Partida Rol por web

Yoruichi te adelanta en un primer momento pero se atreve a mirar hacia atrás y tiene que esquivar una rama que casi se traga al volver a mirar hacia delante y por eso pierde la ventaja que llevas tu durante un buen rato, hasta que vuelve a hacer un esfuerzo y coge algún ataco poniéndose a la par un poco por delante, pero tú no estás dispuesta a perder, desde entonces no paras de sacar ventaja y más ventaja. Lo único que la libra de una victoria aplastante es el último esfuerzo que hace. 

Ganas con contundencia y ella chasque la lengua.

Y al fondo están ya las cuatro casas más significativas de toda la Sociedad de Almas. La que está más alta, siempre vigilante, la mansión Shihöin.

-Ya sé que regalarte para tu cumpleaños...jijiji...un bastón.

Miro las casas, lo cierto es que siempre son una gran visión.

-¿Quienes estarán en nuestra contra y quienes no?

- Esa es una buena pregunta. Pero que muy buena. Sin embargo, me temo que eso tardaremos en averiguarlo y mejor que no sea por la teoría de prueba y error. Vamos.

Se coloca la ropa bien quitándose el polvo y comienza a caminar, recta. Ahora ha cambiado de actitud quizás porque piensa que os pueden estar observando. Ahora la sensación de una auténtica noble. Orgullosa, altiva, segura de sí misma. Hermosa. 

El sol está poniéndose en estos instantes. Mejor será que lleguéis antes de que se oculte del todo.

- Recuerda que debes hablar con respeto siempre. Y no uses tu ironía.

Ains...

Me coloco bien la ropa, para desentonar menos a su lado. Camino junto a ella.

-No prometo nada. En realidad creo que una cierta purga de elementos tales como nuestro querido tío...que los hay en todas las familias, no iría mal...

Y finalmente llegáis a la zona de las casas. Y asombrosamente quien os está esperando es el propio bisabuelo, sin nadie más. Ni séquito ni nadie que pueda defenderle. Aunque no hay mejor defensa que la que se hace uno mismo.

- Bienvenidas, Reena y Yoruichi. Os estábamos esperando. Casi llegáis las últimas. La puntualidad es importante. Ya lo sabéis. Seguidme.

Se da la vuelta y comienza a caminar hacia la casa. 

Algunos trabajan en los terrenos. Otros pasean y hablan. Y apoyado en un árbol, ahí está él. ¿Pero no le habían desterrado? 

Yoruichi:- Ignóralo.

Bisabuelo:- ¿qué tal en el Seireitei?

No aparto mi mirada del tío, igualmente amenazante que la suya.

-En el Seireitei todo bien y tranquilo. A excepción de la visita de ciertos primos para atacarnos. Por lo demás todo bien, como siempre.- tampoco me molesto en bajar la voz.

-¿Y por aquí?

- Tan normal como aquel invierno que pasasteis hace tiempo.

Continúa caminando. Entráis en la casa que recuerdas muy bien. Suelos marmóleos, paredes repletas de escudos Shihöin, retratos... etc

- Ya sabéis por qué estáis aquí. Debéis demostrar que sois más que aptas para ser Shihöin y que podríais llevar el peso de la familia llegado su momento. Las pruebas comenzarán mañana.

Yoruichi:- Mentira. Las pruebas ya han comenzado.

Silencio.

Bisabuelo:-Muy astuta, Yoruichi. 

-¿En qué consistirán esas pruebas que comenzarán mañana?

¿En purgar elementos indeseables? El fuego purga muy bien...

- Combate, aptitudes artísticas, etiqueta, decisiones, inteligencia...

Yoruichi:- Vamos. Todo lo que se te ocurra divertido no?

Bisabuelo:- Compórtate, Yoruichi. Sé seria.

Yoruichi:- Haaai.

LLegáis a la que será vuestra habitación.

Bisabuelo:- Ahí tenéis la ropa que debéis llevar. No es muy diferente a la de los shinigamis. Solo que roja. Os dejaré a solas. La cena es en media hora.

-mmm ¿Por qué no pones las de combate las primeras? Mato a los rivales y ya está...no hay competición...

Le comento al bisabuelo mientras entramos a la habitción.

- Nadie debe matar a nadie, Reena. Te dejas llevar demasiado por la furia. Somos familia, y actuaremos como tal.

