Partida Rol por web

Sekai no Yuusha

¡Despierta, héroe! - El Heraldo de la Guerra

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22/07/2021, 23:43
Cao Jiang Li

La joven de actitud rebelde no tardó mucho en salir de su habitación, tan sólo para llevar la mano a los cuernos que ahora decoraban su cabeza. – Mm… Tendré que acostumbrarse. – Dijo con simpleza, recordando que siempre podría usarlos para darle un cabezazo a alguien si debía de hacerlo. No obstante, su mano derecha no perdió tiempo en descender y tocar la larga cola que ahora su cuerpo poseía. Ciertamente, había adquirido las características de una especie de hibrido de dragón, o bien lo clásico de un demonio. No sabía si aquello podría darle problemas, pero no había duda de que parecía algo… interesante. No podía negarlo, siempre había querido tener una cola como su personaje en Final Fantasy XIV Online. – Au’Ra por siempre. – Dijo en voz baja, contenta por ello, sin dudar en defender a muerte su raza preferida. Todavía no podía comprender a los que habían elegido a la raza de los hombres gato. Todos sabían que eso era aburrido y muy genérico. – Herejes. – Se echó a reír, divertida, al percatarse de que estaba teniendo aquel debate de gustos con su propio cerebro. Debía de estar nerviosa, o bien deseaba pensar un poco en la vida que había dejado atrás. No estaba segura de que las cosas fueran a ser tan buenas en aquel sitio.

Sea lo que fuera, optó por continuar su camino hacia donde suponía que debía de ser la salida del palacio. Aquella enorme construcción era como un maldito laberinto, aunque la localización, de los aposentos del sultán, pareció ser bastante obvio, en cuanto su mirada se concentró en el gran portón dorado. – Bueno… a alguien le gusta ostentar. – Silbó con cierta sorpresa, al imaginar lo grande que debía de ser el sitio en el que aquel sujeto solía descansar. Por un momento se preguntó si tenía una cama lo suficiente grande como para tener a varias de sus amantes, algo que Jiang Li no ponía en duda. No obstante, le sorprendió notar la actitud de algunas de las personas con las que se cruzó en el camino. Era como si le tuvieran miedo. ¿Sus cuernos y aquella cola que poseía en su cuerpo? ¿O era el hecho de que fuera una heroína invocada? No estaba segura, pero ciertamente no era la imagen que quería dar. Anteriormente la habían recibido de buena manera, pero ahora la trataban como si fuera una bomba a punto de estallar. – Raro… - Masculló de mal humor, optando por continuar caminando, e intentar no perderse en el intento.

De cualquier modo, no tardó mucho en llegar a lo que parecía ser la salida del palacio. Sin embargo, alguien le llamó la atención con rapidez, para luego expresar las ordenes del sultán. Como era de esperar, la joven heroína afiló la mirada, sin gustarle demasiado que le negaran su libertad de esa manera y… Espera… ¿Había criticado su vestimenta? - ¿Qué tiene de mala mi ropa? – Preguntó con un ligero cabreo en su voz. Eso sí que no le gustaba. No obstante, no se demoró en intentar calmarse. No era la culpa del guardia, sino del que había dado las ordenes. – Primero… Quiero pasear por la ciudad, y obtener algo más de información sobre este mundo. Regresaré luego. – Declaró en un tono neutral, no queriendo mostrarse demasiado hostil con aquel sujeto. No tenía la culpa. – Segundo. No pienso cambiarme mi ropa. – Bueno, en realidad, tendría que hacerlo en algún momento, ya que no tardaría en coger algo de olor. Ni siquiera había podido darse un baño. Aún así, no le gustaba que le dijeran lo que debía de hacer. – Dile al sultán que sólo saldré a pasear. La ropa se queda hasta que encuentre otra cosa que me guste. – Se encogió de hombros con total indiferencia. – Ahora. Déjame pasar. No soy la prisionera de nadie. Regresaré más tarde. – Afirmó esta vez con un tono frío. Era un guardia armado, sí, pero eso no quería decir que no la fuera a cabrear con esas palabras.

- Tiradas (2)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d6

Resultado: 2 [2]

Motivo: Percepción

Tirada: 1d6

Resultado: 1 [1]

Notas de juego

Los mejores dados ever xDD

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23/07/2021, 10:32
Guardia de Dunair

El pobre muchacho allí apostado a cuidar el portón, ¿Qué culpa tiene él de las ordenes de sus superiores? Encima que le pongan en esa situación... Y es que al mínimo indicio de agresividad de la mujer, el hombre levanta las manos completamente acojonado y da un paso hacia atrás, sin querer buscarse problemas con ella. -¡P-Por favor, tiene que entender! ¡S-Su excelencia me mata si la dejo salir así!- Suplica el guardia, casi lloriqueando y... Bueno, dando una total vergüenza en lo que respecta a ser un guardia de palacio. -D-Dijo que sería muy notorio si ven a alguien vestida como usted y... Podría traer problemas... C-Con gente indeseada, verá...- Trata de explicar y explicar pronto las razones del por qué de esa petición, aunque claramente sin mayor confianza que antes. El pobre tipo únicamente buscaba algo de comprensión, pero se nota que no le va a plantar cara si lo que desea es pasar de todos modos. En resumen, es una mierda de guardia.

