Partida Rol por web

Al llegar al embarcadero y ver los bamboleos del barco, Gonzalo empezó a preguntarse por sus compañeros. Era raro que se hubieran demorado tanto por el camino, y empezaba a pensar que se habrían metido por el camino viejo cuando vio a Artai y Pablo entrando en un viejo cobertizo.

Iba a echarles un grito cuando de repente sus ojos se fijaron en una mancha que había al lado del camino. Sangre. - Mierda, mierda, joder. - Había ocurrido lo que más se había temido desde esta tarde. Esa pareja estaba de verdad fuera de sí y había habido heridos. Por lo menos no había un cadáver. Entendía que la persona herida estaría resguardándose en el cobertizo. - O igual está dentro el agresor, que ya le da igual todo y sigue teniendo un cuchillo. Por no hablar de lo que había escuchado Tyler por la radio.. - Observó a los que llevaban ya tiempo allí, que parecían ir con mucha precaución, y decidió seguir su ejemplo.

Primero habló con sus compañeros, enseñándole después el charco de sangre a los que no lo hubieran visto ya - Chicos, tranquilos, y nada de gritar, ¿vale?. Vamos con cuidado, hay un desconocido armado así que tratemos de no armar escándalo y vamos a apoyar a los compañeros.

Bajó hasta el cobertizo haciéndole una seña silenciosa a Artai y Pablo para advertirles de su presencia. Mientras tanto, revisó el entorno por si había alguien más a la vista, algún otro movimiento sospechoso o si el charco de sangre dejaba algún rastro.

El grupo avanzó en la dirección que antes había ido el otro. Nacho esperaba encontrárselo junto a la pareja, o verlos yendo en dirección al camino viejo, pero no había sido así. En lugar de eso los encontró aún allí y cerca de un charco de sangre. ¿Sangre de quién?

Gonzalo parecía querer tomar el control de la situación. Lo que proponía parecía razonable de modo que Nacho no comentó nada y siguió su indicación. Lo que le llamaba la atención era la ausencia del bombero. ¿Estaría dentro del cobertizo? ¿Sería de él la sangre, o de alguno de los miembros de la pareja?

Muchas preguntas sin respuesta. Siguió junto al grupo, más atento a lo que pudiera haber fuera que a lo que ocurría dentro del cobertizo; ya había gente avocada a ello.

  Pablo estaba parado al frente del cobertizo junto a Artai, con el rostro completamente blanco vio con una expresion de terror a sus compañeros que habia llegado, justo despues de un suspiro de alivio.

—Uffff, por un momento me habia dado por muerto... Encontramos a la mujer.

 Pablo miro al interior del granero mientras se sobaba la nuca.

—No creo que... este bien. Por cierto, vieron a pepe de camino?

Tyler les siguió. Cuando los vio mirar a la leyania y al suelo intentó achicar los ojos para enfocar tu mirada, pero sus gafas estaban empapadas de agua, se las quitó para limpiarlas, y durante un segundo todo fueron vagos manchones irreconocibles en la oscuridad de la noche.

Tembloroso se volvió a poner las gafas que en solo un instante volvieron a estar empapadas, pero fue lo suficiente para reconocer a la figuras y el charco de sangre del suelo.

-¿Donde la mujer? .-Preguntó el estadounidense con la preocupación contenida.

Las palabras de Pablo sorprendieron a Nacho. Incluso si el hombre de la pareja estuviera enajenado... ¿Darse por muerto, estando él y Artai? Estaba confundido.

_No, no lo vimos. ¿Qué pasó, por qué te dabas por muerto? Vimos un charco de sangre por allá -lo señaló-.

