Partida Rol por web

Pues sí... más o menos.

Entré en Gringotts y un montón de minions pequeños y barbudos intentaron cortarme el acceso, pero por Mi Señora Oscura -inclino la cabeza con respeto- yo ma-to. Y luché.

Fue un auténtico Pataticidio, porque les arranqué la piel y los corté en pedazos como si fuesen meras papas. Estaban aterrados y al final conseguí que uno de esos enanos, ahora sin piel, me indicase el camino a seguir y abriese la cámara.

En ella sólo había un puñado de Puntos y una copa dorada con un tejón grabado en ella y un par de asas.

Lamento mi torpeza, su Oscuridad, pero alguien se me adelantó, aunque no sé quien...

Desvío mi mirada al suelo, nerviosa. ¿Me miraría como ha mirado antes al fracasado? ¿Con esa intensidad? ¿Sólo a mí? Mis piernas tiemblan de imaginarlo, el medio se mezcla con el placer.

Vuestra ama hubiera podido escuchar casi cualquier cosa, pero cuando el esbirro comenzó que si "sentía su torpeza" vuestra ama se empezó a poner de todos los colores. 

- ¡Y MÁS QUE LA VAS A SENTIR! 

Había aguantado bastante sin imponer demasiados castigos, en realidad, sólo había castigado lo justo y lo necesario, pero en aquel momento le apetecía que a alguien le doliera algo, así que simplemente no se pudo contener. 

De la nada aparecieron dos criaturas tal que así: 

A quienes ya conocíais por ser los esbirros sicópatas y carnívoros de vuestra Señora Oscura. En realidad se lo tragaban todo. 

Se acercaron a Another y empezaron a olfatearlo como si fuera un manjar y a un sonido extraño ambos empezaron a roerle un rato las rodillas. Para cuando terminaron con él, el elfo medía un poco menos y no podía hacer otra cosa que estar sentado en el suelo. Eso sí, seguía vivo y sus heridas habían sido cauterizadas mágicamente. 

Además, ahora los esbirros sicópatas le hacían ojillos y lo miraban de manera tremendamente golosa. 

Vuestra ama, después del espectáculo echó un vistazo a los presentes y se detuvo en el demonio. 

- Si no estaban mis puntos en esa cámara ¿dónde estaban? - Preguntó. 

Al parecer el demonio no pudo soportar la visión de los esbirros sicópatas de su señora comiéndose un poquito de elfo, pues a pesar de que la mujer le preguntó a él directamente, éste no fue capaz de articular palabra. 

- ¡¿PERO ES QUE OS HABÉIS QUEDADO MÁS LENTITOS DE LO QUE SOIS HABITUALMENTE?! 

Aparecieron de nuevo los pequeños seres con púas y detrás de ellos un enorme tanque, que señalaron como si fueran las azafatas de algún programa. Eso sí, debían estar explicando algo pero sonaba a animal chungo que está pensando en alguna cosa malvada. 

El demonio Nicolás comenzó a volar, gracias a la magia de vuestra señora y terminó dentro de aquel tanque, en el que había un ácido corrosivo que a parte de escocer un montón, dejó al demonio de color "rosa barbie". 

Una vez terminó la tortura, que dejó a los demás un poco sordos debido a los gritos del demonio, la mujer miró a la calabaza y sonrió. 

- Espero que tú estés más hablador. Voy a repetirte la pregunta: ¿Si no estaban en aquella cámara mis puntos dónde narices estaban? 

Pepo ha estado guardando un respetuoso silencio, mas bien, lo intentaba porque ver como su Señora descargaba su enojo sobre sus compañeros, le provocaba unas risillas muy difíciles de contener. Pero pronto la atención de su adorada señora, pronto se centraba en él y de tal manera que por un instante, sintió que le temblaba todo...

E-en realidad mi Señorisísima Señora de la Oscuridad mas eterna, Another no estuvo tan errada... O errado... En realidad, no estaba siguiendo una mala pista. Todos estábamos seguros de que en esa cámara estaban los Puntos de carisma! Por eso grande fue la sorpresa cuando vimos que casi estaba vacía pero... Mi señora... No estábamos solos en esa cámara.

