Partida Rol por web

Han pasado más de 10 minutos y Gorad no aparece con el carro, justo cuando Chakos está apunto de ir a buscarlo, aparece un hombre cubierto en una lona roja con restos de tierra, encurvado y con una rama rota apoyandose. El hombre va cojeando.

Orlack ignora a Gorad y se dirige a Kelgor con el garrote en la mano y le propina un golpe en el estómago lo suficiente para dejarle sin respiración pero sin querer matarlo todavía.

Chakos ata con fuerza y rudamente a Kelgor al árbol.

-No se si será buena idea ir a la ciudad estándo nuestros perseguidores sobre aviso. Al martillo tendrá que esperar. - Se voz se muestra irritada.

Un a vez termina de atar a Kelgor se dedica a buscar una buena rama que le sirva de garrote.

Kelgor se niega a ser atado pero Chakos lo trata con más brusquedad aún. Finalmente es atado al árbol, en contra de su voluntad.
Kelgor parece muy cabreado

Te percatas de que a lo lejos, de donde vino Gorad se aproxima una silueta la cual no distingues

-Silencion y poneos a alerta, alguien viene por donde ha aparecido Gorad.

Orlack coge su garrote y con todo el sigilo posible se intenta esconder.

¿Y…y que hacemos con el?- dice señalando al atado Kelgor, mientras el también intenta esconderse detrás de los arbustos.

Thorin se intenta esconder

Se aproxima el hombre el cual aún no veis bien
[b]Eh vosotros!! que haceis?

¿Quién pregunta?- dice Priest cesando en el empeño de esconderse, al percatarse que ya han sido vistos.

Este hombre está atado por su bien, créame. Esta afectado por un conjuro, y solo estamos buscando la manera de ayudarle. Acérquese que podamos verle, y seguiremos hablando. Resulta muy molesto hablar con una silueta.
Priest se coloca a la altura de Kelgor y le habla en voz baja, para que el desconocido no pueda escucharle, solo sus compañeros.
[b][i]Kelgor, por favor, no hagas ninguna tontería y síguenos el juego. Si este hombre sospecha, podría ir a avisar a la guardia, y tendríamos que abandonar el lugar, sin que Mandrin y Quackjohn hayan regresado. Si de verdad quieres convencernos de tu inocencia, este es el momento. Si nos ayudas intentaré convencer a Orlack de que te suelte.

El hombre se para al oir las palabras de Priest, y al ver que éste susurra dice

Ohh, mierda son vandidos!!

Acto seguido sale corriendo por donde ha venido

Orlack sale de su escondite murmura un conjuro mirando fijamente al extraño.

-Gorad ves a por él no hay que dejarle escapar.

rápidamente Orlack después de realizar su conjuro y esperar que haya resultado sale corriendo en pos del extraño.

Antes de que Orlack salga tras el hombre, Priest se concentra en el troll, al que lanza un conjuro para darle velocidad, pues de todos los que se disponen a perseguirlo, seguramente Orlack sea el mas capaz de retenerlo. Priest solo espera que no sea “demasiado” capaz, y que no dañe al hombre.
Ahora deberias poder correr mas, Orlack. Atrapalo, pero por Dautaero, no le hagas daño. Nosotros te seguimos detras.
Tras esas palabras, Priest sale tambien en dirección al hombre que intenta escapar, para intentar que a nadie se le escape la situación de las manos.

¡Esperar, no somos bandidos, a habido un mal entendido! Necesitamos ayuda!- dice Priest mientras corre, al escuchar como el hombre habla con mas gente.

Chakos agudiza sus sentidos para ver lo si el caminante y aquellos a los que se dirije pueden verle.

Chakos se acerca a Kelgor. Sus manos se aproximan a su rostro como si fuera a acariciarlo pero cuando están cerca una le coge por la nuca mientras la otra le tapa la boca. Entonces empieza a hablar con una voz zalamera.

- ¿Recuerdas lo que dijiste en la casa de la amiga del pato? ¿Recuerdas que te dije que no me importaba matar pero que no quería matar inocentes para que así no me acusaran de más crímenes? ¿Recuerdas que te reiste de mi inteligencia? - Las manos de Chakos se van apretando más y más conforme habla. - Pues bien, tu no eres inocente y nadie llama tonto a Chakos. Adios. - Dicho esto Chakos gira bruscamente el cuello de Kelgor con fuerza y se oye el crugir de sus vertebras.

- Un problema menos. Jeb Iklab, Kalibus, Loncar... ¿Kelgor? - Una sonrisa de satisfacción recorre el rostro de Chakos al pronunciar las últimas palabras.

Chakos remueve a Kergor sobre el árbol para que parezca que se ha convulsionado antes de morir, incluso le fuerza un brazo hasta una postura imposible, y sale corriendo tras el resto tratando de simular alarma.

- Creerán que ha sido producto del conjuro que le afecta...ba... - Las palabras no suenan muy seguras en la mente de Chakos, pero la alegría que le da el haberse deshecho del que le insultó compensa con creces esa inseguridad.

Orlack intenta agarrar al hombre el cual veis ahora mejor, viste un justillo de cuero y unos pantalones de lino claro, tiene el pelo rubio y rizado.
Orlack se lanza pero el hombre consigue hacerse a un lado.
Cada vez os aproximais más al camino

Priest continua corriendo hacia Orlack, el cual parece forcejear con el hombre, al cual no consigue agarrar. Por Dautero, espero que no le haga daño!
¡Espere, buen hombre! No queremos hacerle daño, no somos bandidos. Tan solo necesitamos un poco de ayuda.