Partida Rol por web

Visto que Nikolau seguía con su locura particular, sigo acosándole tanto con la maza, como Psicológicamente.

- Todavía estas a tiempo de redimirte, suelta la lanza y no opongas más resistencia. Dicho esto, doy un pasito detrás suyo y le suelto un mazado disuasivo.

El joven estaba tan cargado de rabia e ira que no sabía por donde empezar. Era grave lo que había hecho aquél patán rubio quién sus compañeros habían tenido con buena consideración.

 Aquella si era una “orden” que acataba con sumo gusto, sin aguantar más tanto sentimiento contenido, le cruzó la cara de una buena bofetada. [–¿Por qué?-] Todas aquellas preguntas que no conseguía pronunciar se resumían a una sola. Tendría que responder ante ellos muy pronto.

Pero ¿donde iba el noble Arnau? Siguiéndole con la mirada vio que el combate aún no había terminado, ¿Por qué cargaban contra Nikolau? Aquello si que escapaba a su comprensión, era algo demasiado bizarro para su inexperiencia. Aquél hombre les había salvado la vida no tenía mucho sentido que ahora se girara en su contra. Querelar aprovechando su distracción se movió un poco, pero Ulrien le acercó el martillo en su cara para advertirle, no lo comprendía pero no era tonto: [-Quieto ahí rubiales.-] Amenazó no en vano, pues su paciencia después de haber puesto en peligro a Violant tenía límites muy escuetos.

Violant no es inocente aunque lo pueda parecer.. la mirada de Querelar le turba profundamente.. y la cercana presencia de Ulrien más aún.. un sentimiento de protección le turba..

Violant grita a Ulrien atormentada. - Ojo Ulrien ese no es  Querelar su mente no es la misma, alguien le habrà encantado con magia oscura.. -  maldito, no vas a tocarle! -

No habia otra opción, más enemigos llegarian pronto - quizàs una escusa- y ese nuevo Querelar no era sincero ni por asomo, era como un títire; Todos y sobretodo Ulrien estava herido y podria caer ante una inminente nueva treta de ese joven, no iba a permitirlo -su verdadero impulo-; así que Violant entrecerrando los ojos disparó un certero virote detràs de la articulación del muslo derecho cercierandose que cayera al suelo.. - Lo sient.. pero no vas a tocarle.

- Al suelo!

Estaba alucinando, y en mi cara se veía una expresión confusa. 
Aquí cada uno hacia su batalla por su lado, escogiendo objetivos al azar o meramente llevados por impulsos emocionales.
El verdadero peligro, en estos momentos, era Nikolau. Que con su fuerza mágicamente aumentada y un golpe bien dado, podía matarte de un solo lanzazo. El guardia con la daga o el supuesto bardo sin armas, a mi parecer, estaban controlados.
Y ya no digo nada del Mago, que por curar sus heridas casi me matan, se hace invisible, y para luego no aparecer más por la batalla. Ya le pediré explicaciones...A ver si el nombre va ha tener doble sentido.

Judas se maldijo otra vez por no ser capaz de vislumbrar la respuesta. Había algo en aquellos ojos, algo que se le escapaba cada vez que parecía alcanzarlo. - Mierda!

Estaba seguro que era algo importante, así que reunió valor y agallas para inspeccionar aquellos ojos rojos con mayor detenimiento y cuidado. A lo mejo así podía entrever la respuesta...

 La escaramuza se tornó una locura caótica.

 Los aventureros, siendo un grupo joven e inexperto, y poco coasionado, actuaba cada cual siguiendo sus impulsos, intentando comprender lo que sus ojos les decían ¡Sus propios compañeros les estaban atacando!

 Ulrien, fuera de sí, afectado por la locura de la situación, abofetea el rostro del juglar pidiéndole explicaciones.

 Violant, creyendo que el joven rubio, a pesar de estar desarmado y haberse rendido seguía siendo peligro aún vigilándole el joven Falx, desjarratea un disparo de su ballesta a la parte baja de la espalda, arrancando un aullido de dolor al joven (-5 pv)a la vez que se lleva la mano de forma refleja al astil emplumado que asoma encima de su pierna izquierda.