Notas de juego

... Y eso que la dificultad era bajísima. Joder. xDDD

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24/07/2021, 07:17
Cao Jiang Li

Jiang Li afiló la mirada nuevamente al escuchar el razonamiento del guardia, quien no tardó mucho en levantar las manos, dejando en claro que no pretendía atacarla ni nada parecido. – Mm… - Se quedó pensativa por un instante, tan sólo mirándole fijamente, aún cabreada por el hecho de que intentaran detenerla. No obstante, había algo de razón en sus palabras. Su apariencia habría de llamar bastante la atención de los habitantes de aquel mundo. Eso no quería decir que la joven rebelde se fuera a sentir intimidada por algo así. No dudaría en darle una golpiza a quien intentara algo raro contra ella. Su larga cola reptiliana permaneció inmóvil mientras pensaba lo que haría. – Bueno, no quiero que te maten por mi culpa. – Reconoció, un poco más tranquila que antes, a medida que se encogía de hombros. Aún así, no quería cambiarse su vestimenta sólo porque alguien se lo decía. Era algo que no iba con ella, y tampoco sabía la clase de ropajes que el sultán podía desear ofrecerle. - ¿Y si vienes conmigo? Estarías cumpliendo tu trabajo al asegurarte de que estoy bien. – Le explicó, manteniendo la calma, la cual no mostraba a menudo cuando la cabreaban. – De lo contrario, saldré igual, aunque puedo golpearte para que no piensen que no te opusiste. – Esbozó una sonrisa divertida tras decir aquello. Por lo que parecía, era obvio que un guardia no podía hacer mucho contra una heroína como ella, o de lo contrario aquel sujeto no habría demostrado tanto miedo hacia ella. – De una manera u otra, pienso salir. A menos que puedas ofrecerme un cambio de ropa, rápido. – Se expresó en un tono serio.

Notas de juego

Sí, creo que sería mejor un dado base, además de los dados de atributos y habilidades, para facilitar un poco los resultados, aunque igual no me quejo, siempre existe la mala suerte, si bien los D6 me odian JAAAJJAJAJ

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27/07/2021, 09:01
Guardia de Dunair

-P-Por favooor...- Suplica ya juntando las manos, sin moverse de su puesto pese a todo. -Verá, es que este es mi trabajo, estoy de turno... No puedo abandonar mi puesto, sino...- Traga saliva y vuelve a mirarla a los ojos con esa expresión suplicante en la mirada, esta vez tal vez un poco más firme también. Aunque claro, "firme" para alguien que ya parecía una jalea por la mera presencia de la heroína de la guerra. El guardia pese a todo no se atrevía a abandonar su puesto, posiblemente porque al final del día el Sultán aún mantiene una posición de superioridad en lo que respecta a Dunair, y es quien paga las cuentas. Así que... ¿Se enfrentará al guardia o cumplirá con las ordenes del Sultán?

 

 

Notas de juego

A medida que se suban niveles la gracia es que se irán stackeando vaaarios dados. Al principio con 1 o 2 éxitos se podrán pasar varias cosas, pero claro, la idea es hacer más significativo el ir subiendo niveles.

¡Perdón por la actualización escueta, por cierto! Pero aquí depende de lo que decidas hacer más que nada. Ánimo~

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28/07/2021, 08:50
Cao Jiang Li

La joven rebelde suspiró frustrada, tras escuchar al guardia rogarle que no saliera sin seguir lo establecido por el sultán. No tardó mucho en desviar la mirada al cielo, preguntándose lo que debía de hacer. No quería meter en problemas al pobre sujeto que seguía ordenes. – Joder… - Masculló de mal humor. Aunque bueno, tan sólo debía de cambiar su vestimenta por algo más propio del lugar. No era tan malo, luego la dejarían salir. Si no se lo permitían, no dudaría en darle una golpiza al guardia por mentirle. Por otro lado, parecía que el guardia comenzaba a coger algo más de coraje, incluso si todavía parecía bastante nervioso. – Está bien. ¿Cuándo me van a entregar esas vestimentas? Quiero salir a pasear, así que no voy a esperar mucho. – Declaró con total seriedad en su voz, dejando en claro que no sería extremadamente paciente sobre aquello en particular. – No quiero meterte en problemas. Pero será mejor que tenga ese cambio de ropa, o volveré aquí como estoy ahora, y saldré de una manera u otra, ¿entendido? – Le preguntó con aquel tono neutral, antes de darse la vuelta, dispuesta a regresar a sus aposentos y esperar un poco más.