Se apresuraba a decir, callado no era lo que debía mantenerse, no en esos instantes en los que claramente el silencio era igual a convertirse puré, y no un puré bueno de papas, no, sino un puré de calabaza zombie y hasta Pepo sabía que no debía tener un buen sabor y lo que no tiene buen sabor termina en el jardín... La sola idea lograba hacerlo temblar con un escalofrío.

Another hizo un buen trabajo si, limpió el camino, pero pronto algo llamó nuestra atención y al mirar al techo de la cámara, allí estaban... Los increíbles! Toda la familia mi sexy señora oscura cuya edad no se nota ni un poquito, toda la familia de los increíbles, el papa, la mama, los hijo y un puñetero bebe!!! Pero esto la sorprenderá mas, porque verá, el bebe de los increibles tenía la enorme bolsa de Punto de Carisma!

Otra breve pausa dramática mientras mostraba ambas manos e imitaba una expresión de sorpresa...

Ellos se interpusieron! Querían los Puntos de Carisma o peor aún, querían que usted no los consiguiera y eso no me detuvo! Porque de todos estos, fui yo y solo yo, quien se las arreglo para salir primero tras ellos sabiendo que esos puntos eran los que usted deseaba... Y sabe muy bien como me gusta cumplir con sus órdenes.

Eso no hubiera sido un problema. 

Dijo casi sin querer el muchacho de pelo rubio.

Digo, que eso no hubiera sido un problema, si para combatir con ellos hubiéramos tirado de armas y puñaladas. Pero el señor calabacín decidió que era mejor llamar a los refuerzos.

Y estos refuerzos, no eran para este tipo de contingencia. Digo yo, que unas ranger de colores, o incluso que un robot gigante, pero cazafantastamas….

Y ahí lo dejo, dejando él marrón volando sobre la cabeza de la cabeza de calabaza. 

Mi señora oscurísima, me temo que la desdichada calabaza os miente. Los increíbles estaban allí, de eso no había ninguna duda, pero no se interpusieron en su camino, ¡nada más lejos de la realidad! Gritó el demonio mientras un vapor oscuro y cálido salía de sus fosas nasales. El niño de esa familia llevaba en la bolsa los churros del puesto de churros en el que sus padres trabajaban. Así que, que no os mienta, ni ellos se interpusieron, ni ellos se habían llevado los puntos de Carisma. El problema es que Pepo se asusta con todo y ya sabes el temor que le tiene a los bebés... Dijo mientras batía sus alas molesto por las mentiras que tenía que escuchar.

Mira, esta calabaza sí que sabía hacerle la pelota a una mujer, la verdad es que con eso de la edad, cuando tuviera que hacerle daño le dolería un poco menos de lo que le dolía habitualmente al resto. Eso de la edad había sido lo más bonito que le habían dicho a vuestra señora en mucho tiempo. 

Volvió a centrarse en eso que decía el esbirro sobre Los Increíbles, que por cierto, eran un verdadero coñazo de familia a la que estaría bien, como poco, disolver en ácido. 

En aquel momento "El hijo de su madre" habló y la mujer puso cara de circunstancia con eso de las Cazafantasmas. ¿Se había perdido la actividad paranormal de aquella historia? 

- ¿Cómo que con churros, calabaza? 

Estaba empezando a pensar en como hacer precisamente churros de calabaza. La mujer, con los brazos en jarras, esperó la respuesta del esbirro. 

A ver a ver a ver intento de pobre angelito que confunde puntos de carisma con frikipuntos, te recuerdo que el sindicato nos obliga ser inclusivos y como Another no se sabe s es elfo o elfa, tenía que meter a esas caza fantasmas, en definitiva esa familia de pelmazos en pijamas eran algo fantasma si te lo piensas, así que vendrían bien y dejábamos contentos a todos, sobretodo a nuestra adorada Señora de largas piernas y seductora cintura.

Aclaraba Pepo ante la intervención del Hijo de, ciertamente usar otros ayudantes para cumplir con los deseos de esa Diosa de la oscuridad no era un delito, ya hubo otro que hizo lo mismo aunque para Pepo seguía siendo un blasfemo con aires de motinero, si es que esa palabra existe.

Y en cuanto al incidente de los churros, yo Pepo el que no le teme nada ya que vio a la muerte a los ojos y volvió, realmente me sorprendí tanto como el resto, porque cuando las cazafantasmas dudosamente lograron detener a los increíbles para sacarles la bolsa de puntos de Carisma, realmente estaba llena de churros y no de los puntos que perseguíamos!

