Partida Rol por web

Cuando llega la hora de la cena comienza a escuchar el ruido espaciado de puertas abriéndose y cerrándose, de fondo el sonido de un carro de comida que va de la cocina al salón empujado por Ruth.

     Según llegáis al salón veis que se han distribuido varias mesas, en la central está sentada Irina con un turbante verde jade a juego con un vestido del mismo tono de un satén suave, fino y brillante que se le pega al cuerpo como una segunda piel de una forma muy reveladora. En la misma mesa están sentadas las dos parejas con las que hablaba a vuestra llegada y junto a ella, de pies, su ¿asistente? que parece preocupado de que su copa tenga agua, su servilleta no tenga migas, el pan esté al alcance y que las flores secas que decoran no se interpongan en sus comentarios a las parejas que le acompañan.

     Hay varias mesas preparadas para varios comensales y parece que es costumbre cenar acompañado ya que no hay suficientes como para que cada uno cene solo. En una de ellas hay una mujer vestida de forma informal y deportiva que está mirando un cuaderno y anotando algo en las páginas según las pasa.

No me puedo creer que ahora tampoco funcione el móvil ¿A alguien le funciona el móvil?

Un joven con rostro congestionado entra al salón con su móvil en la mano levantándolo y buscando los ojos de todos los presentes.

       En la mesa central uno de los hombres se apresura a buscar en su chaqueta su móvil y desbloquearlo para después enseñárselo a la mujer que está a su lado. Sin esperar mucho más se levanta bruscamente y se dirige hacia una de las ventanas donde comprueba que tampoco tiene cobertura y después hacia la recepción de donde vuelve meneando la cabeza con un gesto mucho más serio en la cara y se acerca a susurrar algo a la mujer que le acompaña. 

     Fuera el viento parece haber alcanzado un extra de fuerza y ahora además ya se siente la lluvia golpear con fuerza los cristales y el techo. Un trueno parece estallar sobre vuestras cabezas y hace que las luces tiemblen y parpadeen.

     Cuando entra el hombre con el teléfono en la mano y todo el mundo se gira hacia él te golpea algo pequeño y al girarte ves a Rufus que te hace una seña en la muñeca (señalándose un reloj) y después gira la mano sobre si misma (para indicar que más tarde) y por último la cocina. Nadie más parece haberse dado cuenta de la silenciosa conversación pues todas las miradas estaban hacia el recién llegado.

Buenas noches.

En la portada del juego pone que el último mensaje en el Capitulo I es de Rufus Valentine, pero cuando entro en el capítulo sale vacío. No me sale el mensaje de Rufus.

Te lo digo por si se trata de un error de la página web o algo..

Un saludo.

El parpadeo de las luces aumenta y de repente se apagan. Se oyen algunos gritos de mujeres y varias voces pidiendo calma. 

     En el salón un móvil enciende su linterna y pasa de un lado a otro mientras aumentan las preguntas a gritos ¿qué ha pasado? ¿pero esto qué es? ¿se ha ido la luz?

     En menos de un minuto aparece una mujer (intuís que la señora Anne porque lleva un uniforme de cocinera) con dos grandes velas en las manos encendidas y varias más en el bolsillo del delantal que va distribuyendo por las mesas con la ayuda de Rufus que ha llegado detrás de ella.

De repente, cuando me estaba lavando los dientes en mi habitación se fue la luz.

Y escuche gritos...

Automáticamente se me activo el sexto sentido que tengo para los problemas... Aquí pasa algo. MIERDA!!

Con la poca luz que daba la luz de emergencia de mi habitación, fui a mi mochila donde tengo todas las herramientas y me coloqué la luz Led con cinta en la cabeza y salí al pasillo para comprobar si era solo yo o se había ido la luz en todo el pazo..

El pasillo también estaba a oscuras y, en ese mismo momento, varias personas también salieron de sus habitaciones y se dieron un buen susto al verme con el foco en la cabeza...

Joder, ya lo que faltaba.. Ahora no hay luz.

Entre de nuevo en la habitación, cogí la llave y baje a recepción donde seguía escuchando un buen follón...

Veremos lo que me encuentro...

He recibido varios mensajes de diferentes grupos de WhatsApp comentando disturbios con bandas violentas, y una locura de ambulancias y policía por las calles. Para colmo Elena, mi novia, como siempre, pasa del móvil. Supongo que estará encerrada en casa, estudiando... Cuando tiene exámenes puede no salir de casa ni dar señales de vida en tres días. Eso me tranquiliza un poco con que no esté en peligro...

¿Qué cojones está pasando en Coruña? - Me pregunto mientras sigue la avalancha de mensajes. ¿Un ataque terrorista?

Un padre del grupo de padres Scout pide ayuda diciendo que una de esas bandas está en su casa. Ese hombre tiene con su mujer una tienda de comida preparada, no parece el objetivo de un grupo terrorista. Le pregunto que si ha llamado a la policía, pero no hay respuesta, no vuelve a hablar nada.
Joder, si van a las casas de gente normal Elena podría estar en peligro. Vuelvo a escribirle, llamarle, y nada. - Me cago en la leche. - Qué mala costumbre esta de pasar del móvil, en pleno siglo XXI, joder.

La verdad que ya me dan un poco igual los métodos de la gurú, de hecho no he parado en toda la tarde de comentar mis preocupaciones con mi compañero de mesa, y con todo el que se ha dejado porque pasaba por allí en general

De repente deja de funcionar el móvil por completo. Lo que faltaba. La gente se va poniendo atacada en la cena, y fuera la tormenta es cada vez más fuerte... Mañana mismo le digo a Rufus que me lleve de vuelta a tierra si no he tenido noticias de Elena.