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03/08/2021, 09:23
Guardia de Dunair

-¡P-Prometo que todo estará donde debe estar!- Dijo apresuradamente el guardia cuando Jiang Li soltó su amenaza, claramente aliviado y alegre por que ese conflicto estuviese llegando a su final. Aún se le veía algo nervioso de todas maneras, quizá por simple inseguridad o tal vez por el temor de que no le gustasen las ropas que le entregasen. El camino de vuelta para la mujer, al menos, resultó mucho más sencillo de realizar al estar ligeramente más familiarizada con el palacio. Todo seguía siendo un tanto laberíntico, pero por fortuna el claro indicador de la puerta dorada transformaba la tarea de buscar su habitación en una realmente sencilla. Una vez allí... Pudo ver cómo se encontraban dos trajes sobre su cama. Uno increíblemente revelador y sensual, y el otro... La verdad es que no cubría mucho más que el primero, pero daba el aspecto de ser simplemente una prenda de vestir adecuada al clima en lugar de algo hecho para llamar la atención de los hombres. 

Una nota reposa en medio de los dos trajes.

El sultán ha elegido personalmente el primer traje. Espera de todo corazón que le agrade y que lo vista con orgullo. 

Me he tomado la libertad de elegir un segundo conjunto más decente.
Att. R. 

 

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04/08/2021, 06:47
Cao Jiang Li

Jiang Li asintió en silencio al oír al guardia, esperando que así fuera. De lo contrario, no dudaría en regresar y usar la fuerza si era necesario. Nunca le había gustado que limitaran su libertad, y aquella no sería la primera vez que lo permitiría. – Mejor. Bastante con que no quiero arruinarte tu trabajo. – Dijo con total seriedad, a medida que se daba la vuelta para regresar. Después de todo, comprendía lo que era trabajar, y tener un empleador que era un idiota, incluso si, en ese caso, se traba de un sultán, y no el encargado de un bar de segunda. La joven rebelde no disfrutaba de perjudicar a aquellos que tan sólo deseaban sobrevivir, no era tan desalmada, incluso si podía ser bastante fría si se lo proponía. Sea lo que fuera, no dudó en regresar, suponiendo que no tenía mucho que perder con esperar un poco. Una vez de regreso en sus aposentos, la joven no tardó demasiado en notar los dos trajes que habían preparado para ella.

El primero… dejaba mucho que desear. No había duda de que aquello había sido idea del sultán, algo que no se demoró en confirmar, una vez que leyó la nota que le habían dejado. – Cabrón de mierda… - Espetó de mal humor, a medida que volvía a dedicarle otra mirada al conjunto en cuestión. Demasiado revelador, sensual, como si fuera una prostituta, o algo similar. – Puede seguir soñando que voy a usar esa mierda. – Se suponía que era una heroína, no una de las chicas que calentaban su cama. Por esa razón, arrojó la vestimenta a un costado, para luego concentrarse en la segunda opción. No era muy diferente, pero ciertamente un poco menos provocador que la anterior. – Debería ir con mi ropa y ya… El guardia puede irse a… - Chasqueó la lengua, cabreada, interrumpiendo sus palabras, antes de suspirar. – Bah… no es problema. – Nunca había tenido mucho problema en mostrar algo de piel, y al menos no parecía un traje tan erótico como el anterior. Sin pensarlo demasiado, comenzó a desvestirse con rapidez, no deseando perder tiempo con tonterías.

– Bien. Hora de salir. – Dijo al final, una vez terminó de cambiarse el conjunto de vestimenta. No le quedaba tan mal, aunque, aún así, no era el estilo que estaba acostumbrada a vestir. No era punk, ni un estilo rockero. Demasiado elegante para su gusto. – Es lo que hay. – Se encogió de hombros, suponiendo que no tenía que pensarlo demasiado. Al menos cubría lo que tenía que cubrir, aunque su nueva adquirida colar permanecía bastante a la vista, al igual que sus cuernos. Esperaba que aquello no fuera un problema. De cualquier modo, sin perder mucho tiempo, dio la vuelta sobre sus pasos, con la intención de abandonar sus aposentos, y así poder explorar el exterior del palacio. – Será mejor que no me detenga de nuevo. – Se expresó, ciertamente de mal humor, a medida que pensaba en el extraño, o extraña, que le había dejado aquellas vestimentas. R. No había duda de que había considerado que la primera opción no sería de su agrado, aunque no tenía idea de quién se trataba. ¿Un consejero del sultán? Daba igual, tenía cosas más importantes en las que pensar… como aprender algo más de aquel sitio, así como de la legión de monstruos que acosaba al reino en cuestión.

