Partida Rol por web

La pantera se quejaba un poco de las heridas recibidas por el Sahuagín, pero no por ello era menos mortifera. Había caido uno de ellos y debían eliminar a los que quedaban cuanto antes.
Mordió y desgarró haciendo saltar pedazos del ser acuatico.

Nicholas mira como en el barco los marineros se preparan aunque no saben contra qué, pero el cocinero lo prefiere así. Más vale que estén alerta y no les ataque nada, que no que  les pillen desprevenidos.
Después miró al gnomo como rebuscaba entre sus bolsas de objetos utiles, pero no dijo nada y se volvió a concentrar en lo que pasaba dentro.

La negra pantera acaba con dos enemigos a base de feroces garrazos. Por su parte, el sahuagín que queda vivo comprende la gravedad de la situación y la asume con resignación. Repitiendo la escalofriante historia de hace unos días, el atosigado hombre pez mastica algo antes de caer de bruces hacia adelante y quedar completamente inerte.

Harper se acerca para comprobar que estan muertos. De paso busca cualquier cosa de utilidad.

¿Pero qué...? Feijud contempla sorprendido el suicidio del último hombre pez.

Bien. Estos ya no molestarán más. Harper, regístralos y sigamos adelante. Veamos si de verdad hay algo que rescatar de este cascarón.

Aparte de los tridentes, Harper sólo encuentra un extraño colgante de coral dorado en el último de los cadáveres (el del hombre pez que parece haberse suicidado). La joya, de un tono azul oscuro, es algún tipo de aleación argéntea que los presentes no sabéis reconocer. De los anteriores propietarios del pesquero apenas quedan restos sin valor real. 

Sandara, mira a ver si esta cosa tiene algún tipo de hechizo.

Tras la infructuosa inspección del pesquero, Feijud no puede ocultar su decepción.

Tiempo perdido. Regresemos al barco.

Asiento al capitán antes de lanzar un pequeño sortilegio para ver si desprende algún aura.

Acto seguido, vamos al barco. El resto puede estar preocupado

Nicholas se relaja visiblemente y se vuelve hacia el gnomo.

Bueno, pues parece que han acabado con esos bichos. Aunque el último de ellos se ha suicidado. Que raro.
¿Se te ocurre por qué habrán atacado un simple barco pesquero y hundido su barca?

En fin. Creo que me estoy volviendo paranoico, ya me da todo mala espina.

Una vez acabada la violencia, y viendo que no hay más enemigos a los que combatir, la pantera se acerca a Sandara y empieza a lamerse las patas para limpiarse la sagre de los Sahuagins.

El colgante no emite magia, pero estás segura de que debe valer bastante.

Una vez en el barco, le tiendo el colgante a Malic esto lo llevaba uno esos sahugires o como se llamen. No es mágico, pero creo que podremos sacar unos buenos oros por el.

despues, viendo que alcaudon está herido, le paso la mano por el lomo mientras canalizo la energía positiva de besmara para establecer parte de las heridas a los que has sufrido en el ataque.

Luego, sacando la varita me acerco a Harper que parece bastante malherido

Ni idea Nicholas, no conozco ninguna historias de esas criaturas. Tal vez deba empezar a contar esta de hoy para prevenir a otros marineros.

Dice pensativo el gnomo mientras sueb a cuebierta. Una vez recibe el colgante de Sandara lo eleva hacia el sol haciendo birllar su contorno.

No nos jubilaremos con esto, pero menos es nada.

Apenas has terminado tus palabras cuando te percatas de que el colgante es de un material verdaderamente valioso. En realidad, se trata de una rara aleación de platino apenas conocida por los habitantes de la superficie. Extraída de las más profundas fosas abisales, en las que se contamina por exposición a fumarolas venenosas, sólo los aboleth, kraken o incluso cosas peores trabajan este tipo de metal en tan insondables lugares. En tierra firme, el "platino de las profundidades" vale lo mismo que el platino normal. No obstante, las criaturas marinas, como los sahuagín, suelen atribuirle cualidades espirituales o mágicas.  

No sabes a ciencia cierta cuánto puede valer el colgante, pero estás seguro de que Malickud no os ha sido completamente sincero al respecto.

Harper se acerca a Malick interesado en el collar.

Si no te importa lo guardaré yo. Cuando lo encontré me llamó mucho la atención.

Malickud se extraña por unos segundos e ignora la petición de Harper. Con los faldones de la casaca bruñe el colgante y una roma sorisa asoma bajo los bigotes anaranjados.

Vaya, vaya... no es oro todo lo que reluce.

Mirando a Harper retira el colgante de las rápidas manos del pícaro, manteniendo una sorisa.

Claro que me importa, amigo. No me di cuenta pues rara vez había visto algo como esto, pero es "platino de las profundidades", no nos jubilaremos con él, pero vale al menos 1.500 piezas de oro.

Además algunas criaturas abisales y marinas le atribuyen propiedades mágicas o espirituales, ¿Sandara, dices que ya has buscado porpiedades mágicas en él y nada?