Sin más se marcha.

Yoruichi comienza a cambiarse.

Yoruichi:- Agh... odio estas ropas... las mías están mucho mejor.-pero encima se pone la chaqueta de siempre. Bueno, la de siempre la tienes tu. Más bien una nueva muy parecida.- el rojo no sienta bien con mi pelo.

-Ni con el mío.

Me cambio también.

-No esperes que en los combates me contenga lo más mínimo...si no son capazces de aguantar mis golpes, no es mi problema.

Lo tengo muy claro.

- Haz lo que quieras. Al menos en algo ganaremos. En lo demás no estoy yo tan segura. Las pruebas del bisabuelo suelen ser bastante extrañas. Además, aquí todo es tomado en competición y él lo valora. Así que.. es una competición contínua.

Termina de vestirse.

- Creo que deberíamos hacer guardias. No me fío. Quizás tuvimos que traer al chucho.¿Estás lista?

-Claro. Vamos.

-Y no me parece mal lo de las guardias la verdad.

Me estio para comprobar si la ropa me estorba o no.

Salís juntas de ahí y os dirigís hacia la sala comedor. No sois las últimas en llegar, pero tanto Kiros, como el pelirrojo y Leo están ahí, sentados en el suelo frente al plato. Rectos. No os miran.

El tío está al lado de Leo, vuestros padres frente a ellos. Luego hay dos mujeres más. Se presentan como Phelis y Barnet.

No son hijas del tío. Pero tampoco hay ningún hermano más allí.

Presidiendo la "mesa" está el bisabuelo.

Vuestros sitios libres están al lado de vuestra madre y hay aún dos sitios vacíos uno a cada lado de las dos chicas.

Bisabuelo:- Parece que llegan tarde. Pero aquí la puntualidad es importante. Podéis comenzar a comer.

Tanto el pelirrojo como Kiros sonríen divertidos. Leo está emocionado con la cena.

Salvo para saludar levemente a mis padres, no abro la boca. Excepto si se me saluda, que lo devuelvo.

¿Qué habrá de comer? Me muero de hambre la verdad....

Plato tras plato, vas comiendo y eligiendo bien tus acciones. Estar callada, recta, mirando al plato y comiendo sin avaricia. Eso sí, la comida es escasa prácticamente así que pasarás hambre esta noche.

Todo está en silencio. Y apenas se escucha nada. Nadie más aparece. Los asientos libres continúan así.

Ya en el postre, cuando los criados se llevan los platos y traen el postre , Kiros se atreve a hablar.

- ¿Cómo está la herida que te hiciste por accidente, prima?

Yoruichi tarda en responder. Ni siquiera le mira, lo que hace parecer que no se ha dado por aludida. Aunque termina respondiendo antes de llevarse el primer trozo de postre a la boca.

Yoruichi:- Lo siento, no se debe hablar con la boca llena.

Sonríe, el pelirrojo también. Este último te mira y te guiña un ojo.

Pelirrojo:- ¿Qué tal el viaje, Reena?

-Con menos molestias que otros que he hecho, gracias por preguntar.

Comienzo con el postre.

.....tengo hambre......

Leo no es capaz de mantener los modales y con su típico descaro pide más para comer. Su padre le da una colleja.

Tío:- Compórtate.

Por su parte, el pelirrojo ríe divertido. Las otras dos chicas, con muy buenos modales, deciden no meterse en vuestros asuntos, aunque la mirada que se echan la una a la otra significa que tienen muchas ganas de hacerlo.

El bisabuelo permanece callado y sin mirar a nadie.

Al fin, cuando ya es el momento del té, llegan las dos personas restantes que no se sientan, sino que se arrodillan enfrente del bisabuelo. Puedes notar que tienen cortes, heridas y la ropa rota.

Ambos:- ¡Lamentamos llegar tarde!

Puedes escuchar a tu madre decir por lo bajo

Bisabuelo:- Los hermanos no se pelean. Sentaos. Os habéis quedado sin cenar.

Kiros sonríe con suficiencia y el tío también. Parece que lo tienen todo controlado. 

Bisabuelo:- Dinos, Reena, ¿qué té deberíamos tomar? ¿rojo, verde o normal?

Ya que voy de rojo...por qué no té rojo...

-Rojo, bisabuelo.

¿Y estos quienes son?