Partida Rol por web

Saga Germánica - Mater et Domina

Introducción: Las Ardenas - el pacto con el señor del bosque

Cargando editor
24/07/2012, 19:47
Director

Resulta curioso que tan cerca de lugares civilizados por antonomasia como Flandes, con sus industriosas ciudades de telares y mercaderes, o la Champaña, con sus ferias internacionales, exista un lugar agreste y desconectado del mundo como las Ardenas. Es esta una región de extensos bosques y colinas, de valles circundados por ondulados ríos, de hermosos paisajes y arroyuelos.

Sin dudarlo, Flindebrand os conduce desde un camino comercial de la posada a una senda a través del bosque, seguramente a alguna explotación forestal cercana. Vuestro guía no se muestra complacido, pero no hace ascos a seguir un rato por él. Luego enlazáis con un sendero animal mientras poco a poco va cayendo la tarde. Avanzáis algo más todavía y pronto seguís un arroyo hacia el interior de un valle, ladera abajo. La bajada se hace algo complicada, pero siendo verano no hay demasiada humedad, lo que es una suerte. Pese a todo hay algunos resbalones gracias sobre todo a las plantas. Una mirada de Flindebrand hacia la vegetación hace que no vuelva a haber más incidentes similares.

Aunque se os había dicho que el lugar se alcanzaba en un par de horas, estáis seguros de haber empleado al menos tres para lograr llegar. No obstante el final del camino, el corazón del valle, resulta ser un lugar idílico lleno del sonido de los trinos de los pájaros y del correr de un arroyo cercano. La vegetación se abre ante vosotros y veis un gran avellano(1) reflejado en un espejo de agua, un bello e impoluto estanque.

Notas de juego

(1) En esos momentos el avellano ya alcanza los 8m de altura, lo que le convierte seguramente en el avellano más grande que podáis haber visto nunca.

Cargando editor
24/07/2012, 20:07
Flindebrand el Afortunado

Súbitamente los sonidos cesan, ni tan solo el sonido del arroyo puede oírse y hace acto de presencia saliendo de detrás del avellano un altísimo elfo de piel nívea, larguísimos cabellos también blancos y manos nudosas y desproporcionadamente alargadas. Viste ropas azules, poco más que trapos de seda, pero tan finas que el más leve movimiento de aire las agita. Os observa sin decir nada con sus también desmesurados ojos y no podéis reprimir cierta inquietud al daros cuenta de que son completamente negros, sin atisbo de ningún otro color.

-Él es Taurendur, señor y guardián de este bosque. Quien es su amigo es mi amigo, quien le ofenda conocerá mi furia –dice Flindebrand a modo de introducción, no sabéis hasta qué punto protocolaria- Éstos son los jóvenes aliados de mi Orden, que esta noche atenderán al pacto que urdimos –dice ahora haciendo un ademán con su mano hacia vosotros- Ellos participarán hoy de tu fiesta, serán tus huéspedes y aceptarán tus regalos y, a cambio, ayudarán en la defensa de tu bosque, para que la guerra no sea necesaria y las hachas de hierro no vuelvan a dañarlo. Sea el Gran Sauberstrauch la casa del señor del bosque y los señores de la magia y medren el uno y los otros en un pacto que dure para siempre...

Notas de juego

Os dejo un poco de margen para postear, si lo véis apropiado.

Cargando editor
24/07/2012, 21:34
Bastian Klinsmann

Bastian es un hombre adulto acostumbrado a vivir en el bosque aunque con ciertas comodidades. En realidad sus conocimientos siguen siendo escasos aunque le han permitido superar el guantalete del aprendiz pero no sin dificultad.
Aun así hay otros "sodalis" menos afortunados que en la marcha campestre lo pasan peor. Pero bastian no se ríe de ellos ni les hace burla pues es consciente de que el día de mañana será él quien se confunda o meta la pata entre los humanos y otros "sodalis" más listos que él. Le enseñaron a no reirse de las penalidades de otras personas antes de adquirir el don y es algo que aún conserva, al menos en su forma humana.

