Partida Rol por web

Entretanto, mientras recorrían el palacio y Keisuke trasteaba con aquel bolso, de golpe se abriría una suerte de ventana semitransparente ante él, con diversos datos y valores numéricos. Si antes pensaba que parecía un videojuego... Esto no ayudaba para nada en alivianar la duda.

Tal y como sospechaba... la elfa no se tomó muy bien de entrada su respuesta... dada la rivalidad entre ella y Audhild era de esperar... aunque por suerte parecía algo fugaz, puesto que sencillamente hizo hincapié en que la siguiente vez no sería así... - Así será... en cuanto termine los preparativos iré a su presencia si así lo quiere... - dijo el joven con una leve reverancia a la elfa, mientras escuchaba como ella y su séquito se reían... luego se despidió de forma juguetona, provocando que Keisuke tuviera que respirar hondo para no ruborizarse...

Luego se giró hacia Audhild, que parecía también sorprendida, aunque esta vez para bien... los demi-bestias parecían valorar más los actos que la palabrería, y parecía que su decisión fue la correcta, ya que la demi-bestia pareció relajar algo su actitud hacia él, ya consiguiendo que se refiriera a él por su nombre... - Así es ¿lady Audhild...? ¿Es correcto que me dirija así hacia vos? - el pobre Keisuke no sabía nada sobre las costumbres de estas gente, por lo que esperaba no ofender a nadie...

Y de esa manera, siguió a su anfitriona... parecía que por fin había llegado el momento de poner a prueba su arma... sobre la cual, de repente apareció una nueva información en forma de holograma... y mirando a su alrededor, parecía que era algo que solo él podía ver... "Bolsito de Alquimista"... casi le costó contener una pequeña risa... desde luego era el arma más inusual de la que había oido hablar nunca... Pero al menos ya sabía que había cosas en este mundo que parecían funcionar como en los juegos online...

Mientras seguía a Audhild por los distintos pasillos del castillo, fue colocando los puntos que parecían libres en donde consideraba correcto... "Poner 4 a INT es tentador... pero sin saber aún como funciona nada... casi mejor aprovechar mi fuerza poner algo en DEX, STR y CON..." pensaba para si mismo Keisuke mientras se disponía a poner sus habilidades, que también repartió algo más en pos de la prudencia...

Y de repente, empezó a escuchar el ruido de una pequeña bestia golpoeando unas rejas... lo cual lo sobresaltó de su ensimismamiento, provocando que se cerrase el holograma... "Bueno... ya estudiaré con más profundidad que habilidades tengo..." pensó mientras Audhild lo invitaba a pelar contra aquella criatura, que pos su aspecto no parecía muy fuerte...

- Supongo que debería ser así... pero... necesitaré algun tipo de arma... aún si supiera usar el bolso de alquimia... no tengo materiales para poder probar a hacer nada con él... ¿quizás podríais proporcionarme una espada o algo así? Aunque no lo parezca, en mi mundo no se consideraba que fuese alguien débil... - dijo el joven, esperando poder usar algún arma... aunque los puños siempre servirían como última opción... pero, al fin y al cabo... ¿no llevaban los alquimistas en el Yggdrasil's End espadas como armas? pensaba mientras esperaba a la respuesta de Audhild...

-General.- Habría respondido Audhild con severidad al muchacho, quizá un tanto incómoda y a la vez reacia a que utilizase un título como "Lady" con ella, mientras que a la vez revelaba la que parecía ser su posición en aquel reino. Por otro lado... El monstruo seguía gruñendo y moviéndose con violencia contra la jaula, cada vez más cabreado por tener que estar allí encerrado y rodeado de tantas personas. Por otro lado, los hombres y mujeres bestia simplemente observaban la situación, la mayoría sin preocupación alguna, ya sea porque confiaban plenamente en que un héroe debería ser capaz de lidiar con la situación o porque simplemente no era el héroe que ellos querían. De haber jugado un gacha, de seguro Keisuke podría relacionar fácilmente la situación a haber sacado una mugre de tirada en lugar de la waifu de cinco estrellas. 

-¿Un arma?- Pregunta la mujer, todo para simplemente mirar a uno de sus soldados y asentir. El hombre... Simplemente le arrojaría su espada aún enfundada, para después retroceder junto al resto de hombres bestias que poco a poco comenzaban a hacerle espacio. -Suerte.- Diría la mujer sin más mientras todo el resto comenzaba a alejarse... Del jardín, en general. El cual al igual que el resto de jardines se encontraba adornado con varios arbustos y plantas. 

