Tirada: int
Resultados: 10,7,5
Resultado final: 3
"Bueno amigo es tu turno..."
Echó un último vistazo atrás para asegurarse de que la retaguardia estaba despejada. Se encaramó al conducto, él era más ancho que los demás así que fue con más cuidado pues no quería quedarse atascado. Esperaba que en los conductos no hubiera seguridad, más les valía. Lo que no le resultó agradable fue el olor que los recorría, arrugó el hocico y trató de ignorarlo mientras se arrastraba.
Tomas una de las derivaciones de tu izquierda y la sigues, guiada por la corriente de aire que se interna en el edificio. Supones que dicha corriente te llevará a una zona que necesite ser ventilada más que las demás, y que eso podría guiarte a algo interesante. El silencio a tu espalda te indica que tus compañeros no te están siguiendo, pero no tienes tiempo para regresar ahora. Estás convencida de que este sendero angosto y oscuro te llevará a algo importante, y no puedes detenerte. La herencia de tu tribu, ligada a esta tierra, te lo exige.
El conducto no parece tener fin, serpentea y desciende sin parar, pero tú detienes tus pasos cuando bajo tus patas aparece una tapa enrejada que permite la entrada del aire que respiras en la sala sobre la que te encuentras. Acercas el hocico a la reja, observando lo que hay bajo ella. Una mesa de madera oscura, y sobre ella una maqueta de plástico y metal. Junto a ella, una alfombra aparentemente cara. Otra mesa, llena de papeles. No logras ver mucho más, porque el ángulo de la tapa del conducto no te lo permite, pero asumes que se trata de un despacho o una sala de reuniones, y que debe estar vacía porque no hay luces encendidas. Aunque hay luz residual, cuyo origen no logras precisar.
Habika, seguida por Arthur y Bruno, sigue una serie de conductos que serpentean y descienden. El camino es largo y sinuoso, y no alcanzáis a ver a Alma en ningún momento. El aroma del lugar es extraño, una mezcla de aire fresco y húmedo, y algún componente artificial. Quizás ambientador o productos de limpieza. Sin embargo, no cejáis en vuestro empeño de adentraros en las entrañas de la planta industrial.
Finalmente, el conducto finaliza bruscamente. Ante vosotros, especialmente ante Habika, se encuentra una plancha agujereada de plástico por la que entra el aire del conducto en una sala que tiene las luces encendidas. Guardáis silencio, ya que oís unas voces demasiado cercanas. Os dais cuenta de que las voces proceden de la misma habitación, una conversación entre varios hombres. Uno de ellos habla con voz gutural, casi animal.
Otra voz le responde, ésta mucho más formal y fina, llena de elegancia.
Os sorprende el tono en que pronuncia la palabra perros, uno muy familiar para vosotros. Sin embargo, una nueva voz se une a las otras.
Se oyen pasos, una puerta se cierra, el silencio se hace con el lugar...
Curioso curioso... Bruno escuchó con atención, se imaginaba que ahí dentro debía haber un siervo de Cahlash al servicio de estos fabricantes de armas. Era sólo una imaginación, pero podía ir bien encaminada. ¿De qué debían estar hablando? ¿Emplazamientos donde librarse de sus residuos contaminantes? Ese tipo de cosas eran las que atraían a los perros.
No convenía acercarse a los demás pues si concentraban su peso los tubos de ventilación iban a ceder. Pero en un lugar tan cerrado el sonido debía correr con facilidad. ¿Era un buen sitio para hablar entre ellos?
Les trató de hacer un gesto para volver atrás.
¿Y dónde estaba Alma?
Editado por el Narrador: A ver si te acuerdas de desmarcar a Alma, que no está con vosotros.
Es extraño, parece que lso demas se han escapado y han seguido otro lugar, los encontrare luego.
SEntir la mano del deshacedor es el mismo don que sentir el wyrm de HL no?
Habiamos perdido a Alma de vista, eso no era bueno... deberíamos ir por lo menos en parejas por si pasaba algo empiezo a olisquear el aire en busca de su rastro cuando escucho algo interesante. Estaban hablando de los perros que debían ser los licantropos... algo se cocia aqui y no era bueno.
Tirada: Percepcion
Resultados: 1,6
Resultado final: 0
Edito que estaba solo para el director
Tras escuchar la conversación arrugo el hocico dejando visibles los colmillos durante varios segundos. ¿Que han resuelto la oposición de los "perros"? Sean quién sean tienen que ser realmente influyentes y poderesosos para haber conseguido tal hazaña.
Miro a mis compañeros y veo que no se mueven demasiado del sitio, no parecen tener intención de avanzar, entonces caigo en la cuenta de que Alma no está por ningún lado. ¿Me habré confundido de conducto...?