 Tarien, perseverante y apoyado por Arnau, ataca de nuevo al guardia que le ha estado acosando. En una muestra de habilidad marcial esta véz sí logra frustrar la guardia del desquiciado guardia y la larga hoja de su espada se hunde profundamente por la axila del brazo derecho del hombre de armas entrando sin dificultad y causando una herida fatal (-11 pv). Una amenaza menos.

 Gustarson, continúa acosando al peligroso druida, a pesar del comportamiento del resto de los compañeros que rehuyen el enfrentamiento con sus camaradas. De nuevo logra conectar un tremendo golpe a Nikolau, alcanzándole en la sien (-9 pv), no de lleno pero suficientemente como para hacerle ver las estrellas y dejarlo desequilibrado unos instantes...

 Pero algo peor aún está por llegar... desde el túnel por donde vinieron, se esuchan los pasos apresurados de gente ataviada con armaduras metálicas acudiendo al combate...

 Con una sacudida el siervo del Caballero Rojo libera la hoja de su espada, haciendo que el guardia se derrumbe en el suelo con un gorgojeo agónico escapando entre sus labios, junto con su vida.

 Arnau, viendo al perturbado druida aturdido por el último golpe de Gustarson, se abalanza contra él y le asesta un tremendo porrazo con el plano de la espada en la nuca (-7 pv), Nikolau pierde el sentido al instante tras el porrazo derrumbandose al suelo de la caverna escurriéndosele la lanza de las manos...

 Tras el ballestazo de la pelirroja el juglar se deja caer en el suelo aferrándose la flecha con la mano, chillando dolorido, rodando sobre sí mismo. Finalmente, sobreponiendose un poco, acerca las dos manos a la herida y tararea un conjuro, parte de las heridas se le sanan (+11 pv).

El enemigo estaba cerca, al caer, cerrándoles la única salida. Al fin, Ulrien se dio cuenta de lo apremiante que resultaba la situación. Miró a varios lados, con nervio, en busca de una solución, solo percibía dos salidas, hacía abajo o hacía atrás, ambas las contempló con poca esperanza.

Se inclinó al lado del traidor rubio, y tomó como suyas sus armas, para custodiarlas, tenían que eliminar problemas de la ecuación, necesitaban de disponer de sus recursos.

[-¡¡Vamos, tenemos que movernos, hacer algo, o esto será nuestra perdición!!-] Gritó a sus compañeros de armas. No quería que Violant sufriera ningún daño. Pero… ¿Qué podían hacer? El menor de los Falx había contemplado la posibilidad de hacerlos subir en el ascensor y girar el mismo la manivela quedándose atrás. Pero ni eso era viable.

Tendrían que defender el paso, pero ese era demasiado ancho, cualquier idea sería bienvenida: [-Tenemos que cerrar o reducir ese paso, cualquier idea será bienvenida.-] Escupió. [-Quizás si pudiéramos mover la madera de ese cobertizo…-]

Viendo la situación, hay que ganar tiempo. No sabemos con exactitud la cantidad de enemigos que vienen, por lo tanto, no esta todo perdido.
Saco un pequeño pergamino y lanzo una plegaria de protección sobre mi persona y avanzo hacia delante para intentar hacer tapón, esperando que alguien más me ayude ya que el túnel es muy ancho.

 Los hombres de armas pasaron de largo de donde estabas dirigiéndose hacia la caverna donde había el elevador. Posando su mirada en aquel ser, crees adivinar una sonrisa pérfida en su rostro, alcanzando a ver dos largos colmillos asimando bajo los labios. Luego el ser desaparece transformando su cuerpo en una incorpórea nube, flotando por la parte superior del complejo minero.

¿Que rea ese ser?¿Un vampiro, un fantasma? ¿Como demonios acababa con él? Solo era un joven mago, inexperto y con escasos conocimientos. Si su maestro estuviera con él... Eso era, tal vez en el libro de su maestro encontrara algo que le sirviera. Aun había esperanza.

Judas intentó seguir el humo en el que se había transformado el ser, con la idea de encontrar algo que le ayudara a acabar con él.

