Partida Rol por web

A la llegada vuestra al parque os saluda el mismo guardia de todas las noches y os invita a que valláis a la fuente que se encuentra entre los dos museos que allí os están esperando

Benito os espera en la fuente Vestido con una tunica Blanca inmaculada y unas sandalias de esparto con el están 4 personas que habéis visto estos días por el parque, son trabajadores del mismo.

Cuando llegáis Benito os saluda con una gran sonrisa y os invita a que acompañéis a los 4 trabajadores que os proporcionaran otras túnicas para vosotros, para adecuaros para la celebración, esto es solo una formalidad os dice pues cada uno puede elegir no vestirse así aunque agradareis mas al espíritu con esta vestimenta. Dicho esto (valláis a cambiaros o no) os indica que valláis donde esta Harold que el os llevara donde se celebrara el ritual.

Después de las indicaciones de Harold llegáis a una pequeña fuente de la emana agua a una gran presión creando un pequeño roció. Junto a ella se encuentra Benito vestido con la túnica ahora lleva con el una guitarra y os va saludando uno a uno con un gesto de la mano.

Uno de los 4 que os recibió un chico joven rubio os indica que os pongáis en semicírculo frente a la fuente.

Cuando casi estáis todos Benito habla en voz alta para que lo escuchéis desde su posicion- Hola muchachos, ¿hace una gran noche no?

Mihail, la llegar, acepta el ofrecimiento de colocarse la tunica blanca, ya que desea dicha aceptacion y quiere hacer todo lo posible por agradar al espiritu en cuestion: Paloma. Ante el saludo de Benito, éste le contesta cordialmente inclinandose un poco con las palmas juntas y ante la pregunnta formulada responde - Sinserramente estavfa acostunvfrrado a noches mas setrreiadas, aunque son otrras tierras las que jhavfitamos jhoy. A pesarr de todo, y devfido a la grran selevfrrasion, rrealmente es una grran noshe. - finaliza sus palabras con una gran sonrisa.

Václav se situa, donde le indiquen. Se le nota que aquel ambiente le resultaba algo incomodo. Coloca sus brazos tras la espalda y se agarra las manos con fuerza, separa un poco las piernas para estar en una posicion mas relajada y estable. Tras la pregunta de Benito, no dice nada, solo cierra los ojos y agacha la cabeza lentamente, dando a entender que estaba deacuerdo.

Dulce tarda un poco en llegar, había ido a cambiar sus ropas por la túnica que le habían entregado. Llevaba el pelo suelto, andaba descalza, puesto que si llegaron a ofrecerle las sandalias, no las aceptó y ya sólo conservaba la túnica y su inseparable vara.

La chica saluda a las cuatro personas que ayudan en el ritual con un "Güena noshe" y se coloca donde le indican.

Cuando escuchó a Benito, Dulce sonrió.

- Güena Benito, una noshe mu bonita.

Elisa llega andando, y no en su bicicleta, como era habitual en ella.

Siguió las indicaciones del chico y se dispuso junto a los dos fenris.

- Una noche preciosa, Benito...una noche preciosa... Sonrió ampliamente, con facción calmada, tranquila. miró a Václav, por más que lo veía siempre le impresionaba, y sonrió a Mihail, para cerrar sus ojso y empezar a relajarse, pues un gusanillo le recorría la tripa.

Harold está por las cercanias, aunque su intervención no es necesaria, su papel como guardián del túmulo le exige estar ahí.

Venga señoritas, la noche es corta y el ritual es largo. Colocaos en vuestros sitios.

Al ver a los recien llegados les saluda, en silencio, haciendo una pequeña inclinacion con la cabeza, con una larga linea en sus labios. Ya se habia colocado en posicion, pero aun faltaban muchos garous, o al menos eso pensaba él.

Elisa mira a Harold y comprueba que esté colocada en el sitio correcto.

