Partida Rol por web

Asiente sonriendo como si viera esa escena con sus ojos y luego dice -¿y queréis instruir a los enanos? En mi humilde opinión... antes tendríais mas éxito enseñando a las piedras a cantar...

Os mira a ambos y luego a su tío y se echa un pelín para atrás ante la mirada de Llharandhäe que desprende una fría rabia a pesar de que su rostro sigue impasible.

Los enanos lo harán porque es lo mejor para ellos. Hay demasiado en juego y...se ha perdido demasiado como para que no vea mi misión llegar a buen puerto.

Su voz musical transmite fiereza y convicción, además de melancolía.

Camthalion se acomoda en su silla. Vamos, les avisamos y nos ofrecemos ayudar. Luego según reaccionen vemos como proceder. Me parece de género tonto pensar que hacer cuando estemos allí cuando aun estamos aquí… (Volviendose al druida) y ese es el motivo por el que hemos llamado a su puerta. Porque estamos aquí y necesitamos estar allí. Vuelve a sonreír pero antes de que nadie pueda añadir nada, improvisa unos versos:

Quién es el que está aquí, y dónde:
¿dentro o fuera?
¿Soy yo el que siente y el que da sentido
al mundo?
¿O es el secreto corazón del mundo
-remoto, inaccesible-
el que me da sentido a mí?
Qué lejos siempre entonces ya de todo,
incluso de mí mismo;
qué solo y qué perdido yo,
aquí o allí.

Se echa hacia delante apoyando los codos sobre la mesa y juntando las manos.

Os propongo que vuestras acciones tomen un rumbo diverso al que esperabais. Evidentemente no conocéis a los enanos.- hace un gesto de la mano hacia ambos de disculpa -no me refiero a los enanos de ciudad, que han aprendido a convivir de una forma u otra con las otras razas. Pero los enanos en sus propias ciudades son gente orgullosa y testaruda, no dudo que aceptarían vuestra advertencia y os colmarían de oro y honores, para después instaros a marcharos lo antes posible ya que tienen una batalla que lidiar.

Mira a Llharandhäe y continúa cambiando de tema - además, ambos poseéis cierta pericia en el Arte pero carecéis del poder mágico que cabría de esperar para poder resultarles de ayuda contra los drow.

Intuyendo por lo menos en parte lo que ha podido ocurrir vuelve a cambiar de tema y vuelve al anterior.

No, se que no buscabais mi opinión, sino un transporte rápido, pero el simple hecho de no poder proporcionaros vosotros mismos ese transporte debería ser un indicador de vuestras posibilidades lidiando tanto con los enanos como los drow.

Aprieta las manos formando dos puños y niega con la cabeza una y otra vez.

Esta es mi misión y no puedo abandonarla.

Su tono contiene varias notas de desesperación y determinación aunque tu mismo al haberla observado estos días sabes que sus palabras son sumamente frágiles. Sabes así mismo que seguramente su determinación no sea debida al querer ayudar a los enanos, seguramente haya trasladado el odio que siente por los osgos que mataron a su hermano a los drow, los causantes del viaje.

El elfo trata de argumentar con el druida y ganarse su simpatía.

Tengo dos argumentos sobre eso:

Uno: Creo que Hansel y Gretel no tenían formación como cazadores de brujas, ni Jack había matado nunca un gigante y mire a donde llegaron.

Dos: Si no nos ayuda con el viaje, lo emprenderemos solos, nadie ha dicho que no podamos hacerlo o que seamos incapaces, simplemente como tenemos prisa nos recomendaron que habláramos con usted.

Además si no quieren nuestra ayuda no podremos dársela, por muy sincera que sea nuestra intención, pero ¿Y si la aceptaran? Alguna vez tendría que ser la primera. ¿El señor Gerrat no toma té porque no quiere o por que como siempre dijo que no ya no le invitan aunque ahora quiera?

Sonríe ante tus palabras y contesta -es cierto lo que dices buen elfo. Y no me he negado a ayudaros. Solo os aconsejaba el camino a seguir.

Suspira y dice -puedo llevaros a la ciudadela de Felbarr, conozco el rey Emerus y seguramente me deje hablar con él, y a vosotros si vais conmigo. Pero...

Arquea una ceja mirándoos -precisamente porque le conozco se cual será su respuesta si os ofrecéis a ayudarle. No hablamos de Bruenor de Mithril Hall que ha aceptado a un elfo oscuro. Hablamos de uno de los reyes mas cerrados a las antiguas costumbres de los Delzoun, los antepasados de los enanos. Y creédme, os dará oro si se lo pedís, os hospitarán si lo necesitáis, pero los túneles de la ciudadela de Felbarr no son un sitio para los elfos y cada enano que vive allí lo sabe.

