Partida Rol por web

Todavía un poco aturdida de la situación que has vivido, te encuentrás un poco tambaleante, por lo que trás unos cuantos traspies en la playa, al menos tu cabeza ya no juega malas pasadas y te notas más entera. Trás sobrevivir a algo así, cualquiera se siente renacido, decenas de preguntas se agolpan en tu cabeza, sobretodo que hacer si te vuelves a encontrar con tus compañeros, los mismos que hace solo unos instantes te daban como cabeza de turco para una muerte horrible siendo despedazada por la criatura, y otra que te ronda con fuerza, es ¿POR QUE me ha dejado vivir?. Recuerdas las reglas de la bestia que te indicaba que si salias del pueblo os mataria horriblemente, pero volver con esos dos sobretodo, te repugna. Por lo que buscás una salida y rezas poder salir de esto sin acercarte a esos dos...

Desgraciadamente no hay salida de la playa a no ser que te pongas a nadar, y por las olas fuera de la cala, no ves eso como una salida posible, tampoco escalar a no ser que estes desesperada. Por lo que solamente puedes salir por la escalera, enfrentarte a ellos y al policia.

La enorme criatura compuesta de fetos os sonrie con burla mientrás que os ve marchar, casi esperais un comentario sardónico de la bestia, pero no llega, el silencio que sigue mientrás que avanzais por las escaleras de piedra es peor. Avanzais  por las escaleras, intentando olvidar lo que ha pasado y no pensar en lo que le pasara a Kim, pero vuestra propia supervivencia es algo más importante, pues vida solo hay una ¿No?.

Cuando llegais a la cima, veis el pequeño pasillo que lleva hacía el aparcamiento, y como avanza con parsimonia el policia, que al veros os dice con sorna:- Vaya... pense que os había dicho que me esperarais en la playa, por cierto ¿Donde está la otra mujer? Por la forma que la mirabas creia que te interesaba bastante- Mirando a Jamal, cuando llega a vuestro frente os dice:- He revisado en las posadas y por lo que se vé, 3 personas con vuestra descripción llego hoy mismo, curioso, pero al menos os da una coartada, podeis iros- Mientrás os deja paso-  Ya se lo dire a vuestra amiga-

En un silencio gélido subo las escaleras, sin mirar atrás. Levanto la mirada cuando el policia aparece.

"Tarde, como siempre, malditos maderos, no sirven para nada!"

-Se marchó, urgencias femeninas- me encojo de hombros, como única respuesta a su pregunta acerca de donde está Kim. No quiero ni pensar lo que le estará pasando ahora, pero no quedaba otra, era ella o yo y por muy buena que estuviera, no estoy tan loco.

-Ya se lo dije- vuelvo a encogerme de hombros. Me siento algo agotado por todo lo pasado y muy tenso. Sigo subiendo las escaleras hasta llegar al aparcamiento. Busco mi coche y saco las llaves del bolsillo de mis pantalones.

"Ya he tenido suficiente por hoy. Maldito doctor! Qué pretende? que en cada pista uno de nosotros muera?! Y eso se supone que tiene que ayudarnos?! Como lo pille se va a acordar de mí y de toda mi familia porque pienso colgarlo boca abajo de un gancho y hacerle aullar hasta que se quede afónico...". Definitivamente, estoy de muy mal humor.

La escena de los fetos cubriendo el cuerpo de Kim era repugnante. Las lágrimas pugnaron por salir de mis ojos, sin embargo, acostumbrada a lidiar con mis emociones, logré contenerlas y subir la escalera sin volver la vista atrás. Me asqueaba la idea de haberla dejado atrás. Yo era una persona pragmática, sí. Pero no era una asesina. A pesar de saber que era ella o yo, algo dentro mío no dejaba de incordiar. Y para colmo estaba Jamal. El tío había querido dejarme ahí para morir. Me había atacado con su linterna y si bien no nos caíamos bien, se suponía que teníamos una alianza o algo así. Quería creer que todo había sido producto de la situación, que la desesperación lo había llevado a actuar así, pero ya no estaba segura a su lado. Y Kim ya no estaba entre nosotros.

Al subir la escalera el poli apareció. Bonita hora de llegar hijo de puta. Estoy segura de que estabas al tanto de lo que esconde esta playa... ¿será que éramos el sacrificio perfecto? El muy degenerado preguntó pro Kim, como si no supiera lo que había ocurrido. Sin embargo Easton no respondió y yo tampoco pensaba hacerlo. Este pueblo era una mierda y teníamos que encontrar la manera de salir de ahí.

