Partida Rol por web

No sé, Mercurio. Fulgencio lanzó en esa iglesia una clara amenaza contra todos nosotros. Puede que haya alguien más detrás, pero no tengo duda de que los Capuleto no se quedan atrás. Creo que es una persona peligrosa y hay que tener cuidado con él, si fue capaz de apuntarme con una pistola, en la iglesia, y delante de todos; de que no es capaz, eh? hay que ir a por él, lo tengo muy claro. Pensé lo que había mencionado sobre Dave y el gobernador. No obstante, investigaré eso que dices.

Haré todo lo que esté en mi mano para protegerla, se lo aseguro. Le aseguré al capitán Prince. Pero tiene usted alguna sugerencias de cuál es la mejor manera de hacerlo?¿deberíamos ir a una casa protegida de esas que suele tener la policía?

Sería lo indicado, asignaré que sean llevados asignados a protección a testigos pues es lo mejor de momento. 

Respondió Escala, pero incluso el tenía problemas, los recortes de presupuesto son siempre un problema, por suerte tenían municiones sufientes para aguantar una dura batalla. 

Mercucio se encogió de hombros tras la conversación con Benvolio, y levantó la mano abierta hacia el oficial. — Para mi no será necesario. Es posible que corra peligro por ser cercano a la familia, pero creo que Benvolio necesita antes que yo esa protección. Cuídense. — Y se marchó a su casa, como bien les había indicado el agente de policia.

Seguí al capitán hasta protección de testigos. El caso era que yo si estaba en peligro y no tenía ganas de perder mi vida. Ten cuidado, Mercurio. Le deseé al amigo de nuestra familia, antes de que se marchara.

La noticia de la muerte de nuestro guardaespaldas me había disgustado, aunque a decir verdad, últimamente se había comportado de una manera muy extraña.

Me senté a desayunar, desganado. Me había pasado la noche en la casa de protección de la policía, y respiraba aliviado sabiendo que seguía con vida.  Puse la televión, y allí estaban las noticias. La muerte de Fulgencio y Gloria capuleto. No iba a decir que lo sintiera por ellos, bien merecido se lo tenían. La siguiente noticia, me hizo levantarme de mi asiento de un salto. Por fin una buena noticia! exclamé. Ares Ruby seguía con vida. Dónde estará? habrá vuelto a casa? Busqué a Ares por toda la mansión. Había estado muy preocupado por ella y me alegraba mucho saber que estaba bien.

Ares? pregunté. Ares, estás aquí? preguntaba mientras recorría cada habitación de la mansión.

¿Hola? ¿Hay alguien en casa?

Estaba buscando a Ares, cuando vi la imagen de mi tía. Estaba delante de mí, ¿era un espíritu? Abrí bien los ojos  sin creer todavía lo que estaba viendo y me puse blanco como la nieve. No era posible, la había cogido entres mis brazos cuando le habían dado aquél disparo y la había visto morir. ¿Tía? Pregunté incrédulo. ¿Estás viva o estoy teniendo alucinaciones y me estoy volviendo loco? Me acerqué a ella para tocarla y comprobar que no estaba teniendo alucinaciones. ¡Tía! ¡Es increíble! ¿qué ha pasado?

Salgo de la estancia principal al escuchar voces en la mansión. -Alguien nos ha revivido... solo que no sé quién ni para que.- me acerco a los dos Montesco. -Pensé que habías sido tú Benvolio para equilibrar esta guerra contra los Capuleto.-

-¡Resurgen los Montesco! Decidme entonces, ¿cómo están las cosas? ¿Quién ha muerto, quienes viven aún o han sido revividos además de nosotras? Hay que trazar alguna estrategia, y tened cuidado con los traidores, que también los hay en nuestras filas.

Mercucio llegó a la Mansión esperando respuestas tras la noticia de que Ares había vuelto y que, por el contrario, Baltasar había fallecido. Se encontró con Ares allí mismo, y no estaba solo. También estaba ¿Caroline Montesco? El rostro de Mercucio era un poema en ese momento. — ¿Caroline? ¿Me he perdido algo? — No daba crédito a lo que veía. — ¿Fingiste tu muerte? — Cuando comenzaron a hablar de "revivir" gente como si aquello fuese una película de Disney, la cabeza del hombre comenzó a sentirse pesada y aturdida. — Han muerto... Los líderes Capuleto. Fulgencio y Gloria... — Murmuró con la vista perdida como si el puzzle intentase cobrar sentido en su cabeza. — ¿Sabéis algo? ¿Y quiénes son los traidores? — Preguntó mirando a Caroline, aunque en ese momento lanzó una mirada a Benvolio.

-Yo no fingí ni muerte, realmente lo estuve. Alguien me revivió. ¿Así que los patriarcas Capuleto han muerto? Los traidores hacen bien su trabajo. Yo tengo alguna sospecha, pero ninguna certeza. Yo morí matando, y tenía otra poción. Sé quién la tiene, y esa persona sigue negándolo... No me deja más opciones que sospechar abiertamente de él, y así lo digo. Fui clara cuando morí, y no me cuesta ser clara ahora. Sospecho de Dave Paris por lo dicho, y de momento no me ha dado razones para considerarlo inocente. Si algo me pasa, quiero que de nuevo consten en público mis palabras. 