En silencio camina por el bosque observándolo y disfrutando de su belleza. No tarda en darse cuenta de la rica variedad de plantas y animales que campan por aquí, e incluso esta tentado de adoptar su forma interior pero por respeto al resto de compañeros decide no hacerlo.
Ya habrá tiempo para campar por aquí y conocer este lugar más adelante - piensa con una sonrisa en el rostro.

Ante la presencia de la criatura faérica que dice llamarse Taurendur se inclina pero sin hincar la rodilla. Al fin y al cabo es un mago y no un campesino vulgar que se haya perdido en el bosque aunque un sencillo gesto de cortesía siempre será bien recibido y tal vez el resto de sus compañeros se den cuenta.
Curioso, nos han dicho su nombre. ¿Será de la corte dorada o de la corte oscura este Taurendur? - se pregunta bastian levantando la vista y observandolo en silencio.

Cargando editor
24/07/2012, 23:51

El camino no es facil para Ultramontano. Aunque está acostumbrado a valerse por sus propios medios, eso no significa que los pies no le duelan, y que no note las llagas en la piel que el roce con la basta tela le han hecho salir. Aprovecha su bastón para avanzar, con dificultades, como un hombre mucho mayor que él, y permanece callado la mayor parte del camino, pues no le llega el aliento para todo.

Ante el señor feérico, su actitud es cauta. Sabe que éste tipo de seres pueden resultar sorprendentemente poderosos, pero también sabe que una decena de magos deben causar más curiosidad en el elfo que la que ellos puedan llegar a sentir. O eso es lo que quiere creer, al menos.

Un "Hola, Elfo" parece algo fuera de lugar, por lo que disimuladamente se fija en Wulf y, sobretodo, Kalonymus, los merinitas. "Ellos sabrán como comportarse. O, a muy malas, si se equivocan y acabamos huyendo del claro en llamas tendremos a alguien a quién echarle la culpa."

Cargando editor
25/07/2012, 04:02
Kalonymus

 

Hago la reverencia adecuada a la ocasión, como me hiciera practicar un sinnúmero de veces mi parens frente a las señoras y señores de los bosques del Rín, esperando que fuera lo suficientemente similar aquí en las Ardennas.  Uno nunca sabe con la buenagente.  Su lógica se nos escapa siempre como el rocío de los labios al besar una flor de madrugada. 

 

Que la hermosura de este bosque se mantenga por siempre, es nuestro deseo.  

Venimos a poner nuestros sueños juntos, diversos como los árboles y aves que aquí se juntan y hacen su casa.  

Con su bendición, como el musgo sobre la piedra creceremos, y seremos espina y canto para defenderlo. 

 

Cargando editor
26/07/2012, 15:43

Desheret, que junto al hombre corpulento ha seguido el trayecto sin demasiadas dificultades, se detiene cerca de Flindebrand cuando este empieza a hablar. Observa al ser feérico con interés, pero al cabo de unos segundos el imponente árbol capta su atención y su mirada parece perderse durante un rato entre las hojas. El hombretón, al ver acercarse al elfo, y al escuchar las palabras del Archimago, ha retrocedido unos cuantos pasos para no ser confundido con el grupo de mago, y sus ojos saltan nerviosamente de la criatura a la joven Ex Miscellanea.

Cargando editor
28/07/2012, 13:41

Mientras seguían a Findelbrand, algunos lo hacían con buenas monturas, otros tantos a pie y otros en ilusiones creadas por aquel llamado como Excelsius, pero Ludovico no poseía ni una quimera, ni piernas acostumbradas a caminar por el campo ni una buena montura con la que seguir a Findelbrand, únicamente montaba un caballo limpio, bien cuidado y bastante viejo, no era gran cosa, pero esperaba que fuese suficiente para poder seguir la marcha del grupo.

