Partida Rol por web

Bajando la velocidad para mantener las revoluciones al mínimo llevo la moto tras las gradas de la pista, buscando un lugar al reparo donde tenga la privacidad necesaria.

Igualmente la mantengo medianamente cerca de la misma, por lo menos para recibir algo de luz del alumbrado que queda a esta hora. Los reflectores serian pedir demasiado, me basta con las luces ordinarias. Una vez estacionada, doy un vistazo a la zona antes de ponerme a revisarla. Lo último que necesito es una parejita que también busque intimidad, o algún atleta “inspirado” que ande dando vueltas tan tarde.

Solo cuando estoy satisfecha, saco la multiherramienta del baúl para comenzar a revisar la moto.

El campus universitario parece tranquilo del todo. Los espacios son amplios y se supone que hubiera césped, aunque este es ralo y en algunos lugares directamente no existe. Los edicficios de las residencias son algo más modernos, pero conforme uno se adentra en el sector más antiguo, donde se dictan clases, los edificios se van transformando y pareciéndose más a la mente retorcida que los diseñó, el propio Alcalde Steam. No es extraño ver escaleras que no llegan a ningún lado y el sector de biblioteca/laboratorios es directamente un laberito para quien no asiste todos los días.  Scarlet Shadow puede ver una pareja escurriéndose entre los edificios, pero el campo de deporte parece totalmente deshabitado.

El chequeo de la moto le lleva poco, le lleva a la chica mucho más tiempo encontrar un lugar apropiado y tranquilo, con algo de iluminación, que hallar el dispositivo torpemente oculto bajo el guarda barro trasero. Es un pequeño aparato que ha de emitir algún tipo de señal aunque el diseño le es completamente extraño a la vigilante.

Miro el aparatito con cierta frustración, sopesándolo, mientras se alejaba de la moto hacia un lateral del predio. Si Nate estuviera o lo hubiera encontrado, quizás podrían invertir la señal para saber dónde se reportaba, o utilizarlo para atraer a una trampa a Surgeon. Pero a ella no se le daba tan bien la electrónica. A lo mucho sabría cómo estropearlo, pero desactivarlo de golpe tampoco sería buena idea. Seguro que anotarían donde desapareció la señal…

Por eso, en su lugar, se deslizo cautamente entre los edificios hacia donde estaban los containers de basura del predio. Una vez allí lo arrojo dentro de uno, tapándolo enseguida con un par de cajas. Si, quizás vendrían a la universidad tras el rastro, pero en la mañana temprano los basureros les continuarían dando un paseo. Con un poco de suerte pensarían que solo lo tiro por allí y haría que el lazo con el lugar fuera menor. 

Ahora si podria ir a casa, descansar y pensar en lo acontecido...

El gigante extranjero había tratado de colocar un dispositivo pero Scarlet Shadow es lo bastante precavida como para no llevar el trabajo a casa. El extraño dispositivo es descartado en la basura y de ahí el camino al taller de Nate.

La ciudad está inquieta, aquí y allá las pandillas se reúnen en las esquinas, las sirenas surcan las calles, lo normal, pero últimamente todos parecen algo más tensos. Eso no detiene al ciudadano de Dream City. Por estar acostumbrada o como válvula de escape, la gente sigue llenando restaurantes y clubes. Tal vez no se dan cuenta del estado pútrido de la ciudad, tal vez no les importa. Junto a la puerta de los lugares más lujosos se apiñan niños descalzos tratando de ganar una moneda o conseguir algunas sobras. Los que ya tienen algo más de edad ya se paran en las esquinas esperando a los consumidores del veneno que venden para sus “jefes”.

El regreso a la base ya está muy planificado y luego de algunas vueltas para perder a cualquiera que pudiera estar siguiéndola, finalmente entra discreta al taller. El lugar está bastante oscuro. Al ingresar no parece haber nadie. La chica de dirige a la trastienda que oficia de base de operaciones. Al principio parece no haber nadie tampoco allí, pero adentrándose un poco más Scarlet Shadow consigue ver a su hermano Tommy, está en su silla, en un rincón, de espaldas e inmóvil.