Seguí a mi compañero hasta su auto, con un zapato en la mano, el otro perdido para siempre en aquella costa.

-Vámonos cuanto antes de aquí. No soporto este lugar.

Miré con desconfianza a Jamal pero subí al auto de todas maneras. Era la forma más rápida de volver a la posada.

Subí las escaleras sin mirar atrás, los ojos fijos en la espalda de Jamal. No pensaba subir primera, no iba a dejarle la oportunidad de que me golpeara otra vez y así se saliera con la suya de deshacerse de mí. Sin embargo no iba a olvidar lo que había ocurrido ahí abajo. El tío había resultado más listo de lo que parecía y no podía volver a confiar en él.

Llegamos a la cima, allí nos esperaba el policía. Lo miré con complicidad. Podría haber dicho lo que había ocurrido ahí abajo, cómo Jamal me había atacado primero a mi, y luego a Kim, tirándole su chaqueta encendida y dejándola a merced del monstruo de fetos. Pero sabía que por ahora era mejor guardarme esa carta. Ya tendría tiempo de hablar con el poli más tarde. Total, el negro no sospechaba lo que nos traíamos entre manos.

Dejé que él hablara mientras yo me hacía la cansada y seguía de largo hasta el vehículo. Iba descalza, con el zapato que me quedaba en la mano, dispuesta a golpear con el taco a Easton en cuanto viera que intentaba pasarse de listo otra vez. Esperé a que abriera el carro y subí en él.

-Vámonos cuanto antes de aquí- dije en tono autoritario. -No soporto este lugar. Y como intentes algo le largo todo al poli, negrito.

Me subo a mi coche y pongo las llaves en el contacto, no me da tiempo a reaccionar y echar del coche a la zorra ejecutiva, que ya se ha subido y puesto el cinturón de seguridad. Entonces me acuerdo de que habíamos quedado con el otro grupo en la Lonja, a la 13 h. Ni siquiera sé que hora es, el rato en la playa se me había hecho eterno. No puedo sacarme de la cabeza la imagen de Kim suplicando.

-En fin...- murmuro por lo bajo. Enarco una ceja y le lanzo una mirada asesina a Tiffany cuando oigo su comentario acerca de delatarme al poli -Y qué piensas decirle? Que le tiraste un zapato de tacón a un feto gigante y que decidiste sacrificar a la rubia o a mí para salvar tu culo de blanca apestosa? Me vas a cargar a mi el muerto? Que yo sepa ahí abajo eramos tres y tú estás aquí, así que deja de hacerte la blanquita inocente, tú la condenaste tanto como yo, en ningún momento te oí decir que te sacrificabas tú por ella, así que deja de disimular zorra -le respondo con fiereza y cierta frialdad -Eres tan culpable como yo, de su muerte. Asúmelo y cierra el pico. Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas.

Pongo en marcha el coche y doy marcha atrás para salir del aparcamiento e irnos en dirección hacia donde indica el mapa que está la Lonja. Odio este juego pero cada vez tengo más ganas de pegarle un tiro en la cabeza al que lo maneja y ponerle fin a su mente enfermiza.

Apenas subimos Jamal volvió a arremeter en mi contra. Se veía que como está el poli cerca no se animaba a golpearme otra vez pero sus ataques verbales eran iguales de filosos. Por suerte, estaba acostumbrada a esos tipos que se creían por encima de cualquier mujer y que intentaban minar su autoestima denigrándola. Sin saber bien por qué me acusaba de haber dejado a Kim allí, como si no hubiera hecho más que él, pero no pensaba tolerar que me tratara como basura. Ahora estábamos los dos en esa y juntos teníamos que seguir.

-Baja el tono Jamal, ambos estamos aquí por lo mismo. Los dos la dejamos allí, no se me olvida. Los dos estamos metidos en esta mierda hasta el cuello y los dos tendremos que trabajar juntos para lograr salir. No te preocupes que en cuanto pueda poner los pies fuera de este pueblo de mala muerte no sabrás nada de mí. Así que deja de hacerte el chulito y salgamos de una vez de aquí. Si quedamos en La Lonja, a La Lonja iremos.