De repente con un gran retumbe de la tormenta se fue la luz. Gonzalo escuchó los gritos y sintió el caos cundiendo por la sala, lo que le devolvió bruscamente al presente; después de haber pasado la tarde rallándose por cosas que no podía controlar, de repente se sintió responsable de ejercer su papel como único sanitario presente en la isla. Él nunca había sido monitor jefe en los campamentos, pero la parte sanitaria siempre había corrido de su parte, con lo que tenía experiencia evaluando riesgos y estado de salud de grupos grandes

Observó atentamente al resto de ocupantes de la habitación, evaluando el estado de miedo de cada uno, por si alguno necesitara apoyo específicamente. Tenía medicación en el botiquín con algunos sedantes si fuera necesario por algún ataque de pánico, pero por el momento y si actuaban rápido tranquilizando a la gente quizá no hiciera falta llegar a eso. Intercambió una mirada con Nacho para transmitirle la necesidad de tranquilizar a los más afectados.

Por otro lado, miró hacia la gurú para analizar cómo se estaba tomando la situación; quizá pudiera contar también con su ayuda, pero por el momento no tenía tanta confianza en ella como para darlo por sentado, así que por el momento la analizaría bien.

Echó un vistazo para ver si veía al bombero, pero no había rastro de él por la habitación - Joder, entonces también me toca ser responsable de emergencias - Viendo entrar las velas en el cuarto, analizó rápidamente posibles rutas de escape, extintores y fuentes de agua por si hubiera un incendio.

Una vez hubo analizado la situación de esas dos maneras, se quedó alerta para comprobar las cosas que fueran surgiendo. Ya habría tiempo para pensar en lo que estaba pasando fuera de allí cuando su situación en la isla estuviera asegurada.

Nacho había ido a la isla mentalizado con que no iba a tener cobertura en su teléfono, lo que no imaginaba era que tampoco iba a haber electricidad.

_Buenas noches, disculpe. ¿Son habituales los cortes de luz en el pazo? Por cierto, exquisita la sopa -finalizó con una sonrisa su pregunta cuando Anne le acercó la vela-.

Tras ello siguió mirando a su alrededor y vio que Gonzalo le lanzó una mirada. Nacho levantó la copa de vino que estaba bebiendo a modo de brindis. Luego pensó que quizás había malinterpretado la mirada, al verlo dirigir su vista aun lado y al otro. Recordó en ese momento que en el barco ya había estado preguntando por posibles urgencias.

Quizás simplemente es una persona ansiosa y le preocupa el corte de luz -pensó, sabiendo que no tenía demasiado para hacer al respecto-.

Cerró y guardó su equipo y se acercó a la mesa de la chica que estaba tomando notas en un cuaderno. Le habló en voz baja, no quería molestarla.

_Buenas noches, disculpe. ¿Tendrá por casualidad una birome de más, y en ese caso podría prestarme una hoja de su cuaderno? Es el problema de fiarse demasiado de la tecnología -señaló el bolso donde tenía la computadora y sonrió-. No es muy confiable cuando no está enchufada. Tengo hojas y birome pero lamentablemente quedaron en mi habitación y sin luz puede ser un poco difícil encontrarlas.

Tomó aire, tampoco quería abrumar a la mujer, que no había parecido demasiado sociable hasta el momento con las otras personas.

_¿Es usted parte del equipo de la señora Irina?

No, es muy raro... tenemos generador propio porque la luz nunca llega a las islas y creo que es la primera vez que falla. Seguro que Rufus se podrá encargar.

_Muchas gracias.

Tras la respuesta a la mujer, se dirigió a Rufus, que estaba tras ella.

_Rufus, si necesitas una mano puedo ayudarte al menos sosteniéndote una linterna. Imagino que no es fácil arreglar algo así a oscuras.

     En un lado del salón, Nacho se acerca a una mujer que había empezado la cena en solitario, éste le dirige unas palabras y ella termina mirándole sorprendida:

NACHO:La mujer te mira como si estuvieras equivocándote de persona. Cuando va a hablar parece que las palabras se le atascan en la garganta, intenta un amago de sonrisa que no queda muy natural y al fin te responde. 

¿qué? o sea ... ¿qué? lo siento pero las hojas van encuadernadas levanta donde estaba escribiendo y te fijas que es un cuaderno de campo donde hay varios dibujos hechos a lápiz y anotaciones sobre un tipo de ave muy bien detallada. ¿Quién es Irina? El tono de voz de la mujer no es el más adecuado para mantener la conversación en privado ¿y qué era lo otro? Es que no fumo... 

     Por el pasillo donde están las habitaciones individuales veis llegar una potente luz, en la puerta aparece el técnico que llegó con la mayoría en el barco, el cinturón de herramientas colocado, una potente linterna en la cabeza capaz de iluminar todo el salón y una mirada interrogante en la cara.

     Irina fue una de las mujeres que gritó y parece estar echando la culpa al chico que la acompaña de no haber previsto que esto pudiera suceder. Rápidamente, en cuanto ve llegar las velas, ves que cambia el gesto y se dirige a las parejas hablando de lo romántico y especial que va a ser empezar así el encuentro. Nada mejor que una cena con velas.

     Los gritos y la tensión parecen haber desaparecido por el momento, hay suficientes velas para todos en las mesas pero os dais cuenta que la temperatura del salón ha descendido de una forma bastante notable. No hace frío pero si parece que los radiadores han dejado de funcionar.

     Rufus agradece el ofrecimiento de Nacho pero al ver llegar al técnico gira su mirada hacia él en busca de algo más de ayuda práctica, al menos parece preparado para echar algo que más que una mano. 

     En la mesa central ha continuado el parloteo de Irina con las parejas y Anne se ha llevado a Ruth y a Iago para entre los tres intentar que la comida no se eche a perder.