Partida Rol por web

Pensé que tu segundo nombre era Brigitte.

Necesito el MiFi que está en mi mochila, en casa.

Parece una jabonera azul con un botón negro.

Mis padres no deberían darte problemas (disculpa las preguntas que mamá te hará).

Luego de un momento de pensarlo, envié otra serie de mensajes.

En la nevera hay muchas bebidas energéticas.

Si traes algunas no me molestaré.

Las enfermeras además de darme sólo comida insípida se niegan a traer café.

Uno creería que ser hijo de un doctor tendría privilegios pero parece que no.

Salvo por los baños de esponja, esos los disfruto mucho.

Okay.. ¿preguntas sobre qué? Ay, ya sé que estás locamente enamorado de los castores, pero no hables a tu madre de eso.
Okay, tu Malphite... no sabía que jugaras League of Legends pero en fin.

Y ya deja de llorar que no soy tu mucama. Iremos con Bobby.
Mientras tú estás de rey... no creerás las locuras que están pasando fuera.

PS: anota que me debes una, gracias♥

Me parece buena idea, Carah. Te espero en mi casa, me recoges y vamos a visitar a Ulysses. ^^

Traas enviar el mensaje de texto a mi amiga, decido salir al porche de mi casa y me quedo sentado junto a la puerta, pensativo, esperando a que llegue Carah para contarle todo lo que he averiguado desde hace tres días.

Sólo las preguntas clásicas de cualquier madre cuyo hijo acaba de ser baleado por un idiota adicto a los esteroides.

Que bueno que traigas a Bobby, si no le sacan a pasear muerde los muebles.

Le deberé una a ambos, él me arrastró al interior de Pop's.

Sin embargo, Greymane salio corriendo antes de que pudieras ponerle la correa. Aquello era un comportamiento muy raro de parte de canino, pero que se comportaba como debia hacerse estos dias. 

Tras salir detras de el y perderle la pista luego de unos minutos de persecucion por todo el parque, de preguntarle a cuanta señora, niño y familia que te topabas si habia visto a Greymane ya estaba sumando un regaño mas de parte de tu pardre cuando una extraña voz femenina te llamo desde tu espalda. 

Este lindo perrito debe ser tuyo ¿no? — le dijo una chica rubia de unos 159 cm, a la cual nucna habia visto por aquellos lados. Aun cuando perecia tener su edad. Por lo que intuyo que o era nueva en la ciudad o debia de ser una turista. 

El plan era el siguiente, entonces: tomar mi moto, ir hasta la casa de Boobs y luego ir a la casa de Uly en donde, según advertencias, su madre nos hostigaría a preguntas. Bueno, no era para menos, pero de seguro un alto porcentaje de ellas no podrían ser contestadas por nosotros...

En fin. Allá me dirigí, al fin sintiendo otra vez el placer de la tranquilidad, cual calma antes del huracán, que ofrecía ese pueblo de muertes aseguradas.

Cuando llegué a la casa de mi amigo lo vi sentado en la puerta.

- Ea. Su carruaje, Su Majestad -dije guiñando el ojo-. Andando. Tenemos que parar en casa de Uly a buscar no sé qué cosa y luego llevárselo al hospital. Mientras vamos, ¿puedes develar el misterio de una vez?

Me sentía ansiosa. Si Bobby no había querido hablar en público entonces algo grande tenía que andar.

-Pero que chinches te ha picado- dije mientras perseguía al perro por el parque, después de unas cuantas vueltas había logrado hacer de las suyas y lograba perderse de vista.

Por minutos que parecieron eternos pregunte a cada mujer, anciano, niño que me encontraba con la única intención de hallarlo, pero o no se percataron de él o definitivamente Graymane había aprendido la habilidad de camuflaje.

Cansado, derrotado y seguro que lo que me esperaba en casa era otro sermón, lo habitual en estos últimos días para sr sincero, pensé en regresar a casa o eso pasaba por mi cabeza cuando la voz de una chica me hizo levantar la mirada.

-Si- me quede embobado viéndola, no la reconocía de nada sin embargo estaba agradecido con ella – Muchas gracias- agradecí mientras esta vez colocaba la correa del caniche para que este no escapara nuevamente.

-Me llamo Dante  y este loco escapista es Greymane- dije presentándonos ante la chica - ¿Eres nueva en la ciudad? - indague, no es que conociera a todo los habitantes de Riverdale, pero una chica como ella estaba seguro de poder recordarla.

Sonreí al ver que Carah había llegado para recogerme en su moto y decidí subirme en la moto, tras ella, mientras nos dirigíamos a la casa de Uly.