Suspiro recién una vez dentro del garaje, cerrando detrás de si con rapidez. Apoyo la espalda contra la puerta tan pronto sintió el firme ruido metálico contra el hormigón y dejo que el aire escapara de sus pulmones. Dios, que noche…

Con pasos mucho más lentos y relajados, comenzó a quitarse, mascara, capa, y las protecciones, dejándolas donde caían. Lo juntaría luego. Cuando solo estuvo en ropa interior fue donde había dejado sus prendas “normales” antes de salir, ahí justo en el gimnasio, colgada de las barras. Las vistió con lentitud. La cabeza le dolía todavía tras el golpe de Surgeon… lo mejor era ir a casa, buscar hielo y un buen sueño. Pero antes paso por el centro de vigilancia para buscar a Tomy. Era raro que no hubiese salido a saludarla…

Cuando lo encontró su ceño se frunció, cosa que le agravo levemente la migraña que todavía tenía. ¿Estaría en un arranque depresivo?

-Ey grandote… ya volví. ¿Qué pasa? Esperaba un regaño ni bien cruzara la puerta…+inquirió, en un tono mucho más animado de lo que se sentía realmente, aproximándose.

El hombre en el rincón hace girar muy lentamente la silla de ruedas. A pesar de quedar de frente es Tommy deja oculto su rostro en las sombras. Por lo poco que se puede ver el hombre se encuentra tenso, muy tenso.

La chica se acerca un poco más para ver mejor. Su hermano está rígido. La mandíbula está muy rígida y apretada, el ceño fruncido y de no ser por su actitud de duro militar Lucy juraría que está a punto de llorar.

- Encontré a Nate - Dice con la lengua seca y es sorprendente cómo con tres palabras alguien puede sonar furioso.

Sin saber mucho que esperar, Lucy (puesto que sin el traje, era Lucy, siempre lo había diferenciado), se aproximó a Tomy. Con un profundo suspiro le acaricio el cabello y busco ponerse a espaldas de el para abrazarlo cómodamente.

-shh…+susurro al oído+ Calma. Vengo de una mala noche y… y también tengo cosas que contarte. Pero vamos por partes. A ver, dime. ¿Dónde está y haciendo que, que te puso así?

Toda clase de posibilidades se pasaron por su cabeza, desde las más terribles hasta las más hilarantes. Pero lo mejor sería abordarlo despacio. No estaba el horno para bollos, el de ninguno de los dos. Ademas, ya tenian bastantes enemigos afuera.

Al abrazar a su hermano Lucy puede sentir la alta tensión de su cuerpo.

Nate está en el taller de Mad Kev. Fui a buscarlo allí, pero no me hizo ningún caso – Se produce un silencio que por el tono de la conversación parece esperar una continuación, sin embargo el mayor de los Teiden guarda con un nudo en la garganta los detalles. - Deberemos seguir sin él

Mad Kev tiene un taller mecánico a algunas cuadras del de Nate. El tipo es mala hierba, es sabido que cuando cierra su trabajo el lugar aloja reuniones con todo tipo de vicios, particularmente cocaína.

No era la peor de las opciones, no en la ciudad que estaban, pero se encontraba cerca. Incluso una simple “amistad” con Mad Kev difícilmente podía acabar bien. Exhalando un profundo suspiro, Lucy hundió los labios en el hombro de Tommy, despejándose. Justo cuando la noche pintaba mal… empeoraba.

-No estoy para esto mhm…+mascullo contra la ropa, para luego alzar levemente la barbilla y hablar claro.+ Acabo de pelear con uno de los nuevos rusos, Tom, mientras vigilaba a los chicos Bing. Tienen razón de estar asustados. Era duro… y hacia algo raro con unas cadenas. Las manejaba sin tocarlas.  Si no me ponía seria, lo hubiera pasado mal. Tal como estoy, ya tengo una buena jaqueca.

Apoyo la frente contra la sien de su hermanito. Cerró los ojos, organizándose.

- Más que nunca tenemos que estar juntos. Queda algo de tiempo*. Iré por Nate. Yo no necesito ser “dulce” como tú. +sonrió+ Pero te pondrás a trabajar para buscar información de este tipo, Surgeon. No puede haber salido de la nada. Además, tiene recursos… encontré un rastreador en la moto. Eso no lo lleva encima un simple matón.

*Por no decir que pareciera como si me esperaba expresamente…

El trabajo es algo que siempre logra poner a Tommy listo y pensando en lo que realmente importa. El mayor de los Teiden se encuentra rígido y claramente muy incómodo con el contacto físico pero no lo menciona.