Keisuke quedaría sólo con aquella criatura, con la espada tirada en el suelo. Más cuando se agachase a recogerla... Un fuerte calambrazo le obligó a apartar la mano, al tiempo en que un mensaje de advertencia aparecía frente a él.

Para mayor remate, pronto pudo escuchar cómo la reja que mantenía a la criatura en su jaula comenzó a abrirse lentamente, dejándole poco tiempo para actuar... Y trayendo consigo una mala noticia aún mayor, pues podría notar algo curioso al ver a la criatura con detenimiento. El bicho le sacaba dos niveles.

Demurloc Lv.3

Keisuke solo afirmó cuando Audhild lo corrigió en cuanto a la forma de dirigirse hacia ella... - Perdonad General... - contestó de forma más escueta, tratando de ver si podía averiguar algo sobre la criatura que estaba allí encerrada... Mientras pensaba, veía como las gentes del lugar apenas prestaban atención... estaba claro que él no era "SU" héroe... pero haría lo posible para demostrar que se equivocaban...

Por suerte, su petición fue aceptada, y uno de los soldados arrojó su espada delante suyo... "Bueno, con esto será mucho más fácil", cuando de repente sucedió lo que menos esperaba... primero, un calambrazo... luego... un mensaje de advertencia... en resumidas cuentas, la única arma que podía utilizar era su bolsa de alquimista... - Genial... simplemente genial... - el joven quedó confuso durante unos instantes, pero la bestia no esperaba, y no solo eso, sino que por fin salía un mensaje con algo de información... tenía dos niveles más que él... cosa que empezaba a oler que lo querían poner a prueba con más dificultad de la requerida, posiblemente como rabieta por no haber sido el héroe de la Cacería... o quizás esas eran las expectativas que depositaban en los héroes...

Luego miro su bolsa de alquimista... y miró la espada... - Bueno... no perdemos nada... - dijo mientras pensaba que si bien no podría usar la espada, si podría meterla en la bolsa para que fuese más "contundente"... por lo que abrió su bolsa y arrastró con el pie la espada a su interior, para luego empezar a girar la bolsa con bastante fuerza centrífuga y golpear a aquella criatura con todas sus fuerzas...

- Esperemos que esto funcione... - dijo mientras avanzaba hacia la criatura para golpearla con fuerza con dos bolsazos que tratarían de noquearla con suerte...

El primer golpe del muchacho apenas llegó a rozar al Demurloc, provocando que una barra de hp apareciese junto a su nombre la cual disminuiría en un porcentaje bastante ínfimo. El segundo golpe parece ser más contundente en cambio, aunque sigue siendo un daño bastante débil y escueto, pues a pesar de todo el daño de Keisuke no era precisamente alto y el "arma" que posee tampoco es que parezca tener esa utilidad.

-Grawagwag-

Suelta la criatura en un gruñido inteligible mientras se cuela por debajo de la rejilla antes de que esta terminase de abrirse del todo, irritado por los golpes recibidos. Pronto salta contra Keisuke, descargando un montón de arañazos contra el mismo de forma violenta y salvaje, sin un poco de disciplina. No dejaban de ser difíciles de esquivar para alguien sin experiencia en combate, pero por suerte el daño tampoco llegó a ser más que unos rasguños que efectivamente llegaron a dolerle y escocer. Si es que aún llegaba a mantener dudas sobre si esto se trataba o no de un sueño... Ese dolor dejaba presente que poco de "sueño" tenía.

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(70% de hp restante)

Keisuke -4 de HP.

La criatura como era de esperar, era más dura de roer de lo esperado... aunque por suerte sus ataques no eran gran cosa... ¿quizás gracias a su estatus de héroe? Prefería no pensar que tipo de heridas haría esa criatura a alguien que no fuese héroe... pero en cualquier caso la ventaja era suya, y pensaba aprovecharla...

El siguiente ataque parecía que volvía a dar en el blanco... aunque hubiese preferido usar algo más... elegante que pegar con una bolsa a su enemigo, aquella lucha parecía más de desgaste que de otra cosa...

Por otro lado, en su fuero interno, esperaba que al meter la espada en la bolsa apareciera un mensaje...  "Sé que con un solo elemento no iba a conseguir nada, pero al menos podría salir alguna receta o algo..." pensaba Keisuke mientras peleaba en tan "peculiares" circunstancias...