Lo de los churros si que fue un giro hasta para sus semillas podridas, pero mientras insanamente Pepo hacía otra pausa, por un momento miraba a su Señora Oscura, notando como lo miraba y la forma en que se cruzaba de brazos... Esa forma que indicaba que tal vez no terminaría como puré, sino como licuado si no aclaraba la cosa.

Pero mi Señora, dueña de mi existencia y tan Oscura, tan lista y malvada que solo a usted puedo servir, debe saber que aunque churros tenía esa bolsa, esos churros hablaban!! Seguramente nadie sabe mas de magia que usted, que con esos sensuales dedos puede cambiar la realidad y hacer caer castigos perpetuos sobre quienes la ofenden, sin duda habrá visto como la magia puede hacer que hasta las calabazas hablen! Pero estos churros, que casi morían devorados por esa familia, nos dijeron en donde estaban los puntos que antes ocupaban la bolsa... Si me lo permite, en toda su gran sabiduría maligna, se lo puedo decir.

Las palabras de Pepo eran apresuradas, casi como si su propia lengua se chocara con sus dientes de calabaza, pero entre los nervios que iba ganando y se reflejaba en la velocidad con la que escupía cada frase, se le olvido echarle la culpa a alguien mas...

Desde luego aquella calabaza era toda una caja de sorpresas. No porque así de repente pareciera lista, no, sino por el hecho de que estaba diciendo que tenían un sindicato. ¿Desde cuándo tenían mis esbirros que tener derechos de alguna clase? 

Pero seguía hablando, vale, pero vuestra señora se había quedado ahí y no se iba a detener hasta castigar aquello. 

- ¿QUÉ ES ESO DE QUE TENÉIS UN SINDICATO? ¡DESDE CUANDO LOS ESBIRROS NECESITÁIS ALGO QUE NO SEA SERVIRME? 

Chasqueó los dedos de nuevo y aparecieron aquellos dos seres que ya habíais visto con anterioridad. Traían en las manos unas herramientas bastante extrañas, menos para Pepo, que las conocía realmente bien. 

Saltaron encima de él rápidamente y a su alrededor sólo se vio una nube de polvo y trocitos de calabaza que iban cayendo aquí y allá. Para cuando terminaron, el nuevo aspecto de Pepo era este: 

Vuestra ama no se detuvo más en contemplar su gran obra y miró al resto de sus esbirros, esperando que se les hubieran quitado las ganas de tener un sindicato que exigiera nada y terminó centrando su atención en Another de nuevo. 

- ¿Entiendo que os comisteis a la familia esa?

¡Por su puesto! -respondo presta a la llamada de mi Señora- Los devoramos mientras Pepo intentaba hablar con ellos. ¡Y es que, como bien nos ha enseñado -señalo mis piernas medio comidas- el hambre es un buen correctivo! Necesitábamos saber dónde estaban aquellos puntos dichosos.

Inspiro profundamente. Ver el estado de Pepo sólo consigue que adore más la obra de su Malignidad. Tras un breve suspiro vuelvo a hablar.

Esa mujer que parece un pulpo, que se cree reina del mar y hechicera. Ella es quien robó los puntos de Gringotts, ella es quien los volvió a robar y hacer desaparecer. Se trataba ni más ni menos que de Úrsula y sus hechizos. Ya teníamos una pista que seguir para traerle su preciado botín, así que dirigí la operación rescate.

Me siento ligeramente orgullosa de intentar cumplir Su voluntad bajo cualquier contratiempo.

Another Elf, me temo que no la viste bien o que estás mintiendo a nuestra Señora Oscura, cuya inteligencia es tan soberana que no caerá en tu trampa. Lo que llevaba Úrsula entre sus manos no eran los puntos, era su bebé que cuando nos vio llegar lo hizo desaparecer para que no lo secuestraramos. Corrigió Nicolás al elf@.

Vuestra ama no podía creerse lo que estaba oyendo, desde luego, todo lo que la habíais contado hasta el momento era un despropósito, pero claro, cuando escuchó el nombre de Úrsula, incluso se puso recta y su mirada era fría como el hielo. 

- Ya está esa entrometida que huele a pez metiendo sus tentáculos donde no la llaman. - Sí, aquello había fastidiado a la señora, lo cual, era probable que no fuera demasiado bueno para vosotros. 