- ¿¡Rusos?! – Exclama sobre saltado. Desde sus tiempos con los marines Tommy sólo odia una cosa más que a los delincuentes, a los comunistas. - ¿Cómo diablos lograron colarse en el país? Puede ser el comienzo de una invasión a gran escala – Desde su regreso de Vietnam los arrancas de paranoia conspirativa no son raros, aunque esta vez podría no estar tan errado, aún sonando exagerado.  Ciertamente es muy extraño. En medio de la guerra fría que los rusos ingresen en EEUU no es ni fácil, ni normal. Dream City ni siquiera tiene una comunidad rusa. – Voy a hacer algunos llamados a mis amigos a ver qué saben del tal Surgeon. – Cierra preocupado y aprovecha para librarse de su hermana pequeña. Rueda hasta el escritorio donde se apilan documentos obsesivamente ordenados y hay un viejo teléfono.

Sonríe de medio lado y asiente. Es mejor así, verlo animado y activo. No añade nada más, sino que regresa discretamente al gym, sentándose un momento en el banco.

Nate. Pedazo de idiota. ¿En qué pensabas?... Tenía que buscarlo. Inclusive ahora podría acercarse, pero como Lucy, a lo mucho conseguiría risas burlonas y algún piropo subido de tono. Scarlet sería otra cosa. Pero no se encontraba en la mejor forma para volver a tener una pelea esta noche. Además, pronto la ciudad volvería a su rutina diaria y ella no podía andar por ahí a plena luz.

Se incorporó y fue hacia la bolsa, dejando una fuerte patada en la misma para descargar su rabia. Muy bien. A primera hora a la noche entonces… Tras esto, recogió el traje y lo oculto donde debía, para luego salir a casa en busca de un par de horas de sueño, antes de ir a la universidad. No volvió a por Tomy. Seguramente ahora necesitaba enfocarse en la investigación de Surgeon y por ende pensar en otra cosa que no fuera el hermano desertor… Justo como ella necesitaba dormir.

La noche había sido realmente agotadora, dos enfrentamientos y más de un misterio. El Gran Casino Palace, en la boca de dos matones en una noche. Nunca había visto a los Bings y sus soldados encerrados, y mucho menos asustados como parecía que estaban.  No es para menos, sólo pudo ver a uno de estos rusos, y es atemorizante.

El dormir  es liviano. Las luces del Palace parpadean con esa tristeza que tienen las luces de neón. Lucy se remueve inquieta envuelta en una cadena eterna, está totalmente tapada por el metal que se desliza por su cuerpo, helado. El esfuerzo de la chica le permite liberarse poco a poco, lo primero que libera es una mano, y luego se despejan sus ojos. Se encuentra en el callejón donde una vez fue atacada cuando todo esto comenzó. Al reconocer el lugar se desespera y retuerce. Su fuerza y su deseo de salir le dejan soltar poco a poco su cuerpo y es cuando nota que nadie controla aquellas cadenas, parecen tener vida propia. Cuando consigue ponerse en pie, sostener el peso de su ser con sus propias piernas, entonces alguien empieza a tirar de ellas, es sólo una silueta sin rostro, ahora las cadenas aprietan con más fuerza y la inmovilizan. El callejón es ahora el del auto, donde enfrentó apenas esa noche a los chicos de los Bings. Mientras ella intenta escapar y el hombre se lo impide con las cadenas, por el extremo del callejón aparece Charles Mattenson con su hedionda sonrisa. El hombre que la sostiene y el matón empiezan a discutir a los gritos pero no se les entiende. Auque la chica no sabe hablar ruso, sabe sin dudas que ese es el idioma en que los hombres discuten. El tono de la discusión se eleva, más, más y más, hasta que se convierte en un ruidoso zumbido que la despierta.

Aún entre el sueño y la vigilia y con muy pocas horas de descanso, Lucy arrastra sus pies hasta la puerta, por la mirilla consigue darse cuenta que fuera Tommy hace sonar el timbre con cara de velorio.

La cabeza todavía dolía cuando despertó, pero no por el golpe. Había sueños de los que podía perfectamente prescindir. Si no fuera por… muchas cosas, tendría que buscar ayuda en algo para eso. Suavemente camino a la puerta y apoyo la frente en la madera un momento antes de abrir.

