Partida Rol por web

-¿que alguien te robo tus piruletas fantasmales? mas bien tus piruletas fantasmales se fueron a una reunión sindical de fantasmas y tu ni te diste cuenta porque estabas durmiendo desde el principio-

- Mentira eso no es lo que paso, mi zeñora ezta mintiendo. Lo que pazo ez que Muzta ez un gran fan de elviz, como ez tan fuerte nozobligo a ir a un concierto y dezpuéz cuando ze acabo nos fuimoz. Por eso perdimoz tanto tiempo, mi gran preciada señora ozcura, reina de la ozcuridad y muy bella. Dice mientraz mira a zu zeñora

Si algo no le gustaba a la mujer, era vuestra escueta manera de responder a sus preguntas, de interrumpir las conversaciones de los demás para apenas decir nada, y quiso dejar contancia de ello, a ver si así espabilabais un poco porque sino, al final os acabaría matando a todos sin tardar demasiado y se quedaría la mar de agusto ella sola.

Su rostro se desvió hasta el lugar en el que estaba Osama y son una sonrisa, hizo un gesto con la mano y quitó una de las anillas de una de las granadas que portaba, pero contuvo la explosión de tal forma, que tan sólo le chamuscó uno de los brazos, haciendo que se quedara " oliento a pollo " y seguramente manco para el resto de su vida si no encontraba a nadie que se lo arreglase.

- Y ahora bicho rosa, quiero que me digas qué es eso de la reunión sindical y del concierto de Elvis.

-¿Es que no expliqué para que quería usar mis piruletas fantasmales? Vaya, debí olvidarlo, ya que mi ama solo me preguntó por el botellón pero con mucho gusto responderé a mi señora. - dijo el troll entre suspiros.

-Llegó a mis oídos que los fantasmas de la reunión sindical podrían ayudarme a llegar hasta el libro de mi querida ama, pero a cambio de esa información me pedían las piruletas fantasmales, las cuales fueron robadas por Osama ya que estaba celoso de que descubriera antes que él dónde se encontraba dicho objeto. (Ahora lo recuerdo mi Señora Oscura, todos mataríamos por ser su esbirro favorito)

¿Para que querían los fantasmas mis piruletas? Tenían que entregarselas al mismisimo Elvis en persona, pues son amigos de infancia y ¿quien mejor para negociar que alguien que conoces desde que empezabas a escribir?. (Elvis es un borde y solo recibe visitas de amigos y grupis, nada de fans agobiadores ni de repugnantes bichos en busca de preciados libros).

Porque Elvis? porque él poseía ese libro que ansiais tener, mi ama.

Lo tenía todo controlado hasta que el inútil de Osama decidió drogarnos en el botellón para conseguir su admiración por el (cosa díficil). Además parece ser que el resto del grupo no prestan suficiente atención a su encargo pues el inculto de Vrykul ni se enteró de que teníamos que esperar a que los fantasmas nos trajeran el libro en el concierto de Elvis...¡¡Decepcionante!! Pero obviamente, sin piruletas no había trato y los fantasmas no quisieron ni escucharme.- Relató Mustakrakish con una gran reverencia hacia la tenebrosa dama.

El bicho rosa abrió la boca y la mujer, se perdió totalmente con la explicación pues estaba hablando de dos se sus compañeros pero sin culpar a ninguno de la torpeza de todos y eso la hizo mirar indecisa a Vrykul y Osama, hasta que al final, se giró hasta el bicho rosa enfadada por hacerla estar así de indecisa y le lanzó una mirada fulminante que hizo que a su alrededor de formara fuego y comenzara a abrasasrse durante el tiempo suficiente como para quedarse un poco achicharradito.

- Así aprenderas que no tengo esbirros favoritos y que no me gusta que me vuelvan loca..

Sin duda era lo que menos la apetecía.

Su Oscura tenía que buscar a otro al que torturar así que señaló al lobito que tan alegremente solía cazar ratones y casi incluso llegó a sonreir, pero por lo patético, no por que le tuviera mucha simpatía.

- Persigue-ratones. Continua, pero ten en cuenta que el horno no está para bollos.

Persigue-ratones, que había estado esperando pacientemente sentado sobre sus cuartos traseros (rascándose sólo eventualmente con una pata los ojos a causa del escozor por la cebolla caramelizada), se adelantó ahora apenas medio paso, antes hacer una reverencia lobuna bajando la mirada, las orejas y la cola, en gesto servil.

-Como ordenéis, Su Malignidad. - Dijo, con voz profunda y grave. - Cómo estaba explicando Mustakrakish, al parecer Elvis se había hecho con el Libro "Levanta Muertos" que nos ordenó traer, extrayéndolo del lugar al que debíamos dirigirnos de algún modo que, todavía ahora, desconocemos. Las negociaciones fracasaron, el concierto terminó y los fantasmas abuchearon a Mustakrakish antes de marcharse mientras el resto de mis "compañeros" se emborrachaba en esa fiesta de la que, personalmente, no participé. Hablando con los asistentes del concierto, pude saber que Elvis se había apoderado del libro para vendérselo, a cambio de la inmortalidad, al Innombrable, ese extraño brujo de extraño aspecto y desconcertantes supuestos poderes, y ciertos rumores apuntaban a que la transacción se había hecho efectiva en el intermedio del concierto. Tuve que esperar a que el resto de nuestro "equipo" volviera en sí antes de comunicar este hallazgo, pero cuando por fin fue posible, nos dirigimos a la guarida del Innombrable para recuperar el volumen.

