Partida Rol por web

- Mientras vamos caminando hacia la puerta, por el callejón, saco elmóvil, tecleo un momento y lo vuelvo a guardar. Una vez llegamos miro a Max y me preparo como para llamar a la puerta con los nudillos - ¿Listo  para conversar?

Lorenzo mientras  el guardia da la espalda  se escabulle detrás de él y evidentemente  ve al sujeto de las cartas, en una esquina derecha, acompañado de uno más que juega con un cuchillo. Al fondo de ese pasillo hay más carceles.

-Por supuesto. +replico relajando los hombros y descansando las manos dentro de los bolsillos, acariciando su contenido+ ¿Acaso dudas de mi diplomacia?

Ni se había molestado en seguir mirando a los guardias una vez bajaron, ignorándolos lo mismo que las protestas de Blanquita; seguramente en otras circunstancias, se habrían entendido perfectamente. Solo adopto ese mismo aire de la pasada reunion, el un simple joven confiado y algo prepotente. Cuanto mas lo subestimaran, mejor para empezar.

Bueno, parece que la cosa va bien encaminada. De momento cuento 3, sólo necesito a uno para interrogar, dejaré que los demás escapen... pero antes de nada...

...Hay que rescatar a la muchacha. Ignoro los que juegan la partida, mientras contengo mis ganas de reventarlos a ostias para más adelante, y luego sigo avanzando hacia las celdas, observo si están llenas, pero en especial si está la chica.*

Veo a una chica, me imagino que debe ser ella, me revelo ante ella y le hago un gesto "shhhh" con el dedo cerca de los labios. Luego le guiño un ojo, eso siempre ayuda. Saco mis herramientas y me pongo a trabajar la puerta.

-¿Debes ser Darla, verdad? Nathan me ha hablado de tí, así que voy a librarte de esos orangutanes. Afuera hay 3, no te separes de mí, ¿de acuerdo?

La entrada fue facil. Mantenerme era sencillo. Un montón de tontos con ansias de ser la próxima estrella del rock. Drogadictos, junkies, punketos y otra escoria. Este tipo de gente daría asco en situaciones normales, pero a mí me daba lástima. ¿Acaso sabían que eran carne de cañon? solo basura y nada mas.

Sin embargo los pisos pasaban y el viaje se hacía mas llevadero. ya al final solo quedaba un pasillo largo y esta gente quepoco o nada cuidaba de las salidas... ¿O habría alguien mas?. Une momento de tensión que solo se siente en la cabeza, pues los músculos hace años estan muertos. Podía sentir la preocupación venir a mí, pero no era la primera vez, ni la última en la que me metería en la boca del lobo...

Antes de salir del ascensor activé mi ofuscación 2, para ocultarme del resto. Sin reflejo y sin ser visto al menos sería mas facil. Con la mirada busqué posibles cámaras en el pasillo, y traté de afinar mi oido mientras me acercaba a la puerta del cuarto de seguridad. Tal vez podría ubicarme mejor sabiendo de todos los sitios en los que podían esconderse vástagos...

Unos  ronquidos  fuertes  se escuchan desde donde te encuentras. El guardia que vigila los monitores de las cámaras esta dormido. Algo que nadie ha notado pero puede ser provechoso, si se sabe hacer las cosas bien.

El vigilante patético, dormido. ¿Sabrá a quien protege? ¿acaso le importará lo que sucede a su alrededor? ¿Será consciente del mal que le hace a otros?. Dormido, con la conciencia limpia.

Mis sombras* haran el trabajo por unos minutos. Ellas siempre me acompañan, ellas siempre me apoyan, y mientras ellas me cuiden yo las cuidaré a ella. La habitación se oscurece levemente y el sonido se atenua. Dejemos dormir al vigilante. Mientras tanto, cruzar la puerta con cuidado es mi plan, no tengo por ahora otra cosa en mente, debía mantenerme concentrado...