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09/08/2021, 09:08

El traje sin lugar a dudas dejaba mucho más expuestos los atributos demoniacos de Jiang Li, tanto la cola como los cuernos, además de resultar increíblemente ligero y cómodo en cierta medida, aunque tal vez no tanto para ella al no estar acostumbrada al tipo de ropa. Al menos era suave y aparentemente de bueno calidad, además de concederle algunos puntos extra en sus atributos pese a que difícilmente podría llegar a ser considerado equipamiento en ninguna de sus formas.

"Vestimentas de Dama (Dunair)"
+5 de Defensa, Resistencia al Calor (Menor), +10 sp, +10 hp.

Para su desgracia, pese a estar ataviada esta vez con las ropas adecuadas, la reacción que sigue recibiendo por parte de los habitantes del palacio del sultán no deja de ser un tanto peculiar cuando la veían, aunque quizá un tanto menos marcada al no reconocerla del todo sin las ropas con las que llegó. Por fortuna la reacción positiva que obtuvo fue por parte del guardia, quien luego de elogiar su apariencia se hizo inmediatamente a un lado para que no le partiese a golpes o peor. La relación parece ser increíblemente sencilla pese a todo: obedecer al sultán entrega buenos resultados y uno de esos es el poder salir con libertad a explorar aquel mundo tan peculiar y fantasioso. Tan solo debe recorrer unos bellos y extensos jardines, cruzar un muro, bajar unas escaleras, cruzar otro muro... Y finalmente se encontraría fuera del palacio, en una suerte de mirador que le permitía observar la ciudad con detalle.

Frente a la mujer se encuentra una ciudad de tamaño considerable, rodeada de muros y con múltiples estructuras de diversos tamaños. Además, lejos de ser una ciudad "antigua", Dunair se encuentra adornada por múltiples molinos de viento y edificios con aspecto mecanizado de estilo steampunk presentan lo que parece ser una ciudad en transición a la industrialización, aún en sumida en esa extraña mezcla entre antigüedad y modernidad. Por demás, Jiang Li parece tener múltiples zonas por las cuales explorar y reconocer: la zona alrededor del palacio parece constar del barrio alto de la ciudad, lleno de casas grandes y de aspecto acaudalado. Las seguía una zona llena de toldos multicolor e increíblemente grande y que abarcaba una gran parte de la ciudad, posiblemente el mercado. Luego... Una estructura de aspecto impoluto y llamativo al este de la ciudad, posiblemente un templo, mientras que al oeste se encontraba otra estructura que no tenía nada que envidiarle en cuanto a tamaño y en imponer, aunque su aspecto era mucho más mecanizado. Por último, un lago se encontraba no mucho más allá del templo.

... Con el tamaño de la ciudad, posiblemente no podría recorrer más de una zona al día.

Notas de juego

En resumen... De momento tienes que elegir entre el Mercado, El Templo, la Zona Alta, la Zona Baja, La Universidad y el Lago. Toda zona tendrá más o menos algo que hacer y tendrán sus imágenes. Ahora mismo no tengo un mapa, pero ya cuando vuelva a mi casa -estoy de vacaciones, yay- me pongo a mapear un poco mejor la ciudad para dar una descripción gráfica más decentita. 

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11/08/2021, 10:15
Cao Jiang Li

La joven se detuvo a observar cómo le había quedado el traje, notando que, ciertamente, no era la clase de vestimenta que acostumbraba a vestir. No el hecho de que mostrara piel. No, ese no era el problema, sino el estilo en sí. – Bueno, al menos es cómoda. – Se encogió de hombros, indiferente, a medida que caminaba de regreso a la salida del palacio, notando, sin lugar a dudas, las miradas del resto de los residentes de aquel sitio. – Deben ser los cuernos, o la cola. – Supuso. No había otro motivo para dichas miradas. Después de todo, no se veía como una humana, sino como una especie de demonio, lo que, obviamente, asustaría a más de uno. - ¿No se supone que es culpa de ese sujeto? – Creía recordar que el sultán había explicado que habían hecho algo para mejorar su fuerza como héroe, por lo que era posible que el cambio corporal se debiera a ese factor en particular. De una manera u otra, sabía muy bien que debía de acostumbrarse a esa apariencia, y, por otro lado, no estaba tan mal. Se veía como uno de sus personajes de su MMO favorito. – Badass. – Dijo para sí misma, divertida, mientras sacudía su propia cola de un lado a otro, emocionada, incluso si no sabía lo que le esperaba el destino, en aquel mundo extraño.

De cualquier modo, no tardó mucho en encaminarse hacia su objetivo, descubriendo que el traje en cuestión… le había mejorado algunos de sus atributos. – Sí, es como un RPG. Mm… voy a tener que conseguir otras cosas, y ver lo que sube. – Afirmó con tranquilidad, divertida ante la idea de obtener una lanza legendaria. Ah, no, espera, ella ya tenía su lanza, por lo que dudaba que pudiera utilizar otra, o que incluso fuera mejor que la propia. – Bueno, no importa, puedo conseguir una armadura legendaria. – Eso también sería divertido, aunque esperaba que no fuera un maldito bikini de mallas, o no dudaría en estrangular al creador de ese mundo. De una manera u otra, no tardó mucho en llegar a la entrada, y el guardia no dudó en dejarla pasar, teniendo en cuenta que la joven le había prometido que se cabrearía mucho si no se lo permitía, luego de seguir todas las instrucciones. El sultán no podría retenerla demasiado, en especial si deseaba que le salvara el trasero de sus aparentes enemigos.