Después mira a su sobrino y le dice -Jared, ve a por los materiales para el conjuro.

A lo que su sobrino obediente asiente y se levanta entrando en una de las puertas del pasillo anterior.

Esos son mis motivos -mientras habla ignora las continuas negaciones con la cabeza de Llharandhäe, no por despecho sino porque prefiere que ella exprese sus dudas o motivos - y tengo uno mas. Otro enano en la ciudad de Sundabar, no lejos de aquí necesita mi ayuda. Y a pesar de que a lo largo de los años he logrado comprender a la naturaleza y a Mielikki mejor y ellas me han recompensado no puedo estar en dos sitios a la vez.

Con un brazo señala a su alrededor -mi magia está centrada en la piedra, el hierro y los minerales, algo que sería de indudable ayuda contra los drow en los estrechos túneles de la ciudadela. Pero necesito a alguien que me ayude con mi buen amigo enano de Sundabar y ambos podríamos intercambiar nuestros objetivos para hacer lo mas adecuado para todos.

Niega levemente con la cabeza, pero parece que cada vez está mas perdida y sumida en sus propios pensamientos. A veces susurra algo pero de forma tan leve que ni siquiera tus orejas de elfo logran descubrir lo que dice. A pesar de ello parece a punto de echarse a llorar o quebrarse y ni siquiera escucha ya las palabras del druida, o las tuyas.

Las normas de la realidad y la lógica... hace un gesto como apartandolas lejos, nunca dejan hacer nada divertido. Camthalion lo piensa un poco: Entonces quizá yo podría ocuparme del asunto que tenéis que hacer aquí cerca y vos podríais ser el nuevo acompañante de Llharandhäe y asesorarla cuando se entreviste con el rey Emerus. 

Te mira sobresaltada y con temor de golpe, evidentemente se ha dado cuenta de lo que vas a sugerir y sus labios llegan a formar la palabra: NO. Pero no dicen nada, después baja la cabeza abatida, ahora si que parece que va a ponerse a llorar.

Vuelve con un cuenco de piedra en el que se encuentran pequeñas gemas multicolores y lo deja en la mesa, en un vistazo se percata de la situación y dice -aquí tienes tío.

Se vuelve hacia vosotros y dice -El conjuro tardará un tiempo en estar preparado, ¿por qué no almorzamos algo y descansáis del viaje? También tenemos unas termas al fondo de la casa si queréis quitaros el polvo del viaje.

¡¡Termas!! No sé como podría agradecer semejante hospitalidad, compondré una canción sobre la generosidad de los anfitriones de este lugar.  Quitarse el polvo del camino de la piel y del pelo... menuda maravilla...

Camthalion, con una graciosa reverencia, se despide saliendo en dirección a las termas, esperando a ver si su compañera se anima también. Se le ha visto un poco triste cuando ha propuesto lo de separarse, aunque es lo más lógico.

Una vez llega al lugar tarda aproximadamente una décima de una octava parte de segundo en estar desnudo y sumergido, disfrutando de las aguas calientes y mineralizadas que salen de la tierra. 

Las termas son una gran sala en el interior de la piedra y te sorprendes y maravillas al ver el resplandor que emiten sus paredes donde ves numerosas piedras brillantes engastadas que proporcionan una iluminación muy agradable. El suelo es de algo similar al mármol y tiene una consistencia rugosa, para que los pies no resbalen supones. Y ahí está la poza de agua humeante con tamaño suficiente para acoger a una docena de personas y que nadie sienta su espacio invadido, ya al acercarte hueles los vapores y ya te sientes refrescado, tiene un olor parecido a la menta pero de una forma suave y poco invasiva.

Cuando entras en el agua sientes que está a muy caliente, casi hasta el punto de quemar, pero cuando entras sientes como tus músculos cansados por la cabalgata empiezan a relajarse.

Notas que Ecthelion se aleja, seguramente para salir de un espacio tan cerrado y poco después la alegría que siente cuando está volando.

Durante unos minutos logras relajarte y olvidar todo, lo bueno y lo malo, limitándote a sentir. Pero tus aguzados oídos elfos hacen que escuches unos pasos y poco después ves entrar a Jared.

Cuando te ve sonríe y dice -Cabris está hablando con tu amiga, ¿qué le ha ocurrido? Incluso yo me he dado cuenta de que no está bien y rara vez logro darme cuenta de esas cosas cuando observo una doncella elfa.

