Partida Rol por web

-  Me temo que no puedo decirles nada más. Seguramente lo comprenderán, pues ¿cómo podría estar seguro de que no son espías o asesinos del enemigo? ¿O como podrían saber ustedes que nosotros no los somos? Ya se los dije antes, desconfíen. Y ahora, uno de nuestros grupos ha de seguir adelante. De ustedes depende quienes se marchen primero – dice el anciano con tono calmado, pero revisando con la mirada la posición de cada uno de los presentes.

- Quiero mercenarios que me acompañen al interior de la fortaleza en el norte. Supongo que sabe algo de ella. Lo que busco ahí es cosa mía. Pero será bien recompensado si tenemos éxito y salimos de ahí con vida. Es su decisión -  te respondió el joven, aunque en ese momento, el hombre con pinta de aventurero al que viste antes se le acerca y dice:

- Saludos y buenos días, joven. Mi nombre es Galauf. Me han informado que estáis buscando formar un grupo de aventureros para inspeccionar los alrededores del cementerio y la fortaleza. Casualmente me proponía hacer lo mismo. Quizás podamos cooperar de algún modo y beneficiarnos mutuamente.

- Ciertamente, busco hombres con arrojo para una expedición a ese lugar. Sera bienvenido y mejor pagado si regresamos con vida – replica el aristócrata, mientras uno de los matones continua con la vista fija en ti y el segundo, en el recién llegado.

Galauf inclinó ligeramente la cabeza en señal de respeto sin hacer demasiado caso a las miradas que le dirigía aquél matón de enormes proporciones.

-Lo que busco es inspeccionar esos lugares tenebrosos. Si vuestro fin es el mismo, no hay más que decir: será provechoso viajar juntos-el paladín extendió su mano.-¿Cerramos el trato de forma oficial, compañero?

- Hecho. Mi nombre es Jozar. Barón heredero del feudo de Aquitia. Aunque dudo que eso le importe a los monstruos del lugar al que vamos – exclamo el joven miembro de la nobleza, estrechando tu mano para luego decir, señalando primero al hombre de la izquierda y luego a su compañero.

- Este amigo del hacha es Rigan y el que lleva el espadón se llama Moses. No hablan mucho, su especialidad es partir cosas en dos.

Mientras tanto, el elfo oscuro permanecía callado y escuchando la conversación.    

-Encantado de conocerles, caballeros-dijo saludando igualmente a Rigan y Moses, y sobre todo las armas que portaban-Estoy seguro de que su destreza con esas armas no tiene nada que envidiar a la de los caballeros del legendario Dalker-bromeó sonriendo.

A continuación no pudo evitar fijar su atención en el joven que permanecía sentado y en silencio. Aunque el atributo "joven" quizás no fuese adecuado en aquel caso, ya que se trataba de un elfo oscuro. Bien podría tener diez veces más edad que el propio Galauf. En un principio lo miró con cierto recelo, pues los paladines del bien, como era evidente, no confiaban demasiado en quienes tuviesen algún tipo de relación con lo oscuro. Pero en aquellas circunstacias no tenía nada en contra del elfo, al menos en principio. El objetivo del paladín estaba por encima de las pequeñas rencillas que los de su orden pudiesen tener con cualquiera. Por eso decidió dirigirse al elfo oscuro.

-Os saludo cortesmente, aventurero. ¿Me equivoco al pensar que también buscáis inspeccionar la fortaleza? Quizás podamos cooperar.

Demasiadas tertulias, estos humanos les escanta estar parloteando, cooperar si claro, podria ser interente.

-Cooperar ha dicho- casi como si la palabra me fuera desconocida -quizas podriamos probar, solo espero, un porcentaje del botin y cuando se termine el trabajo cada uno por su lado- asi ha sido siempre y asi debe de ser-, esa fortaleza de la que hablais tampoco sera para tanto - sigo jugeteando con mi copa de vino aguado, no me interesa excesibamente permanecer en un mismo sitio, a mi me van mas los trabajos ocasionales.

No tengo muchas mas ganas de seguir aqui, tanto humo y gente empieza ha agotarme pero tampoco creo que salgamos de inmediato, asi que simplemente espero.

- Bien. Saldremos en cuanto estén listos – exclama Jozar, poniéndose de pie y dirigiéndose hacia la puerta de la posada, con sus dos hombres moviéndose como su sombra atrás de él.

-En cuanto queráis, estoy dispuesto a emprender la marcha.-Galauf estaba ya ansioso de comenzar su investigación y alcanzar su destino.