Sea lo que fuera, la mirada de la joven no tardó en recorrer las diferentes opciones disponibles, para que ella pudiera explorar. Ciertamente, no podría explorarlo todo en un solo día, por lo que era obvio que debería de elegir un sitio en particular. – Joder que es grande. – Se mostró sorprendida, apreciando la increíble arquitectura del aparente templo, junto con la otra gran construcción. – Mm… ¿por dónde? – Preguntó, intrigada, mientras analizaba lo que haría. La verdad era que no le interesaba demasiado visitar un templo. Siempre había odiado esa clase de sitios, en especial cuando ella no era demasiado religiosa, o más bien… no creí para nada en eso. No obstante, su atención se vio atraída hacia la zona baja, suponiendo que aquel no era un sitio que estuviera dispuesto a recorrer, al menos no de momento. Tampoco tenía deseos de ver la zona alta, ya que implicaría tener que soportar a un montón de idiotas con una actitud altanera más que considerable. - ¿Eso es un mercado? – Preguntó, antes de decidirse. Era el sitio más ideal para visitar. Allí era posible que escuchara algunas cosas de utilidad, además de ver lo que se acostumbraba a vender en aquel sitio. Tal vez vería algo de gran interés para ella. – Al mercado pues. – Dijo al final, antes de comenzar a caminar, dispuesta a explorar un poco.

Notas de juego

Al mercado!

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17/08/2021, 08:04

Mercado de Dunair
ArtStation - Bazar, Olga Ok | Fantasy city, Fantasy landscape, Fantasy  setting

El camino de Jiang Li resultó ser un poco más largo de lo que podría haber imaginado, pero por suerte encontrar el mercado no resultó una labor difícil una vez que bajó de las alturas. A fin de cuentas parecía conformar todo lo que era la parte céntrica de la ciudad y no había que hacer mucho más que seguir el camino central o seguir a los comerciantes, los cuales solían ir acompañados de unas extrañas criaturas las cuales usaban para montar o para tirar de las carretas. Eran unos animales altos, cuadrupedos y de un aspecto increíblemente feo y poco amistoso, de esa clase de animales que la mayoría de la gente odiaría pillarse de noche y de los que definitivamente mantendrían alejados a los niños para evitar traumas. Y... Sin embargo, parecen increíblemente dóciles y la mayoría de personas no presta mucha atención a su presencia incluso a pesar de lo feos que resultaban.

Pin on Creatures & Characters

La chica de paso tuvo el tiempo suficiente para familiarizarse con Dunair y sus gentes. Hombres, mujeres, niños, la mayoría de ellos resultaban ser humanos... Sin embargo también pudo notar alguna que otra persona con rasgos indiscutiblemente animales. Ninguno con sus rasgos demoniacos, eso sí. En eso sí que parecía ser la única, aunque ahora que se encontraba en la ciudad pocas personas se volteaban a mirarla pues la mayoría se encontraban ocupados y preocupados de sus propios asuntos. También pudo notar a varias mujeres vestidas como ella, la mayoría de hecho, salvo alguna que otra vistiendo algo un poco más recatado.

Una vez en el mercado... O al menos en una parte de este, pudo recién dimensionar la magnitud de lo que estaba apunto de meterse, pues el mismo se extendía casi desde el principio de la zona alta de la ciudad hasta las puertas de la misma, dividiéndose en tres grandes plazas. La primera, la plaza alta que es donde se encontraba, se trataba de un lugar con abundantes joyerías, hoteles y posadas, además de tiendas especializadas. No parecía ser un lugar barato para comprar, pero la gente, el hospedaje y la bebida no serían algo que le fuese a faltar si alguna vez decidía no quedarse en su habitación del palacio.

La plaza media y baja, cada una más grande que sus predecesores, parecían ser las zonas con más variedad. Tiendas de armas, utensilios, herrerías, entre otros abundaban en la zona media, mientras que la zona baja parecía simplemente ser una caja de sorpresas pues en ella podían verse grandes jaulas con animales, múltiples y coloridas tiendas con todos los objetos imaginables y posiblemente es donde llegaba todo lo de afuera, especialmente considerando el número de carretas. En resumen, las zonas podrían dividirse en: Artículos Especializados, Tiendas Establecidas y varieté respectivamente.