Al momento en que Keisuke consideró la idea del mensaje, algo pareciera haber activado, pues una pestaña de "Notificaciones" se abrió justo en frente de su rango de visión y le notificó de que al parecer su acción no habría sido del todo inútil. El problema es que... No parecía ser necesariamente útil para el combate. Tal vez por ello no se habría triggereado en primera instancia. Eso, sin embargo, abría la posibilidad a experimentar con más cosas, tal vez en ese mismo instante.

Herramienta de Alquimia Legendaria: Mesilla de Encantamiento (Desbloqueada)

Encantamiento de Armas (Menor) (Desbloqueada)

Permite atribuir un encantamiento menor al arma. Los resultados dependen de los materiales utilizados y de una tirada de Alquimia + Inteligencia.

Por demás, aunque el golpe de Keisuke le dio una pequeña ventana de tiempo que dejó un tanto aturdido al Demurloc, la criaturilla aprovechó la ventana que creó la... Ventana de texto. Y atacó a Keisuke, dándole un mordisco bastante doloroso en el brazo, desgarrando parte de su ropa y también carne.

Demurloc (Lv.3)
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(50% de hp restante)

Keisuke (Lv.1)
-6 de hp

Keisuke pudo percibir como la vida de la criatura seguía disminuyendo... desde luego era el comabte más absurdo que había librado en su vida... aunque pensandolo bien... ¿había peleado alguna vez? Quizás en la infancia, pero toda pelea posterior fue... virtual... En cualquier caso era una lucha de lo más anticlimática...

Eso si, para su alegría, al parece rhabía descubierto una nueva habilidad, aunque inutil en ese mismo momento... - ¡Ja! Si tuviese algun material estaría bien... pero ahora no me sirve de nada... - dijo pensando en encantar la bolsa para hacer más daño a la criatura...

Eso sí, la distracción le costó cara, pues la criatura aprovechó para atacarlo y hacerle algo de daño real... aquello ya no era un rasguño, sino un mordisco real... y se sentía como tal... - Argh... Maldita sea... Todo por empezar con la clase equivocada... ya se como se siente un mago sin hechizos... - dijo pensando en como al principio del Yggdrasil's End, los magos debían matar limos a bastonazos...

Rápidamente trató de golpear nuevamente a la bestia, azunque este ultimo golpe se sintió más débil que los anteriores... "Esto es un infierno... aunque por suerte parece que puedo permitirme que el combate se alargue..." pensó mirando el poco HP que había perdido a pesar de todo...

Una danza de golpes se gesta entre el Keisuke y el Demurloc, ambos rivales dando todo de sí en un intercambio de golpes completamente... Desastroso y deprimente de ver. La cosa podía resumirse en la épica y heroíca batalla de un hombre adulto agarrando a carterazos a un perro mediano, o a un sapo ya que estamos, y fuese lo que fuese que esperase ver el público de hombres y mujeres bestias definitivamente no era lo que el muchacho pelirrojo les estaba entregando. La pelea eventualmente terminaría con la victoria de Keisuke, aunque el mismo habría terminado bastante lastimado, conservando tan solo 14 de sus 35 puntos de HP para cuando finalmente derrotó al Demurloc cuyo cadáver acabó inerte en el suelo, lleno de moretones.

¡Has subido de nivel!

Apareció un mensaje en la pantalla de Keisuke, señalando además todos los bonos que ello implicaba, los cuales eran... Bastantes a decir verdad, pues sus estadísticas bases se duplicaban, además de sumar ciertos valores dados por sus propias estadísticas. La pelea no fue menos desastrosa, pero al menos algo es algo... ¿No?

-¡¿Puedes explicarme qué demonios ha sido eso?! ¡¿Estás jugando con nosotros, Keisuke?!- Gritó una enfadada Audhild quien finalmente se abrió paso hasta la estancia, dando pisotones largos y marcados con una expresión de cabreo tremenda. En su cabeza no pareciera caber la posibilidad de que ese fuese el potencial de un héroe, incluso a pesar de tratarse uno recién iniciado. -Esperaba que no tuvieses las capacidades del héroe de la Cacería... ¡¿Pero esto?!- Señaló al Demurloc muerto, al cual acabó pateando para simplemente desquitar su ira contra algo para no cargarse por error a Keisuke. Y sí que podía sentirse aliviado de que fuese de esa manera, pues lo siguiente que supo del cadáver del monstruo es que pasó a convertirse en un manchón rojo en una de las paredes del palacio.