Parecía que las piezas de aquel rompecabezas comenzaban a caer en su lugar, con la muerte del patriarca y su esposa Capuleto se equilibraba la situación pero algo no cuadraba.

-Vamos por partes...- dije mientras hacia un movimiento con mis manos para reafirmar lo que estaba pensando. -Si el o los traidores están entre nosotros creo que deberíamos tener mayores precauciones, por lo pronto a no ser que Dave Paris aquí presente pueda explicar él mismo la acusación de Caroline se convierte en el sospechoso número uno de una tercera facción que por no pertenecer a ninguna familia en disputa, ningún linaje se tentará el corazón en aniquilarle.-

Me ajusto la corbata mientras continúo con mi aportación. -Creo que debemos llevar esta pequeña plática a terreno neutral, ya que con la desaparición de los líderes de cada casa sería más fácil para una supuesta tercera facción hacerse con todo mientras nos matamos entre apellidos.-

Luego miro a los ojos al hijo del Gobernador. -Debes andarte con cuidado Dave, si no puedes explicarnos tu sospechosa actitud te habrás colocado una diana en la espalda desde este momento.-

 Efectivamente, Dave había llegado con su primo, Mercutio, escuchando las graves acusaciones de Carolines Montesco.

 Mirad, estoy harto... primero los Capuleto me dieron como sospechoso numero uno y ahora los Montesco. Yo no he hecho otra cosa que intentar alcanzar la paz como mi padre me encomendó desde que comenzó este drama. sentenció.

 En efecto, el habitualmente paciente y educado Paris comenzaba a perder su paciencia. Acusado y vilipendiado por unos y otros sin motivo. No se lo había tenido presente a los Capuleto, pues en verdad lo consideró fruto de la histeria colectiva. Pero los Montesco le habían dado cobijo en su casa muchas veces. Ted era su amigo personal, ¡por favor!

 Tuve un extraño sueño. No pensaba hablaros de él pues los sueños sueños són, pero dado que Caroline me acusa abiertamente, os contaré lo que sucedió en él. dijo para captar a su audiencia En él, una Caroline todavía fantasmal me explicó que ella poseía dos pociones: una de muerte y una de vida. No recuerdo los nombres exactos que utilizó.

 "La Caroline del sueño me dijo que había usado la poción de muerte y que sabía que yo tenía la de vida. Que la usase para salvar a Benvolio o algun otro Montesco. Intenté explicarle que no sabía de qué me hablaba. Yo cuando ella murió en la iglesia estaba junto a mi padre, ¡ni siquiera me acerqué a su cuerpo!

 "Sin embargo me he dado cuenta de una cosa: ella ha usado la poción mortal con Julieta y ha usado la poción que da la vida consigo misma. ¿Cómo si no podría haber vuelto de entre los muertos?

 Ningún Montesco lo ayudaría, pero quizá su primo Mercutio sí lo haría. Se dirigió a él para decirle.

 ¿No te das cuenta? ¡Ella envenenó a Julieta! señaló a Caroline con el dedo Puede que a ella o a Ruby, puede que incluso a Ted si estuviese aqui, le daría igual la muerte de Julieta. Pueda que la celebrasen incluso. Pero sé a quien no: a Romeo que se suicidó por su culpa. 

 Por si no le había quedado claro, le insistió:

 Si tu te decías su mejor amigo no puedes confíar en la persona que asesinó a su amor. era a la lealtad de Mercutio para con Romeo a la que apelaba, no a la de su parentesco mútuo ¡Caroline es una bruja! Esta jugando con todos nosotros...

 No entendía de magia y no sabía cómo podía ser todo eso posible, pero lo tenía claro: Caroline había usado el sueño para manipularlo y había fingido su propia muerte (o la había orquestado, sabiendo que resucitaría) para eliminar a Julieta. La matriarca no deseaba ver a su hijo en manos de una Capuleto y aquel había sido su arriesgado plan para impedirlo.

-Y con este argumento te acabas de poner una diana en la espalda Dave...- Sentencio al hijo de gobernador mientras me ajusto el saco para dar media vuelta y salir de aquella mansión. -Cuidate Dave Paris, la muerte te acecha, tú mismo la haz llamado.- me despido con una mano mientras me dirijo al auto para ir a la ciudad, hay mucho en que pensar.