 A pesar de la fría sensación del miedo, en forma de gélidas garras que arañan sus víceras, el curioso aprendiz de mago sigue al humo en el que se convirtió el ser.

 Desde la distancia ve como la insustancial criatura se separa de la vía principal para dirigirse por el camino que antes desestimaron, donde, según al guardia que apresaron, estaban algunas dependencias ocupadas por los sacerdotes. Sientes cierto ruido proviniente de esta zona, ordenes distorsionadas por el eco de las galerías, sonidos de pasos apresurados y de apagados tintineos.

Sin pensarlo demasiado, el joven magos siguió cauteloso por aquel túnel. La verdad es que tenía la sensación que no volvería a salir de él, pero tenía que hacer algo por sus amigos y aquello era lo único que se le ocurría.

Así que con mido y con un sudor frio recorriendo su espalda, Judas siguió al humo espectral por aquel pasadizo oscuro y lleno de malos presagios.

- Buena idea hermano! Si podian montar algun obstáculo en el túnel, sería más facil defenderse de quien quisiera asaltarlos.

Viendo que Gustarson se adelantaba un poco para tapar el hueco del túnel, Tarien hizo lo mismo. Esta vez pero, sacó el escudo y se equipó con él, para protegerse mejor de quien fuera que viene. - Quizas sean los guardias de afuera? Aventuró al pasar por el lado de Gustarson. prefería pensar que sólo eran esos hombres, pero algo le decía que podian ser más y peores.

Buscando en su interior expandió aquel sentimiento que nacia dentro de él y que le daba fuezas. Lo expandió hacia adelante como si aquella aura pudiera llenar las sombras del túnel que se abria delante suyo y revelar la oscuridad verdadera.

Gustarson y Tarien, formaron un frente blindando embotellando el túnel a la espera de lo que se avecinaban, pudiéndose tratar de un par de hombres de armas como una docena.

 Arnau Rocafreda, sin que Querelar o Nikolau representen ahora una amenza, se acerca a la rueda de madera para tantear posibles vías. Arrimando su tronco a una de los travesaños, apretando con todo su cuerpo, acompañado por un gruñido del jóven esta empezó a moverse... no sin esfuerzo.

 Ulrien dió un vistazo a la casucha de madera.

 Violant permaneció indecisa, aunque cargó de nuevo la ballesta, mientras no paartaba la mirada del juglar. Quien parecía haberse recuperado notablemente tras su hechizo.

 Finalmente Gustarson y Tarien vieron como se acercaban a paso ligero tres hombres bien armados y dispuestos para le combate...

 Los tres hombres, ataviados con camisotes de mallas, y esgriminedo escudos pesados y espadas largas, se aprestan para dar cuenta de los forasteros.

Aprovechando la confusión, y que voy ataviado con las ropas del culto.

- !!Estúpidos!!, ?¿donde estabais¿?. Hemos sido atacados y sufrido varias bajas. Hago una pequeña pausa para mirar sus expresiones. Aquí esta todo controlado. Vosotros dos, señalando con la maza ensangrentada a los dos guardias mas a la izquierda, ir fuera y buscar a un hechicero que se escabullo invisible, no creo que le dure mucho tiempo el conjuro y seguramente intentara salir de la cueva. Como se escape y no se encuentre, os are responsables directos, y ya sabéis que significa eso ¿¿no??. Y tu, señalando otra vez con la maza ensangrentada al guardia más a la derecha, ayúdanos con los prisioneros.

 El menor de los Falx se vio solo en su propuesta, solo de encontrar madera para cubrir parte del túnel, no podría llevarla. Por fuerte que fuera, era incapaz de llevar vigas de madera o cualquier objecto grande y pesado capaz de frenar un poco sus enemigos.

Así que cuando supo que les tenían cerca decidió ir al auxilio del resto, pero entonces Gustarson habló.

No sabía si aquello funcionaría o no, pero estaba claro que si él se dejaba ver, estropearía el ardid. Así que apunto estuvo de volver a entrar en el cubierto para buscar si algo podía servirle de ayuda, pero… ¿Qué es lo que Arnau tramaba? A pesar de lo huraño que Ulrien era, se dirigió a él. Quizás si la idea era buena, otro par de brazos podrían ayudar.