Partida Rol por web

Seigaku School

Un nuevo comienzo

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03/02/2015, 09:42
Voz narradora

El sol se estaba poniendo en el horizonte mientras Yukino y su familia conducía en dirección a su nuevo hogar. La mudanza había sido casi repentina y empezaría las clases dos semanas después del resto de compañeros. Habían visto la casa donde vivirían por fotografías y lo cierto es que no podía estar ubicada en mejor sitio. Hasta en fotos se respiraba tranquilidad en aquella pequeña ciudad a la que ahora podrían llamar hogar. El calor de septiembre fue haciéndose con la estancia y las leves vibraciones del vehículo fueron amodorrando a la chica que finalmente cayó dormida mientras el sol le guiñaba un ojo, y entonces el coche se convirtió en un todoterreno que fue alzándose más y más hacia el cielo, casi despegando de la carretera... ¿un sol guiñando un ojo y un coche transformándose?

Pronto Yukino se dio cuenta de que las fuertes turbulencias del supuesto todoterreno no eran más que su hermano pequeño intentando despertarla, aún con el pijama y el pelo despeinado:

- ¡One-chan! ¡Oneeeee-chan! ¡Vamos a llegar tarde si no te despiertas!

¡Era de día! Los rayos de sol entraban por la ventana con intensidad, el suave viento removía las ramas de los árboles cercanos y era el primer día de clase. Tal y como habían quedado, Yukino debería llevar primero a su hermano pequeño a su colegio, a diez minutos del suyo. Debería dejarlo allí a las 8:50 para que a ella le diera tiempo a llegar al suyo pues ambas clases empezaban a las 9:00. El despertador descansaba en la mesilla escritorio marcando la hora en un verde intenso. ¡¡Eran las 8:40!!

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03/02/2015, 10:20
Yukino Kazehaya

El viaje había sido agotador y los últimos días de ajetreada mudanza la habían sumido en un sueño profundo y sin sentido, como un bálsamo para sus nervios. La agradable sensación de flotar se vio bruscamente interrumpida por las sacudidas que la devolvieron al mundo de los vivos, producto de la agitación de su hermano.

- ¡Kotaro! - se quejó primero, con voz soñolienta antes de que su cerebro procesara la información de que iban a llegar tarde. Se levantó de forma repentina, con el sueño coleando todavía pero esforzándose por espantarlo -. ¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh? ¿Por qué no has sonado? - había tomado el despertador entre sus manos en busca de una respuesta pero dándose cuenta de que no tenía tiempo para aquello lo dejó y se levantó.

Era una suerte que la noche anterior hubiera dejado todo preparado: su uniforme estaba sobre la silla y la cartera en la mesa. Observó en el espejo su rostro hinchado por el sueño y el pelo enredado, haciendo muecas al ver su aspecto.

- ¡Oni-chan! Vístete ya, ¡nos vamos en cinco minutos! Cogeremos un paquete de galletas y desayunaremos por el camino, ¿vale?

No perdió el tiempo en esperar una respuesta de su hermano, lo empujó hasta la puerta y la cerró tras él, momento en el cuál empezó a vestirse a toda prisa. Acto seguido el sonido de sus correteos por el pasillo, esquivando las pocas cajas llenas de trasto que aún quedaban por el lugar, anunciaron su llegada al baño, donde se lavó la cara a toda prisa, lo mismo que los dientes, y se peinó lo mejor que pudo.

Cinco minutos después estaba en la puerta de su casa, con la cartera en una mano, el paquete de galletas en la otra y echando fugaces miradas al reloj que lucía en su muñeca a la espera de que su hermano hiciera acto de presencia.

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03/02/2015, 10:44
Voz narradora

Por suerte Kotaro no tardó mucho en arreglarse. Aunque con la camisa del uniforme por fuera y el pelo sumamente despeinado, aal menos había logrado ponerse los zapatos acertando cual era el derecho y cual el izquierdo. Tardarían unos once minutos caminando muy deprisa hasta el colegio del pequeño, que iba agarrado de la mano de su hermana por la calle.