Claro que entonces Nicolás dijo eso de que la "zorra de los mares" tenía una hija y la ama se quedó casi hasta asustada. 

- Pues espero que haya sido por generación espontánea. - Murmuró mirando sorprendida al demonio. 

Eso sí, pronto volvió a centrarse en lo que os traíais entre manos, que no era la descendencia de aquella horrible mujer. 

- Bueno, si ella no se llevó los puntos ¿dónde están? 

Se trataba de un hechizo de cambio de forma -explico con calma a aquella a la que debo devoción absoluta y amor platónico-. Aquello era una máquina de cagar y comer para conseguir acumular más puntos que estaba sustrayendo mágicamente.

En realidad era más como estar cuidando de un tamagochi.

Luché contra ella mientras mis compañeros miraban, más centrados en los ojos azules del bebé que en conseguir cumplir su misión.

Fui derrotada y convertida en un percebe durante un tiempo.

Estoy lista para afrontar la verdad. Nunca traicionaré a la reina oscura y, aunque mis compañeros se habían quedado mirándome, yo había luchado hasta el final.

La Señora Oscura tuvo una revelación en aquel momento: el elfo no era un elfo, sino una elfa. La verdad es que no es que fuera nada raro confundirlos, pero bueno, nunca era tarde para darse cuenta de aquellos pequeños detalles. Eso sí, no dijo nada, pues claramente no iba a reconocer que no había distinguido el sexo de su esbirra y escuchó sus palabras. 

...

.... 

Casi era mejor que no se hubiera parado a escucharlas, pues desde luego, dejaba claro la incompetencia de todos sus esbirros, que últimamente parecían estar haciendo oposiciones para ver cuál era el más manta y malo de todos. 

- ¡¿Qué he hecho yo para merecerme esto?! - Murmuró en voz alta antes de hacer que sus buenos esbirros del dolor, los dentudos, volvieran a aparecer. La única diferencia es que esta vez aparecieron un montón de ellos y pronto formaron una bola gigante que arrolló a la elfa. 

Esto fue lo que quedó de ella, pero aún estaba vida: 

La mujer asintió viendo el resultado. 

- Ahora vamos a ver... ¿por dónde íbamos? 

La mujer miró al crío repelente.

- Tú, hijo de tu madre, qué pasó mientras a Another la transformaban en percebe?

El chico rubio platino dio un paso al frente. Y hizo una reverencia formal.

Su malignidad. Yo use un conjuro de sangre para realizar un clon de mi mismo. Y me temo que este clon era el que estaba en aquel extraño lugar con mis compañeros.

Yo por mi parte, me había infiltrado en un Bar. Allí, estuve dando de beber al chemiurgo hasta que me dijo claramente quienes eran los usuarios con más Carisma de toda la umbría. Y con esa información en mi poder me puse en movimiento.

Estaba claro que aquella historia estaba dando muchas vueltas, pero lo cierto es que el Carisma nunca había estado en solo lugar. 

Uno de mis subesbirros me dijo que estabas tomándote algo en un bar, pero no con el Chemiurgo, lo estabas haciendo con "el hombre bebé", uno de los "goblins trabajadores de umbría" que nada sabían de los puntos de carisma. Dijo interrumpiendo las tonterías que tenía que escuchar de sus compañeros. Lo cuál nos metió en graves problemas por su culpa pues contábamos con un esbirro menos.

Como puedes ver, mi señorísima Señora Oscura, el hijo de la madre estaba bebiendo en un bar mientras los demás estábamos preocupándonos de la misión... 

¡QUÉ VERGÜENZA DE ESBIRRO! ¡QUÉ VERGÜENZA!

La idea de infiltrase no había estado nada mal, pero claro, entonces el demonio abrió la boca y ahí había algo que a vuestra Señora no le cuadraba demasiado. 

- ¿Entonces con quién estuviste en aquel bar? ¿Con Chemo o con el hombre bebé ese? 

Claro que aquello no explicaba por qué primero había dicho que se había hecho un clon y luego el demonio decía que los había dejado tirados. 

- ¿Qué estaba haciendo tu "yo" de verdad en ese momento? 

Es que aquellas explicaciones estaba dejando más dudas que respuestas y eso a vuestra ama no es que la estuviera sentando demasiado bien.