Partida Rol por web

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Una chica joven sale de la casa por la puerta que antes destrozara el robot. Le da una patada enfadada al montón de chatarra.

- "¡Maldito trasto! Muchas gracias por detenerlo. Cuando mi padre lo trajo en su primera salida a las Cuevas de la Colina Negra era una cosa inerte de aspecto inofensivo. Padre quería investigar lo que era, pero no tuvo ocasión, pues volvió a las cuevas y ya no regresó." -

Se le pone una cara muy triste y luego os mira de nuevo:

- "¿Vosotros sois aventureros? ¿Habéis venido para rescatar a Khonnir?" -

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Finalmente, la figura que se asomaba era una joven, con suma probabilidad la hija del Concejal que la anciana había nombrado.

-Lo somos, y lo segundo es muy probable.- le respondió con una cálida sonrisa. -Y tú debes de ser la Señorita Baine. Hemos dejado junto a la calle a algunos compañeros heridos desatendidos en el apuro por venir aquí. ¿Que tal si regresamos todos ahora que el peligro ha pasado?- No me gusta la idea de que estén cerca del sucio suelo mucho más rato con esas heridas. Se preocupaba la ex-alcaldesa, tanto así que olvidó las presentaciones. -¿Nos acompañaría? Estaríamos muy agradecidos de poder entrar a la taberna a descansar un poco, y también sería mejor que estuviera el grupo entero presente para conversar.-

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- "Claro, ofrezco la taberna como lugar de descanso y base de operaciones a cualquier grupo aventurero que acepte buscar a mi padre. No es una posada, pero está cerrada a los clientes y he puesto esteras y mantas dentro. Hay una buena chimenea con abundante leña, y podéis usar la cocina y coger las provisiones que están en la despensa." -

La chica acompaña a los Rifts Warriors hasta el interior de la taberna. Ciertamente, no es una posada con camas de verdad, pero el lugar está limpio y la gran chimenea caldea el ambiente lo suficiente como para hacerlo acogedor. Todo está hecho de madera, aunque los muebles son sencillos.

La muchacha saca esteras y mantas para todos. Las podéis instalar donde prefiráis.

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Acompaño a la ex alcaldesa para llevar una de las camillas hacia la taberna. Nada más entrar miro el lugar con gesto crítico y afirmo ligeramente. Te aseguro que hemos pasado la noche en sitios mucho peor es que este. Y el calor se nota agradable, señorita Val Baine.

Busco una de las sillas que hay en las mesas y la acerco al fuego, haciendo un gesto a la chica para que se siente. Luego voy acercando más sillas para los demás.

Creo que lo primero que deberíamos hacer sería presentarnos. Somos losRift Warriors, como bien dijo un grupo de aventureros. Mi nombre es Equillibrum, tanto gusto digo, quitándome el sombrero con una sonrisa.

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Por suerte el episodio se había acabado, saldado sólo con algún golpe y el artefacto destrozado. 

Alexa se acercó a la mujer, no sin antes agradecer a Muxu su oferta de desvanecerla, aunque finalmente no fue necesario.

-¿Tu padre trajo este dron de las cuevas? Quizá haya algún tipo de yacimiento minero, entonces. Parece un aparato de extracción. Gracias por el alojamiento, sí, te ayudaremos.  Aunque hemos de descansar y curar a los heridos, no creo que nos lleve mucho tiempo en las buenas condiciones en las que está este local...

Traer al interior las cuatro camillas fue un alivio, y pronto estuvieron todos bajo techo y lejos del polvo y la tierra del suelo.

-¿Qué hay ahí? ¿En las cuevas? ¿Qué se sabe de ellas?

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Muxu ocultó una risilla cuando oyó a Equilibrium decir que habíamos estado en lugares mucho peores, aunque la alcaldesa entendió lo que el atlético justiciero quiso decir decir, más de uno habría interpretado que había catalogado de "peor pero no tanto" a nuestra nueva base.

De cualquier modo, a la maga le dió la sensación de que la joven Val Baine era accesible y no era necesario seguir una etiqueta rígida con ella.

Luego de la presentación del superhéroe justiciero, la maga le siguió.

-Y el mío es Muxu, Muxu Meidall. Mientras esperamos que el resto terminen de acomodarse y se nos sumen para hablar del rescate de su padre, ¿podrías comentarnos cuál es el valor de las monedas locales? Es que tendré que ir a comprar insumos médicos al acabar la reunión, y no somos de por aquí.-

Luego escuchó a Alexa comenzar a preguntar lo relevante al trabajo, y la maga escuchó con atención.

