Partida Rol por web

Una vez reunidos todos, vais llegando al buque de guerra abandonado, ahora sumamente decorado y habilitado par albergar numerosas mesas de comensales para dar lugar al banquete.

El olor a comida llega incluso hasta a la parte exterior, donde seguís poniéndoos al día de lo que ha pasado, aunque es difícil explicar nada a Elizza en estos momentos.

Khalan se sentó en uno de los sitios libres, mirando a los demás. Parecía que no solo ellos se habían divertido antes de la comida.

— Bueeeno, ¿Y que habéis hecho muchachos? Nosotros beber y hacer pulsos jajaja —

Yo, averiguar de qué se trata el elixir demoniaco aquel.  

¡Es un elixir de embotelladoreo!   Lo reconoció Don Andolino, el sabio bigotón ese questaallá. 

¿Recuerdan que la botella está hecha como de múltiples botellicas con cosas dentro como barcos y edificios de Tokio con nieve y así, y hasta dentro de ellas otras botellitas aún más chicas dentro de esas botellitas con más y más cositas, algo así como en una fractalidad brutal?   Bueno, ¡pues eso es lo que hace!  Permite al bebedor o bebedora, -según esto y yo lo creo-, que achiquitear las cosas para poder llevárselas en una botella.  

Hasta para cosas grandes, como el barcotote del novio. 

¡Majínense! ¡Así si que sí que nos podríamos cruzar en burrito el istmo de Panamá en vez de ir a teneeer que a darle vuelta hastaa Tierra del Fuego y el estrecho de Maugañanes para poder ir a visitar a nuestros compas en Hawaii-Bombay!    Y llevarnos unos regalitos. 

Mmm, ¿pos a quiora sigue la cumbia?, digo yo.   -Volteaba a ver a cada rato hacia donde debían estar los músicos, según ella.

Ante la pregunta de Khalan, el rostro del cuervo se endureció, pero dejó hablar a Annie, pues sus historietas eran mejores que los lúgubres relatos de un cuervo ladrón de 16 años, había aparecido de entre las sombra cuál fantasma que viene a tomar una vida, pero nada estaba más lejos de la verdad. 

Grajo había disfrutado de una tarde tranquila, mirando más allá del horizonte en el punto más alto del barco de guerra, hasta aquel siniestro hecho.

-Bueno pues... Por donde empiezo... - 

Sabía bien que debía comenzar desde el momento en que salió del barco tanque. 

Desaparecí sin dejar rastro cómo suelo hacer cuándo canso, vi baratijas nada interesantes a la venta en los puestos de las demás tripulaciones, además de que tuve el infortunio de encontrarme con Skull y su grupo de inútiles-

Ahora que recordaba al calavera, sentía un profundo deseo de salir y matarle por amenazar la vida de Audrey. 

-Pero lo más importante, presencié cómo don Cannoli exterminó a un grupo de atracadores el solo, parece que tiene el poder sobre las llamas, y al parecer es un hombre que esconde un inmenso poder fuera de su influencia, recomiendo no hacerlo enojar, y que siempre tengan un ojo en la salida-

Lo último lo susurró, su naturaleza era ser desconfiado, sus compañeros eran los únicos que gozaban de su plena confianza, aún qué a veces deseaba matarle, solo esperaba que no fueran bocaflojas y lo divulgará a los cuatro vientos. 

Grajo los miró con clara petición de que no debían decir ni una palabra. 

Yo estaba con claros signos de ebriedad, pero aun así lo suficientemente sobria como para entender todo lo que decían. Y, a decir verdad, ¡menudas cosas habían descubierto mis tripulantes!. ¡Estaba orgullosa de ellos!. Y así se los hice ver...

—¡Es-estoy... hips... orgullosa de vosotros! —dije, abrazándolos y achuchándolos conmigo—. ¡Sois los mejores! ¡Hips!

Lo del elixir molaba tela, la verdad. La de cosas útiles que se podría hacer con él. Y lo de Cannoli... ¡JODER! Menos mal que éramos amigos. Con lo que nos había contado Grajo, no me gustaría para nada tenerlo de enemigo.

—Nosotros hemos estado... haciendo pulsos y bebiendo mucho. ¡Hips!

Dicho así, me sentía mal... porque cosas productivas no es que hubiéramos hecho demasiadas. Bueno, romper mesas y rocas; y emborrachar a la novia. Eso sí que lo habíamos hecho nosotros mismos... pero, ¿era algo productivo?. Incluso estando borracha tenía mis dudas...