Todo podía resultar un poco abrumador, especialmente el decidir qué sería lo que visitaría a continuación. ¿Alguna posada o bar? ¿Hacerse amiga de un buen herrero en la zona media? ¿Revisar los exquisitos artículos de la zona alta? Había de todo, lo que sí... De una cosa sí que podía estar segura al ver lo viva de la ciudad y del mercado: Definitivamente no parecían ser personas sufriendo o preocupadas por una supuesta guerra.

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18/08/2021, 16:07
Cao Jiang Li

A Jiang Li le resultó curioso, a medida que recorrió su mirada por las diversas personas en el mercado, que no hubiera nadie como ella, con aquellas características similares a un demonio. Aún así había observado con cierto interés que no había sólo humanos, sino también algunos con otras características más peculiares, y que al parecer mantenían una buena relación con los primeros, por lo que era claro, tal vez, que no existía una amplia división como en los mundos de fantasía a los que ella estaba acostumbrada a leer o jugar. – Puede que no haya racismo. – Murmuró mientras pensaba en ello, aunque también era posible que no fuera así, que, a simple vista se viera de esa manera en Dunair, pero que en otros sitios fuera totalmente diferente. De todos modos, lo que sí le sorprendió, fue la apariencia un tanto intimidante de aquellas criaturas que algunos parecían utilizar como bestias de montura, o incluso carga. Tenían una apariencia muy salvaje, así como feroz, y ciertamente intimidaban… pero al resto de las personas no parecía afectarles aquello, como si fueran meros caballos dóciles y entrenados. Ciertamente, era algo similar a los chocobo de Final Fantasy… aunque aquellos eran adorables y para nada intimidantes.

De cualquiera manera, la joven rebelde continuó caminando, notando con rapidez que el sitio era bastante amplio, además de estar dividido en diferentes sectores en los que se comerciaba una gran variedad de productos, algo que ciertamente sirvió para marear un poco a Jiang Li, que no sabía por dónde comenzar. – Mm… Tal vez debería buscar una armadura. – No pensaba combatir con el traje que tenía, aquello sería una locura, y dudaba mucho que al sultán le molestara que adquiriera una armadura, si encontraba una bastante buena que pudiera utilizar. Después de todo, pelearía por él, por lo que era normal que quisiera estar bien equipada. Sea lo que fuera, de momento, parecía que las personas no habían notado sus rasgos demoniacos, aunque no sabía qué sucedería cuando los notaran, ya que estaba segura que aquello debía de ser el principal motivo por el cual varios de los residentes del castillo se habían mostrado intimidados por su presencia. – No es mi culpa que llegara aquí con estas cosas… - Masculló de mal humor mientras pensaba en ello.

No obstante, tras observar lo suficiente, hubo algo que no le agradó demasiado a la joven. Todos parecían demasiado contentos, para estar bajo la amenaza de una guerra. No tardó mucho en afilar la mirada. Había algo extraño en todo aquello. – Joder… No me digas que… - Volvió a mascullar, atando algunos cabos. Era posible que el sultán le hubiera mentido. Tal vez era él quien deseaba iniciar una guerra con los otros. Tendría que averiguar más. Si ese era el caso, no había manera de que Jiang Li fuera a combatir por alguien que iniciaba guerras porque sí. – Ni loca. Cabronazo. – Espetó de mal humor, mientras continuaba caminando. No pelearía para un maldito idiota que buscaba enriquecerse a partir de la idea de guerrear contra otros que no buscaban conflicto alguno. Tendría que preguntarle a algunas de las personas en el mercado, asegurarse de obtener la verdad. Aún así, de momento, sería mejor que buscara un buen herrero, donde pudiera adquirir una buena armadura. El sultán aún no le había entregado los regalos que había recibido, y no estaba segura de que lo fuera a hacer. – Haré que se la cobren a él. – Estaba claro que no le faltaba dinero para esa clase de cosas. Por esa razón, no tardó en encaminarse, buscando a un herrero que pudiera llamar su atención. Además, así podría obtener algo más de información, tal vez.

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23/08/2021, 09:11
Niñato

Buscar una herrería no era un trabajo fácil en la plaza media, aunque no precisamente por la falta de herrerías sino más bien por lo contrario. Habían muchos sitios en los que mirar y en los que buscar, grandes tiendas con escaparates mostrando armas exquisitas, armas encantadas, hechas con los más finos materiales y decoraciones... Pero que tal vez en el sentido más práctico de la vida no fuesen mucho mejor que un arma cualquiera, o que lo que ella portaba. Lo mismo pasaba con las armaduras, aunque en este caso la cuestión resultaba mucho más absurda que antes. No había tienda que fuese corta de armaduras doradas, con hermosas decoraciones y diseños intrincados, eso... Para los hombres. Por otro lado las pocas armaduras femeninas que la mayoría pareciera mostrar, muy pocas de ellas pasaban de la "armadura bikini" que podría esperarse del promedio de los rpgs, o tenían diseños poco prácticos en los que resaltaban de forma generosa el pecho, la cintura u otros atributos. Casi podrían haber sido considerados corsets de combate. 