Gonzalo vio la expresión de terror en la cara de Pablo, y tras escuchar su discurso se centró en lo que podría hacer él. - La mujer está... ¿Muerta? ¿O simplemente herida? - Él había visto personas fallecidas algunas veces durante las prácticas en las urgencias del hospital, sobre todo ancianos, pero en alguna ocasión alguna persona joven, aunque no era ni mucho menos un experto y le aterraba la idea de tener que presenciar una víctima de violencia de género. Se asomó a la puerta donde Artai estaba entrando para presenciar por sí mismo la escena. Al fin y al cabo, si estaba viva o había dudas de que lo estuviera él podría intentar hacer algo por asistir a sus heridas.

Mientras que se acercaba a la puerta reflexionó sobre lo otro que había comentado el vaquero. - No hemos visto a Pepe por el camino. ¿Qué os ha hecho separaros de él?

- No lo sabemos, Gonzalo. 

Respondió Artai a la pregunta sobre el estado de la mujer...

- A Pepe lo hemos perdido también. En el camino al embarcadero, ha bajado como un loco y lo hemos perdido de vista...

Ahora estaban allí toda la expedición, por lo que aprovechó para girarse y preguntar?..

- Nadie más huele nada raro?. ¿Como a menta rancia?... No me gusta, esto no me gusta nada.. 

Enfocó de nuevo al interior del cobertizo apuntando con su casco linterna para ver si veía algún movimiento... Donde cojones estaba Pepe y el otro trastornado?..

Maldita pareja...

Nacho intentó oler eso que Artai mencionaba, mientras esperaba la respuesta a su pregunta.

No hueles nada en especial. Tampoco te extraña mucho, estás sorbiendo por la nariz continuamente a causa de la lluvia y el frio. 

Cuando revisas el charco de sangre te das cuenta que es más escandaloso, como suele serlo siempre la sangre, que "cuantioso" Una pequeña herida (algo más que un sangrado de nariz eso si) puede haber acumulado el charco de sangre y agua y parecer que es más cantidad de la que realmente es.

No hay movimiento en el cobertizo, tampoco es muy grande y no es posible que entréis todos a la vez. Hay algunas cajas y material de pesca en mal estado. Pero nada se mueve cuando recorres el espacio con la luz del casco.

     Dentro del cobertizo el ruido de la lluvia molesta por la fuerza con la que golpea el metal que hace de tejado. Fuera del cobertizo el viento os obliga a hacer fuerza con los pies para evitar que os arrastre por los maderos húmedos y resbaladizos.

     Entre ráfaga y ráfaga de viento lográis intercambiar las noticias y descubrimientos que habéis hecho en la última hora y a la desaparición de la pareja ahora se le une el cuerpo de la mujer que permanece oculto bajo una manta y la ausencia de Pepe, el bombero, que fue el primero en llegar aquí. 

     Una mancha de sangre en las cercanías no indica nada bueno, eso está claro. 

Tyler se sintió invisible he ignorado cuando nadie respondió a su pregunta.

Se retrajo en su mismo, y buscó cobijo en el covertizo adelantandose a los demas.

-Why the hell did I have to leave the hostel and come to play "the rescue team"? Shit! .-Musitó apoyándose en la pared sin poder evitar una mirada de soslayo al cuerpo tapado por la manta.

- Gonzalo, creo que tu eras enfermero verdad?.. Entramos para comprobar si debajo de la manta la mujer sigue viva?. Me ofrezco voluntario a acompañarte.

Artai no sabía si sus palabras surgirian efecto y entrarían en el cobertizo. Lo que estaba claro es que había que comprobar cuanto antes el estado de salud de la mujer. Podrían estar perdiendo unos segundos valiosisimos...