Hacía un espléndido día. La gente que pasaba por allí les saludaba con amabilidad mientras los dos subían una cuesta a toda velocidad al mismo tiempo que desayunaban. ¡Menudo primer día! Aunque había que aceptar que la forma física de los hermanos Kazehaya era cuanto menos admirable.

A falta de dos calles y un minuto escaso para llegar a la primera parada de Yukino, observaron algo: un grupo de chicos vestidos con un uniforme diferente al de Yukino, algo mucho más elegante, rodeaban a un perrito abandonado y le molestaban. Se reían y tiraban de su cola, o de sus patas. Kotaro aminoró la marcha, algo más serio que antes pero sin decir nada y aún sosteniendo la mano de su hermana. Desde luego el espectáculo era lamentable.

Notas de juego

¿Qué haces? No te sientas obligada a ninguna acción porque tengo planificado todo incluyendo los diferentes caminos que tomes ^^

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03/02/2015, 11:10
Yukino Kazehaya

Era una suerte que no fuera un día frío o el sudor que empezaba a bañarlos habría concluido con un desagradable resfriado. Caminando cuesta arriba a toda prisa, la gente les saludaba con amabilidad y cierta pizca de curiosidad, aunque ellos apenas tenían tiempo de corresponder el saludo de pasada mientras se precipitaban hacia el colegio de Kotaro.

Ya casi llegaban cuando los dos repararon en aquella escena del perro y los chicos que lo maltrataban. Una oleada de rabia la invadió por el trato injusto, pero aún tenía algo que hacer antes de ocuparse de aquello. Se giró hacia su hermano con una sonrisa.

- Oni-chan, el colegio está ahí delante, ve tú sólo desde aquí, por favor - no iba a permitir que su pequeño e impulsivo hermano se metiera en una pelea con unos adolescentes. Le tomó de la muñeca, y depositó dinero en su mano -. Para el almuerzo - con las prisas de habían olvidado de la comida. Ni siquiera sabía si le quedaría dinero para ella pero por lo menos aún quedaban unas cuantas galletas que le ayudarían a pasar el día -. Pórtate bien, Ko y que vaya bien el primer día.

Le dio un pequeño empujón en dirección hacia su escuela y cuando se aseguró de que el niño empezaba a caminar en aquella dirección su sonrisa se evaporó para convertirse en una expresión seria con la cuál se dirigió hacia el grupo de chicos que molestaban al animal. No los encaró con palabras, no de inicio, en su lugar se hizo sitio entre ellos hasta llegar al perro, al cuál intentó coger entre sus brazos.

- ¿Qué os creéis que hacéis maltratando a un perro que no puede hacer nada para defenderse?

 

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03/02/2015, 11:30
Kotaro Kazehaya

El chico no estaba muy conforme con tener que irse solo al colegio aunque sin duda alguna que los compañeros le vieran llegar solo podría resultar ventajoso. Lo que no le gustaba era la idea de dejar a su hermana allí al lado de aquellos chicos. No obstante, aunque travieso y muy activo, Kotaro era un buen chico y siempre hacía caso de su hermana. Por tanto aceptó el dinero y resignado, pero sin poder evitar mirar un par de veces atrás, se marchó hacia el colegio.

Las risas de los cuatro chicos se esfumaron al instante mientras Yukino lograba alcanzar al perro; no obstante, aunque se habían quedado parados ante la intromisión de la chica, pronto reaccionaron ante las palabras de la chica. El que parecía el lider respondió con chulería:

- Tienes razón, pero tú al parecer sí que podrías defenderte, ¿no?- la sonrisa que exhibió dio bastante miedo.

Los otros afirmaron con la cabeza ante las palabras del chico y pronto Yukino se vio acorralada, pegada a la pared, con el perro entre las manos y cuatro chicos obstruyéndole el paso.

- No te había visto nunca. Y encima vas a la academia Seigaku... permítenos darte una buena bienvenida...