Sin embargo, antes de que pudiese hacer nada, un chiquillo no mayor de trece años y vestido con ropas de mecánico (o herrero, ya que estamos) se plantó frente a ella y la saludó con la mano antes guardarse ambas en los bolsillos. -¡Señorita! ¿Está buscando comprar algo? ¡Venga! La puedo llevar a la mejor herrería de la ciudad- Exclamó con un tono emocionado y luego señaló animosamente con la mano hacia una pequeña tienda escondida en un callejón, casi consumida por otras herrerías más grandes y lujosas. Se trataba de un lugar poco destacable, incluso algo sucio, aunque por otro lado eso le hacía destacar de una manera un tanto especial al tratarse de una tienda de aspecto pobre y recatado en medio de tanta ostentosidad.

No parecía tener más decoración que un cartelito maltrecho colgando a un lado, con la frase "Taller de Tahseen" tallada en la madera y, escrito con pintura y de una forma un tanto más infantil, las palabras "El Último Herrero de Verdad". Las armas y armaduras que se mostraban a la venta en aquel lugar eran cosas bastante sencillas, las espadas eran espadas, de distintos tamaños y materiales, pero sin llevar adornos ni coloretes innecesarios para hacerlas parecer ostentosas. Las armaduras sufrían el mismo trato, sin haber nada ostentoso ni absurdamente sexualizado que mostrar.

El niñato se quedó mirándola con esos ojos expectantes y llenos de vida, esperando una respuesta afirmativa por parte de la mujer. Sin embargo, una última frase puede que pusiese en juego posibilidad alguna por parte de Jiang Li, pues dentro de su inocencia el chico trató de "ensalzar" su ofrecimiento. -Aquí puede encontrar el regalo perfecto para su esposo, en serio!-

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24/08/2021, 09:39
Cao Jiang Li

Jiang Li no parecía estar muy convencida de lo que los “herreros” del mercado parecían dispuestos a ofrecer en lo que respectaba a armadura para mujeres. ¿Qué tan difícil era forjar algo así? No mucho, tan sólo debían de hacer unas leves modificaciones. Sin embargo, allí estaba, descubriendo que aquel mundo parecía contar con armaduras para nada prácticas para una mujer. Eran malditos bikinis. ¿Qué demonios les sucedía? Semejantes armaduras no podían ser prácticas en lo más mínimo. Si recibía una flecha o una estocada al vientre, tendría que darse por muerta. ¿De dónde habían sacado semejante idea? Claro, en los RPGs tenía todo el sentido del mundo, ya que era algo pensado para agradar al público masculino, pero allí… en un mundo que era bastante real para ella y donde seguramente sentiría dolor, era obvio que no deseaba usar semejante basura. ¿Tal vez era para usar en la cama? Para… fetiches y esas cosas. No tenía idea. ¿Eso significa que las mujeres no peleaban en aquel mundo? De lo contrario, no tendría explicación alguna, ya que dudaba que una mujer fuera a combatir con algo así “cubriendo” su cuerpo.

Sea lo que fuera, mientras buscaba un buen sitio, uno en el que vendieran verdaderas armaduras para mujeres, y no semejante burla, no tardó en notar la voz de alguien bastante joven. - ¿Ah sí? – Le preguntó al chico, mostrándose sorprendida. Bueno, no perdía nada con intentarlo, la verdad. Le dedicó una mirada silenciosa, analizando si podía estar mintiendo o no, pero parecía bastante entusiasmado ante la idea de venderle algo. – Bueno, tal vez sea algo mejor de lo que venden todos estos charlatanes. – Se expresó con cierto fastidio, no pudiendo creer que no pudiera encontrar un solo herrero como la gente. - ¿Te pagan para atraer clientes? – Le preguntó al chico, a medida que optaba por seguirle hasta el lugar en cuestión. Parecía muy joven, por lo que era posible que fuera un simple trabajo, para hacer algo de dinero. La idea de que fuera un trabajo de tiempo completo… no era algo que le agradara mucho a la joven, ya que aquello significaría que, en ese mundo, la explotación infantil era algo más que normal.

Una vez que llegaron al sitio en cuestión, Jiang Li recorrió el exterior con la mirada, descubriendo que no parecía ser uno de los mejores sitios posibles… aunque la armadura parecía más que aceptable, a diferencia de los herreros anteriores. La fachada dejaba mucho que desear, pero la joven no pensaba juzgar un libro por su portada, sin lugar a dudas. No obstante, las siguientes palabras del chico hicieron que Jiang Li le miraba con algo de seriedad. – No tengo esposo. Es para mí. Quiero una armadura. Algo bueno. – Declaró con tranquilidad, decidida a obtener lo que buscaba. – Al menos aquí parece que no venden esos horribles bikinis. – Se expresó de mejor humor, ciertamente considerando que era mejor, incluso si el chico había considerado que ella no era una guerrera, y sólo la esposa de algún noble o caballero. – Y antes de que preguntes… Sí, puedo pelear. – Aclaró, sabiendo muy bien que era posible que le hiciera esa pregunta. - ¿Quién está a cargo de este lugar? – Le preguntó con cierto interés, a medida que se dirigía a la puerta con la intención de ingresar en la tienda, esperando que fuera mejor que lo que había visto hasta el momento.

