Partida Rol por web

Thalarion no sabía cómo iban a salir de aquella, pero debían hacerlo como fuera, a pesar de todo lanzo un golpe con el mangual que ahora portaba sobre su enemigo más cercano intentando causarle algún tipo de herida.

Los guerreros del equipo estaban mostrando su valia, y pese a tener las balanzas al principio en contra su habilidad y trabajo en equipo resulto mortal, sobretodo, el lance de caranthir que dejo una fea herida en el lomo, con olor a perro chamuscado que hizo cerrar los ojos del perro infernal para siempre

Ahora solo quedaba uno y solo uno atacaria pero se mantuvo fuerte y firme en su decision de guardar la sala y en la entrada de ella siguio para evitar el paso y el flanqueo de sus adversarios, pero todo fueron ladridos y advertencias

https://app.roll20.net/join/209416/sd-E6w

La chica respiro aliviada cuando una de las criaturas cayo abatida, ya solo le quedaba una. Quizas si no estuviese atentos a sus compañeros, pudieran ellos acertar sus golpes.

Ordeno a los duendes maliciosos que distrajeran a la criatura, asi sus compañeros pudieran asestar buenos golpes.

Antes que el paladín aprovechase el espacio que quedaba al estar uno de los canes infernales muerto aproveché la línea de visión que tenía sobre el can soltando mi arma y sacando mi arco para disparar.

Drialia volvió a intentar lanzarle un rayo. Era un enemigo duro y sus habilidades con las armas no eran nada del otro mundo. Volvió a levantar el brazo lentamente en dirección al can pero falló por poco.

Thalarion vio como uno de los enemigos caía, ahora le tocaba el turno al siguiente en caso de ser necesario sobrevivir a tal evento y continuar con la investigación.

Los pasos del Aasimar le llevaron hacia el frente y lanzo un nuevo golpe con el Mangual.

Este can es testarudo- dice el clérigo mientras lanza de nuevo un nuevo golpe con su cimitarra. Sin embargo, con uno ya muerto, la ventaja era suyo. Solo debían seguir insistiendo en sus ataques hasta lograr acabar con aquella criatura. 

Esta vez no se organizaron muy bien, como thalarion paso a delante caranthir quedo dubitativo 

Ahora eran dos al frente el paladin y el clerigo que actuaban de escudo frente a los demas pero la estrechez impedia que mas se sumaran al cuerpo a cuerpo, la verdad es que tenian suerte de que el perro rabioso ladrara mas que mordiera porque sino estarian en serios problemas

Thalarion sabia que la situación no era muy favorable tal cual estaban luchando ahora contra aquel ultimo perro del averno. Debían movilizarse y debido a la situación era el, el que debía hacerlo.

Decidido se desplazo a un lado dejando que otro de sus compañeros se colocaran en posición y lanzo un nuevo golpe de Mangual.

De una sacudida de cabeza se habia quitado los duendes maliciosos y lo habia hecho desaparecer, lo cierto era que era un digno contricantemente por su fuerte fuerza de voluntad, y a la chica se le acaba los trucos. Pero deberia seguir intentandolo, lanzo un nuevo maleficio y el cuerpo de la criatura parecia haberse desinflado, careciendo de menos fuerza.

No podía hacer nada más por ahora no me atrevía otra vez a dispara con la flecha pues veía que era mayor el riesgo de acertar que el daño que producía. Así que guardé mi arco y lancé uno de mis hechizos de aprendiz que utilizábamos en la escuela a modo de prácticas para practicar nuestra puntería, aunque el hechizo en si provocaba que un haz de color verde saliera despedida de mi mano haciendo un leve daño si impactaba, más otra cosa no podía hacer por ahora pues mi espada estaba en el suelo.

Drialia ocupó el espacio que había dejado el paladín e intentó atacar al perro. Eran tres contra uno pero aun así el animal estaba consiguiendo ponerles a prueba. Cuales fuera que fuesen los dioses oscuros que estaban en aquel templo eran poderosos. 

Un último esfuerzo. - pidió Drialia a sus compañeros antes de lanzar un ataque fallido contra aquella criatura.

Vamos chicos, esto está hecho- el clérigo volvió a la carga, lanzando de nuevo un nuevo corte al can. Esta vez tuvo mejor suerte, o el enemigo, viéndose acorralado, tenía mas dificultades en esquivar los golpes. En cualquier caso, la cimitarra de Arus logró impactar a la criatura, haciendole un nuevo corte en su lomo. 

El perro se lanza sobre tahalarion que es el que rompe su lienea defensiva y recula mordiewndo la greba de la pierna de su armadura , pero mordiendo el metal de su armadura y no la carne

Estos perros infernales tiene la voluntad muy fuerte, poco mas puedo hacer que intentar mitigar sus ataques, poder todo el empeño.

La muchacha se volvio a concentrar. Abrio la palma de su mano y soplo en ella, una pequeña nube volo desde ella hasta rodear la criatura, absorviendo parte de sus esencia vital.

Cogí la espada y me eché mi último gran conjuro que me hacía invisible. Era el último intento de matar a ese monstruo de forma eficaz y sin sufrir males, había agotado toda mi reserva de magia junto a mis conjuros ahora sólo esperaba cogerle desprevenido para poder hacerle un daño lo suficientemente eficaz para romper su invulnerabilidad, todavía pensaba a que material era vulnerable pero en tan breve tiempo no podía pensar así que actué y ya tendría tiempo de observar a aquellos dos monstruos muertos si la suerte nos sonreía.

Arus, que aprovechó en su momento el espacio dejado por su compañero, volvió a lanzar un nuevo golpe contra la criatura la cual aún se resistía a morir. El clérigo volvió a lanzar un nuevo tajo y este impactó en su objetivo. Un nueva herida para el can. 

Maldita sea, cae de una vez

Drialia intentó lanzar un nuevo rayo y falló otra vez. Sin duda alguna sus habilidades para combatir dejaban mucho que desear. Maldijo por lo bajo mientras apretaba los puños con rabia sin saber que hacer. Parecía que los demás tenías más habilidad con las armas, había tenido suerte de tenerlos como compañeros.

Thalarion notaba como la suerte a pesar de estar de su parte no les ofrecía muchas más oportunidades. De nuevo el Paladín intento lanzar un golpe sobre este oponente mientras canalizaba sobre su arma la bendición de Sarenrae y esperaba que su golpe causar más daño a este maldito engendro.