Durante el trayecto tuvo tiempo de fijarse en sus Sodalis, pudiendo apreciar que un importante número de ellos se movían muy bien por el campo, sin las torpezas que el presentaba, por lo que intentó imitar al que parecía más capaz en ese momento, Bastian Klinsman.

Cuando observó nuevamente a Ultramontano y se pregunto como podría ser un Mago presentando ese estado de salud tan desmejorado, pensó que podría deberse al mítico crepusculo y le hubiese gustado preguntárselo, pero sabía que no era el momento oportuno para preguntarle, por lo que no pronunció palabra al respecto.

Finalmente llegaron a un lugar en el interior del bosque del que dificilmente podría salir sn ayuda, allí se encontraba un enorme arbol como protagonisa del bosque al igual que una iglesia en un pueblo. junto a arbol había un hombre curioso, al que Findelbrand si dirigió con el nombre de Taurendur.

Jamas había visto un hombre de similares caracteristicas, había escuchado hablar sobre ellos, pero en el mundo de los hombres no eran mas que leyendas y mitos que desvirtuvan en ocasiones la realidad, fue en ese momento en el que observó la estampa del enorme avellano de 8 metros con aquel hombre de pelo blanco cuando fue consciente de que aun tenia mucho que aprender tal y como le había indicado su parens.

Copio todo lo que hacía Findelbrand, no desmontando hasta que est no decidiese hacerlo o alguno de los dos se lo indicasen, pues conocía que esos seres no eran humanos y que el trato con ellos podría resultar peligroso si no se sabía como hacerlo.

Cargando editor
29/07/2012, 16:02
Excelsius

El bastante poco asilvestrado Bonisagus había seguido muy bien al grupo hasta que el terreno le había obligado a desmontar, luego contuvo numerosas maldiciones por enganchones, cansancio e incomodidades típicas de los entornos no-alianza. Pero mantuvo la dignidad dentro de un orden. Más o menos el suficiente para no crispar con sus quejas a los Bjornaer y demás componentes del grupo más acostumbrados a los bosques y lugares salvajes...

Descabalgado pero todavía sosteniendo las riendas de su animal, observó con atención el avellano atentamente antes de la aparición de Tauresul. Para cuando esta acaeció, su caballo, que había dejado atado a un árbol anónimo de la zona, justo había desaparecido (pues el hechizo era de duración solar). Alarmado, se acercó a Flindebrand y le susurró algo al oído.

Cargando editor
29/07/2012, 16:08
Flindebrand el Afortunado

Flindebrand asintió a las palabras de Excelsius, a la vez que esbozaba una sonrisa.

-Vuestro compañero tiene razón, convendría, por seguridad, que realizárais vuestro ritual de Parma. Yo me encargaré mientras tanto del Ritual de protección del bosque. Estaré concentrado, así que mejor que no me interrumpáis. Dejad vuestras cosas, cenad algo, haced lo que os parezca, pero procurad no molestar a Tauresul (será más compresivo con vosotros que con otros magos, pero sigue siendo alguien fácil de enojar). Pronto comenzará el ritual de vinculación al árbol y la subsiguiente fiesta. Participad en la medida que os parezca conveniente, pero no uséis hierro y no uséis expresiones cristianas -sentenció con más gravedad de la acostumbrada.

Notas de juego

Por favor, describid todos vuestro grado de participación en el ritual del vínculo al avellano (para sellar el pacto con Tauresul) y vuestro grado de interacción con la fiesta feérica subsiguiente.

Cargando editor
31/07/2012, 07:54
Kalonymus

 

Kalonymus estaba muy emocionado.  Siempre había soñado con participar en un ritual así.  Se disponía a ayudar en lo que pudiera a Flindebrando, con ese nerviosismo que es la mezcla del entusiasmo y el miedo a equivocarse en algo tan importante.  Desde su infancia buscó aprender lo más que pudo de las hadas, primero con la driada que protegió a su madre y lo guió de chico, luego con su parens, la extraña maga frisia de pelo rojo llamada Mandrágora.  En especial los tratos y negociaciones faericas era de lo que Kalonymus más había estudiado y preguntado, ¡y ahora estaría en el que sería probablemente el segundo acuerdo más importante de su vida! 