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03/02/2015, 13:34
Yukino Kazehaya

Quizás debería haber pensado remotamente en la posibilidad de que unos tipos que no tenían reparos en maltratar a un cachorro tampoco tendrían en hacerlo con una chica. Pero, ¿habría cambiado algo? Yukino no se hubiera marchado ignorando la injusticia, aunque tal vez lo hubiera encarado de un modo distinto.

En lugar de eso se encontraba rodeada, abrazando al perro contra sí y sintiéndose asustada. Algo que no pensaba demostrar. Miró en derredor, pero sus ojos no pasaban del grupo de chicos que la rodeaba, sin nada que hacer, sin nadie a quien pedir ayuda.

Se quedó callada, pensando, intentando no acobardarse tanto que quedara incapacitada para hacer algo o pensar. Pero aunque seguía con la mente bastante clara, el miedo no era un gran consejero.

- Encantada de...conoceros - había fingido cierta sumisión al empezar a hablar pero el brillo en su mirada la hubiera delatado si no la hubiera bajado justo hasta el momento en el que acabó la frase. En aquel momento su pierna derecha se alzó con toda velocidad, apuntando el pie hacia la entrepierna del más cercano, dispuesta a saltar sobre él y correr como una loca si tenía éxito.

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03/02/2015, 13:56
Voz narradora

La patada fue tan directa y pilló tan desprevenido al chico que no pudo más que gritar, encogerse y tirarse al suelo. Al parecer el plan de Yukino había surtido efecto; no obstante, no del todo. Antes de poder escaparse como había previsto, dos de los tres chicos restantes le cortaron el paso. Tenían más cuerpo que ella y la chica, al chocar, no pudo más que caer al suelo.

- ¡Mira lo que le has hecho! ¡Eres una...!

El chico que hablaba justo levantaba la mano para dirigirla a la de Yukino, pero una nueva persona apareció por detrás de improviso sosteniendo el hombro del chico:

?:- No... seáis... ¡cobardes!

En cuanto se hubo girado el agresor de la chica, el nuevo le dedicó un puñetazo en toda la mandíbula. La pelea empezó. Era un tres contra uno mietras Yukino sujetaba al perro y el otro chico seguía retorciéndose de dolor en el suelo. No obstante, no parecía estar en especial desventaja. El chico era bastante más alto que los otros, más fuerte y se movía con agilidad. A los pocos minutos los cuatro quedaron tirados en el suelo sin poder moverse.

El chico nuevo echó un largo suspiro, sin parecer percatarse de la presencia de Yukino. Se miró el uniforme, correspondiente al mismo colegio que la chica y chasqueó la lengua:

- Tsk... ya me mancharon estos capuyos. Otra tarde de castigo.

En verdad tenía el uniforme descolocado y la camisa blanca llena de gotitas de sangre y barro. Además, tenía un par de arañazos en la cara y pronto le saldría un pequeño cardenal.

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03/02/2015, 14:39
Yukino Kazehaya

No había funcionado. Era en lo único que podía pensar mientras sus huesos daban contra el suelo, aún abrazada al cachorro que temblaba contra ella. ¿Qué más podía hacer? No había ninguna idea salvavidas acudiendo a su mente, nada que fuera a ayudarla. Tragó saliva de forma visible cuando se dio cuenta de que iban a pegarle. Toda su entereza se evaporó en aquel instante, bajando el rostro para evitar el golpe que iba directo hacia su cara, pero el golpe no llegó.

Tal vez, visto desde fuera, parecía que Yukino se había encogido sobre sí misma para proteger al perro, pues en lugar de dejar al animal y alzar las manos para protegerse seguía manteniéndolo contra sí. Pero las manos que tan fuertemente sujetaban al cachorro estuvieron apunto de aflojarse por el alivio cuando escuchó la voz del chico que llevaba el mismo uniforme que el del colegio al que ella iría.