-Que don Caneloni qué- de haber tenido bebida la habría espurruteado (quizás otra persona diría "escupido" pero espurruteado sonaba mucho más colorida y descriptiva como expresión en la mente de Audrey)- ah...-si hubiese podido palidecer ante la mirada de advertencia de Grajo lo habría hecho-que don Caneloni qué-repitió mucho más bajo.

-Yo he leído mucho. Y conocido mejor a Mikele. Es lo menos pirata del mundo mundial, un solete de erudito-asintió. el pobre Mikele era carne de trueque entre familias, quizás toparse con la preciosa novia azulada había sido el golpe de suerte de su vida.

El descubrimiento de Annie había sido impactante, quizás no tanto como decir que al beber el elixir podía calcinar el mundo entero pero reducirlo a un tamaño ridículo para meterlo en botellas desde luego era lo suficientemente espectacular... y extrañamente adecuado si al novio le daba por explorar su lado coleccionista. La imagen de Mikele sentado en el borde de una mesa con un estante repleto de botellas a sus espaldas con naves, bestias e incluso rivales de su familia era escalofriante.

-Ña~

Mientras os ponéis al día, vais avanzando hacia el interior del buque de guerra encallado y decorado, junto a otros piratas. El ambiente es como ya lo habíais visto al conocer a Lola, pero terminado.

Enormes mesas de cena se habían puesto a lo largo de lo que antes eran las tripas del barco. Habían hecho, en la zona frontal de ese espacio diáfano, una parte elevada para representar un altar. El ‘techo’ de la estancia estaba impresionantemente decorado con más faroles y telas.

Las mesas estaban siendo ocupada por numerosos grupos de piratas y criminales que esperaban la gran cena, mientras, desde la mesa principal, Lola Lynn y Rossio Cannoli, rodeados de sus principales allegados, contemplaban que todo fuese sin percances.

Os vais dirigiendo a una mesa con huecos para todos que estén sin ocupar... y a ser posible que esté lejos de alguien que no os odie.

Annie se fue a sentar en el lugar de la mesa que tenía mejor acceso de salida a la pista de baile que podía.   Para entrar y salir con mayor facilidad, que tanto baile da sed, y tanto beber da ganas de bailar.   Lógica pura.

Identificó donde estaba la salida más cercana y quien la guardaba, como había recomendado su córvido amigo.

Ubicó también a los Skulls, y las Seagulls, y a Andolino, aquel mayordomo ostentador de aquella joya-aparato tan vistoso. 

Jefa, ¿cree que nos pudiera conseguir un **reloj** pà'la nave.  -ojos brillantes-  Sería una gran ayuda para la navegación, por su precisa cronometría.

Luego, en un susurro: Grajo, y... ¿la gente que quedó rostizada, sabes a porqué iba?   -Toda info es valiosa cuando estas sentada en un lugar tan denso de rufianes y piratería. 

Bronz se quedo en silencio mientras su amigos relataban su acontecimientos en los momentos libres que tuvieron, y al ver a grajo recordo que no habia ido a hablar con él, se concentro tanto en su broma a otros marineros y en el pulso con la capitana que se le olvido por completo. Ya se tomaria unos minutos luego para hablar.

Se soprendio de gran manera al saber que le Señor Cannoli escondia semejante poder, un ejemplo mas de que no hay que jusgar a nadie por sus apariencias.

finalmente intervino para hacerle un par de preguntas a Annie sobre el Elixir embotallado — Annie, y ese Elixir puede hacer el proceso al revez? hacer cosa aun mas grandes? e incluso las mismas cosas que hizo pequeñas antes? — aquellos elixires simpre le han fascinado, y no es para menos uno le dio la "vida"

Ni-idea Broncíneo.  Pero puedes ir a preguntarle al mayor domo Antolino aquel.  Dijo él que había visto antes una igualitita que si no la misma, en otra época.

En los libros ni estaba. 

Khalan buscó uno de los sitios y se dejó caer, procurando elegir uno que tuviera la mesa presidencial de frente.

Qué de gente había. Daba igual cuánto pasaran en aquel lugar que Audrey no dejaba de sorprenderse. Tuvo que pegar la cola a su espalda para evitar que la gente no le golpease al pasar tras ella. Había gente guay, gente no tan guay y gente con la que era mejor no cruzarse yendo sola porque, bueno, ¡cosas de la vida! Uno no podía caerle bien a todo el mundo, no era un gato.

Bueno, ella sí.

Agitó una mano en el aire saludando a la señora Lynn y al señor Cannoli aunque no estaba segura de que les hubiesen visto.

-Sería raro que se pudiese... a no ser que te acepte una laguna legal de embotellar a alguien en una botella gigante. Como una casa de grande, por ejemplo. ¿Imagináis una botella gigante y que entonces funciones? Sería la repera....

