quinta a parte de vosotros solo estaba Scott, que había hecho acto de presencia apenas unos segundos después del resto. Fue directo a la barra al encuentro de Ian y Matthew.... y de sus cervezas.

Ni corto ni perezoso Scott se sentó entre Matthew y su primo, dándole al primero una palmada en el hombro; justo en el mismo sitio en la que habái recibido la anterior.

- Ya le has cogido gusto a la materia y empiezas a dejar atrás al maestro, ¿eh?  - Con un gesto de la mano indicó que pusieran otra ronda.

¡Al fin habían llegado! Kate entró con las manos en los bolsillos, observando la situación mientras empezaba a quitarse la bufanda. De momento era un poco decepcionante. Apenas había gente mayor que ella, demasiados conocidos y sobretodo demasiado jóvenes. Terminó por quitarse el abrigo, manteniendo la mirada fija en Ian, el primo de Mathew. De todos los presentes era el mayor y el más atractivo. Si bien no tenía intención de ligarse a nadie realmente y menos aún al primo de Matt.

Saludó con la mano y una espléndida sonrisa a Vinny e Isaac. Desde luego, eran la pareja que más pegaba en aquel lugar. Isaac era guapo, sin duda, con mucha planta y desde luego, las pocas veces que había hablado con él, parecía simpático, agradable y sin duda interesado en el bienestar de Berenice. Les hizo un gesto para que les acompañaran hasta la barra, a donde iría con Clarissa para saludar a Matt, por supuesto.

Justo cuando terminó de quitarse el abrigo y colgarlo en el perchero, mostrando un vestido de lo más sexy y llamativo, rojo, con la espalda abierta, de largo hasta un poco más arriba de las rodillas y ajustado lo justo para realzar en condiciones su figura, habló a Clarisse:

- Está el primo de Matt. ¿Qué te parece si le propones invitarte a una copa?- le comentó con tono amistoso y guiñándole.

Copas. Eso es lo que necesitaría aquella noche. Y más aún viendo a Jason de tal guisa. ¿Cómo podía dejarle comportarse así? ¡Era su hermana mayor y desde luego había bebido ya más de la cuenta! Pero causaría revuelo. Jason le gritaría, la llamaría entrometida y encima estropearía la fiesta a unos cuantos. Pero si no iba... sabía que su hermano estaba cometiendo un terrible error. Aquella chica que tenía contra la pared no era Faye y ni siquiera le llegaría a la suela de los zapatos. ¿Cómo permitir que su hermano cometiera un error del que luego se arrepentiría? Suspiró. Ya estaban con los problemas.

- Necesito una copa.- comentó entonces haciendo grandes esfuerzos por apartar la mirada de Jason. Al final sabía que terminaría metiéndose en medio.

Caminó por la zona de baile junto a Clarissa, acercándose a Matt, a su primo- y ahora también a Scott que se había acercado y del que se preguntó cómo se encontraría sin Sarah cerca- hasta llegar a ellos. Abrazó a Mathew por detrás y después le sonrió, colocándose a la izquierda del chico y dejando que Clarissa se colocara entre Scott e Ian. Sonrió a su mejor amigo.

- Estás guapísimo. Me alegra verte aquí.- miró entonces a la camarera y pidió.- Una copa que esté bien cargada. Nada de cerveza de mantequilla.* Gracias.- fijó la mirada en Ian y le sonrió.- Me alegra verte, Ian. Ha pasado mucho tiempo. ¿Qué se te ha perdido por aquí? ¿Todo bien?- y también dio un abrazo a Scott.- A ti sí que no esperaba verte aquí. Muy guapo. Estáis dejando el listón alto a los chicos.

La mirada se le fue a Jason otra vez, y la sonrisa menguó hasta quedar como una mueca que quiso disimular cuanto antes. Pero a Matt no podía engañarle. Necesitaba consejo.

- ¿Qué hago? ¿Debería hablar con Jason? ¿Dejarle estar por una noche?