Alzó el rostro, congelada ante la pelea que parecía estar ganando el otro. Es muy fuerte, pensó sorprendida, ¿será de una pandilla? Por fin el combate se resolvió a favor del chico y ella no tardó en levantarse del suelo con un suspiro de alivio. Observó al muchacho, que aunque no parecía realmente herido tenía alguna magulladura y un poco de sangre saliendo de sus arañazos. Acomodó al cachorro en un brazo mientras en el otro rebuscaba en su mochila.

- Muchas gracias por ayudarme - agradeció con una amplia sonrisa, sin que el miedo que aún le aceleraba el corazón apareciera en su semblante -. Ah, estás sangrando...toma - comentó a la vez que el tendía el pañuelo para que se limpiara. No había nada que pudiera hacer en cuanto a su ropa -. ¿También vas Seigaku? - sus cejas se juntaron repentinamente con cierto azoramiento al recordar que no se había presentado, algo que se apresuró a corregir con una leve inclinación -. Me llamo Kazehaya Yukino, mucho gusto.

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03/02/2015, 15:13
Kunimitsu Tezuka

El chico pareció sorprendido de que la chica se dirigiera a él. Casi parecía como si no se hubiera vuelto a acordar de su presencia o como si ni siquiera hubiera caído en ello. Le sacaba bastante de altura, pero aún así, Yukino pudo notar la sorpresa más acentuada en su cara, casi ruborizada, a causa del ofrecimiento del pañuelo.

- Etto... Gracias.- la miró unos instantes y acarició al perro que le lamió la mano con agradecimiento mientras se llevaba, titubeante, el pañuelo hacia la herida.- Kunimitsu Tezuka.- se presentó.- Tercero de Seigaku. Clase-B. No te había visto nunca por allí.

Hablaba con amabilidad mientras recogía la mochila bandolera y se la colgaba en diagonal. Era algo serio al parecer, como si no estuviera muy acostumbrado a relacionarse con las personas, pero al mismo tiempo actuaba con tranquilidad; parecía que no se hubiera pegado con aquellos tipos y solo se hubiera encontrado con una chica nueva de camino al instituto, al que, ante el sonido de las campanas, ya llegaban tarde.

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03/02/2015, 16:41
Yukino Kazehaya

Una leve sonrisa elevó la comisura de sus labios. Qué chico tan raro. ¿Se había ruborizado porque le había dado un pañuelo? Al principio le había parecido sólo un tipo problemático pero ahora no estaba tan segura, por no decir que tampoco estaba en demasiada disposición de juzgar cuando la había salvado, ¿no? En realidad, se dijo, debía ser un buen chico.

- ¡Oh, eres mayor que yo! Entonces serás Kunimitsu-sempai - mayor, ¿eh? No tenía pinta de ser un gran estudiante no...Ni siquiera pudo concluir con el hilo de sus pensamientos cuando la campana empezó a sonar -. Qué mal. Soy nueva en la ciudad y hoy es mi primer día y llego tarde...¿vienes? - echó a andar hacia el colegio, suponiendo que el chico la seguiría, cuando se dio cuenta de que aún llevaba al cachorro -. ¿Y qué voy a hacer contigo, pequeño? Ahora no puedo llevarte a casa... - lo alzó ante sí, buscando algún collar que indicara que tenía dueño.

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03/02/2015, 22:17
Kunimitsu Tezuka

Miró hacia el cielo en dirección de donde provenía el sonido de las campanadas sin mucho interés. Parecía que no era la primera vez que se encontraba en aquella serie de circunstancias. Continuaba con la mano en los bolsillos mientras caminaba al lado de Yukino, a quien miró de reojo cuando se dirigió al perro.

Lo cierto es que ya se estaba dirigiendo a salvar al perro cuando observó que la chica se metía también. Le gustaban los animales y no le gustaba que gente tan imbécil como aquella se aprovechara de la debilidad de los demás.

- Buena patada, por cierto. Creo que a ese imbécil se le quedará la voz bastante aguda.- Luego se paró. Una chica nueva del colegio llegando tarde porque salvó a un perro. Alzó las manos y cogió al perro que siguió lamiéndole las manos contento y se dejó llevar- Conozco un sitio donde puede estar bien. Tú ve a clase, Kazehaya-san.