La situación era del todo tensa, y en el ambiente se mascaba el comienzo de un posible combate. Era lógico lo que decían, y llevaban toda la razón, no tenían por qué fiarse de nosotros, más bien debían desconfiar dadas las circunstancias. Aquella situación no le agradaba nada al joven hechicero, y le producía un nerviosismo propio de cualquier animal cuando se siente amenazado, estando a punto de saltar en cualquier instante. Sus compañeros por el contrario parecían más relajados que él, sobretodo Nerzul. Su actitud, su aspecto, esa impasividad hacia la muerte, efectivamente aquel hombre debía de tratarse de un nigromante, no había más explicaciones al respecto, y eso para Ithilon solo significaba una cosa, una oportunidad clara de aprendizaje. Estaba claro que esos hombres no eran demasiado amigables y estaban consumidos por el misticismo de sus artes, al igual que otros muchos perdían el juicio por las cosas que llegaron a contemplar, pero tal vez, mostrando respeto o similar, conseguiría sacarle algo de información, que nunca viene nada mal. Las preguntas se disparaban entre los dos bandos por así decirlo, y parecía que ninguno iba a ceder, aquello era ciertamente una pérdida de tiempo. Suspiró, y lentamente comenzó a caminar sin dar la espalda a los desconocidos hacia los arbustos.

-Creo que no pintamos mucho más aquí, deberíamos marcharnos y no molestar más a esta gente. Mejor resolver este mal entendido de la forma más diplomática posible. Pronto anochecerá y debemos buscar un lugar donde pasar la noche además de algo para llevarnos a la boca.- dijo en un tono serio a sus compañeros, ciertamente se trataba de un chico bastante raro, unas veces animado, otras patoso, otras despistado, y de golpe serio. Tal vez fuera el miedo o la aparición de pronto de claros signos de bipolaridad, pero aquello no le gustaba en absoluto.-"Esto podría desembocar en algo peor, y nuestra situación no está como para andar perdiendo a miembros del equipo." Disculpen las molestias.-concluyó con una leve reverencia a los presentes como signo de respeto.

Aiisssshhh, suspiro con resignación.

-Eso quiere decir que no teneis vino? -abatida por la falta de alcohol en todo este embrollo, sigo los pasos del joven mago con la esperanza de que igual sepa algún encantamiento de convertir agua en vino o por lo menos destilar algún tuberculo o fruto que haya en el bosque.

"Porque es mago, digo yo que algo sabrá hacer!"

-Yayo, venga, vamonos antes de que se lo piensen mejor y decidan agujerearnos, que aquí no nos quieren...- insto a nuestro abuelo a moverse y a seguir a nuestro mago.

"Lástima, con esta gente igual habríamos podido tener una oportunidad ahí dentro..."

-No se preocupen, no les molestaremos más, que tengan un buen día!- me despido del grupito de psicópatas paranoicos, "y que se les escueza el culo con ortigas..." añado mentalmente.

Sin decir ni una palabra, echo un vistazo a mi equipo y cerciorandome que esta todo bien colocado me levanto de la silla y los sigo hasta la salida del local, solo espero que no tengan caballos, si no parecere un perro de presa siguiendoles y eso no me gustaria nada.

Cuando estamos fuera, echo largas miradas a los nuevos compañeros, nunca se sabe cuando te va ha hacer falta recordar una cara.

Nerzul, aun manteniendo su rostro oculto por la capucha de la oscura túnica, logra percibir que aquellos tipos no querían nada de ellos.Una sonrisa algo macabra se dibuja en su rostro, mostrando levemente sus oscuros dientes casi negros.

-Está bien....Hasta otra jóvenes....- dice para ponerse nuevamente a andar para avanzar por el camino ayudándose de su cayado.Un par de tosidos emergen de los más profunda de su cuerpo.

-"Cof cof"....Estoy realmente viejo....- dice con una voz forzada aún por los recientes tosidos.

-Esto ya me parece un bonito paisaje, no ¿creen?- dice parándose durante unos segundos tras la larga y dura caminata.

-Esas babas rojas tienen mala pinta.....pero quizás sean comestibles jum jum.....- dice avanzando ahora más lentamente para verlas de más cerca.

De perdidos en un bosque en medio de la nada, a perdidos en un bosque tétrico, fangoso y en medio de la nada. La situación cada vez iba a peor, y más en esa clase de sitios, ya no se trataba de si podrían encontrarse a un grupo de trasgos perdidos, orcos o lobos, si no que en ese tipo de lugares solían vivir los dragones negros. Seres bastante macabros y que pudrían todo lo que estaba en su camino, por lo tanto aquellas frutas de las que hablaba Nerzul no podían ser de fiar, pero el hambre apretaba y las decisiones se hacían cada vez más difíciles. El hechicero miraba a su paso los bulbos que el nigromante examinaba, y seguía echando a su vez miradas fugaces a su entorno, vigilando con cuidado que nada ni nadie les siguiera.

-Si..., sería conveniente coger unas cuantas para después, pero no comerlas aún, ya que desconocemos si podrían ser venenosas.-comentaba mientras las miraba de forma sospechosa.-Tal vez..., si las cocináramos por ejemplo, nos aseguraríamos de no coger ningún tipo de enfermedad. ¿Qué pensáis?-concluyó preguntando a sus compañeros.

-Mmmm...- se queda pensativo para acto seguido alzar su cayado y golpear levemente aquella baba mientras la miraba dudoso.

-Nunca he pasado por aquí, y tampoco he visto estas cosas antes.Pero todo tiene una primera vez....Además...ya no puedo quedarme peor de lo que estoy....- dice deduciendo rápidamente.