Mientras habla se desnuda, dejando la ropa mucho mas ordenada que tu y luego entra en la poza.

Con un gesto de disculpa dice -ignora la pregunta, mi tío siempre dice que me meto donde no debo y tiene razón.- imitando el tono serio y grave de Cabris -un druida siempre tiene que mantener la compostura y no involucrarse hasta haberlo meditado Jared.

Después sonríe.

El silencio mental es una recompensa agradable, se siente calmado. Deja que cada espiración aleje de él todas las preocupaciones y malestares. Mientras una parte de su nuevo y fusionado yo vuela en el aire, la otra flota en el agua. Ambas libres. Contempla al bello joven,mientras se prepara para entrar. Por como queda la ropa de cada uno, parece que él sea el  elfo y Camthalion el humano. y desde luego sus facciones son lo suficientemente hermosas para imaginarlo  como un miembro de su raza. 

Su hermano ha muerto hace muy poco. Era él quien debía llevar el mensaje a los enanos y ella quien le acompañaba. Ahora esto es una cuestión personal... mal asunto. Pensé que vendría conmigo a las termas, para tratar de hablar con ella. Pero seguramente tu tío pueda hacer más, se ve que tiene experiencia sobre las personalidades y sentimientos. Si, definitivamente una charla con vuestro tío puede hacerle mucho bien, siempre que baje los humos y acepte que él es más sabio y experimentado. 

Teneís suerte de vivir con él. ¿Vos seguís también el camino del druida? 

Ves como su rostro se entristece y asiente -había imaginado algo así, es raro ver a un elfo fuera de sus casillas de esa manera. Espero que mi tío sea capaz de convencerla de no ir a Felbarr, no creo que esté buscando justicia.

Después se encoge de hombros y dice -lo que ha de ser será y el equilibrio se mantendrá. Eso dice mi tío a todas horas y supongo que es verdad.

Luego sonríe un poco, con melancolía.

Yo nací aquí. Mi tío era un famoso aventurero por aquel entonces proveniente de Argluna. Pero por lo visto mis padres se mudaron aquí, vete a saber porqué y cuando los orcos atacaron ambos murieron. Mi tío dijo a su antiguo grupo que aquí tenía aventuras suficientes y se quedó para criarme. Nunca el pueblo estuvo tan seguro ni los orcos de esta zona tan controlados. De hecho la mayoría de edificios que has visto en el pueblo han sido construidos en parte gracias a su ayuda mágica. Es un experto con la magia que moldea la...

Se interrumpe cuando escucháis un grito.

¡NO!

Escucháis ambos un revuelo y de golpe la puerta se abre con violencia, Llharandhäe entra sumamente agitada ignorando a Jared y mirándote a ti. Su pecho sube y baja rápidamente y tiene el rostro surcado por lágrimas y los ojos enrojecidos.

En un élfico airado dice -no voy a hacer lo que quiere un humano. ¡NO! Me voy ahora mismo. Llegaré a pie si es necesario. Si quieres puedes venir conmigo o no, ya me da igual.

A su espalda aparece Cabris que os mira con cierto desconsuelo y entonces ella se da la vuelta y pasa al lado del hombre sin mirarlo.

pe... ¿pero qué ha pasado? pregunta el pobre elfo viendo a su compañera hecha un autentico basilisco. Sale del agua y comienza a vestirse. ¡Esperame! grita direccion a donde ella se va, para que no emprenda ese viaje a pie, aunque espera poder hablar unos minutos con el druida antes de salir a seguirla.

Llharandhäe se aleja sin mirar atrás y con paso rápido, cuando ve que vas a seguirla Cabris te dice -el camino a pie hasta la ciudadela de Felbarr pasa en medio del territorio de orcos, osgos y dragones. Deberías convencerla de no tirar su vida de esta forma.

A pesar de sus palabras ves que no hace ningún ademán de detenerte.

¿Qué oferta le habia hecho usted que la ha enojado tanto?

Te mira con cierto pesar y dice -viendo su actitud he pensado que habría sido útil hablar con el rey Emerus desde aquí. Conozco una forma para superar las barreras mágicas que protegen la ciudadela. Como yo dije el rey Emerus se mostró sumamente agradecido, pero dijo que vuestra presencia no sería necesaria, aunque si la mía.

Suelta un leve suspiro y dice -pero tu compañera no parece conforme y ha dicho que irá allí lo quieran o no los enanos.