Al final decidió que el mejor tono a tomar sería una mezcla en partes iguales de seriedad, por sus implicaciones, y alegría por su motivo, y silbando se puso a ayudar en lo que sabía que debía ser hecho, esperando la guía del archimago para esto y el resto que aun desconocía.

Mientras tanto, su corazón y piernas se preparaban para la fiesta faérica.  Sabía que sería algo digno de recuerdo y que bailaría y cantaría y besaría hasta el amanecer y un día. 

 

Cargando editor
31/07/2012, 20:15
Bastian Klinsmann

Bastian pertenecía a una familia sencilla de campesinos antes de pertenecer a su parens por lo que no estaba muy acostumbrado a los rituales cristianos. Sabía cuales eran porque los había aprendido de otras personas y era consciente de que según con quien estuvieras era importante respetarlos e incluso repetirlos pero aquí, en lo profundo del bosque y delante de una criatura faérica poderosa comprendía porque Flindebrand insistía al respecto.

El ritual era una labor importante y aunque no tenía muy claro si lo que hacían estaba bien o no decidió que era más importante conseguir el objetivo que no la forma de conseguirlo. El viejo refrán que dice: "El fin justifica los medios".
Por lo que bastian recogió trozos de leña para encender un fuego con el que calentarse y disponer de fuentes de luz. La noche sería larga y tediosa, y no estaba muy convencido de la compañía ya que muchos de ellos daban la impresión de no haber dormido nunca al raso.

Antes de empezar a moverse por el bosque decidió iniciar el ritual de parma mágica, tal vez lo que iba a ocurrir esta noche aquí atrajera presencias peligrosas que no los quisieran aquí.

Notas de juego

Bastian participa tanto en el ritual como en la fiesta pagana de forma activa.

Cargando editor
03/08/2012, 14:31

Desheret se sentó un momento en el suelo, tocándolo con las manos y con los ojos cerrados. Parecía murmurar algo para sí misma, muy concentrada, pero al cabo de unos pocos segundos se levantó sonriente de nuevo. Haciendo un gesto hacia su acompañante para que se mantubiera alejado, se acercó junto a los demás para realizar el ritual, dispuesta a colaborar en todo lo posible para que éste llegara a buen puerto.

 

Una vez finalizado, se acercó de nuevo a Miro, el hombre la abrazó con ternura y, tras hablar unos minutos en voz baja y con las cabezas muy juntas, ambos se acercaron hacia dónde se desarrollaba la fiesta, a la que se unieron nerviosos.

Notas de juego

Participa activamente en el ritual, y junto a Miro, están presentes en la fiesta sin llamar demasiado la atención, un tanto apartados.

Cargando editor
04/08/2012, 17:29

Ultramontano participará de forma activa, aunque sin especial entusiasmo, en la realización del ritual. Respecto a la fiesta, se mantiene al margen, sin saber muy bien como actuar.

Cargando editor
05/08/2012, 14:41

Jamas habia participado en una ceremonia feerica, pero no penso que eso fuese un problema, unicamente debia ser cauto, como si estuviese en la corte o en un tribunal de hermes, la cautela era su mejor baza. Recordando las palabas de Findelbrand, se quito el cinto con la espada que deposito junto conm el resto de pertenencias que portaba su caballo, el broche junto con la capa, tambien se lo extrajo, guardando ambas junto al caballo, al cual amarro junto al resto de caballos. 

Se fijo en Bastian, Desheret y Kalonimus, ya que parecian estar bien versados en las costumbres de las hadas e intento hacer lo mismo que ellos pero sin llamar especialmente la atencion.

Notas de juego

participara activamente en el ritual, pero en la fiesta sera cauteloso y se fijara muy detalladamente en lo que hacen los merinitas y los bjornae, para no desentonar y asi lograr integrarse con el grupo sin faltar el respeto a las hadas, por lo que evitara el protagonismo en la fiesta.