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Acabó tan rápido como comenzó, fuera lo que fuera que estuviera ocurriendo más allá de su campo visual. Saber lo que había pasado, no fue difícil. Bastó con es cuchar lo que se decía y escuchar a aquella jovencita. Pero no era lo prioritario. Cuando las puertas de la posada se abrieron, destinó sus fuerzas a levantar la camilla que le correspondía junto a su compañero y llevó al inconsciente de turno al interior. 

Siguiendo el ejemplo de otros, depositó la camilla con suavidad junto al reconfortante fuego. Tras ello, se estiró poniendo las manos en las lumbares.

-No estoy hecho para ser mula de carga -dijo sin dirigirse a nadie. Miró en derredor, observando la construcción, sencilla pero operativa para lo que necesitaban. Observó goloso la estera y la manta que podía corresponderle, ansiando tumbarse y dormir, pero la vida no siempre otorgaba lo que ofrecía. 

Resignado, se sentó en una de las sillas que acababa de colocar Equilibrium. Esperaba que la conversación con la muchacha durara poco. Desde su punto de vista, ir al local de los Tónicos Tentadores y comprar con el dinero saqueado cuantas pócimas pudieran era prioritario. Bastaba ver el rostro de los inconscientes para saber que no estaban en el mejor de sus momentos. Bueno, cuando se podían ver. El pobre de Briaeros debía estar pasándolo jodidamente mal dentro de aquella lata. Realmente, era una ironía del destino que su regeneración pasara por convertirlo en un tronco enfundado en una armadura. Joder, es como un puto tallo de espárrago enlatado, pensó.

-Callahan -se presentó, añadiendo un guiño y una sonrisa embaucadora al saludo-. Un placer conocer a alguien con unos ojos tan encantadores. Y gracias por tu hospitadad. ¿Hace cuánto que desapareció tu padre?

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- "Soy Val, Val Baine." - Se queda preocupada observando a los cuatro Rifts Warriors que han sido llevados en camilla hasta la vera de la chimenea.

- "Vuestros amigos están realmente mal. Especialmente el de la armadura mecánica. Morirá si no se le quita, pero harían falta herramientas adecuadas y alguien que sepa de tecnología.

En la tienda de tónicos tienen pócimas curativas. ¿Tenéis algo para intercambiar?" -

Mira con curiosidad vuestra extraña mezcolanza de equipos, con algunos de los vuestros claramente mal equipados para la vida aventurera y otros que llevan objetos brillantes y claramente mágicos.

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Muxu miró a Alexa que parecía confirmar el grave estado de Briaeros, por lo que curar a Halberd para que pueda quitarle la armadura era una prioridad aún más urgente.

-Tenemos unas cuantas monedas de oro, y varios objetos de gran valor llegado el caso. Si tan mal está nuestro compañero, será mejor no dejar más tiempo para conseguir esas pócimas. ¿Conoce su valor? ¿Alguien quiere acompañarme?- Ya me enteraré luego los detalles del trabajo.

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-Yo mismo -respondió Callahan. Eso sí, era un enigma cómo aquella muchacha podía saber el estado de Briaeros sin llegar a verlo. 

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—Thomas Covenant —dijo presentándose de forma automática—. Mago y escritor, con diferente éxito en ambas profesiones.

Tras dejar la camilla que portaba en un lugar a buen recaudo dobló el espinazo para presentarse de forma algo exagerada.

—Como ya le han dicho mis compañeros somos los Rifts Warriors, aventureros y en ocasiones héroes, hemos venido a ayudar. —Y a que nos ayuden, pensó en decir el mago, pero prefirió guardar silencio ante eso.

Echó un vistazo al duro Briaeros y lo recordó rodeado de un montón de bandidos que le golpeaban con ansia, como si les debiera dinero. No le extrañó que al pobre hombre le hiciera falta un tratamiento intensivo, por desgracia su armadura lo complicaba todo.

—Yo voy también —dijo a Muxu dispuesto a colaborar en una tarea en la que se veía más capaz.

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Tras todo el percance con el pequeño robot, terminaron por asentarse en aquella extraña taberna, dejando cerca del fuego y bien resguardados a sus compañeros heridos.

Vicky se sentó en el suelo, cansada.

-Vicky Morrisona, encantada de conocerte, Val-. Saludó Vicky.-Cuando estemos recuperados no habrá ningún problema por buscar a tu padre, ha sido un día duro, peleando con bárbaros, bandidos y tu robot-. Sin duda era posible que lo de recuperarse llevara su tiempo, pero ahora estaban comprometidos, así que tarde o temprano, irían a aquellas cuevas.

Aprovechando que Muxu iba a la tienda junto con varios compañeros, tuvo que añadir algo.