Y así fue su primer victoria en aquel nuevo mundo, celebrada únicamente por una mujer enfadada quien no parecía dar ni un poco de importancia al esfuerzo que ha hecho el muchacho o a las múltiples heridas aún sangrantes que ha logrado marcarle el Demurloc. Lo peor es que nadie más se acercaba a detener la situación, ni siquiera Sieg, pues todos en el séquito de hombres y mujeres bestia mantenían una expresión mezclada entre decepción y molestia. Algunos incluso parecían tristes, aunque no por él, sino por haberse quedado con el palito más corto dentro de los héroes. 

Finalmente el combate llegó a su fin... lamentando por completo no haber puesto puntos al combate sin armas... aunque aún era pronto para rendirse... quizás más adelante descubriese como usar armas... aunque claro está tendrían que ser de natura alquímica... - Buff... bueno ahora a recolectar... - lo que si tenía claro es que los restos de ese demurloc se iban a su bolsa derechos...

Lo que no "imaginaba" era la excesiva reacción de la General al ver el patético combate... - No... no estoy jugando con vosotros General... no se que conocimientos tenéis sobre alquimia... pero si no tengo habilidades descubiertas ni nivel, ¿qué esperabas que hiciera? ¡Ni siquiera puedo coger un arma diferente a la bolsa sin llevarme un calambrazo! - dijo mientras trataba de agarrar la espada que guardó en la bolsa, sufriendo de nuevo el calambrazo y apareciendo la ventanita de advertencia...

- La próxima vez que queráis ponerme a prueba, os sugiero que lo hagáis cuando ya tenga acceso a algunos materiales, hasta entonces este tipo de proezas o demostraciones de fuerza serán inútiles... - el joven estaba algo desairado, ya no por la pelea, que al fin y al cabo le había servido para subir de nivel... sino por la actitud de los demibestias... Así que se limitó a recoger lo que quedase del loot del ¿"demurloc"? La pobre criatura si había sufrido un sino terrible...

Una vez recogiese sus cosas inició el paso para regresar a donde se encontraran con la líder elfa... - Me marcho... es evidente que no soy lo que esperabais... pero espero que con la ayuda de la reina elfa pueda seros de ayuda... - habló de forma seca según pasaba al lado de la General Audhild, algo que Keisuke no soportaba era la gente que esperaba más de otros, y sobre todo cuando saben que no pueden dar más... su familia fue un claro ejemplo de ellos durante años, y parecía que aquel pequeño trauma lo perseguiría brevemente por el nuevo mundo...

- Ah... y no os preocupéis... apaciguaré el Alma de Rinei... de eso que no os quepa duda... - esto último lo dijo ya con algo de ira mezclada con frustración... pero Keisuke estaba dispuesto a demostrar a lo demibestias, lo mucho que se equivocaban con él...

Así que regresó por los pasillos por los que lo condujo la General, para llegar al lugar donde tuvieron su encuentro con la líder elfa, esperando encontrar a alguna de sus asistentes y así poderlo guiar hasta ella...

La respuesta y actitud de Keisuke trajo silencio en los demibestias, quienes se limitaron a mostrar expresiones desalentadas, incómodas o molestas inclusive. Sin embargo, algo generalizado era la manera en que lentamente pasaron de posar su mirada desde él hacia Audhild, esperando la reacción de su líder, algunos con ansias, otros con temor, casi como si esperasen que eventualmente la mujer clavase sus garras y acabase con la vida de Keisuke de una vez por todas. Por fortuna aquello no sucedió y simplemente se mantuvo estática, con los dientes y puños apretados, con su cabello erizado y un suave gruñido que gracias al silencio se volvía perfectamente audible. No parece contenta con la resolución de absolutamente nada en aquel lugar, sin embargo no detiene a Keisuke cuando finalmente éste decide marcharse. Tal vez venga bien para ambos el que se separasen.