No era una orden, sino un ofrecimiento. A pesar de la altura, de que estuviera lleno de heridas y con un aspecto algo brusco, las palabras del chico sonaban casi como avergonzadas. ¡Si hasta se podría decir que estaba algo ruborizado! Aún así la seriead de sus facciones no cedió.

- Será mejor que no llegues muy tarde...

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04/02/2015, 10:29
Yukino Kazehaya

Sonrió cuando el chico tomó el perro de entre sus manos e hizo el comentario sobre la patada, observando el extraño sonrojo que se extendía por sus facciones. Qué raro era.

- ¿Sí, verdad? Yo también lo pienso, aunque la verdad es que mi plan no funcionó demasiado pues quería escaparme por encima suyo pero no me dejaron irme, jaja... - su rostro mostró en parte su azoramiento, aunque su sonrisa sólo se aflojó un poco -. Creo que me hubieran pegado sin importar que sea una chica si no hubieras aparecido, Kunimitsu-sempai - acarició la pequeña cabecita del cachorrillo, sin parecer en absoluto turbada por la cercanía del joven -. Te buscaré luego para ver cómo está Kiri-chan, ¿vale? - al parecer, ya había bautizado al perro -. Me voy, ¡gracias por todo!

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04/02/2015, 10:40
Voz narradora

Tras despedirse de Tezuka, Yukino corrió para intentar llegar cuanto antes a clase. Encontró muy fácilmente el colegio, comprobando que era un extensión enorme compuesta por pistas de tenis para el club de tenis, un gimnasio, las pistas de baloncesto para el club de baloncesto incluyendo un pabellón exclusivo para ello- eran los dos deportes más populares del lugar ya que el instituto se caracterizaba por el gran equipo que tenía en ambas acitvidades- un patio enorme con jardín incluído y bancos, y un edificio gigantesco. Lo cierto era que para encontrarse lejos de Tokio, el lugar no estaba nada mal.

Entró aún corriendo en el lugar sin pararse mucho a observar y continuó buscando su aula. En el primer piso no estaba... en el segundo tampoco... en el tercero... ¡PLAF! Al cruzar una de las esquinas chocó con alguien estrellando su cabeza con lo que parecía el estómago de la otra persona a la que se le escuchó un leve quejido de sorpresa. Se trataba de otro chico* tambien bastante alto pero con un tipo de porte diferente al de Tezuka. Vestía con elegancia, corbata bien anudada, camisa por dentro, jersey bien planchado y chaqueta en mano. Era también más alto que Yukino y su expresión era tranquila aunque no expresaba más que seriedad y rectitud:

- Está prohibido correr por los pasillos. ¿Y qué hace una chica de segundo o primer curso en el piso de los de tercero?

Notas de juego

* no van a ser todo chicos, tranquila jajajja, pero es el que más pegaba para ser presentado en esta ocasión jajajaja.

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04/02/2015, 12:35
Yukino Kazehaya

Estaba gratamente sorprendida ante el colegio. Lo cierto era que sólo había podido ver fotos por internet y en los tres días que llevaba en la ciudad sólo había tenido tiempo de acercarse a ver la fachada dando un paseo pero no había entrado, ni siquiera se había asomado para darse cuenta de lo grande que eran en realidad. Inmediatamente se dio cuenta de que le gustaba.

E inmediatamente se dio cuenta también de que hubiera necesitado llegar por lo menos diez minutos antes de la hora para no perderse. ¿Dónde estaba su aula? Era incapaz de encontrarla y el tiempo seguía corriendo. ¿Cuánto tiempo llevaba de retraso? ¿Diez minutos? Un ominoso bochorno se estaba apoderando de ella a medida que el minutero de su reloj avanzaba, anticipando con vergüenza el momento de entrar a clase. El primer día y llegaba tarde, los profesores la tacharían de irresponsable y sus compañeros quién sabía de qué.