—¿Un reloj? —medité un segundo ante la proposición de Annie—. Pero si ya tenemos nuestro reloj. *Hips*

Y saqué de manera to molona el palito que usaba para mirar la sombra y ver en qué momento del día estábamos.

Sí, mi palo-reloj molón. Era tecnología punta: lo mismo te medía la hora que te servía para comer fideos. ¡No había nada más preciso en todo el mundo pirata que eso! Bueno, tal vez estaba exagerando pero... ¿para qué queríamos otro?

—Bueno, bueno, todo se navegará. *Hips*

Conforme os sentábais, el banquete iba comenzando. A varios metros enfrente de vosotros estaban sentados los piratas de Skull. Su capitán observaba a Grajo con cierta inquina.

El principal evento fue un discurso inaugural por parte de la grandiosa Lola Lynn.

- ¡En nombre de la Familia Cannoli y del mío propio quiero daros la bienvenida a todos los que habéis venido! ¡Espero que disfrutéis del banquete, de las celebraciones y de la boda mañana! Gracias por vuestras dotes para el tesoro nupcial. Vuestra generosidad no será olvidada.
Y ahora... ¡Que empiece el banquete! ¡Que corra la bebida!

Todo el mundo celebró un brindis y se empezó a comer. Enormes bandejas con toda clase de comida coronaban el centro de todas las mesas y se reemplazaban conforme se vaciaban. Los toneles de ron igualmente eran reemplazados cuando se iban acabando de las mesas, y junto a la música se empezó a formar un ambiente de lo más festivo.

¡Lola Lynn! No pude evitar soltar un silbido de júbilo tras su súper mega maravilloso discurso previo al banquete. ¡Es la mejor! ¿Lo he dicho antes? En cuanto a la bebida y la comida... hoy era día de caer en un coma etílico. ¡Pero tenía que aprovechar! Que luego nos lanzábamos a alta mar y a ver cuándo volvía a beber como una cosaco.

—¡Por los novios! —grité, antes de tragarme de un buche toda una jarra de ron.

Por supuesto, después de comer, me envalentoné y miré a los muchachos/as. ¡Había que pasarlo bien!

—¿Quién se anima a bailar un poco conmigo? ¡Hip!

Annie, a quien no había de decirle dos veces, se paró ipsofacta y le dijo: 

Capitana, ¡será un honor!

Y salió con ella a la pista de baile, a moverse con lo mejor de La Herencia de Timbiquí:  Amanecé, quienes, algunos sabían, eran sus primos.   Las caderas solas se movían. 

Levantaba los brazos, palmas abiertas al ritmo:  Amaneceeé, Noche Amaneeecé...  Que ya tengo fríiio, Amaneeeceeé. 

En su jarra había agua, cómo bien sabían todos, no toleraba el alcohol, las porciones pequeñas en su plato, había de todo, carne, mariscos, arroz y verduras, solo no había las pastas, pues le daban asco y por eso las evitaba.

Iba a responderle a Annie, solo que la celebración había comenzado ya, y en su mal estar por estar rodeado de gente y música que parecía más ruido que otra cosa, las palabras se le olvidaron, pues había sentido una mirada cargada de odio beligerancia que sólo aquellos calaveras tenían contra el, por un agravio que ellos creyeron se cometió en su contra, les miró manifestando su instinto asesino, y una fuerte sed de sangre que clamaba por sus vidas, Skull va a conocer un destino peor que la muerte, y las intenciones de Grajo no iban a cambiar, sobretodo después de haber amenazado a Audrey.

Pero incluso en una situación que podía llegar a ser tensa, la capitana estaba perdida en su jerga, y cómo siempre, Ann le acompañaba, el cuervo bebió un sorbo pequeño de agua después de que la dama tiburón les permitiera empezar a comer, ignorando lo que los demás hicieran.

Comiendo con cuidado, siendo meticuloso en el manejo de los cubiertos, mostrándo modales que hacen a las razas inteligentes, eso mismo. 

Tras el inicio del Banquete anunciado por la Capitana Lola, Bronz tomando el ejemplo de annie se le vanto de la mesa (al fin y al cabo el no tenia la necesidad comer) y se dirigio hacia Lola Lynn para pedirle que bailara con él. Puesto que no hay nada mejor para abrir el apetito que mover un poco el esqueleto.

Capitana Lynn Me haría el Honor de Bailar conmigo en este inicio de Banquete — Les pregunto el Hombre de Bronce, mientas hacia una cortes reverencia y extendia el brazo hacia la capitana