Por demás... El recorrido de Keisuke fue rápido, solitario y sin interrupciones. La única persona que parecía que iba a decirle algo fue silenciado por una cruenta mirada de Audhild y el resto comprendió de inmediato que debían de dejarle marchar sin más. Yaj devuelta en aquel bello Jardín donde se encontró con la elfa, junto a la fuente, sería el primer momento de soledad de Keisuke desde su llegada a este nuevo mundo con criaturas cuanto menos curiosas. No habría nadie esperando allí, nadie con quién hablar y ni rastro de aquella elfa que tiempo antes le trató de manera tan cordial. La cosa es... ¿Qué es lo que haría ahora?

Bueno, al menos el combate había dado algún fruto... una subida de nivel y dos habilidades nuevas... por lo visto el quid de la cuestión residía ahí, o al menos eso parecía... quizás fuese por la natura del Alquimista, que necesitaría muchos materiales distintos para hacer cosas nuevas...

Eso sí, la reacción de los presentes no se hizo esperar, y los demibestias estaba claro que estaban decepcionados con su llegada, pero la culpa al fin y al cabo no era suya, por lo que ignoró sus reacciones y prosiguió su camino hacia los jardines donde se reunieron anteriormente... - Quizás los elfos me enseñen algo más... en todos los libros de fantasía siempre suelen ser los más sabios... - hablaba para si mismo Keisuke mientras regresaba... aunque al llegar, se fijó en que no tuvo suerte... los elfos ya no se encontraban allí...

- Bueno... ¿y ahora que hago...? - se hablaba a si mismo mientras cotilleaba en los menus las recien adquiridas habilidades, en busca de más detalles de las mismas... Una vez revisado todo, echó un nuevo vistazo a sus alrededores y decidió dar una vuelta para ver que se encontraba... - En fin... con suerte daré con alguno de los elfos y me guiarán hasta su líder... - dijo recordando que dió su palabra de ir con ella cuando terminase con los demibestias...

Keisuke no pareció encontrar mayor pistas sobre las habilidades en el menú más que sus nombres y los requerimientos, los cuales eran nada más ni nada menos que los mismos objetos que había extraído. Eso sí, gracias a que se tomó el tiempo de explorar descubrió una pequeña etiqueta con las palabras [Estado] junto a ambas pociones. La pega es que no había una descripción adecuada de qué se significaba dicha etiqueta, pero... Ya podría comenzar a hacerse una idea.

Por otro lado su decisión de explorar el castillo realmente le tomó algo de tiempo, especialmente porque pronto descubriría que no habían demasiadas personas a las que preguntarles por indicaciones. El lugar era tranquilo, impóluto, más se encontraba casi desierto y aquello solo se acentuaba más y más con ese enorme tamaño. Las vistas, por lo menos, eran maravillosas. Los grandes bosques de Sylveria se extendían ante él, sus lagos, ríos, pueblos.. Si se esforzaba incluso sería capaz de ver el mar, pero nada que le ayudase especialmente a orientarse en un sitio como ese. No fue hasta pasados unos veinte minutos de pasearse por los pasillos y habitaciones desprovistas de gente que llegó a una enorme puerta ligeramente abierta, desde la cual podía escuchar múltiples voces.

Sin tener mayor alternativa que esa y aventurándose a lo que sea que hubiese en su interior, Keisuke pronto descubriría que quizá pasearse por el castillo podría no ser la mejor de las ideas, o tal vez la mejor puta idea que ha tenido en la vida. Porque... Se encontró con una imagen difícil de olvidar: un baño enorme y esplendoroso con dos grandes estatuas doradas con forma de dragón, en la que múltiples chicas élfica se encontraban jugueteando en el agua, completamente ajenas a la presencia del héroe de la alquimia. Ya si eso... Queda en él hacerse presente, o tal vez marcharse antes de que le tachen de pervertido.

Keisuke se perdió en sus pensamientos mientras investigaba el lugar... al parecer había alguna de sus habilidades recien adquiridas que requerían de algun nuevo tipo de información... posiblemente necesitase hacerlas por primera vez para averigüar sus efectos... aunque necesitaría algo en las que probarlas... sobre todo aquellas cuyo nombre es ambiguo...

En cualquier caso el lugar era maravilloso, Keisuke no había viajado demasiado, pero gracias a sus padres si conocía algún bello paisaje europeo... pero cualquier paisaje que recordara palidecía ante la belleza de Sylvania, era algo que lo fascinaba... Cuando miraba por el balcón agradecía en cierta forma haber terminado allí, tanta riqueza de flora y naturaleza le sería muy útil a la hora de aprender nuevas habilidades... Pero debería seguir buscando a alguien, seguía sin saber por donde moverse, y el lugar era estúpidamente grande...