No sabe cuántos van a venir, así que espera paciente a que venga más gente o a que, definitivamente, empiece todo

Brandán llegó caminando al lugar en el que ya se habían reunido unos cuantos. Repaso con la mirada saludando aquí y allá, una sonrisa de satisfacción en su rostro. Parece que no serían pocos los que verían a partir de esa noche sus vidas ligadas al túmulo...Suspiró agradecido. Eran buenas noticias. Incluso en medio de la tormenta, uno podía disfrutar de los breves lapsos de tregua que les eran dispensados. Y allí, todos ellos, aquella noche, merecían disfrutar del ritual.

Por supuesto, aceptó la túnica y se la colocó en silencio.

- La noche perfecta. La noche de los lobos.-respondió Brandán ante las palabras de Benito. Cerró los ojos y paladeó el momento.

Manu aceptó de buena gana la tunica que le ofrecian. Se giró y dejó sus ropas a un lado para quedarse simplemente con la túnica. Cuando volvió a donde estaban los demás se sentó junto a Dulce.

Una gran noche dijo para si mismo Manu. Or su caracter viajero, había estado en varios tumulos, pero nunca habia formado parte de uno.

Elisa vio que uno a uno iban llegando y poniéndose la túnica...¿por qué ella no la llevaba puesta? Dios, un día se iba a dejar la cabeza por ahí tirada...

Se acercó disimuladamente hacia donde estaban dando la ropa, ciertamente más apropiada que la que llevaba ella, y se la cambió por la túnica de ceremonia, pidiendo perdón a quién le entregaba la vestimenta.

Posteriormente volvió en silencio a su sitio.

Bueno chicos y chicas-Benito se coloca la guitarra y dando unos acordes y ajustando la guitarra, tras estos empieza a sonar de su guitarra lo que todos podéis deducir es el himno de la alegría-Quiero…-hace una pequeña pausa y con solemnidad os pide-Quiero que escribái, lo que os avergüenze, argo que no deseéis cargar mas con ellos en vuestras concienzias, argo de lo que os queráis redimir, quiero que lo plasméi.

Dicho esto tres de los cuatro ayudantes se acercan a vosotros y os dan un papel pequeño y un lápiz, mientras el cuarto enciende en un pequeño cuenco un fuego.

Quema ese pape, quemadlo-Benito parece muy entusiasmando con su pequeña representación tanto que una enorme sonrisa no se disipa de su boca. Aunque su habilidad como guitarrista deja mucho que desear la espiritualidad del momento os embarga

Elisa se deja llevar por el momento, sus pelitos se erizan cuando Benito habla y toca la guitarra. Su orden de quemar el papel la insta a escribir en él cosas que ha odiado.

Escribe el nombre de Antonio, mientras piensa en la cara de él, su primer despecho. Escribe también su miedo al fracaso, su miedo a no hacer bien las cosas. Escribe sus limitaciones...escribe lo malo que nota, que siente...

Escribe sólo palabras, ella sabe lo que significa cada una de ellas, pues hay un lazo que las une a su alma, a sus recuerdos...a lo que es ella ahora mismo.

Y cuando ha escrito todo eso, lo mira, lo mira y recuerda cada una de las palabras, y sonriendo las echa al fuego. "Ahí os quedáis, cepos de mi alma, ahí os quedáis, grilletes, ya no hay sitio para vosotros..."

Dulce mira un poco boquiabierta a su anfitrión. Cuando Benito hace su petición, ella mira a los Garous que se encuentran a su alrededor, de forma rápida y con unos movimientos quizás un poco mecánicos.

Recoge el lápiz y el papel que le brindan con algo de recelo y se queda mirándo los objetos unos instantes para volver a mirar al resto de los presentes de nuevo.

Cuando Elisa tira a las llamas el papel escrito con recuerdos, Dulce da un pequeño suspiro.

Mira de nuevo a ambos lados, coloca el papel encima de una de sus piernas y crubiendo por completo el papel con su brazo y los ángulos para ver a éste, deja bailar el lápiz, no sin mirar más de una vez de reojo al resto de los reunidos.