Espero a que Bruno reemprenda la marcha y tenga mejor olfato que yo para seguirle.
Concentrada en tu Madre Selene, recordando la unión de tu Tribu con su prima Gaia, tratas de recordar la esencia de su enemigo, ese olor, esa sensación que desvela su presencia allá donde mora. Solo conociendo a tu enemigo puedes descubrir sus secretos y combatirlo realmente, eso debieron pensar los espíritus que te bendijeron con este Don, el de sentir su mano, la del Deshacedor, la de aquel que destruye para que cosas nuevas puedan ser creadas, pero que en ocasiones se excede y sus actos deben ser purgados mediante las garras de los Pumonca.
Y la sensación que te recorre te embriaga, te sobrepasa, hace que se te erice la piel del lomo y que tus zarpas se claven en el metal que te sostiene. Tu morro se retuerce en una mueca de asco que deja mostrar tus colmillos, y te sacudes como si tu propio hocico estuviera cubierto de excrementos.
El olor, la sensación, la presencia es tan intensa que te ves obligada a concentrarte en otra cosa, en imaginar cosas más agradables durante un rato para soportarlo. Piensas en la agradable sensación de calor en la cabaña de Chuck, los ritos de la Taghairma, tus orígenes en la reserva... Pero eso no te hace olvidar lo que has visto, lo que has olido, lo que has sentido.
Este lugar apesta al Deshacedor...
Tirada: Sentir la Mano del Deshacedor (Percepción+Ocultismo)
Resultados: 7,5,8,7,5,1
Resultado final: 4
Te hago yo la tirada ¿vale?
Giráis sobre vuestros talones, dejando en esta ocasión que sea Bruno quien encabece la marcha. Desandáis los conductos hasta que os dais cuenta de que habéis tomado una dirección diferente, una que os aleja del silencio de las oficinas y os sumerge en un continuo ronroneo, ruido de maquinaria pesada y voces. Parece que os encontréis en una zona de manufactura, o al menos la parte más propiamente industrial de la fábrica.
Os detenéis al alcanzar un enorme compartimento, donde bajo una rejilla que os sostiene hay un gran ventilador de triple hélice que parece destinado a extraer aire hacia vosotros, aunque está prácticamente parado. Bajo él, una segunda rejilla lo separa del interior de la fábrica, donde veis hombres caminando en diferentes direcciones, cargando bidones en carretillas elevadoras y en palés. Desde donde os encontráis podéis ver al menos una esquina de una rara máquina que va llenando algunos de esos bidones a través de varios grifos. Da la sensación de que los bidones están usados antes de ser llenados, lo cual es ciertamente raro.
El olor que se extrae de este lugar, y que recogen los conductos hacia vosotros, es ciertamente vomitivo. Una peste química a residuos y putrefacción.
Mis garras salen al notar el hedor a notar como mi piel se eriza poco a poco y como el gruñido se forma poco a poco en mi garganta para salir.
SAbia que se me olvido algo aix
Y con esto me llevare una leche xd
Arañas la rejilla con tus poderosas garras, haciéndola añicos. En poco tiempo, dejas el espacio suficiente para lograr pasar a través del agujero, aunque lo que realmente te preocupa es si has hecho demasiado ruido. Para tus sentidos felinos el ruido ha sido evidente, pero no todos están tan cerca ni tienen los sentidos tan desarrollados.
Te dejas caer con sutileza y gracia, aterrizando relativamente bien, en silencio, sobre la alfombra. Te encuentras efectivamente en un despacho, elegante, con muebles de madera oscura y veteada decorados con figuritas y motivos étnicos. Hay una mesa de escritorio llena de papeles con un ordenador portátil cerrado, un mueble de pared con varias estanterías y una pantalla plana aparentemente cara de gran tamaño, una gran mesa con una maqueta que parece representar Tucson y sus alrededores de desierto y montaña.
La puerta está cerrada, y no se oye nada al otro lado, y el despacho no cuenta con ventanas, lo que parece lógico porque, ahora que lo piensas, has descendido tanto a través de los conductos que debes estar por debajo del nivel del suelo.
Venga, Percepción + Investigación a Dif 6, a ver que descubres ;)
Camino con cuidado hacia la mesa mientras mi cuerpo se transforma en algo mas util para buscar en la mesa y los papeles, con garras o mas bien con la forma de un puma no voy a pocer hacerlo.
Tirada: per+inv
Resultados: 3,7,2,3,2
Resultado final: 1
Ya en forma homínida, rebuscas en el escritorio. El ordenador parece bloqueado por algún tipo de clave de acceso. No tienes ni idea de como desbloquearlo, así que desistes de intentar nada. En los cajones hay CDs y DVDs, material de oficina, una libreta de cheques, algo de documentación almacenada en carpetas -principalmente algunos informes y comprobantes de compra-venta de material-, y poco más. No parece que haya nada fuera de lo normal en un despacho.