De repente, mientras seguía buscando algo desesperanzada por el tercer piso, chocó de bruces contra otro chico. ¿O sería un profesor? Un breve rubor le cubrió el rostro al pensar en la segunda oportunidad.

- ¡Lo lamento mucho! - se inclinó hacia delante en una profunda reverencia -. Es mi primer día y me he perdido, no encuentro el aula y ya voy tarde así que...¿Estás bien? Espero no haberte hecho daño.

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04/02/2015, 14:31
Kototsu Eiji

Por muy sorprendente que pudiera parecer, el chico le dedicó una leve sonrisa, lo que relajó la atmósfera. Se puso la chaqueta mientras se dirigía a ella:

- Debes de ser la alumna nueva. Kazehaya Yukino.- la seguridad con que había identificado a la chica era sin duda alguna sorprendente- Kototsu Eiji, Kaicho del seigaku. Tercer año. Clase-A. Acompáñame. Te guiaré hasta tu aula.

A pesar de que era super tarde, Kototsu continuó caminando con tranquilidad por los desérticos pasillos. No volvió a mirar a Yukino a la cara, pero su voz sonaba menos autoritaria que antes.

- El tercer piso corresponde a los de tercer año, el segundo a los de segundo y el primero a los de primero. La cafetería se encuentra en el piso bajo y las diferentes aulas, laboratorios y talleres en el resto. Ya te acostumbrarás. También te aconsejo que entres cuanto antes en un taller: literatura, baloncesto, tenis, ajedrez, cocina, matemáticas, teatro... hay muchos donde podrás elegir. El plazo termina en dos días.

Mientras hablaba habían descendido al segundo piso y girado hacia la derecha. Continuaron hasta llegar a la clase "2-A" a la que el chico llamó y antes de abrir:

- Con permiso.- toda la clase estaba mirando hacia la puerta donde estaban. La profesora identificó a Eiji- He acompañado a su nueva alumna. Se había perdido- muchas chicas en el interior empezaron a cotillear. Probablemente él sería mayor foco de atenciones que Yukino, ¿o no?.

Profesora:- Muy amable.

Tras un gesto respetuoso, el presidente del consejo estudiantil del Seigaku se marchó sin dirigirse ni una vez más a Yukino.

Profesora:- Pasa, no te preocupes. No es la primera vez que alguien nuevo se pierde.- comentaba con amabilidad- Incluída yo cuando llegué por primera vez aquí.- admitió.- Soy la profesora Hanataro. Ven frente a la clase y preséntate. Luego podrás elegir el sitio que prefieras de los que están libres.

Había tres sitios libres. Uno de ellos al fondo en un pupitre pegado al de una chica que saludaba a Yukino con simpatía y de forma enérgica mientras señalaba al mismo tiempo el pupitre:

Otro sitio libre al lado de un chico igualmente energético, esta vez colocado al lado de la ventana que daba al patio de deportes:

Y otro al lado de una chica que no parecía muy interesada en levantar la vista del libro. Tenía la cara casi pegada a las páginas. ¿Sería antipática o simplemente extra tímida?

Notas de juego

You choose ^^

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04/02/2015, 15:10
Yukino Kazehaya

El hecho de que fuera alumno en lugar de profesor la relajó un tanto pero no demasiado. Seguía respirándose un aire de rígida profesionalidad que no le gustaba, sintiéndose juzgada aún sin saber si el chico realmente lo estaba haciendo o no. De algún modo le parecía que era imponente, aunque su presentación aclaró el motivo.

- Muchas gracias, Kototsu-sempai, lo recordaré - en realidad tampoco eran unas instrucciones difícil, antes lo contrario pues resultaba un esquema bastante obvio. Era una desgracia la falta de indicaciones de las que adolecía aquella preparatoria -. Lo tendré en cuenta - musitó con vaguedad ante la sugerencia de apuntarse a algún taller, sin comprometerse a nada. Lo cierto era que hubiera deseado tener más tiempo para pensarlo, en aquellos momentos empezando en un nuevo lugar totalmente desconocido no le gustaba la idea de tomar una decisión tan precipitada sin saber aún nada ni de la gente ni de los talleres.