Jamal arrancó el auto y comenzó otra vez con su numerito de tipo rudo. Ohhh, ¿que vas a hacerme? ¿golpearme otra vez, delante del poli? ¿tantas ganas de terminar entre rejas tienes? Lo miré desafiante mientras largaba su discursillo, con una ceja levantada y una sonrisa sobradora en mis labios. Cuando terminó, sin dejar de sonreir, respondí a mi vez.

-Baja el tono Jamal, ambos estamos aquí por lo mismo. Los dos la dejamos allí, no se me olvida... pero a quién te crees que le creerán cuando relatemos nuestras versiones?. Los dos estamos metidos en esta mierda hasta el cuello y los dos tendremos que trabajar juntos para lograr salir, aunque sola seguro me va mejor. No te preocupes que en cuanto pueda poner los pies fuera de este pueblo de mala muerte no sabrás nada de mí, no soporto a los niggers. Así que deja de hacerte el chulito y salgamos de una vez de aquí. Si quedamos en La Lonja, a La Lonja iremos.

Camino algo derrotada hacia las escaleras; no quiero volver a ellos pero al parecer es la única salida que tengo de este hoyo sin fondo. Veo la playa por última vez a ver si no se me escapa nada que pueda explicarme que pasó.

Subo caminandolas escaleras con cuidado, evitando caerme. Al llegar al a parte de arriba observo a los dos hablando con el policía "los odio, los odio, los odio... Sobre todo a Tiffany...". Camino poco a poco y me paro en la puerta del copiloto del auto de Jamal, esperando como para irnos... Estoy cansada y no pienso decirles ninguna palabra... estoy ya asqueada de estar con ellos y no tengo ni 3 minutos en su presencia...

Subes la escalinata, para encontrarte de frente con el policía que te mira con esa mirada cínica que ya vistes antes, con una media sonrisa y te indica:- Como le he dicho a tus compañeros, he hecho unas llamadas y he confirmado que habeis llegado hoy al pueblo, puedes irte, aunque si fuera tú no me acercaria a 50 metros de esos tios... Hasta luego señorita- Eso último dicho en un español mejicano, mientrás que silba una tonada se va hacía la playa.

En tanto, después de dejar al policia te acercas al coche de Jamal,que parece proximo a marcharse por los empeñones que da a la velocidad, donde al parecer tus dos "compañeros" discuten acaloradamente. Y te aproximas a la puerta del coopiloto, donde ahora mismo se sienta Tiffany.

Para vuestra sorpresa, mientrás estais encendiendo el automovil, Kim Rouland ha bajado las escaleras por su propio pie, se pone en el lado del copiloto, aunque sin abrir la puerta... Por la pinta que tiene no parece ser ningún monstruo ni nada parecido, solamente esta cansada, y por  la mirada que os hecha, parece teneros verdadero asco.

Al parecer la criatura la ha dejado escapar, no sabeis ni como, pero la situación se ha vuelto tensa por minutos, solo de pensar en estar con la mujer a la que ibais a dejar morir para salvar vuestros culos...

Me acerco al auto pero reacciono por un momento y me alejo sin que me noten para hablar de nuevo con el policía. No quiero viajar con ellos y le pediré el aventón para llegar a la casa de nuevo sin tener que acercarme a ellos.

Me devuelvo corriendo, ya estando a una distancia considerable del auto de Jamal, hacia el policía - Señor señor... será que me puede llevar a la posada donde me estoy quedando? no tengo como moverme y tampoco quisiera ver a los chicos ahorita...

Tal vez hablé demasiado bajo porque el policía no me escuchó. Un poco frustrada volví al auto y abrí la puerta del asiento trasero donde me senté, viendo pelear a Jamal y Tiffany. No dije nada, simplemente me quedé ahí sentada...

Enarco una ceja y suelto un gruñido cuando Kim se mete en el coche estando en marcha mientras yo estaba dando marcha atrás en el aparcamiento. Freno de golpe.

-Eh!- protesto, indignado -Abre la boca y demuestranos que no tienes una lengua bífida!- le digo a aquella pseudo-Kim. No me fío en absoluto y no pienso llevar a uno de esos monstruitos horribles, como la niña, en mi coche. Tanteo con los dedos de la mano izquierda, debajo del asiento. Siempre guardo una de mis dos armas ahí, por si las moscas. La famosa arma que para mi desgracia, no había cogido antes de ir a la playa...

-Demuestra que eres tú- le clavo la mirada, de forma intimidatoria. No es que no me alegre de que esté bien y viva, es sólo que no entiendo cómo ha podido salir de allí, totalmente indemne.

