Partida Rol por web

Apareces en una zona agreste al lado de un río pequeño. El frío es patente notando que estas a bastante altitud. Todo lo que ves a tu alrededor son altas montañas nevadas. Entre las rocas se puede divisar alguna cabra saltando. Los pinares se hacen patentes segun bajas la ladera y se sigue el cauce. Lo que parece un sendero sigue un poco la riba y luego se introduce hacia el bosque.

Mmph Un pequeño bufido de molestia ante el frío y la teleportacion son la muestra de mi estado. Esta zona me recuerda a Latveria, a sus zonas rurales de las montañas que alguna vez recorrido con mi familia. Cualquier otro sentiría nostalgia de su niñez, pero yo soy Muerte. Planteo diversos escenarios en mi cabeza, celebrando mi templanza a la hora de relacionarme anteriormente. Haber manifestado afinidad por cualquiera de los bandos hubiese sido un error. Descarto elevarme sobre el terreno, me convertiría en un blanco fácil. Invocar una horda de diablos podría suponer una mala tarjeta de presentación. Seguiré el juego, por el momento. Me dirijo hacia el sendero, camino del bosque.

Empiezas a seguir el sendero montaña abajo. Mientras vas paseando piensas en que el paisaje es similar a tu tierra de Latveria. La paz que te otorga el lugar permite que tus pensamientos se vayan diluyendo sin  pensar en cosas pesadas, ni siquiera en tus presos en la Tierra (los 4F). A lo lejos ves una pequeña aldea con gente alboratada y gritando. Algunos piden auxilio mientras se ven a un grupo de bandidos que esta extorsionando y robando a sus habitantes.

Como osan romper la paz que Muerte le otorga a esta tierra. En mi tranquilo paseo ya he decidido que está es una Nueva Latveria, dispuesta para mi. Esta aldea es el lugar perfecto para avisar a sus habitantes de ello. Y castigar a los bandidos sera el primer paso. Además, así verán los jueces de este patético juego que Muerte es el mejor de todos los presentes.
Me dispongo a entrar volando en la aldea, para desde ahí analizar la amenaza mejor y atacarla desde el aire.

Te acercas hacia el pueblo levitando en las alturas para observar con detalle lo que sucede. Puedes ver a un grupo de bandidos montados en caballos, son 7 en total. Sus ropas son similares a las que visten en el oeste tapandose la cara con un pañuelo. Llevan pistolas y alguno pequeñas espadas. Dos de ellos tienen aprisionada a un niña, con la que estan obligando a la madre:

Nos llevaremos a tu hija como resguardo. Ya sabes que debes traerme ese objeto. Le dice mientras retiene a la niña de un brazo. Ella gritaba viendo a su madre impotente. El otro compañero se acerca hacia ella y la coge por el pelo. La levanta y le dice cercanamente a la cara. Ella lloraba de piedad.

Deberías haberlo entregado hoy. No valen excusas baratas. Ni como alcaldesa sirves de este pueblucho. Ella es empujada contra el suelo, golpeandose la cabeza. Mira de levantarla entre lagrimas y les implora.

No lo poseo. Lo tiene Roy Striggord. Ese mago me lo robó antes de ayer. Os lo traeré sin duda, pero por favor no os lleveis a mi hija.

Observo la situación con interés, recabando información. Cuando ya considero haber escuchado suficiente desciendo lentamente, hasta posarme en el suelo. Me preparo para disparar a los soldados, pero mantengo los brazos cruzados. Soltad a la niña, Muerte lo ordena. Una pequeña demostración de fuerza y bondad pondrá a todo este pueblo en el lugar que les corresponde. Y las pobres armas de esos necios no serán mucho contra aquel que ha ido y vuelto de los infiernos.

Los bandidos te miran asombrados por el traje que llevas. El hombre que tenia a la mujer por el pelo la suelta y coge de su cinturon una pistola. Se la mantiene lista por si tiene que disparar. El que parece es el cabecilla osa hablar. Tu presencia les intimida, pero hacen esfuerzo por ver que pasa.