Por fin llegaron a su aula donde, para su gran alivio, la profesora que enseñaba resultó ser una mujer comprensiva y amable que no pareció dar mayor importancia a su retraso. Por su parte, Kototsu se retiró sin decir nada más, provocándole la impresión de estirado, ¿o tal vez retraído?

- Lamento la tardanza - dijo cuando se vio ante toda la clase, haciendo una reverencia formal, sin permitir que su nerviosismo saliera a flote y esbozando una sonrisa cordial -. Mi nombre es Kazehaya Yukino y acabo de mudarme de Tokio con mi padre y mi hermano menor, por favor, cuidad de mí.

Pronto se quedó observando los tres sitios vacíos - ¿tres? ¿con el curso a medias? - y la chica que le saludaba con extrema simpatía. De algún modo le parecía que lo último que necesitaba era una chica que por curiosidad se pasara toda la clase haciéndole preguntas y posiblemente no quedaría demasiado bien si se sentaba directamente al lado del chico así que acabó por decidirse por la última posibilidad, yendo a sentarse al lado de una chica que no parecía mostrar ningún interés en su llegada.

- Hola - murmuró por lo bajo a la vez que le echaba un vistazo a la cubierta del libro de su compañera para saber qué era lo que estaban dando en aquel momento.

- Tiradas (1)
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04/02/2015, 16:02
Aoi Haruka

La chica se puso aún más colorada de lo que ya estaba al comprobar que Yukino se fue a sentar a su lado, claramente decepcionando a los dos chicos tan entusiastas que habían estado llamando su atención.

- Hola...

La voz fue casi inaudible y de hecho la chica no volvió a dirigirse a la chica hablando en todo el rato. Al ver la pasta del libro, Yukino pudo comprobar que se trataba de Matemáticas. La compañera la ayudó señalando la página en la que estaban con un tímido dedo índice.

Fueron dos horas en las que no pararon de hacer problemas y más problemas y quizás por ello el tiempo pasó muy deprisa. Como era nueva, la profesora no quiso molestar a la chica haciéndole preguntas; no obstante, parecía agradecida de que Yukino se hubiera sentado con aquella chica.

En el descanso de aquellas horas en las que las chicas se quedaban en el aula para cambairse de ropa e ir a gimnasia, la chica enérgica acudió a Yukino:

- Ne, Haruka-san, no seas tan tímida...- le dijo a la chica tímida que se escondió más aún entre el libro. Claramente noestaba acostumbrada a tanta atención.- ¡Hola! Soy Hayane. Encantada de conocerte Yukino. ¿Qué tal las primeras clases del día?

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04/02/2015, 21:48
Yukino Kazehaya

¡Qué chica tan tímida! Pero por lo menos era agradable eludir la curiosidad durante un rato más mientras podía centrarse en los problemas que estaban haciendo. Lo cierto era que empezar en un nuevo lugar, en segundo año de preparatoria y cuando ya hacía días que habían empezado las clases era complicado, la hacía sentirse retraída.

Se llevó el lápiz a la barbilla con ademán pensativo. ¿Cómo debería actuar? No quería que pensaran nada raro pero, ¿cómo evitarlo? En aquellos momentos no lo tenía nada claro. La naturalidad le parecía antinatural. Ahogó un suspiro. Tarde o temprano se conocerían bien y dejaría de ser un problema pero aquella primera impresión que pudiera causar la ponía nerviosa.

Por fin hubo el cambio de clase, agradeciendo que la siguiente clase le permitiera quemar su nerviosismo con actividad física. Por lo menos, no estaría tan descentrada. Aunque eso de que no tuvieran vestuarios era un rollo, pensó mientras se cambiaba. Sin darse cuenta, la chica que antes la había saludado llegó hasta ella.