-Muxu, un momento por favor, si vas a salir, sería conveniente que hicieramos una lista de lo que necesitamos, deberías de llevarte todas las monedas y el equipo sobrante para venderlo o cambiarlo, aquí podemos hacer una distribución mejor de los bienes-. O quizás la alcaldesa tan solo quería darse una vuelta.-O puedes echar un vistazo y que luego vaya alguien o tú misma a comprar, dudo mucho que esa tienda sea como un supermercado, pero es una muy buena idea el ir a pistear un poco-.

-Así que como queráis, ahora o después, pero es algo que hacer, entre otras cosas-.

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Yo soy Raxus- se presentó ante la chica- y como bien han dicho mis compañeros aquí presentes, somos aventureros, aunque en nuestro estado no estamos para ir a ningún lado, salvo para el catre. Cuando nos recuperemos, creo que no habrá reparos en ir a buscar a tu padre, pero para ello necesitamos comer algo caliente, beber algo y dormir. 

Ya que te pones Muxu, podrías ir a ver si en el almacén que hemos pasado venden armaduras, así podría ir a ver si hay algo que me quepa a mi. 

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-¿Qué? ¿Estás insinuando que mi armadura de mago no es de tu agrado?- dijo Muxu en tono de broma al titán juicer, que al menos durante poco más de media hora aún tendría el conjuro de fuerza protectora activado. -Desde luego, me parece una buena idea, Vicky. Pero creo que será mejor ir primero a por esas pócimas. Luego de eso en el almacén general ya podremos mirar con más tiempo lo necesario, que eso sería, a ver...- Miró a todos sus compañeros y empezó a enumerar con los dedos. -...seis mudas de ropa, cuatro pares de calzados, jabón y vendas con seguridad.- Comida, manta y esteras parece que nos lo proporcionará Val, así que no es tan urgente. -Luego cuando todos estén recuperados y conscientes podremos hacer una lista más detallada de todo lo necesario para cada uno, componentes para conjuros, armas, herramientas de supervivencia, armaduras y demás, conociendo ya los precios de antemano será más facil. ¿Les parece bien?- dijo levantándose para tomar las monedas.

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-Está bien, Muxu-. Contestó con una sonrisa cansada.-Entonces creo que deberías llevarte todo el dinero-. Sacó la bolsa que le había entregado Emil.-Venga, aflojad la pasta chavales-. Intentó hacerse la graciosa.-Será para nuestros heridos-.

Una vez entregada la bolsa a Muxu, se recostó al lado de la camilla improvisada que usaba Shidi.-Bueno, es hora de dormir, creo yo-.

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HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

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Val Baine acompañó a Muxu, Thomas y Xavier a la tienda "Tónicos Tentadores". Muxu había recopilado algo de dinero y varios objetos de los bandidos de Agrio para intercambiar por pociones curativas.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Tras haber entregado la bolsa de monedas a Muxu para que compre las pociones necesarias, me quedo mirando mi hacha. Es lo único que tengo de mi pasado, un pasado que aparece difuso y velado en mi mente.

Pero quizás para nuestra supervivencia podría ser un objeto de intercambio valioso. Al fin y al cabo está hecho de plata. Pero, ¿estaría dispuesto a sacrificarlo?

No deja de ser un arma, aunque con su valor seguramente podría comprar otra igual pero hecha de hierro y me sobraría bastante dinero. Creo que de momento lo mejor es guardarla, pero si lo veo necesario...

De momento lo que hago es dar una vuelta por la taberna para ver si hay algo de comida mejor que unas raciones secas.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Tu armadura de mago es de mi agrado- responde sonriendo a la maga- sobretodo en situaciones donde voy desnudo al combate. Pero aspiro que con una armadura para mi buen cuerpo haga que no tengas que gastar hechizos defensivos de esa clase en mi. Que se que es una excusa que necesitas para tocarme, pero ey, eso lo puedes hacer en cualquier momento.  

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

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Se habían organizado rápido, y las preguntas quedaron colgadas, pendientes para otro momento. Alexa no insistió, y entregó su bolsa a Muxu, así como la recomendación de que compraran también material de curas, además de las pócimas. Las vendas improvisadas con las batas era demasiado precarias. 

Una vez colocados a los compañeros inconscientes en sendos bancos, arropados y en relativa comodidad, la mística repartió los pellejos de agua que se había quedado ella, ya no tenía sentido unificar el uso, allí podían obtenerla sin problemas. 

Después de que Muxu Thomas y Xavier hubieran salido siguiendo a la muchacha, Alexa dio un último vistazo a los heridos, se buscó un lugar cerca de la chimenea y allí colocó su esterilla y se echó a dormir, bien envuelta en la manta.