Cargando editor
05/08/2012, 18:58
Director

Flindebrand se retira a un claro cercano a preparar el ritual, obviando totalmente el tema de la Parma, mientras vosotros os retiráis para volver a alzar vuestras respectivas protecciones mágicas. Al regresar, Flindebrand sigue sin aparecer, realizando sin descanso grabados en el suelo de tierra, derramando diversos ingredientes y en el suelo y entonando los cánticos arcanos de un ritual que desconocéis, pero que según lo que os ha dicho debe ser para proteger el bosque de influencias externas.

Mientras tanto, en el espacio bajo el avellano, Tauresûl toma posiciones y os hace unas leves señas para que os acerquéis. Los duendes que pululaban o parloteaban, dejan de moverse y hablar, alzándose un respetuoso silencio casi contundente. Aún con las Parmas levantadas podéis sentir el poder del señor del bosque controlando a sus súbditos e incluso llegáis a dudar de si vosotros mismos habréis sido afectados, pues nadie añade una palabra o se mueve de más.

El alto elfo comienza el ritual en una lengua musical que ninguno de vosotros comprende, levantando un cáliz de plata con piedras preciosas claras incrustadas (¿diamantes?), un pequeño estilete y haciendo gestos hacia el árbol, el bosque y vosotros. Hay un pequeño coro de voces, entre humanoides y de animales del bosque, que responde a sus “rezos”, todo un tanto confuso. Poco después Tauresûl toma de nuevo el cáliz, lo llena con agua del estanque ante el árbol, vuelve con vosotros y con su estilete se hace una pequeña herida en la mano izquierda, de la que salen unas gotas de sangre azul (1). A continuación os hace seña para que hagáis lo mismo y tras ello vuelve a tomar el cáliz, que cubre con sus grandes y alargadas manos, recitando una breve salmodia que hace brillar el cáliz. Flindebrand llega con vosotros en ese momento lo que os hace daros cuenta de que deben haber pasado en torno a dos horas, cuando os habían parecido sólo unos cuantos minutos. De alguna manera parece reconocer el ritual y en qué punto os encontráis, porque os dice en un susurro que cuando bebáis Tauresûl os vinculará con el árbol, que servirá de testigo de vuestra promesa solemne.

Efectivamente, el alto elfo os acerca a cada uno el cáliz, dejando que deis un breve sorbo, que resulta de un sabor completamente diferente para cada uno: dulce como la miel a Kalonymus, como un vino con cuerpo para Bastian, agua de manantial de montaña a Desheret, amargo como la hiel a Ultramontano, licor de altísima graduación para Ludovico... Excelsius nunca os dirá a qué le supo, pero su cara expresó claramente que no era de su agrado. Flindebrand no bebe, pues no es su promesa. Tauresùl vuelve a tomar el cáliz y lo alza hacia la copa del avellano de forma efectista. Las hojas de los árboles, del bosque entero, parecen temblar en ese momento y el elfo alza la vista todavía más, con cara de preocupación. Su siguiente mirada va dirigida a Flindebrand, que observa hacia todos lados a la vez... Nada más sucede, de manera que Tauresûl derrama el resto del contenido del cáliz entre las raíces del avellano, que parece brillar con luz propia. Entonces lo poco que podéis haber entendido se difumina más y más al anunciar Tauresûl el comienzo de la celebración (¿en vuestro idioma materno?, ¿en vuestras mentes?, ¿en latín?).

