Partida Rol por web

Mandrin trata de esquivar el ataque del guardia. Una vez hecho intenta alejarse de él y esconderse en las sombras.

El pequeño elfo corre como alma que lleva el diablo.
Pies para qué te quiero...

parece que manteneis las distancias.

Hacia donde vas?

El conjuro de camaleon te ayuda bastante cuando estas quieto pero al correr eres un costante cambio de tonalidades, cosa que hace que el guardia te pueda seguir y en este caso acortar un poco la distancia.

Mandrin trata de acelerar al ver que el guardia se le acerca por momentos.

Manteneis la distancia mientras callejeais, él tiene ventaja al conocer el terreno y tu la destreza.

Con un quiebro digno de los mejores corredores, Mandrin gira en su carrera para entrar por algún callejón oscuro. Mientras corre busca algún lugar al que trepar.

Mandrin se dirige a toda velocidad hacia una casa que considera apta para trepar. Sin perder ni un segundo escala hasta el tejado.

COn la velocidad de un rayo el elfo escala por la pared de la casa hasta el tejado, el guardia perplejo envaina su arma y se dispone a escalar también.

Con la ventaja que le otorga la altura, Mandrin apunta con su arco al guardia desarmado y le insta a detenerse:
-[b]No quiero hacerte daño, te lo aseguro. Pero no consentiré que vuelvan a encarcelarme injustamente. Tira tu espada al suelo y aléjala de ti. Y no grites, pues eso significaría tu final.

Viendo que la cosa se pone fea, el elfo sale disparado al otro extremo de la casa a la que subió y baja por ahí para salir disparado en busca de un buen escondite.

Mandrin se dirije hacia el otro lado de la ciudad. Tal vez por allí le resulte más fácil escapar. Además ahora hay muchos soldados tras él, tal vez descuiden las puertas.

Bordeas la ciudad con presteza, hasta llegar a la puerta norte de la ciudad, efectivamente vas con cuidado para no toparte con algún guardía y has de darte prisa antes de que barran toda la ciudad.

En la puerta norte tan solo se encuentra un guardia, perece al tanto de todo, pues está pendiente. No se ha percatado de tu presencia.
Tu encuentras en la esquina de una casa.

Mandrin coge una piedra del suelo y la lanza hacia otro lado para desviar la atención del guardia.

Te voy a contar lo que pasa a tu personaje, pues he decido acelerar el ritmo tomando posesion de sus actos, no te preocupes todo ha salido bien:

Mandrin lanza la piedra y por fortuna el gurdia se despista lo suficiente para que el elfo sprinte y logro alcanzar la puerta entre abierta, el guardia se percata de su presencia y le dispara un virote con su ballesta mientras grita al son del virote: GUARDIIAASSS!!!

El virote te roza el hombro derecho y corres a gran velocidad. observas como gran cantidad de guardias salen de la ciudad en tu busca. Te adentras en el bosque, te sientes en él más seguro. Pero...

Pasados unos minuto mientras corres hacia el sur donde crees que deberian estar tus compañeros, no están. En su lugar hay varios charcos de sangre reseca y lo que realmente te impacta es que atado al tronco un árbol pende uno de tus compañeros muerto y con una pierna deborada, te acercas para ver que se trata de KELGOR. No te detienes demasiado porque sabes que los guardias imperiales están cerca y continuas huyendo hacia el sur.

En ese momento escuchas un terrible sonido muy desagradable: Kri-Kri kri-kri...
Es como si algo te acechase, corres mas aún pero perece algo veloz, asi que decides subirte a un arbol. No consigues ver nada pero sientes su presencia y escuchas su sonido, te dedicas a lanzarle flechas hasta agotar el carcaj. Perece que con eso se aleja lo sufiente para continuar tu huida.

Finalmente ves unas marcas en el suelo y tomas esa dirección tras casi media hora ya estas exausto y muy cansado y con mucha hambre pero algo te da la esperanza, escuchas cerca un susurro que parece de la voz de Gorad.

¡Mandrin! Menos mal que estas a salvo!- Priest se fija en la cara de dolor del elfo, con lo que se acerca a este preocupado.
¿Te encuentras bien? Deja que te eche un vistazo.- mientras Priet analiza el estado de Mandrin le cuenta lo ocurrido con Kelgor.
Creemos que murió a causa de uno de sus ataques. Ya sabes que no confiábamos mucho en el, por lo que Orlack decidió atarlo a un árbol. En un momento en que tuvimos que salir corriendo del lugar para perseguir a este hombre- dice señalando al hombre que se encuentra atado[b]- a Kelgor le dio uno de sus ataques, y cuando volvimos donde estaba, se encontraba retorcido en el árbol, muerto.

Os hacercais todos menos Chakos alrededor de Mandrin para contar qué os ha sucedio, cuando Mandrin observa que a vuestro compañero Thorin le falta el brazo derecho.
Lógicamente Chakos se despierta después de tanto jaleo.

El prisionero que está atado y amordazado continua llorando de temor pero algo más tranquilo.

Priest se acerca a Mandrin y observa que tiene una dificultosa contusión en el hombro. Parece que está muy débil.
Mientras Mandrin habla Priest prepara un vendaje improvisado