Pasas por el corredor  usando tus sombras. Es evidente ciertas cosas.1. El guardia tiene unas llaves que puedes quitarle y segundo, es evidente  que en uno de los monitores se muestran algunas de las carceles.  Ves un informe don el nombre de la neonata del informe que es lasombra. Sabes por los monitores donde debes ir, pero no la ves. En otro monitor, que curioso ves al tal Lorenzo pasando por la espalda de un guardia, colandose. Es muy posible que el otro chico este en otra carcel, o lo desconoces. Ciertamente  ves una oportunidad para encontrarte con el tal Lorenzo. Si logras entrar a la carcel donde esta la chica y fingir que tu tambien  fuiste arrestado ahora con tu apariencia de Alejadro Mastropiero, podrias mostrarte afable a su causa y escapar. Sería un buen comienzo.

"Excelente". El camino ya claro y con la meta fijada. Lorenzo estaría de mi parte... O tal vez no...

No importa, es inevitable. Para bien o para mal él es mi primera opción.

Tomo con cuidado las llaves del vigilante. Pensé por un momento en asfixiarlo, un tentáculo desde su garganta... ¿Que me pasa? no, eso no es correcto, no soy yo... debo actuar de mejor manera que estas bestias. Trato de ubicar las celdas y me dirijo hacia allá raudo y veloz. Si diese tiempo ayudaría a la pequeña LaSombra, la sangre del clan por encima de las facciones...

Corres, y conciente de la situación logras entonces meterte en la celda usando las llaves con la apariencia de Alejandro. La chica esta al parecer dormida.

Cuando te acercas se mueve, y abre los ojos de manera confusa.

¿donde estoy?... te mira  mostrandose mareada.... ¿quien eres tu?

En parte cuando la miras  la vez muy debil, confundida, desubicada.

¿Donde esta Natham?

Algo te dice que la intoxicaron, le dieron sangre muerta o envenenada. Está muy debil.

Guardo las llaves en el bolsillo de mi chaqueta junto al libro - No sé quien es Nathan, me pusieron acá y estabas inconsciente - Me hinco y le ayudo a sentarse contra el muro - No parece que estés bien, ¿Recuerdas que te hicieron? - Se notaba que no estaba en todos sus sentidos, lo mejor era dejarla recuperarse. Mientras tanto me levantaba yo contra la reja, buscando alguien afuera, Lorenzo tal vez. No sé si salir era una buena opción. En lo personal dudaba que pudiese salir con ella en ese estado... pero... ¿Valdría la pena? Ella parecía fiel al Sabbat, como muchos otros...

Me volví a ella un momento - mis disculpas por la descortesía. Me llamo Alejandro, Alejandro Mastropiero. No sé qué quieren estos salvajes conmigo, pero dudo sea algo bueno - sus ojos se ven algo apagados - ¿Como te llamas?

Llegan a la puerta, y hablan con uno de los esbirros. El asunto fue un poco complicado,  el  hombre tuvo que ir y volver varias veces, hasta que por fin luego de que Max aclarara que deseaba hablar con él para hacerle una "oferta" el hombre  acepta. Y entran a la casa.  Notan cuando entran que si bien la casa parece ser de un piso el grueso del asunto parece ser subterraneo. Bajan un piso, viendo cantidad de anarquistas con aspecto desagradable mientras luego entran a una oficina, un hombre calvo y  con aspecto fiero los evalua con la mirada.

El hombre estaba  bastante bien armado y  custodiado. No parecia estar inseguro.

¿a quien tenemos aquí?- dice limpiando algo con un trapo sucio, lo que resulto ser un arma- No lo conozco.

Darla - dice tomandose la cabeza- Darla Torrance...

Dice tratando de levantarse.

En ese justo momento un hombre  se acerca a  la Jaula. Lo reconoces. Es Lorenzo.

Veo a una chica, me imagino que debe ser ella, me revelo ante ella y le hago un gesto "shhhh" con el dedo cerca de los labios. Luego le guiño un ojo, eso siempre ayuda. Saco mis herramientas y me pongo a trabajar la puerta.

-¿Debes ser Darla, verdad? Nathan me ha hablado de tí, así que voy a librarte de esos orangutanes. Afuera hay 3, no te separes de mí, ¿de acuerdo?