No me lo creo, me cago en la puta, no me lo creo - Gonzalo tuvo un momento de tensión cuando vio el cuerpo bajo la manta. Mientras había sido la posibilidad de que hubiera un cadáver no le había afectado tanto, pero ver la silueta tapada hizo que se le acelerara el corazón y le diera un vuelco el estómago. Él era solo un estudiante de enfermería, no médico ni siquiera un enfermero titulado, y aunque en las prácticas había tenido alguna experiencia esto se le venía claramente grande.
Pero Artai tenía razón, y podían estar perdiendo segundos valiosos si la mujer seguía con vida. El charco de sangre de la entrada no era abundante; parecía el de una herida pequeña, no el de una herida mortal. La mujer no había muerto desangrada, ni de coña. - Pero hay otras formas de morir - Tuvo un escalofrío - ¿Dónde coño está el bombero? Él seguro que sabría actuar en esta situación. - Va... Vale Artai. Vamos. Pero voy a necesitar apoyo de todos, aunque sea apoyo moral. - Entró al cobertizo, que estaba iluminado por la linterna de Tyler, que estaba apoyado en la pared y parecía sentirse al menos tan mal como él en ese momento. Cuando pasó a su lado y vio el bulto un poco más cerca tuvo una náusea y se apoyó el también en la pared. Lo siento, pero necesito unos segundos para concienciarme de esto.

Apoyado en la pared observó el cobertizo, buscando algún palo con el que levantar la manta desde lejos para ahorrarse el shock de ver la cara sin vida de la mujer en vete a saber qué condiciones. Volvió a tener una náusea y le vinieron lágrimas a los ojos. - Un puto niñato es lo que eres Gonzalo, céntrate - Lo... lo siento chicos, pero... no me veo con fuerza para destaparle la cara ahora mismo. ¿Podríais alguno levantarle la manta, aunque sea con un palo, para que la veamos desde lejos? - Respiró hondo, vería lo que tuviera que ver, y tras verla de lejos quizá se pudiera acercar a revisar las heridas, pero no podía ser quien le levantara la manta. No tenía el estómago para eso.

Frente a toda esa situación Nacho iba perdiendo la paciencia. No le respondían, y cuando se enteraba que Gonzalo era enfermero resultaba que le daban impresión los muertos. Nadie avanzaba. Lo bueno era que el enojo era una emoción incompatible con el miedo, por lo cual avanzó.

_Yo le descubriré la cara, pero tú al lado mío por si hay algún animal o algo allí, ¿ok? -preguntó a Artai-.

Luego se detuvo como si algo le llegara como un flechazo a la cabeza, porque en ese momento cobraba relevancia la pregunta que había hecho y nadie le había respondido.

_¿Por qué él -señaló a Pablo- se había dado por muerto? ¿Vieron algún animal o algo por aquí que pueda estar oculto debajo de la manta?

Cuando Nacho comenta eso de "dado por muerto" os dais cuenta que cierta sensación de opresión ha desaparecido. Seguis bajo una tormenta torrencial, sigue el ruido intermitente de truenos y relámpagos y el estremecedor golpeo de las olas contra el barco y el embarcadero pero ese frío que os había hecho estremecer ya no lo sentís. 

     Nacho retira con cuidado la manta que cubre el cuerpo de la mujer y veis que efectivamente es la mujer que buscabais. Se aparta para que Gonzalo pueda echar un vistazo, pero no es complicado saber que está muerta. Un profundo desgarro en el cuello hace imposible que siga con vida ya que se le ve como el corte ha seccionado piel, músculos y carne por igual. 

Tyler miro congelado la escena. No era el primer cadaver que veía, pero aun así empalideció aun mas de lo que estaba.

-Shit... -. Se llevó la mano a la garganta casi de puro instinto.- ahora... asesino suelto, deberiamos volver a hostal, y informar a los demás...

Solo había visto una herida parecida una vez en su vida. Aquella vez en que su padre se empeño en que lo acompañara a faenar una mañana de Enero.

Una ola inmensa chocó contra el barco en el mismo momento que el arponero se disponía a apretar el gatillo. Perdió el equilibrio, sus dedos apretaron el gatillo y el arpón voló con la mala suerte de encontrarse por el camino el cuello del pobre Rafael...

El desgarro fue espantoso... Igual que el que estaba viendo ahora mismo de nuevo con sus propios ojos..

Los recuerdos vinieron de golpe como aquella ola...