Sin moverse un ápice, Persigue-ratones esperó.

 arrastrando su ahora inutil brazo, y extendiendo un olor a plástico quemado con el, Osama se adelanta de rodillas

-Oh Excelentisima Señora Oscura, Dueña de los horrores inenarrables, señora del anochecer, Ama de las huestes tenebrosas. Lo que dice el indigno y sarnoso perro es cierto, pero se olvida de lo mas importante, de como cuando avanzábamos al encuentro del Innombrable, guiados por el, nos crucemos con un repugnante niño y su mono, y en vez de seguir con la misión se puso a perseguirlos (igual confundió el mono con un gato o que se yo), el caso es que como el nos guiaba nos hizo perder el rumbo y mucho tiempo sin ir a recuperar el libro-

Tras decir esto Osama se apresura a retroceder de nuevo a su posición, por si las bombas

La cebolla que era realmente maligna, casi tanto que su majestad del mal, se acercó al muñeco con explosivos y dijo mientras le escupia a la cara

Que no se te olvide Osama el incauto, que esa no fue toda la historia, que siempre te quedas a medias....verá usted maligna de entre todas las malignas que se dedican a romper las miniaturas de cerámica del niño jesus de todos los belenes del mundo....
Como Persigue-ratones persiguió al niño y a su mono-ratón nosotros fuimos tras él para ver dónde se habia metido....y ¿adivine dónde nos lo encontramos???? pues si...nos lo encontramos en la tienda de disfraces de los 20 duros...y estaba buscándonos un disfraz de perro para todos para hacernos pasar por una manada de lobos ante el Innombrable....creyendo él que eso era una buena idea...

- ¡¡Si, pero un ejercito de batpinzas voladoras nos atacó y nos impidió el paso antes de que persigue ratones pudiera coger los disfraces!!- dijo enseñando los pellizcos que tenía en la cara.

Así que ya no teníamos como atemorizar al Innombrable para que nos diera el libro. Entonces caí en que a ese gordo y peludo ser le encantan los niños a la brasa con monos fritos, de manera que decidimos retomar la persecución de ambos para raptarlos, matarlos, cocinarlos y echarles somníferos. - El troll se relamía solo de pensarlo

"Si conseguiamos que el Innombrable se comiera el delicioso plato envenenado que queríamos prepararle, seguramente podriamos robarle el libro" Pensé, pero para entonces, el chucho ya había perdido su rastro, así que nos llevó más tiempo de lo esperado buscar a ese par de inocentes.- Al acabar su relato corrió junto a los demás esbirros tapándose las orejas y cerrando los ojos esperando que su queridísima señora no le metiera la bronca de nuevo.

La mujer negó con la cabeza por todo lo que estaba escuchando... menudo jaleo se había montado en un momento..

- A ver si me aclaro, chucho, te pusiste a perseguir a un niño que supongo que al menos tendría buena pinta porque sino tú me dirás, aunque casi mejor dime que tenía que ver algo con mi libro porque sino me voy a hacer unas botas de piel contigo. Luego acabasteis en una tienda de disfraces de " todo a 20 duros ", que vamos, anda que no hace que entró en vigor el euro.. y de ahí.. ¿ unas batpinzas?

La cara de la señora era de alguien que nos e estaba tragando mucho eso, así que " Persigue " como acto reflejo metió su rabo entre las piernas antes de responderla.

Persigue-ratones dejó escapar un lastimero lamento cuando su ama le miró de aquella forma tan acojonante, haciendo lo posible por mostrarse compugnido.

- Si mis compañeros me dejaran hablar... - regoznó, echándoles una mirada de reojo cargada de odio y resentimiento. - hubiera podido proseguir con la historia, su Malignidad. No solo no era lo más importante, sino que no lo olvidé como sugiere el playmobil. Debo confesar que es cierto, que mi instinto me jugó una mala pasada y cuando aquel niño con su mono se cruzaron en nuestro camino, perdí la razón momentáneamente, y sin duda tardé mucho menos en recuperar la cordura que este atajo de borrachos en su botellón.

Persigue gruñó por lo bajo, como si se aclarara la garganta.

- Obviamente, como soy más rápido y fuerte que todos ellos, me distancié mucho en poco tiempo, pero de la misma forma volví rápidamente a por ellos, presto a disculparme. Al haberme adelantado, sin embargo, encontré la tienda de disfraces (que en cualquier caso estaba en nuestra ruta y en la que pensaba que deberíamos pararnos), y allí les esperé, y por un buen motivo: necesitábamos esos disfraces, mi señora Oscura, si pretendíamos hablar con el Innombrable, aunque no para intimidarle como sugiere la cebolla, que como es evidente se entera de la misa la mitad. Pero entre que no me dejaron explicarme y que de no se dónde aparecieron aquellas Batpinzas, tuvimos que salir de allí sin siquiera poder explicar mi plan. Y obviamente había perdido la pista del niño y su mono, pues cierto es que nada tenían que ver ni iba a perder más tiempo con ellos. Aunque Mustakrakish todavía no parece haber entendido que aunque él se coma a los niños, no son del gusto del Innombrable. 