-Bueno, no hay mucho que contar -dije, en tono distraído-. ¿Recuerdas a la chica misteriosa que encontramos en las catacumbas el primer día de clase? Bueno, pues aparentemente es una bruja o algo así. Se comunica conmigo mediante sueños y me previno de que ellos vendrían a por nosotros. Es una secta llamada los Nueve Círculos y está vinculada de algún modo con la creación de Riverdale, formada por nueve de las familias principales que fundaron este pueblo. Ellos hacen y deshacen en este pueblo a su antojo. Creo... creo que son hechiceros o algo así, están muy vinculados a la magia, o a lo que ellos creen que es magia, y visten ropas medievales. Cuando estábamos en la comisaría, uno de ellos me atacó con una espada.

-Sé lo que estarás pensando. Que esto solo se le ocurriría a alguien que tomase mucho LSD, pero Jughead también está al tanto. Dice que él y dos amigos suyos, Betty y Archie, vieron hace tiempo a un lobo gigantesco que solo podía tratarse de una criatura mágica, enfrentándose a los miembros de los Nueve Círculos. Luego, los Nueve Círculos forzaron a Betty y a Archie a irse de Riverdale. Ellos son una sociedad secreta que domina este pueblo desde siempre, son como los Iluminatti o los Masones.

-Yo... Sinceramente no creería en este tipo de cosas, pero la noche en que a Jim Tristan se le fue la cabeza y quiso matarnos me di cuenta de que no parecía él. Era como si estuviera poseído. Y por otra parte, Jughead hizo una especie de hechizo con las manos. Formó unas runas y eso hizo que Jim estuviera atontado durante unos instantes. De ese modo logramos llegar con vida hasta el concierto. Yo no creía en la magia hasta esa noche, pero es evidente que existen cosas que no conocemos...

Escuché el relato de Bobby con atención y más de una vez debí volver a concentrarme en el camino pues su historia me daba escalofríos por momentos, la verdad.

- ¿Y por qué la secta estaría interesada en hacer salir del pueblo a esos Betty y Archie? -inquirí en determinado momento-. ¿Y por qué estarían ahora interesados en matarte a ti, a Jug (que no es parámetro de nada) o a Uly? No lo sé, Boobs, parece que es un gran cuento de hadas.

Mas luego medité en cómo se habían dado las cosas y también consideré que Bobby jamás había tenido delirios místicos antes, en consecuencia, debía cuando menos darle el beneficio de la duda.

Suspiré casi llegando a casa de Uly.

- Bien, no lo sé... Suena, independientemente de creerlo o no, como algo peligroso. Y creo que si investigamos nos vamos a meter en un lio que madre mía. Así que, como es debido, cuenta conmigo para proceder en todo este chisme.

¿Qué? No iba a dejarlo solo. No lo había hecho el primer día de clases, menos ahora.

En fin. Ya estábamos cerca de la casa de Uly... ¿no?

-Al parecer, Betty, Archie y Jug vieron en el bosque algo que no tenían que haber visto, ese enfrentamiento entre hombres vestidos como guerreros medievales y un lobo. Los hicieron ir a psicólogos para que creyeran que no habían visto nada y todo eso... El único que quedó en el pueblo fue Jughead, al muchos toman por un friki de las conspiraciones y misterios.

Sabía cómo sonaba aquella historia. Semanas atrás probablemente ni siquiera la hubiera creído.

-Intuyo que nos hemos metido en problemas desde que bajamos a las catacumbas. Esa chica que encontramos... Bueno, a mí me advirtió en sueños sobre los Nueve Círculos. Creo que todo podría estar relacionado con la desaparición de esa chica, Lisa... De hecho, yo estoy metido en esto hasta el cuello. Uno de esos tíos con armaduras me atacó en sueños estando en la comisaría y me hizo un corte real que aún llevo, como hacía Freddy en Pesadilla en Elm Street.

Sonreí para mis adentros. Nunca venía mal una referencia más de mi película de terror favorita.

En verdad vengo solo de visita, yo vivo en Greendale. El pueblo que esta a unos Kilometros de aqui. vine buscando a una amiga que estaba cuidando de mi gato. pero al parecer se mudo de casa y ahora no se donde encontrarla. 

Por alguna razon todo al rededor de dante perdio significado, y solo se podia consentrar en las palabras de la rubia y en su ignotica sonrisa.

Soy Sabrina. Un gusto en conocerte Dante.

-El gusto es mío Sabrina- respondí al saludo de la chica -Tengo algo de tiempo me encantaría ayudarte- dije con cortesía, Greymane parecía tranquilo y la chica tenía cierto magnetismo difícil de ignorar.

-¿Disculpa cual era el nombre de tu amiga?- Riverdale no era grande y aunque no conocía todos sus habitantes podía buscar a alguien por medio del Tweet, después de todo aun tenia tiempo para volver a casa, no podía usar la pc, la consola o la tv, así que ayudarla era mejor que soportar ver a mi padre resolver crucigrama o oír a la clínica a escuchar niños llorones.

