Partida Rol por web

Entonces con su permiso maestro, tomare algo para calmar el hambre acumulada durante el viaje y descansare para dar mañana todo mi esfuerzo. Si el entrenamiento es duro espero estar a la altura de las espectativas.

Con una reverencia y una sonrisa Jabu se despidió de él y miro al que iba a ser su guía. No tenía aun demasiada confianza en el extraño aborigen pero a falta de nada mejor Jabu decidió dejar que el hombre hiciese su trabajo.

Mbon'u, si pudieras indicarme el camino te estaría agradecido.

Y tras otra mirada a su maestro comenzó a retirarse.

Creo que esto va a ser bastante interesante. Que ganas tengo de que este entrenamiento de frutos y pueda así vengarme de la derrota en la carrera. Ademas no se cuanto mas podre aguantar con tanta falsa modestia y educacion.

Así se habla, ¡amigo! respondió alegremente Mbon'u, ajeno al parecer a la desconfianza de Jabu.

El indígena condujo al joven aspirante a la casa más grande que podía verse desde su ubicación.

Esta es la casa comunal explicó aquí celebramos los banquetes cuando hay motivos de celebración. ¡Esta noche cenaremos antílope en tu honor!

Pero por ahora están preparandolo todo dijo señalando a un grupo de mujeres nativas que se afanaban en diversas tareas. Cuando los dos muchachos avanzaban entre ellas, las jovencitas corrían a alejarse del extraño extranjero de piel pálida, y las más maduras simplemente los espantaban con grandes cucharones de madera y airadas exclamaciones.

Será mejor que volvamos más tarde.

Más adelante, al salir de la aldea, Mbon'u enseñó a Jabu el campo en el que los jóvenes procuraban entrenar sus aptitudes marciales. Varios guerreros practicaban el tiro con arcos toscos, mientras que otros luchaan con bastones unos contra los otros.

Estos son los bravos guerreros de nuestra tribu.  explicó Algún día yo, como caballero del Unicornio, seré su líder. Es la tradición. Bueno, si consigo derrotarte, claro.  rió acercándose a los otros muchachos.

¿quieres probar?

¿Tu? ¿Caballero del Unicornio? Eso tengo que verlo.

Jabu siguió a Mbon'u hasta la zona de entrenamiento. Con una sonrisasin saber muy bien si se enfrentaba a un guerrero o a un perfecto idiota. Era el momento de averiguarlo.

Si te parece podemos probar, pero solo para abrir el apetito. Como comprenderas yo soy un luchador inexperto, mientras que tu... Jabu no terminó la frase. le hubiera gustado decir payaso, pero mejor era callarse de momento por si al final resultaba ser un digno adversario. No seas demasiado duro conmigo.

Jabu se colocó en actitud de combate invitando a Mbon'u a que hiciese lo mismo.

Que conste que este combate no significa nada. Será el tiempo el que decida quien de los dos se hará caballero.

Heheh,¡bien, ese es el espíritu, Jabu! exclamó el joven aborigen aferrando con fuerza un bastón, tras pasar al joven Jabu otro. Vamos, ¡al mejor de tres!

Cuando quieras dijo Jabu y una pequeña sonrisa de superioridad se dibujó en su mirada. Veamos que es lo que te han enseñado.

Jabu estaba confiado, quizas demasiado lo cual le podía costar caro. Tomo el baston y se colocó frente a su rival en actitud de combate.

Mbon'u aferró con fuerza el bastón entre sus manos y se afianzó en el suelo. Acto seguido levantó el arma por encima de su cabeza e intentó golpear con fuerza a Jabu, quien logró zafarse por apenas unos milímetros del tremendo embate.

Jabu vio como el baston del adversario pasaba junto a él fallando milagrosamente. Este era el momento. Aprobechando que Mbon'u aun no se había replegado,Jabu golpeó su baston contra el cuerpo de Mbon'u. El golpe parecía fortísimo, y Jabu estaba quizas demasiado confiado.

Jabu asestó tal bastonazo a Mbon'u que el pobre indígena cayó cual largo era al suelo. El joven guía abrió los ojos una evz en el suelo y se llevó una mano a la cabeza, gimiendo de dolor.

Auuu...  no pensaba que fueras a tomartelo tan en serio, maldita sea... murmuró mientras apretaba los dientes por el dolor. Podías haber desviado el golpe ¿no crees?

No seas quejica, estoy seguro que podrias haberlo esquivado. Dijo con una sonrisa de superioridad. Sigamos o no acabaremos nunca.

