Partida Rol por web

El grupo siguió las pistas, y al parecer esta vez fueron bien encaminados. Las leyendas debían estar equivocadas, porque si su "séquito" era un grupo de borrachos el líder no podía ser mucho mejor. Paso entre los borrachos, intentando no pisar a ninguno y despertarlo, más por el asco que le inspiraban que por no molestar.

-Hablaré con él. -Accedió ante la sugerencia de Artus, rompiendo así su silencio. -Estoy acostumbrado a tratar con gente de su calaña. Le haré una oferta que no podrá rechazar...

La chica miro a Mago.
Akvahn era verdad? ten cuidado con las sutilezas de tus palabras, pues lo que tu crees que puede ser una invitacion a un dialogo se puede entornar en una disputa con un Ogro en un tienda, te lo digo por experiencia. Si ves bien, te acompañare a tal uso de las palabras, aunque creo que mi presencia ya por si no va a ser muy apreciada por mi servidumbre a la Llama Plateada.

-Gracias por la advertencia, Zhanne, pero creo que os preocupáis en balde... De todas formas las apariencias tienen mucho peso en este tipo de situaciones, que un par me acompañe, aparentando ser mis guardaespaldas.

la exploradora reconoce el aroma a trasgo a metros de la taberna, y tenia claro 2 cosas eran las fauses del lobo donde se metían, y sin muchos recursos que ofrecer, lo mas seguro seria que esto acabara en un derramamiento de sangre.

una vez el pintoresco grupo de aventureros entra por la puerta la exploradora hecha un vistazo tratando de anticipar rutas de escape o escondrijos ya fuera del enemigo o de sus propios compañeros, la mirada de casi avanza impasible por la edificación y escucha las palabras de sus compañeros, palabras, esas son mas afiladas que mis espadas piensa al tiempo que espera que su compañero logre hacer entrar en razón al trasgo en cuanto a que devuelva lo que no es suyo por infantil que resultara la fantasía.

-¿guardaespaldas..?- meditó Artus -Supongo que Cassy y yo podemos hacerlo- agregó tomando la ballesta y dejándola en su mano, oculta tras su capa. Oculta de una manera obvia, el objetivo era que la viesen. No sabía si le saldría intentar aparentar se rudo, pero la chica de aspecto campestre era un torbellino de destrucción, ya lo había presenciado demasiado cerca.

El interior de la taberna no deja mucho que desear. El hedor es mucho mas fuerte, los clientes mucho mas sucios y la bebida no parece distinguirse mucho de cerveza "reciclada". Por no decir del cántico de borrachos que lo adorna todo.

Unas palabras mas tarde, os mandan hacia una habitación posterior.

En ella hay varios trasgos y gran trasgos sentados en una mesa grande. En la mesa hay toda clase de pertenencias robadas, alcohol y comida y en el fondo de la habitación, sobre una especie de trono realizado a base de barriletes de cerveza, un gran trasgo con toca clase de collares, pulseras y anillos de oro.

Ante vuestra presencia todos los trasgoides se quedan callados.

El carnecilla se inclina hacia adelante, reposando su brazo sobre la rodilla.

-¿Que se os ha perdido por aquí?- Dice en una voz muy grave y en lengua común algo rota.

El mago entró en la estancia primero, acordando con sus compañeros que pasaran tras él y se colocaran a cada lado de la entrada, dando sensación de una escolta experta. Mientras el trasgo le hablaba la capucha del mago estudiaba la estancia y a la comitiva del "rey". Después centró su mirada en Magrut, dos pozos de oscuridad que parecían absorberlo todo, incomodando a la gente cuando les mantenía la mirada.

-"Perdido" no es la palabra exacta, más bien "sustraído". Tenéis algo que me pertenece... y no me iré sin él. Si me lo devolvéis rápido olvidaré este incidente. Mi tren saldrá en breve, por lo que tengo prisa.

No estaba claro si era el aura de misterio que había creado antes de entrar pero el carisma que desprendía era intimidante y sobrenatural, como si la encarnación de la parca reclamara un alma por derecho.