La fiesta, como ocurriera con el brebaje del cáliz, tiene muy distinto “sabor” para cada uno de vosotros. Kalonymus no puede contenerse un segundo y se une a los bailes frenéticos de duendes y hadas, danzando alrededor de las hogueras. Bastian bebe, come, ríe y canta. E incluso da algún paso de danza, pese a sus reparos iniciales (la bebida, la dulce bebida, y esas sonrisas de hadas que alegran el mismo alma). Desheret consigue permanecer un tanto al margen del barullo de bailes, flautas y timbales, apartada como está con su acompañante. No son molestados, aunque son tal vez los más conscientes de que más allá de la fiesta no todo es alegría y siente una amenaza invisible sobre ella. Ultramontano, bueno, digamos que no es que no le guste la fiesta, es que a la fiesta no le gusta Ultramontano. Su poderosa mente se abstrae en sus propios pensamientos, haciendo caso omiso de toda la algarabía. Ludovico, cauteloso al principio, pronto pierde el miedo, ayudado por hermosas mozas y festivos duendes, tan blanco de risas por sus meteduras de pata como el resto de integrantes de la fiesta. Pese a todo, sigue vigilante, al menos en su mente, cuando se acuerda... Excelsius pierde de vista al que había pensado que podría ser su protector, Flindebrand (que ha ido junto con Tauresûl y conversan entre ellos sin admitir más compañía), así que localiza una piedra solitaria donde sentarse y pasarse la velada sentado incomodamente con los brazos cruzados ante su pecho. El resto va y viene, magos, duendes, hadas y animales, siempre sirviendo de tapiz de fondo el señor del bosque, sentado en una silla de madera viva creada a partir del mismísimo avellano.

No sabéis cuándo ni cómo sucede, pero lo cierto es que la fiesta cesa, porque a la mañana siguiente, unos con los primeros rayos de sol, otros bastante más tarde, despertáis a un nuevo día. Sobre vosotros la alta copa del avellano, ahora de en torno a los 15 metros de altura. A vuestro alrededor no hay restos de la fiesta, ni tan sólo pisadas sobre la hierba, como si nunca nada hubiera sucedido. Pero los participantes activos de la fiesta encuentran en torno a su cuello las guirnaldas de flores que hicieran para ellos las doncellas feéricas del bosque y no os cuesta nada averiguar que contienen vis en bruto (2). Flindebrand amanece con 3 de esos collares y con una amplia sonrisa de satisfacción.

-Bueno, no ha estado nada mal, ¿verdad? En fin, supongo que comienza a ser hora de adecentarnos un poco y partir hacia Triamore –dice con voz suave, evitando los tonos fuertes o agudos que destrozarían la cabeza de algunos.

Notas de juego

(1) literalmente, su símbolo de nobleza no es una metáfora en el caso de los duendes.
(2) 2 peones de Mentem cada uno.

Pasamos a la escena de Triamore, donde comenzarán los compañeros que no fueran acompañantes de los magos.

Cargando editor
05/08/2012, 22:54

Ultramontano se levanta temprano, con la sensación de haber dormido sobre la roca con más aristas del maldito bosque. Se quita de encima la hojarasca que se le ha quedado enganchada en el hábito. El sabor de la copa que el señor del bosque le ofreció ayer aún está pegado a su paladar; sabía como a levadura, o a moho, a podedumbre amarga, y tenía la consistencia del pus. Se aparta un poco para escupir y mear, con cierta discreción, no vaya a ser que los festivos elfos vayan a molestarse. Mientras intenta quitarse de la cabeza lo desagradable de la noche anterior acaricia el collar de flores que aún lleva, y que no tarda en guardar en su zurrón, su mente discurre por páramos que poco tienen que ver con las Ardenas. Aunque está contento por tener una Alianza a la que llamar "suya", no tendrá que esperar a una segunda invitación para abandonar el claro.

Notas de juego

Que bonito, máster... pal nobel de literatura vas.

Por otra parte, quiero hacer notoria la tristeza que embarga a mi pj por lo mal que la vida lo trata. Si dentro de nada empieza a actuar como un psicopata es, sin duda alguna, porque nadie quiso bailar con el en la fiesta de graduación de la Alianza. Y no, el judío no cuenta.