Tras recorrer el resto del trayecto a la casa de Ulysses en silencio y tras ser acribillado a preguntas por la señora Price, la cual exigio todos los pormenores de la terribel noche, y parte de la tarde, donde su hijo fue herido por el psicotico de Jim Tristan, Segun sus propias palabras.

Los dos chicos dejaron a la Madre de Ulysses un poco mas tranquila al ver que su hijo al fin habia podido consegir, pese a las primeras impresiones que tanto Carah como Bobby pudieran causar, un par de buenos amigos.

Tras recojer las cosa que su amigo le habia pedido continuaron hacia el Hospital Memorial donde las enfermeras no tardaron en guiarlos hacia la habitacion de Ulysses. La numero 19-41 donde ya los padres del chico habian adaptado el cuarto a las preferencias del chico. Con un televisor con un par de consolas conectadas y un par de portatiles en las mesas al los lado de la cama donde se encontraba el chico.

Mathilda Hewit — Dijo la chica con una extraña sonrisa en los labios. — Ella estaba cuidando mi gato mientras estaba de Viaje a San Francisco. Y he venido a recogerlo ¿la conoses? 

En eso un mensaje privado de Twittverdale llego al telefono del chico. Se trataba de una maestra de Riverdale High la cual queria contratarlo para podar el jardin de su casa y queria hablar con el para ponerse de acuerdo en cuanto cobraria por la extencion de su jardin. Sabrina seguia mirandolo un poco raro

-“Por que ese nombre me suena tan familiar”- la sonrisa de la chica y su mirada me tenían embobado, finalmente la niebla de mi cabeza se despejo, ¿Sería posible?- Mathilda- los recuerdos de una caminata en el bosque, un gato negro que hablaba, pero no había soñado yo al gato -La conozco pero..- la frase no la pude terminar  debido a que el teléfono sonaba con el mensaje de alguien que me contrataba.

-Dame un minuto- dije mientras texteaba el mensaje de respuesta a la profesora – El asunto con Mathilda es complicado, la verdad no sé dónde se encuentra – me rasque el cabello – fue algo raro y no se si la policía la haya liberado.

la exprecion de la chica cambio en cuanto esucho sobre la complicada situacion de su amiga. — Entonces ella ¿esta retenida de algun modo? Bueno muchas gracias de todas maneras Dante... y 
cuidate, dentro de poco podrias estar en peligro — si embargo la ultima parte de lo que la chica dijo llego a los oidos de Dante de manera distorciona como si la chica le hablara desde debajo del agua.

Acto seguido la chica entrego la correa de Greymane a su dueño, se despido con una pequeña sonrisa y comenzo a caminar en direccion a una de las salidas del parque municipal de riverdale

-¡Ey! ¡Hola, Ulysses! -saludé al irrumpir en la habitación del muchacho, acompañado por Carah-. ¿Qué tal estás? ¿Ya te encuentras mejor?

Conocía demasiado bien los hospitales y no me agradaban lo más mínimo. No muchos años atrás ya me había visto ingresado, en circunstancias prácticamente tanto o más trágicas, y sabía que lo ocurrido cambiaría para siempre a Ulysses.

-Adiós y cuídate- dije despidiéndome - ¿Acaso dijo algo? - le pregunte a Greymane mientras el perro me miraba embobado – Debo buscar más amigos- suspire – pero era muy linda.

Rápidamente volví al móvil para responder adecuadamente a la profesora – "5 dólares por todo el jardín"-  dudo que alguien quisiera pagarme más, pero bueno con suficiente trabajo quizás podría reunir para pagar lo de la ventana.

-"Iré enseguida"- respondí a la dama mientras me encaminaba a la dirección que me había enviado.

Quien avisa no traiciona y, en consecuencia, no pude más que aguantarme la risa ante la millonada de preguntas que cayeron sobre nosotros con respecto a la trágica noche en la que Uly... 

No, aún no podía revivir ese momento en demasía pues sentía una punzada en el estómago atravesarme.

Pero, en fin, indicaciones de por medio llegamos al Memorial y, luego, más temprano que tarde, a la habitación del Hombre Bicentenario.

- ¡¿Pero qué demonios es esta habitación?! -inquirí al ver todas las modificaciones para Uly-. ¿Qué no tienes que descansar o algo así, tonto? -y, acercándome al chico, cerré la pantalla de la portátil sin importarme una mierda si había algo útil allí-. Ten. Aquí tienes lo que me pediste -tras estas palabras, entregué el pedido.

Realmente me alegraba de verlo bien, por eso mis palabras no sonaban amenazadoras en lo más mínimo. Ojalá hubiera saido actuar en consecuencia.