-Yo sí he matado a Julieta, y con ella a Romeo. Lo sabéis todos, y eso lo pagué con mi muerte. La maté porque ellos no podían estar juntos y fue la manera más fulminante que se me ocurrió para evitarlo, aun sacrificando a mi propio hijo. Pero mi otra poción no la utilicé, pues morí antes de hacerlo. Cayó en la iglesia, y Dave Paris la cogió. Lo digo, lo afirmo y lo puedo jurar ante la biblia. Estuve muerta, no tengo ya nada que perder. Una vez muerta no podía usar mi poción, ¿no os dais cuenta? Él la tiene, y o la usó consigo mismo para protegerse, o la usó con alguien más. Sí soñó conmigo, pero desde que ya llevaba un tiempo muerta, y sí, le dije que usase mi poción en beneficio de la familia, pero no nombré a Benvolio porque no me fío de ninguno en concreto, y con esto que dice me está dando la razón de por qué no fiarme. La poción, al morir yo, rodó hacia él. Conmigo desde luego que no la usó, o no seguiría negándolo. Mi voto esta semana sé bien para quién irá, Dave. Otra persona me revivió, y si a cambio puedo ayudar a descubrir a un traidor, que así sea.

Me dirigí directamente a Dave:

-Soñaste conmigo precisamente porque YO YA ESTABA MUERTA y porque TÚ TIENES MI POCIÓN. Y sí, te dije que la usases en beneficio de la familia, cosa que no has hecho, y pones en mi boca palabras que no he dicho. Jamás nombré a Benvolio, nunca. ¿Por qué lo nombras tú? Jamás te pedí que lo protegieses. Te acuso pública y formalmente de TRAIDOR, Dave Paris, y así lo haré ante el resto de personas. Ya estuve muerta, no tengo nada que perder y mucho que ganar, si los Montesco quedamos vivos para contarlo. ¿Sería estúpida de acusar a alguien de mi familia sin motivo? Dave miente. Así de claro

Escuchó con atención todo lo que me dicen y pienso en ello con detenimiento.

Yo no os he revivido, pero creo que sé quién ha podido ser. Tenéis que comprender la estrategia que tomé cuando me quedé solo en esta casa. Pensé que mi única manera de sobrevivir era haciendo “amigos”. Me explico mejor. No quería que se me malinterpretase. He estado teniendo conversaciones con el Padre Lorenzo. Le fui a trasmitir el dolor tan inmenso que sentía por haber perdido a toda mi familia y él se mostró muy comprensivo conmigo. Después traté de sacarle algo de información, pues por allí pasan muchas personas, y se mostró muy abierto, no sólo a hablar conmigo, sino también a hablar con Ares y Caroline, porque había algo que quería contarnos. Definitivamente es posible que haya conseguido un aliado? Desde luego era lo único que podía hacer, teniendo en cuenta que prácticamente estábamos solo Mercurio y yo. De hecho, el Padre Lorenzo me ha pedido que intente organizar una reunión para hablar. Y si hay alguien con la capacidad de traer  los muertos a la vida, creo que podría ser un hombre de Dios. Porque por mucho que Caroline utilizase esa poción con ella misma, aquí hay dos personas que han vuelto, no sólo una. Aunque no me había quedado del todo claro quién tenía esa poción.

Me dolió escuchar que había sido Caroline la que había matado a Romeo, pero no era momento de entrar en esa disputa, ahora era más importante centrarse en otras cuestiones; esa ya la solucionaríamos después.

En cuanto a lo de protegerme, le pedí protección al Capitán Prince Escala y me la ha estado dando. Los miré a los ojos, tenéis que comprender que pedir ayuda externa era la única alternativa que tenía para seguir con vida y remontar a esta familia.

Cuando comenzó aquella disputa con acusaciones tan graves, Mercucio se quedó escuchando todo lo que estaban diciendo los allí presentes, con el ceño fruncido de la preocupación. Estaba hecho un lío y ya no sabía que pensar. Dave le hablaba a él, como primo y como mejor amigo de Romeo. Pero luego estaban las acusaciones de Caroline, a las que se unía Ares. Mercucio miraba a los allí presentes como si fuera un partido de tenis, moviendo la cabeza de un lado a otro. Se llevó la mano a la parte alta del tabique nasal y suspiró.

— Dios, esto es una locura... Me va a explotar la cabeza con esto de las pociones de revivir gente, la magia y todo el rollo del que estáis hablando... — ¿Es que se habían vuelto locos todos? — Yo... Ahora mismo, no sé qué creer, pues lo que decís se contradice y no tengo manera de comprobar quién miente. — Alzó las palmas de la manos, en son de paz. — Creo que se debería pensar bien en todo esto antes de hacer acusaciones de esta manera... Pero... Simplemente, no sé qué creer. — Se frotó la cara y volvió a tomar aire, intentando calmar la situación allí. 

— Igual Benvolio tiene razón y el Padre tiene algo que explicarnos. Deberíamos ir a hablar con él. — Se encogió de hombros, no sabía que decir y estaba en medio de la trifulca. Por un lado los Montesco, y por otro, su propia familia. Pero aquello estaba siendo un caos. Caroline había admitido haber matado a Julieta, aún llevándose a su hijo por delante... El muchacho estaba en shock aún. — Lo dicho... Deberíamos hablar con el Padre. — Y dicho esto, saldría en dirección a la Iglesia esperando a ver si le seguían.