Persigue-ratones prosiguió, haciendo un esfuerzo por controlar su ira hacia sus "compañeros", que obviamente se habían confabulado en su contra sin razón.

- En cuanto a los disfraces y el porqué los necesitábamos, su Malignidad, el motivo es el siguiente: la mansión del Innombrable está protegida por los Felinos Cornudos del Infierno, unos seres magníficos con los cuales, pese a nuestras distintas especies, comparto cierta cordialidad. Hace ya muchos años que nos mandamos ratones de compromiso, mi señora, y de haberme presentado yo solo no hubiera habido ningún problema para poder hablar con el Innombrable, o pretenderlo para acceder a su guarida y recuperar el Libro. Obivamente no estaba solo, y ahí es donde entraban los disfraces, pues sin duda los Felinos hubieran aceptado mucho mejor a mis "compañeros de manda" que a un puñado de desconocidos que no hacían más que gritarme sin dejar que me explicara ni les contara con qué nos íbamos a encontrar.

Persigue-ratones se dejó caer en el suelo, cola escondida, patas pegadas al cuerpo, orejas gachas y mirada clavada en el adoquín más cercano, máxima expresión de su sumisión ante su señora.

- Y obviamente los Felinos respondieron a la amenaza que estos representaban intentando atacarlos... y aún así los defendí, interponiéndome en el ataque y recibiendo el primer choque de pleno sólo para darles tiempo a hacerse cargo de la situación, aunque lamento reconocer que perdí el conocimiento ante tan vehemente ataque... quedando en manos de mis compañeros.

Si se había quedado inconsciente no tenía mucho sentido que Persigue siguiera contando nada, al menos así era como lo vio vuestra ama en aquel momento y ya que había escarmentado a unos cuantos del grupo, hizo lo mismo con el loco, quien antes de que pudiera darse cuenta estaba siendo invadido por una plaga de pulgas que para cuando desaparecieron lo habían acribillado y dejado medio hinchado tantas picaduras.

Ahora tenía que decirle a alguno que volviera a abrir la boca y la verdad era que se lo estaba pensando, porque le daban ganas de deshacerse de todos.

- Ummmm A ver Vrykul. ¿ Qué pasó cuando el chucho torpe se quedó inconsciente?

- Zeñora ozcura zeñora de toda la ozcuridad, ezto ez lo que pazo dezpuez.- Dice Vrykul temblando mientraz mira a zu zeñora.- Lo que pazo ez que yo creía que Kitty tenía el libro, pero cuando fuimos eztaba ¡muerta! Ya que eztabamoz allí no podiamoz perdenoz su funeral, que regalaban cozaz y dezpuez estubimoz buzcando al azezino pero no lo encontramoz y por ezo perdimoz tanto tiempo. Lo ziento mi quedirizima y zucizima zeñora ozcura

La respuesta de Vrykul a su pregunta dejó prácticamente indiferente a su ama, quién no sabía por qué tenían que quedarse en el funeral de nadie, aunque en seguida se le ocurrió en qué funeral pordía ir participando su esbirro y sonrió antes de lanzarle tal mirada que hizo que aquel incauto esbirro se agarrara la cabeza mientras comenzaba a sangrar por la nariz, sintiendo como si le apretaran el cerebro, a la vez que caía de rodillas al suelo.

- No tienes que quedarte en ningún funeral! Es más, no tienes permiso para ir a un funeral que no sea el tuyo y del que llevas camino ya ¿ entiendes?

Tras aquello la mujer respiró hondo, como queriendo no matarlos a todos antes de que alguien le xonsiguiera decir dónde estaba su libro.

No se había quedado demasiado satisfecha antes con la cebolla, pero había estado bastante callada y quizás la podría explicar qué carajo hicieron después del funeral.

- Dime algo coherente antes de que te meta en un bocata de atún anda..

Aquella maldita cosa de huerta no fue capaz de responder absolutamente nada a las palabras de la Oscura Señora, lo que precisamente no es que le gustara demasiado a ella, porque sólo le faltaba encima que sus esbirros la ignoraran por completo. En vista de que por algún motivo la cebolla se había quedado muda y no parecía tener ninguna intención de ir a decir nada, vuestra ama hizo aparecer un aparato enorme de metal con muchas cuchillas que le quitaron un par de capas mientras se retorcía de dolor y sus gritos casi os rebentaban los tímpanos.

Pasados unos segundos la atención de la mujer se centró de nuevo en el gigante rosa.

- Musta. ¿ qué es lo que estabais haciendo vosotros mientras Vrykul iba a ese funeral? ¿ Eráis conscientes de que ibais por mi libro?