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29/08/2021, 08:57
Niñato

Fantasy Weapon ShopLa tienda de armas no tenía mucho que destacar. Carecía de elegancia y eso se notaba por la forma en que estaban distribuidas las cosas, por la falta de decoración, lo oscuro del lugar... Y en fin, el mismo aspecto de las armas. Nada destacaba en exceso y todo, salvo por el tamaño, parecía similar. No era ninguna maravilla que el sitio estuviese vacío, además de ella misma y el muchachito que le trajo.

-¡No me pagan! Pero al negocio no le está yendo muy bien...- Comentaría el chico enseñando una expresión un tanto preocupada por unos instantes. De todas maneras no tarda en retomar su actitud optimista y alegre una vez que ve a la mujer curiosear por la tienda. Explicándole con detalle las cosas que iba mirando y sus especificaciones. "Esto es una espada de acero" "Una armadura de combate antigua" "Esta maza se llama Estrella de la Mañana y es para matar muertos", entre otras cosas de ese estilo, muy generales.

-¡Yo soy el dueño!- Exclama el niñato de pronto cuando pregunta por el locatario, cosa que... Acaba siendo un tanto confusa si se tiene en cuenta su edad. ¿Tal vez existían los hobbits o algo por el estilo? ¿Un gnomo? Aunque se veía bastante humano. -¡Esta es mi herrería, sí!- Se da  golpecitos en el pecho, eso aunque de pronto ladea la cabeza y la mira con curiosidad. -¿Entonces de verdad está buscando armas para usted? ¡Parece muy bonita para pelear!-Asegura, pero luego acaba por darle mucha importancia mientras comienza a buscar entre el montón de armas y armaduras que hay por ahí. -¿Entonces quiere un armadura? ¿De qué tipo? ¿Qué material prefiere?-

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30/08/2021, 17:31
Cao Jiang Li

La joven observó el interior del establecimiento, sin parecer demasiado impresionada por lo que pudo ver. Ciertamente, el sitio en cuestión carecía de la decoración u aparente importancia que los otros establecimientos habían demostrado tener. No obstante, al mismo tiempo parecía más serio, y ciertamente las armaduras no eran bikinis como las que había visto anteriormente, por lo que no había duda de que era mejor que el resto. – Sí… tal vez sea porque no está en un buen sitio para ser visto por muchos. – Declaró con un tono neutral, a medida que continuaba paseando la mirada por el resto de la mercancía. – Además, deberías agregar algo de decoración… y luz. Para llamar la atención, ¿sabes? – Le explicó de buena manera, aunque no sabía si la escucharía o no. Después de todo, era un niño, y dudaba mucho que pudiera hacer mucho para convencer a su empleador.

No obstante, lo que no esperaba, era que el niño en cuestión le dijera que era el dueño de aquel establecimiento. ¿Qué? Pero sí era sólo un niño. ¿O acaso era un enano o un gnomo? No lo parecía. Simplemente tenía la apariencia de un niño. – Espera… ¿has dicho que eres el dueño? ¿No eres un poco… joven? ¿Tú has forjado todo esto? – Le preguntó, mostrándose realmente sorprendida ante semejante revelación. Era imposible que aquel niño hubiera forjado esas cosas. Algo así requería de cierto esfuerzo físico, algo que el cuerpo de alguien tan joven no podría lograr, bajo circunstancias normales.

Aún así, el comentario de ser “bonita para pelear” hizo que Jiang Li frunciera el ceño, un poco molesta por tales palabras. – Ser bonita no tiene importancia. Soy… el héroe de la guerra. – O al menos eso era lo que aquel sujeto le había dicho, incluso si no estaba muy segura de si era verdad o no. Sea lo que fuera, aún recordaba aquella lanza en el extraño sueño que había tenido, incluso si no sabía muy bien cómo hacer uso de aquello. – Estoy buscando una armadura… armas, ya tengo, una. – O eso creía al menos. Aún así, la pregunta sobre el tipo de armadura hizo que la joven ladeara la cabeza hacia la derecha, no estando muy segura sobre lo que quería. Prefería algo que no fuera demasiado pesado, pero que a la vez sirviera para protegerla. – Me gustaría algo que sea bien… duro, pero que a la vez no pese mucho. ¿Tienes algo así? No sé qué clase de metales tienes en este mundo. – Le explicó con cierta paciencia, sin saber muy bien lo que contaba.