Jabu, se colocó de nuevo con un aire de sobrada confianza e invitó a su oponente a hacer lo mismo. Los ojos de Jabu reflejaban que el joven se creía ya vencedor y, aunque debería de saber que nunca hay que dar nada por ganado o perdido, le encantaba sentirse vencedor despues de la humillacion de la carrera.

Vamos uno a cero, si te derribo otra vez acabará el juego.

Haahaa... ¡esta vez no podrás conmigo! gritó Mbon'u mientras atizaba con saña con el bastón a Jabu. En esta ocasión, fue el joven nipón quién cayó con estrépito al suelo. El resto de jóvenes, que se entrenaban cerca, detuvieron suis ejercicios para observar el resultado del combate.

Bueno, acabemos con esto cuanto antes. La resolucion de Jabu parecía fuerte, el ultimo golpe, aunque le había dolido, solo consiguió aumentar aun más sus ganas de vencer.

Jabu alzo sobre su cabeza el baston y con un rápido giro de muñeca descargó toda su fuerza sobre la cabeza del enemigo esperando que la velocidad del movimiento impidiese a este reaccionar. Jabu estaba muy seguro de su pericia, pero su fuerza no siempre estaba a la altura.

El bastonazo alcanzo su objetivo, no como Jabu deseaba, pero bueno.

Recuerda mi nombre, yo soy Jabu, y no pienso ponerte facil el ser caballero del unicornio, ese será mi titulo. Y tendiendole la mano el joven dió por terminado el duelo.

POr unos instantes la mano de Jabu quedó congelada en el lugar. El joven temía haberse sobrepasado, ya que muchos de los guerreros de la tribu habían presenciado lo que Mbon'u bien podría considerar una humillación.

Sin embargo, el delgado indígena sonrió de nuevo y acetó la mano tendida, levantándose con Jabu.

Ha sido un buen combate, amigo.  aceptó Mbon'u Me alegro que seas tú mi rival, así podré decir que he vencido a un hombre fuerte.

Los demás guerreros, sin embaargo, no participaron de la muestra de respeto de mbon'u. Muchos observaban con cautela al extranjero, otros murmuraban entre sí. Mientras los dos jóvenes se retiranan para lavarse la tierra peada al cuerpo y la sangre derramada, uno de ellos dijo algo en su idioma, que hizo que Mbon'u torciera el gesto y le gritara algo de malos modos. El otro joven se fue con mirada rencorosa.

Vamos, será mejor volver a las cabañas.

Jabu comenzo a hablar de camino a las cabañas, sabía que el joven había dicho algo sobre él, y no se molestó en disimularlo.

¿No les gusta que este aqui verdad? Jabu miró fijamente a su guia. Me da igual lo que piensen, no pienso marcharme, no sin ganar la armadura.

Jabu siguió andando. esperaba llegar pronto a su alojamiento, entre los golpes y el viaje era muy posible que su cuerpo se desplomase sin previo aviso.

Aaaah...  suspiró Mbon'u  Lo cierto es que algunos no ven con buenos ojos que un espíritu extranjero pueda robar nuestro tesoro más valioso.  le explicó mientras iban caminando de regreso Pero eso no debe preocuparte. Soy yo quien logrará la armadura, y no deben interferir en mi victoria dijo sonriente mientras cerraba el puño con firmeza.

Jabu y Mbon'u llegaron hasta la cabaña que hospedaría al joven huérfano, y el indígena partió con una sonrisa en la cara.

Jabu se encontró entonces sólo en su nuevo hogar. Estaba bastante cansado, y se hallaba en un territorio desconocido para él, con vecinos probablemente hostiles y un único amigo que sería su rival. Las cosas no pintaban nada bien...

Jabu se despidió de Mbon'u y se acosto sin más. El cansancio era demasiado hasta como para preocuparse de posibles altercados durante la noche. A la mañana siguiente ya se preocuparía de los indigenas que lo odiaban y de ese perdedor que pretendia hacerse con lo que por valía le pertenecía a él y no a esos indigenas.

Jabu despertó nada más salir el sol. Alguien golpeaba la puerta de su choza insistentemente. Cuando se acercó para ver qué ocurría, se sorprendió al encontrar ya listo a Mbon'u.

¡Vamos, Jabu! exclamó alegre el muchacho indígena El maestro espera

Acto seguido cogió a Jabu del brazo y lo guió hasta el exterior de la aldea. Allí esperaba ya, en efecto el extraño maestro del joven nipón.

Buenos días, joven Jabu saludó el albino ¿Listo para comenzar tu entrenamimento?