Una vez termina de escribir, dobla con mucha rapidez el papel y lo tira a las llamas, que lo consumen sin demora.

Aquello me recordaba como si estuviera en un campamento de verano. Ver a benito con su guitarra y la gente alrededor de ese pequeño fuego.

Una punzada de nostalgia se clavo en mi corazon. Esos campamentos de mi niñez, me encantaban y esto me recordo todos aquellos compañeros y experiencias vividas....

No era una persona que se arrepientera de nada de lo hecho anteriormente, pero mi lapiz comenzo a desglosar palabras y hechos que tenia en duda....

Uno de ellos era Ulrika, queria que no me pasara jamas lo que tuve con ella...con nadie de los presentes y futuros por conocer.....

No la guardaba rencor, pero no queria tener aquel enfrentamiento mas en mi mente.

Y por supuesto....queria conocer mas de mi naturaleza theurge....y aprender.....

Arroje el papel sin titubear y sonrei a los presentes.....sintiendome feliz de estar ahi....

Con todos mis hermanos y hermanas....

Misha coje el papel y el lápiz y mira a los presentes. Se dispone a escribir, pero no en español, sino en su idioma natal, ya que el poco tiempo que estuvo aprendiendolo no le dio mucho para saber escribirlo bien del todo, aunque supiera como hacerlo.

Mientras suena la guitarra de Benito mira al frente, pero no mira nada en especial, esta recordando su pasado, tanto el vivido con los Fenris polacos como el actual en Sevilla...

Su fragmentada mente le permitiria llenar varios folios de esos, al menos lo que su activa consciencia le permitiria, pero se queda con lo mas llamativo: tanto sus problemas personales consigo mismo como problemas anteriores y posteriores a su llegada a esta ciudad.

Sin embargo sabe que algunas de las cosas escritas le serviran mas que otras a la finalidad de este acto. Hay algunas que le seguiran hasta los fines de su vida...

Al terminar de escribir y acercarse al cuenco llameante ni se molesta en doblar el papel, para que se queme rapido, desde dentro hacia fuera, como intentando eliminar los "problemas" de raiz.

Durante todo el procedimiento esta muy serio, casi con el ceño fruncido. Al tirar el papel al fuego cierra los ojos para tomar aire profundamente, como para comprobar si algo de lo escrito se ha ido con las llamas, para ver si algun peso se le ha ido de encima. Al terminar se sienta nuevamente donde estaba anteriormente.

Brandán cogió papel y lápiz. Empezó a repasar su pasado hasta el momento presente. Fueron unos segundos hasta que empezó a escribir, y fue como si se hubiera abierto un grifo. Los miedos, los errores, las vergüenzas desde el pasado más lejano hasta ese mismo segundo, empezaron a aflorar, y su escritura se convirtió en algo frenético, como si cada segundo que pasara pudiera escaparse alguno de aquellos elementos de los que quería deshacerse, antes de que pudiera aprisionarlo en el papel.

Finalmente acabó. Respiró hondo unas cuantas veces, repasando cada uno de ellos y recordando todo lo vivido. Cuando lo hubo hecho sin prisa alguna, recreándose en el momento, dobló el papel y lo lanzó al fuego con ganas. Se quedó mirando el papel arder y curvarse sobre sí mismo a medida que era consumido. Volvió a traer a su mente cada uno de aquellos recuerdos, y permitió que con cada llama danzarina, uno a uno, fuesen desvaneciéndose; que los espíritus del fuego los devorasen uno a uno.

Empezó a sonreir, tras soltar el aire que había estado reteniendo. Ese había sido su momento. Miró al resto de los presentes. Cada uno se iba deshaciendo del papel a su ritmo.

Sintió como si, en cierto modo, volviera a nacer de una forma más pura. Sabía que aquello sólo había sido un pequeño acto, pero su significancia era lo que le importaba, y permitió que las repercusiones de la misma le envolvieran confortablemente mientras cerraba los ojos.