Kim os mira un momento, y luego se aleja hacía la playa, como si no quisiera nada que ver con vosotros, en su mirada esta la impotencia de saber que ha sido ninguneada y utilizada como cabeza de turco, si es Kim o otra criatura con su apareciencia no lo sabeis...

Me quedo algo confuso.

"Porqué cojones no ha dicho nada?! Porqué no ha abierto la boca para demostrar que es ella y no uno de esos bichos sustitutos?! Porque ha visto que no puede engañarnos, está claro!". Trato de encontrarle algún sentido a todo esto y no hacer una locura que nos lleve a la muerte. "Igual consiguió usar la antorcha improvisada que le lancé, la que hice con mi chaqueta... igual hasta se enteró de para qué se la lancé! Aunque tengo mis serias dudas al respecto..."

-Aunque esa mirada... No se parece en nada a la de la niña...- murmuro para mí mismo -Aunque también podría ser una actuación digna de un Oscar, a saber...

-Eh, tu! Ejecutiva! Haz algo por una vez en tu vida y mueve el culo, hay que comprobar si es Kim o no! No eres tan lista? Pues usa tu cerebro para averiguarlo!- le gruño a Tiffany. Paro el motor del coche y saco las llaves, guardándomelas en el bolsillo de los pantalones. No puedo irme de aquí con esa maldita duda en mi cabeza. Me bajo del coche.

-Eh Espera! Si eres Kim, espera!- le grito a la pseudo-Kim.

Al verte Jamal, abre la puerta del coche e intenta hablarte, pero el motor no permite oirlo, pero finalmente te grita antes de marcharte hacía la playa donde te espera el policia-Eh Espera! Si eres Kim, espera!- Grita el hombre bastante azorado, quizás algo nervioso por la situación.

Kim no os hace caso y sigue iendose hacía la playa... Aunque es casi normal con las cosas que han pasado, que os tenga tirría, o que os lleve a una trampa en el caso de no ser la Kim Rouland auténtica.

Vuelves a subir las escaleras de piedra que te dan tan malos recuerdos , para llegar de nuevo a la playa que al verla te vuelve a poner la carne de gallina, pero prefieres volver a este maldito lugar, que estar con quienes te traicionarón tan flagantamente. Puedes ver abajo al policia que está haciendo unas fotos de la zona alrededor de la pierna, y después la recoge con guantes y la mete en una bolsa bastante grande con parsimonia, al darse la vuelta se da cuenta de que estás ahi y te dice:- Vaya... ¿No te ibas con tus compañeros de trabajo? ¿O es que te has hartado de ese pico de oro que llevais con vosotros? Baja, baja. Que yo ya he terminado con el lugar...- Cuando llegas le comentas que quieres irte con él y trás mirarte de hito a hito con la primera sonrisa amable en su cara comenta:- Siempre viene bien buena compañia... ¿Donde quieres que te lleve?- Mientrás que empieza a subir la escalera hacía el aparcamiento.

Me gustaría volver al sitio donde me estoy quedando - dije con dulzura para evitar demostrar a una Kim que se ahogaba en pánico por volver a aquel sitio - No queda muy lejos pero caminando sería eterno

Aquella situación vivida me habia hecho cambiar un poco la forma en que veia ciertas cosas, por lo menos ya por Tíffany y por Jamal no me dejaría pisar, no por esos traidores que me habían dejado morir. Incluso parecieran haber logrado su cometido; para ellos Kim murió, no volverían a ver a la misma

Me acerqué al oficial y esperé pacientemente a que subiera las escaleras. Subí y le dije - ¿Cuanto tiempo tiene usted viviendo aquí?

En vistas de que no atiende a razones, me encojo de hombros y vuelvo a mi coche. Tanto si es la Kim de verdad como si no, ha tenido su oportunidad, si fuera ella de verdad habría bastado con abrir la boca.

"Por cierto, es realmente raro, no dijo ni una palabra...".

Es muy probable que no sea ella y que sólo intentara arrastranos de nuevo a algún tipo de trampa o infiltrarse para llegar al resto. Abro la puerta del coche, la del piloto, y me subo de nuevo en este. Saco las llaves de mi bolsillo, las inserto en la ranura de encendido y pongo en marcha de nuevo el coche. Sin mediar palabra, conduzco hacia la Lonja.