Pero sientes que hay algo, algo raro, algo que debería llamarte la atención. Te acercas a la maqueta, que representa los alrededores de Tucson. Resaltada en color rojo se encuentra la planta donde te encuentras, pero también algunos bloques de oficinas de diversos puntos de la ciudad. ¿Sucursales? ¿Puntos de venta? Es posible. Lo que no terminas de comprender son las pequeñas banderillas que hay clavadas en algunos puntos del extrarradio de la ciudad, en zonas del desierto más duro, de las montañas más escarpadas... Hasta que ves una bandera enclavada justo en el lugar donde se encontraban las cuevas, donde descubristeis los perros muertos, donde os enfrentasteis al inmenso espíritu del Deshacedor...
Donde esos mercenarios arrojaban ingentes cantidades de residuos tóxicos.
Te echas hacia atrás por la sorpresa, por la dura verdad que se abre ante tus ojos. Más aún cuando te das cuenta de la gran cantidad de banderas que hay en el resto de la maqueta. Demasiados puntos, demasiados almacenes de toxicidad. El desierto se muere, y está más avanzado de lo que cabía sospechar. Lo están matando.
Te giras, llena de rabia, y paseas la mirada por el despacho para evitar mirar más la maqueta, el plano de la destrucción de la tierra. Y es entonces cuando te das cuenta. Lo que no encajaba, lo que debías percibir. Las figuras, los motivos. Son étnicos, sí, pero pertenecen todas a la misma cultura. ¿Cómo no te habías dado cuenta antes? En especial cuando te fijas en la figura que representa al sagrado gato negro, con adornos dorados. Compruebas los demás adornos. Todos tienen algo en común.
Egipto. El gato.
Bubasti.
¿El despacho pertenece a un Bubasti? No, no es posible...
Mis ojos van de un objeto a otro, mientras mis manos se crispan, mientras salen sus garras.
Tirada: percepcionando
Resultados: 7,8,1,5,6
Resultado final: 1
Si vas a seguir buscando, puedes volver a intentar la tirada anterior, a ver si descubres algo más. Esta vez, a Dificultad 7 (las segundas oportunidades siempre son con +1 a la Dif.)
Tengo que esforzarme mucho por no acabar vomitando ante el nauseabundo olor que desprenden los bidones y casi prefiero no pensar lo que pueden contener... aunque está claro que nada bueno. Mucho me temo que deberíamos procurar eliminar toda la fábrica pero sin explosivos o algo similar se me antoja complicado.
Miro los conductos en los que nos encontramos preocupada por no haber dado todavía con Alma pero a estas alturas ya dudo que consigamos rastrearla.
Tenemos que buscar una salida desde la que podamos saltar sin demasiado peligro de ser vistos.
No me gusta postear seguido pero bueno...
El olor es vomitivo y enmascara cualquier otro olor rastrear a Alma se antoja imposible con todos esos olores en nuestras fosas nasales... por un momento se me pasa por la mente convertirme en humano aunque tan solo sea por oler pero lo que hay a nuestro alrededor pero no puedo perder la agilidad y el sigilo del felino.
¿Donde lider? Parezco preguntar con gesto ¿salimos juntos o nos separamos?
Yo estaba esperando al que iba delante que s el que puede salir
Se detuvo, no podía sino sentirse asqueado ante la podredumbre del lugar, no sólo se dedicaban a fabricar armas sino que luego esos residuos fatales eran sin duda usados para destruir lugares llenos de vida.
- Creer que vaciar en montaña y rellenar...
Al fin y al cabo ese temblor de la montaña podía significar que estaban tratando de destruir un lugar sagrado, aunque era una deducción hecha muy a la ligera.
Siguió avanzando por el conducto, al fin y al cabo venían a explorar y Alma bien podía estar por aquí.
Continuáis revisando conductos, reptando por la intrincada red de continuas ramificaciones. Algunas partes que atravesáis huelen fatal, otras en cambio arrastran un olor completamente insípido o arrastran un aroma a ambientadores industriales.
Sin embargo, cuando lleváis un rato andando y estáis convencidos de estar perdidos, en una de las ramificaciones os detenéis de golpe. Todos os miráis, siendo conscientes de que habéis sentido lo mismo. Un olor peculiar. No, no es un olor, se trata de algo más. Más místico, más espiritual. Una inquietud extraña os recorre, una especie de miedo irracional. Algo os hace ser conscientes de que estáis allanando una casa ajena o robando las joyas de alguien, pues podéis sentir que estáis entrando en el "coto privado" de otro.
De otro miembro de la Gran Familia.
Un Bastet.