Vaya, pobre, pensó al ver cómo increpaba a la chica tímida sin ningún tipo de tacto. Le dirigió una sonrisa de ánimo a a tal Haruka, sintiéndose algo culpable: claramente habían ido allí, perturbando su paz, por ella, la novedad del lugar.

- Mucho gusto - ¿Hayane? ¿Era su nombre o su apellido? La chica parecía tomarse excesivas confianzas llamándola por el nombre. Era un poco incómodo -. Bien, me gustan las matemáticas aunque aún tengo que acostumbrarme a tanto cambio y es complicado concentrarse con tantas cosas nuevas.

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04/02/2015, 22:36
Kunimitsu Hayane

La chica le sonrió con simpatía mientras le enseñaba cómo colocarse los pantalones de gimnasia sin que se viera nada mientras las demás chicas de la clase charlaban de forma amistosa al tiempo que se cambiaban.

- No te preocupes. Seguro que te acaba encantando esto. En esta clase todos nos llevamos muy bien y estoy segura de que encajarás; además, has llegado con Kototsu-sempai. ¡Mínimo te has ganado las amistades de todas las chicas de la clase!- ¿y ella? ¿Ella también se habría acercado si Yukino hubiera aparecido sola? Realmente Hayane parecía una chica abierta y amable. Tampoco habría razones para dudar de ella.- La chica rubia es Mei. Somos hermanas y ella es la kaicho de la clase.

<< Sale con aquel chico de allí, Momoshiro Takeshi. Es popular porque pertenece a los titulares del equipo de tenis del colegio>>.

<< El chico que también te avisaba par que te sentaras a su lado es Kikumaru Renji, el mejor amigo de Momoshiro-kun, las dos chicas de allí son amigas mías desde primero. La chica con la que te has sentado se llama Aoi Haruka. No ha cruzado dos palabras seguidas con nadie desde que la conozco. El de allí que se ha marchado solo es a Tachibana Yamato. Solitario y nuestro poeta particular. O eso dicen porque apenas habla con ninguna chica. Todo lo contrario a nuestra estrella: ¡Otoya-Kun! Supongo que le conocerás. Es muy famoso por sus canciones por internet y sus pinitos como modelo.>>

(YAMATO)

(OTOYA)

Una vez cambiadas, salieron todas en grupo para ir hacia el patio, donde les esperaría la profesora de gimnasia.

- Si hablo mucho dímelo. La gente suele decírmelo muy a menudo. Quizás por eso prefieren la compañía de Mei, ella es más calmada y sin duda mejor estudiante. Lo cierto es que nos parecemos poco.- no parecía importarle el admitit que su hermana fuera mejor que ella.

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05/02/2015, 09:38
Yukino Kazehaya

- Oh, ah...

Sin comerlo ni beberlo se vio asediada por una serie de presentaciones que sería incapaz de recordar. ¡Demasiados nombre o apellidos! Sin embargo la chica, la tal Hayane, parecía así de natural, parlanchina, un tanto irrespetuosa, pero con buena voluntad, aunque debía decir que la mención de Kototsu no la dejaba indiferente. ¿Se acercarían a ella sólo para saber por qué habían llegado juntos o por verdadero interés en conocerla? Tampoco es que hubiera mucho que explicar acerca de su encuentro.

- Mucho gusto en conoceros, espero que seamos amigos - dijo con menor formalidad que las veces anteriores, saludando a los que tenía cerca -. Aunque no sé si seré capaz de recordar vuestros nombres todavía, es mucha información - seguía sin tener claro lo del incesante parloteo de la chica, pero por lo menos estaba claro que sería una fuente inestimable de información y ella tenía muchas preguntas, aunque no sabía cómo formularlas -. ¿Así que Kototsu-sempai es apreciado? - tanteó con curiosidad.

¿Por qué sería? Vale, el chico era apuesto pero tampoco le había parecido tan deslumbrante. Nunca entendería el amor a primera vista o la fijación que sentían la mayoría de chicas de su edad por algún chico al que idolatraban desde lejos sin conocerlo siquiera.