Y después de un largo paseo, por fin dió con una puerta tras la cual se escuchaba la presencia de alguien... "Por fin... Espero que sean capaces de guiarme hasta aquella elfa..." pensaba ingenuamente Keisuke, ignorante de lo que le esperaba al otro lado... El paraíso de cualquier joven... un gran baño... lleno de jóvencitas elfas disfrutando del mismo... si bien aquella visión taradaría mucho tiempo en irse de la cabeza de Keisuke (si es que alguna vez la olvida), bien cierto era que no era buena idea preguntar aquellas muchachas que se encontraban completamente desnudas... Así que Keisuke se giró, completamente rojo como un tomate, y se alejó de aquella habitación...

- Será mejor... que busque en otra parte... - se dijo a si mismo, casi borracho por la visión que acaba de tener, y se decidió a seguir con la exploración del lugar... aunque debía estar cerca de donde quería llegar, puesto que las muchachas eran elfas, y no demibestias...

Keisuke poco a poco comenzó a retroceder, haciendo su escapada del baño mientras lentamente cerraba la puerta de este. Todo quedaría así, tranquilo, como si nada hubiese sucedido. Sin embargo, mientras aún seguía embobado con las imágenes de aquellas mujeres en su cabeza, un horrible estruendo metálico sonó a sus espaldas. No le tomaría mucho más que darse la vuelta para ver de qué se trataba, más al momento de hacerlo lo único que se encontraría frente a él bien podía ser no muy bien recibido por el chico. 

Una elfa de baja estatura, debajo del metro sesenta inclusive, de cabellos rubios y aspecto juvenil, acababa de dejar caer un cesto metálico con varios implementos de belleza y cuidado personal, para pasar a desenvainar su espada y apuntar derechamente al cuello de Keisuke con la misma. Se la veía muy seria y alerta, aunque por su forma de tomar la espada con ambas manos y de estar agitándola (peligrosamente) de forma constante, daban a entender que no se trataban ni siquiera mínimamente de un peligro a nivel de Audhild. Aún así, portaba una espada, cosa que Keisuke... Bueno. Él tiene su bolso.

-¡Oye tú! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡¿Eres un espía?!- Su vocecilla chillona y energética contrastaban bastante con la voz melosa y el porte elegante de Lia. Se le notaba mucho más joven, aunque bueno, si los elfos eran mínimamente similares a las fantasías eso bien podía ser algo subjetivo. -¡¿Qué llevas en esa cartera?!- 

Keisuke se sobresaltó algo al escuchar aquel estruendo... lo último que quería es que lo tomasen por un degenerado, porque además no era así, fue algo accidental... Por lo que el joven en su fuero interno rezaba porque fuese quien fuese, no se hubiese dado cuenta de aquel afortunado error...

Al girarse vió a una elfa, más bajita de lo normal, quizás por edad, o quizás porque sí, Keisuke no sabía como funcionaban las estaturas en aquel mundo, pero bien era cierto que la diferencia de altura entre ambos era cuanto menos llamativa... lo cual no quitaba que ella se encontraba apuntandolo con una espada, mientras que él no tenía nada con que defenderse...

Acto seguido llegaron las preguntas... por suerte y por su tono, no parecía que pensase nada raro... "Menos mal" pensó el joven suspirando... Luego retomó el aliento y respondió a la muchacha... - Soy Keisuke... el Héroe de la Alquimia que acaba de ser invocado... después de ir con los demibestias, vuestra líder me dijo que la buscase... pero en el lugar que debía haber alguien estaba vacio, así que aquí me encuentro... deambulando por este lugar esperando encontrarme a alguien que pudiese guiarme... - dijo con amabilidad Keisuke mientras trataba de alejar su cuello de la punta de la espada de la joven... - Y esta bolsa... - al joven le cambió la expresión a una mezcla de frustración y verguenza... - ... es mi arma... legendaria... mi bolsillo de alquimia... - casi era vergonzoso decirlo... suponía que con el tiempo aquello mejoraría... acordándose de la habilidad Mammonite del mercader en el Yggdrassil's End...

Parecía que por fin le sonreía la suerte, si bien no era el encuentro más propicio, aquella muchachita seguro que podría guiarlo hasta su líder y así aprender más sobre sus habilidades y posible entrenamiento, al fin y al cabo... ¿No eran los elfos los más adecuados para enseñar sobre hierbas y pócimas? Quizás algunos humanos, pero aquello estaba fuera de la ecuación en ese momento...