La exploradora se mantiene impávida al los humores del lugar, si había metido la mano en el bolsillo de un goblin (vale que se la limpio luego) no le importaba otra cosa mas que no defraudar al grimorío, así que se mantiene firme, las palabras de su compañero son fuertes y le logran sacar una mirada de incredulidad, después de su muestra de poder en aquel tejado, sin embargo no era su misión juzgar, sus manos se mantenían a la altura de la cadera en una pose ligeramente relajada, pero presta a desenfundar en caso de cualquier contingencia enemiga.

Esto le parecia como si hubiera vivido la escena una vez.
Calmad vuestra impetud, Magrut Dhaakan. Nuestra intención no es venir en busca de problemas, solo informacion y si puede ser, adquirir lo que perdimos.

Akvahn se impone con su truco de magia, a los trasgos les parece que todo oscurece y que el mago se vuelve grande como un gigante, con una figura que se alarga por encima suyo mientras suelta palabras amenazante.

Apenas perciben las palabras de Zhanne intentando interceder algo de tranquilidad.

(Solo Artus, Zhanne y Cassy por si Insight)

Spoiler (marca el texto para leerlo):

El hobgoblin balbucea algo, se intenta tranquilizar y vuelve a repetir sus palabras.

-Creo que se a lo que te refieres.- Señala a uno de los goblins con prisas. -Dale esos papeles que han llevado los mocosos.- 

Uno de los goblins entra e frenesí buscando entre los pertrechos robados que tiene delante y al final, nervioso por las prisas acaba cogiendo un fardo y llevándolo a vuestros pies. Entre ellos hay vuestros papeles de viaje, mapas, dinero robado y algunas cosas mas.

-Hoy me siento generoso.- Dice el líder trasgo con voz poco decidida. -Pero no me provoquéis mas y largaos antes de que cambie de opinión.-

Bien, coged los papeles y largamosno de aqui.
Zhanne esperad a la gente en el marco de la puerta hasta que salgan todos.

El mago hizo un gesto con la mano a Artus para que recogiera los documentos y lo que parecía ser las pertenencias del artífice, debía seguir manteniendo aquel aire autoritario y temible que había logrado.

-Sois un líder sabio. No me produce ningún placer pisaros el terreno en vuestros negocios, como tampoco me gusta pasar más tiempo del necesario en este tugurio... -Hizo una leve inclinación de cabeza como despedida. Después dio media vuelta hacia la puerta y se paró delante, esperando a que uno de sus guardaespaldas le abriera la puerta para salir primero.

Artus le pidió ayuda a Cassy con señas, intentando mantener una seriedad absoluta.
Esperó a que se acerque y junto con ella recogió el bulto entero, no solamente lo que habían robado de mis pertenencias.

-Malditos bribones, al menos tendremos alguna compenzación por la pérdida de tiempo- el acto de latrocinio sufrido habia cambiado sus sentimientos radicalmente.

Al poco rato ya estabais fuera con vuestras cosas y unas 150 piezas de oro extra en baratijas robadas. 

La calle seguía tan sucia como antes, pero al menos habíais recuperado la tranquilidad de pensar que podríais subir al tren Orien.

Una vez fuera el mago tomó los papeles de entre las cosas que llevaba su compañero, había tenido suficiente con solo un error.

-Y esta vez seré yo quien lo lleve. Ni que decir tiene que lo que saquemos del nuestra... "indemnización" lo repartiremos a partes iguales una vez encontremos un comprador.

El artífice se dedicó simplemente a recoger su bolsa de monedas, contarlas, para dejar el resto de las baratijas en manos del Shadar-Kai. Si bien no dejaba de ser consciente de su error, ya había pedido disculpas por ello y no pensaba seguir escuchando las palabras del cobarde mago.

-Siempre y cuando no sigas huyendo cuando la situación se torna realmente violenta, shadar-kai- le lanzó a manera de provocación. Para luego bajarse la capucha a nivel de sus ojos y apresurarse a salir de aquellos apestosos barrios.