Cargando editor
06/08/2012, 17:35
Kalonymus

Notas de juego

Osh

Cargando editor
06/08/2012, 23:47

A la mañana siguiente, Ludovico despertó, no ántes que Ultramontano ni alguno otro de sus Sodalis más madrugadores. Tenía una sensación extraña que no ooncordaba con lo que sus ojos estaban viendo a su alrdedor, pues daba la sensación de que allí nunca hubiese habido una fiesta comola de anoche, pero aquella guirnalda era la prueba de que algo había sucedido, tal vez no fue tan jolgórica, tal véz hubiesen sido objetos de algún poderoso conjuro o efecto feerico o incluso transportados al otro Reino. Ludovico era consciente de que aún tenía mucho que aprender.

Cogió la guirnalda mientras observaba imponente aquel arbol que había crecido desmesurdamente aquella noche, se levantó aunque con algo de dificultad, pues parecía que aquella bebida que había ingerido era más real y más fuerte que cualquier otra bebida que había probado, dandole vueltas la cabeza mientras se movía e intentaba llegar a su caballo, aunque agradeció que a cada paso que daba el efecto iba desapareciendo casi mágicamente, como si se tratase de una impronta residual en su mente. Guardó la guirnalda junto con el resto de sus pertanencias que portaba el caballo. Se volvió a ceñir el cinto y a colocar la capa junto al broche.

Al escuchar a Findelbrand que debían partir a Triamore, pensó en que aunque le había fascinado lo ocurrido y deseaba conocer más sobre aquello que había pasado o sentido lo que fuera que fuese aquella noche, no le sentaría nada mal volver a la civilización.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

lo he vuelto a editar para incluir la tirada de codigo hermetico

Cargando editor
09/08/2012, 22:33
Bastian Klinsmann

Pues ha estado bien, ¿Verdad? - pregunta un risueño y sucio Bastian que ha dormitado en el suelo tranquilamente.

Durante la noche llego a adoptar su forma natural de bisonte jugando con las criaturas faéricas e incluso acercándose a sus compañeros a juguetear. Como si un enorme cerdo se os acercará, una imagen de lo más inquietante.
Sin embargo bastian siempre procura mantener su naturaleza animal controlada por lo que aunque puede llegar a ser molesto al menos no es peligroso.

Por lo tanto desnudo y cansado se pone en pie y recupera sus ropas mientras juguetea con el collar de flores.
Que bien, se aprecía el poder que hay dentro de este bonito collar. Un excelente regalo de nuestro benefactor.

Cargando editor
10/08/2012, 13:31
Director

Notas de juego

RESULTADO DE LA TIRADA DE CÓDIGO DE HERMES

Estás considerablemente seguro de que... es interpretable. Hay principalmente dos cosas para ponerse nervioso en todo lo que habéis incurrido esta última noche:

1) Juramento de fidelidad. Ha sido sui generis, pero ha habido un compromiso firme por parte de los participantes, aunque por razones obvias no se ha asentado sobre un juramento a Dios o los santos. Lo que seguro que es sancionable es el juramento a señores mundanos, y hay jurisprudencia al respecto. Un mago de la Orden de Hermes no puede servir como mago de corte. Pero ambas cosas serían soslayables, porque lo que habéis hecho es un pacto de mutuo acuerdo y, aunque sea firme, os concierne sólo a vosotros y no tiene nada que ver con nadie más. En principio. Que vosotros sepáis. A menos que sirva a un señor más elevado, en cuyo caso las implicaciones podrían tener, por decirlo así, "eco"...

2) No molestar a los duendes. Esto es obvio que no entra en conflicto, ¿no? Bueno, sabéis que Flindebrand ha hecho un ritual para proteger el bosque de injerencias externas. Si ha hecho esto es porque las esperaba. Es de suponer que Tauresûl tiene enemigos y eso es parte de la razón por la que ha hecho el pacto con vosotros. Pero mientras no se pase a mayores tampoco tiene porqué haber problemas. Si fuera de otro modo hace tiempo que la Casa Merinita tendría que haber sido expulsada de la Orden, ¿no? En cualquier caso, el espíritu de esta prohibición era no atraer la ira de los duendes sobre los compañeros de la Orden y de momento, como mucho, atraeríais la ira de unos pocos duendes hacia vosotros...