La elfa se quedó mirándole con evidente desconfianza en un principio. Se nota que no le cree demasiado y se toma su tiempo antes de por fin guardar la espada en su vaina correspondiente, para después cruzarse de brazos y mirarlo aún con ese gesto desconfiado. -¡Gmpf! ¿De verdad, tú...? ¡Pero! ¿No se suponía que los animalitos esos iban a invocar al héroe de la cacería?- Lo cuestionó de la forma en que... Bueno, todos le han estado cuestionando hasta el momento, pero al menos en el lado amable de las cosas, no parecía tampoco presentar decepción o desagrado por el hecho de que fuese el héroe de la alquimia el invocado, sino más bien curiosidad y poco más. Bueno, desconfianza también.

-¡Está bien! ¡No te creo nada, pero te llevaré con ella para preguntarle! Si intentas algo tonto entonces te cortaré en pedacitos.- Le amenaza señalando hacia su espada con el dedo, de una forma un tanto infantil pero increíblemente digna. Se notaba que era una chiquilla de mucho orgullo, dentro de todo. Y así pronto comenzaría un nuevo paseo a través de ese enorme palacio, aunque de una forma un tanto diferente. La chiquilla parecía conocerlo bastante bien y saber perfectamente hacia donde se dirigía. Guió al muchacho a través de un par de pasillos, luego a través de las escaleras... 

-¿Entonceees... Eres bueno con las pociones?- Preguntó volteándose un momento para verlo con curiosidad, manteniendo ambos brazos cruzados tras la nuca. -¿Cómo se siente ser un héroe? ¿Te da superpoderes?- ... Lo peor es que dentro de todo, Keisuke podía sacar la impresión de que la muchacha le estaba interrogando. Se le notaba en la cara, como si esperase un paso en falso de él que lo declarase como una suerte de espía. Pero el tema es que era muy mala para ello y absolutamente transparente. 

Bueno... su reacción no era tampoco la normal al conocer a un héroe... pero al menos no parecía que molestase el hecho de ser el Héroe de la Alquimia... ya era un paso... pero al menos ahora la pequeñá elfa ya no estaba apuntandolo con un arma... - Bueno... parece que los Demibestias debieron confundirse en algun aspecto del ritual... supongo... - dijo rascándose la cabeza, pensando si ese tipo de rituales podían fallarse así como así... El caso es que parecía que la elfa no parecía desconfiar mucho de él...

Acto seguido el rostro de Keisuke se tornó en otro de exasperación... ahora resulta que no creía en nada de lo que había contado... desde luego se estaba llevando la peor parte en cuanto a primeros encuentros en aquel extraño mundo... ¿cuando aparecería alguien de verdad con buena voluntad? En su fuero interno estaba empezando a arrepentirse de no haber seguido a la líder elfa al principio... - C...Como quieras... - contestó Keisuke ante tamaña amenaza... para ser tan pequeña tenía un humor de perros...

Pero... por lo menos... parecía que al fin llegaría a su destino... allí terminaría aclarándose todo... El joven continuaba disfrutando del palacio y sus vistas mientras seguía a la pequeña elfa... - Por cierto... yo me he presentado... pensaba que las aprendizas de caballero debían ser corteses y dar su nombre cuando la otra persona se presenta... - dijo tratando de cambiar el tema, pero en vano, puesto que la elfa no tardaría mucho en preguntar de forma bastante explicita sobre su condición de héroe...

- Bueno... en el mundo del que vengo podría decirse que tengo bastantes conocimientos sobre medicinas... así que podría decirse que si... aunque todavía tengo que aprender a como usar todo esto... - dijo navegando por alguno de los menus que aparecían delante de su rostro para mirar atributos y habilidades... - En cuanto a como me siento... Pues raro... solo puedo usar esto como arma... - dijo dando vueltas a su bolsillo... - Si me fueras a prestar tu espada, recibiría un calambrazo y me saldría un mensajito de que no puedo usar otra cosa... - comento Keisuke mientras continuaban la marcha... aunque era cuanto menos curioso la desconfianza que generaban los héroes a pesar de su condición... lo cual hacía que se preguntase si hubo problemas anteriormente con otros héroes o gente que se hacía pasar por ellos...