Quien eres tú? Como osas presentarte y decir lo que tenemos que hacer? Esa armadura no nos asusta. Habla con inseguridad, mientras el que sujeta a la niña decide mantenerla entre sus brazos.

¡Imbecil! Como osas dirigirte así a Muerte, soberano de Latveria y maestro de las artes arcanas. Te daré la oportunidad de disculparte ahora mismo... Mientras hablo comienzo a levantar la mano hacia el hombre que ha tenido el atrevimiento de hablarme así, señalándole con tranquilidad. Es evidente que su amenaza esta cargada de terror por mi, pero eso también me confirma que aquí no me conocen. Todo el mundo en la tierra teme y respeta la imagen de Víctor Von Muerte, bien sea por mis múltiples hazañas o por las difamaciones que Richards y sus amigos se han encargado de diseminar a lo largo de los años. En cualquier caso, es hora de que en esta tierra también aprendan a guardarme el debido respeto.O Muerte se encargara de que no tengas oportunidad de ofenderle de nuevo.

Tus palabras empezaban a incomodar mas a los bandidos. Cada vez se ponian mas nerviosos. El que tenia retenida a la niña saca rapidamente con su mano libre una pistola y te dispara. La bala rebota contra la reforazada coraza de tu armadura y cae al suelo abollada. Ello impacta en los presentes, y deciden escapar corriendo, dejandola libre. Ella corre hacia su madre, la cual esta la abraza desde el suelo, mientras su frente deja caer algunas gotas de sangre.

Mamá, mama. He tenido miedo!! Decia la niña.

Tranquila hija mía. Ya ha pasado todo. No volverás a sufrir. Responde la madre.

Entrentanto los bandidos se alejaban calle abajo gritando: No las pagarás, volveremos a por ti!

Una mirada despectiva hacia el lugar del impacto de la bala es toda la atención que le dedico. La idea de perseguir y arrasar a esos hombres cruza por mi mente, pero Muerte no es uno de esos animales irracionales como el simbionte negro, obsesionado con la venganza. Pagaran, por supuesto, pero no ahora mismo. Hay cuestiones más importantes. Mujer responde ¿Quienes son esos hombres y que querían?Bajo la armadura la pregunta suena más a exigencia y demanda que a una duda por resolver. Muerte no pide, Muerte exige.

La mujer se levanta y se sacude la ropa. Muchas señor Doom, nos ha salvado de algo peor. Esos hombres son unos bandidos que trabajan para el conde Lesviak. Por herencia de mi familia, herede un extraño amuleto de oro que contenia una piedra verdosa en el centro. El conde dice que esa piedra es parte de su legado. Pero sabemos que se la quiere entregar a un mago negro de esta region. El amuleto me fue robado anoche por un ladron famoso llamado Roy Striggord. Este ladron sabe de magia negra y es fuerte. Alguna vez ha raptado algun hijo nuestro y lo ha usado para sus experimentos.

Explica la madre mientras mantiene abrazada a su hija con un brazo.

Mmmmm Pienso en todo lo que me ha dicho la mujer ¿Que sería mejor?¿Conocer al conde y ocupar su lugar?¿O quizás al mago, que pueda serme de ayuda? Para cualquiera de los héroes con los que estuve hace un momento el movimiento lógico sería recuperar el amuleto que robó el tal Striggord y devolverselo a la mujer. Absurdo. Pero el amuleto y el ladrón podrían acabar resultando útiles...Aaaah, tantas posibilidades. Esta partida será maravillosa. Un reto a mi intelecto evidente. Se como solucionaría cada uno de los otros contendientes este problema, pero eso no les haría dignos del puesto que ofrece este juego. Pero Doom no se achanta ante este patético reto.Necesitaré bebida y alimento mujer, así como un lugar para descansar y donde podamos hablar con más tranquilidad. Quizá así pueda ver cómo ayudaros. Sus problemas son la última de mis preocupaciones, pero no pensaba mostrárselo.

Si, por favor. Puede venir a mi casa. Esta un poco mas adelante. Te indica la mujer agradecida. 