-¿Olvidaste tu llave?+murmuro como saludo cuando finalmente abrió, ahogando un bostezo con la diestra al terminar la frase, sin vergüenza que la viera en ropa de dormir. Tardo un segundo o dos en caer que podría pasar algún vecino, que si seria penoso, y se escondió tras la puerta, dejándolo entrar al mismo tiempo. Quería volver a la cama cuanto antes… lo necesitaba...+ ¿Como fue la búsqueda?

- Nate finalmente volvió al taller – Comienza diciendo Tommy sin siquiera saludar – Nos ha echado del lugar, no alcancé ni a recoger mis cosas, mis llaves quedaron allá. Aquí está lo que pude averiguar. Necesito dormir. – Se lo ve cansado, enojado y triste. El mayor de los Teiden alcanza una carpeta delgada a su hermana menor y se dirige a su cuarto.

Respiro hondo, al tiempo que se mordía el labio inferior. Ok, retomar el sueño parecía que quedaba fuera de lugar. Tomo la carpeta, pero la dejo en la mesa del comedor y fue a lavarse.  Sentía los brazos tensos, y sus manos se apretaban con fuerza. Bien, la charla con Nate sería más ruda de lo que supondría. No estaba segura de que le habría pasado tan de golpe, pero sin duda con su cariño de hermana se lo sacaría.

Junto con uno o dos dientes, probablemente. ¿Que mierda de cambio era ese?

Aplico toda su voluntad a mantener la ira bajo control, y enfriarse la cabeza, cosa que también hizo en un sentido literal con el agua. Tras eso fue al cuarto a ponerse unos pantalones. Regreso y preparo café. Toda esa rutina le servía para irse serenando. Solo cuando tuvo la taza caliente en manos, se sentó a leer lo que Tomy había sacado. Aunque investigarlo esperaría a la noche. Una vez terminado el desayuno, lo que seguía era arreglar asuntos de familia.

Con la taza humeante de café y la cabeza aturdida por el poco sueño, el cansancio y los problemas que no sólo son del mundo del hampa, sino mucho más cercano, Lucy se dispone a hojear el flaco informe que Tommy consiguió realizar sobre el tal Surgeon.

La información proviene de un ex colega en los marines devenido a funcionario de inteligencia. La mayor parte de la información proviene de documentación pública en la Unión Soviética. Timofei Repin, alias “Surgeon” tiene un importante prontuario criminal detrás de la cortina de hierro. Contrabando, asesinato y secuestro son sus principales condenas. Se mantuvo fugitivo de la ley soviética durante mucho tiempo con pedido de captura hasta hace 7 años en que fue aprehendido en Stalingrado, la noticia fue de las más replicadas por los medios locales del momento. Hace un año y medio se lo declaró en fuga y es uno de los 5 criminales más buscados de la Unión Soviética. Su jefe y dos de sus socios en la organización criminal por la que fueron  a la cárcel  también están actualmente prófugos y encabezan la misma lista de captura.

Dejó el informe sobre la mesa y reclino la cabeza lo bastante para darle una buena mirada al cielorraso, aunque sus ojos estaban fijos en el vacío. Ok, un criminal ruso bastante gordo. Las preguntas en torno al tal Sturgeon no disminuían, sino más bien lo contrario… Por ejemplo como semejante tipo había logrado llegar hasta aquí. No “porque”. La ciudad atraía justamente esa clase de moscas, como un gran montón de m… en fin. Luego estaba como se mantenía. Y si tenia aliados, como el par mencionado brevemente, lo cual era casi una certeza. O cuanto habían copado del negocio…

Encontrarse con él de nuevo sin estar lista sería un problema, sin duda. Tenía que hacerlo en plena forma y consciente de ir a matar. No había una opción pacifica con él. Aunque, por otro lado, estaba interesado en acabar con los Bing a su manera… Se mordió el labio inferior. Usarlo para allanar el camino hacia ellos era una posibilidad interesante. Pero necesitaría ayuda si quería encaminarlo apropiadamente. Al igual que una base donde organizarse. Para eso, habría que hablar con Nate y solucionar lo que mierda fuera que le hubiera dado...

Vació la taza poco a poco y fue a darse una ducha antes de vestirse con un jean cómodo, zapatillas y una blusa algo suelta, tanto para no revelar figura como para tener libertad de movimientos. El uniforme estaba en el garaje después de todo. Así que iría como Lucy sí o sí. ¿Pero desde cuando las hermanitas no aporrean a sus hermanos cuando se pasan?...