Partida Rol por web

Sangre en las salchicas [Finalizada]

Epílogo

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17/02/2013, 16:25
Director

Abandonaron la aldea en llamas. No sólo a la aldea. Dejaron atrás a todos aquellos que en ella estaban...mutantes, humanos, enanos, niños, inocentes, culpables, conspiradores, ignorantes...Todos quedaron atrás. Heideldorf dejó de existir aquel día. Su famoso festival de las salchichas se convirtió en una pesadilla cuya historia se recordaría durante largo tiempo en el Imperio. 

Las atrocidades que allí ocurrieron cuyo origen nunca fue esclarecido se cobraron más de doscientas vidas en una sola tarde. Aquellos que mutaron masacraron a los que no habían mutado, y todos los que sobrevivieron fueron consumidos por el fuego que se propagó por las casas de madera, empujado por el calor y la sequía de aquellos primeros días de verano.

Los protagonistas de esta historia saltaron la empalizada en los primeros momentos del fin. Sálvese quien pueda fue su actitud, quizá no fue la más noble u honorable de las actitudes, pero salvó sus vidas, o eso creyeron. Lo cierto es que no podían estar seguros de si únicamente habían retrasado su condenación, pues ni ellos mismos sabían qué tipo de carne era la que comieron en aquellos abominables días. ¿Si no mutaron fue porque no comieron carne contaminada o por qué comieron carne humana? ¿Acaso el futuro les deparaba una vida como necrófagos en lugar de mutantes? ¿Estaban a salvo? No podían saberlo.

Como tampoco pudieron saber cómo Manfred Harwitt, el alcohólico cazador de brujas, dio con dos meses después, muy lejos de Heideldorf; vivo, sobrio y resuelto a recibir ayuda de los aventureros, por las buenas o por las malas. Su papel al servicio de Heinz Schiller, el infame salchichero, no estaba nada claro y su precipitada huida y el asesinato del que fuera su jefe daba lugar a muchas sospechas.

Se libraron del fuego de Heideldorf, pero estuvieron cerca del fuego de la Inquisición. El cazabrujas quiso probar su inocencia, un eufemismo de querer utilizarles para sus propios fines a cambio de no procesarles por herejía. Preocupado por haber comido carne humana quiso investigar a fondo las consecuencias del sacrilegio y algo en el Este despertó sus viejos instintos, requiriendo, exigiendo, para ello la ayuda de los aventureros. Pero eso, como suele decirse, es otra historia...