La acompañas unos 20 metros hasta llegar una plaza. En ella puedes ver en un rincon un pilon donde beber agua, 2 mesas con bancos de piedras y una zona donde jugar a fronton ante una gran pared de roca alisada. La casa de la mujer se encuentra detrás del frontón, donde da la sombra. Entras por una puerta roja de madera con una cortina pequeña en una ventanal. La casa hace esquina y en la calle contigua dan un par de ventanas.

El interior es pequeño. Accedes a un pequeño comedor con una mesa y 4 sillas. Hay una chimenea pequeña y varias fotografias de famialiares: 3 mujeres (una de la misma edad que ella, otra mayor y otra jovencita) y 2 hombres (uno de mediana edad y otro mucho mayor). A la izquierda esta la cocina y al fondo un pequeño almacén. A la derecha y final sale un pasillo que lleva al lavabo y una habitacion. Al mismo lado de la entrada una puerta da acceso a una pequeña habitacion. Otra puerta da acceso a unas escaleras que suben a la alcoba.

Sientese en la mesa, señor Doom. No tenemos mucho, a pesar que soy la alcaldesa. Vivo de forma sencilla, y mas cuando mi marido murio el año pasado. Ahora prepararé la comida. Si se quiere quedar a dormir puede usar la alcoba o la habitacion a su derecha.

La mujer se va a la cocina mientras la niña se va corriendo por el pasillo hacia su habitacion.

La imagen de la niña corriendo por el pasillo despierta recuerdos de otra, muy preciada para mi. La pequeña Valeria debe de estar ahora mismo en el castillo de Latveria al cuidado de Kristoff que, como tantas otras veces ante mi ausencia, estará cumpliendo con su papel. Ella sera la futura princesa de Latveria. Pienso en llamar a la niña, ver si puedo recabar información también de ella, pero desisto de esa idea rapidamente. Presionar a la niña puede suponer un conflicto con la madre, y eso supondria un retroceso en mi plan. 

Con su permiso. Decido explorar un poco la casa. Eso me dará información de como es la vida de esta gente, sus costumbres. Quizás incluso encuentre algún libro o mapa con el que ubicarme mejor. Por el momento me conformo con la bebida, gracias. Subiré a ver la alcoba primero. Me dirijo hacia las escaleras y comienzo a subir.

Subes a la alcoba. Es una habitacion bastante pequeña con una pequeña ventana que da al callejon detrás del frontón. Esta se puede abrir un poco por la parte superior. Hay una pequeña mesita con una lamparita de noche, y una cama hecha de heno y con una sabana por encima. En un rincon puedes ver una cuna de madera y varios juguetes de madera tambien como un caballito, un cochecito, un tren y un dos muñecas con ropas deterioriadas.

He visto suficiente. El modo humilde de vivir de esta gente no ahce mas que fortalecer los parecidos con mi patria. Si aquellos jueces querian ver mi valia no podrian haberme colocado en mejor lugar. Pues, a pesar de las mentiras de Richards y sus amigos, Latveria es un lugar perfecto para vivir. Sin disidencia, con lo necesario para todo el mundo, protegido de amenazas externas gracias a mi figura. He trabajado mucho por mi pueblo y voy formando un plan claro en mi mente. Bajo de nuevo y me dirigo hacia la cocina. Ver el resto de la casa se me hace ahora innecesario.

Vuelves a bajar a la planta baja y te acercas a la cocina. Pudiste ver a la chica preparando la mesa para tres personas colocando los cubiertos. La madre estaba preparando un buen cocido de carne con unas pocas verduras. La olla no se veia muy llena de contenido.

Ahh, dice al escuchar tus pasos. Ha encontrado comoda la guardilla. Esa cama la hizo mi padre, y se duerme muy bien. Solia dormir ahi muchas veces cuando era pequeña. Pronto estará la comida.

La olla ya empezaba a herbir en señal de que el caldo estaba en su punto.

Alabar la destreza del padre con la cama seria una estupidez en la que Doom no caeria. Una cosa era ayudar a esta gente y otra rebajarse a su nivel. Dijiste que tu marido murio hace un año ¿Que fue lo que le ocurrio? Quizas este relacionado con el problema de antes, eso podria aportarme algo de ayuda.